♠ Nombre de la historia: La obsesión de una sasaeng: Una historia que SuJu nunca contó.
♠ Pareja: KyuMin
♠ Género: Drama, Disque-comedia, Romance, Lemon.
♠ Descripción: Una sasaeng es una persona enferma y que puede cometer las locuras más grandes por su "amor" ¿ Pero también puede ser un detonante? Kim YooJeon a perdido la cabeza por el KyuMin, creando por ello un plan que traspasa todos los límites para atrapar a los dos protagonistas de sus fantasías y bajo amenazas obligarles a cumplir todos sus deseos, o más bien uno. Los dos idols están aterrados, pero no saben que después de esa noche infernal, aquellos sentimientos que estaban muy escondidos en sus corazones brotaran como flores en primavera y la relación entre ellos dará un giro de 360º
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Primera parte ~
Hay muchas historias dentro de Super Junior que nunca se han contado. Historias relacionadas con amores y con errores humanos, cosas que casi en su totalidad no son graves, pero que de todas formas tienen que mantener en absoluto secreto debido a lo estricta que es la nación con los idols y al enorme fandom compuesto en un 95% por niñas enamoradas que se decepcionaría si cometieran una indiscreción. Ellos sin duda, a pesar de actuar como niños, son maduros y proceden con suma cautela en cada cosa que quieren hacer debido a esto. Pero claro, con las sasaeng, los paparazzis y netizens malintencionados y fisgones, es imposible que alguno de esos errores no viera la luz, o al menos parte de ellos. Por la internet o las revistas hechas por prensa amarilla siempre corren partes de sus secretos, pruebas que no terminan de afirmar lo que plantean ya que la SM cubre todo antes de que terminen de descubrir algo, y en cantidades que triplicaban a las pruebas inconclusas, se encuentran en esas mismas fuentes, muchos rumores y chismes, que en algunas ocasiones dan a la realidad, pero que ellos siempre se encargan de negar. Sin embargo, hay un secreto del que aún nadie ha podido siquiera enterarse o crear un chisme. No se sabe como ha logrado ser ignorado por la enorme comunidad ELF ya que el accidente tuvo relación directa con una fan, pero así ha quedado, en la completa indiferencia y así quedará por siempre ¿Las razones principales? 1.- Este accidente figura en el pequeño porcentaje de problemas que SuJu ha tenido que enfrentar que si es grave, coronándose como el peor de todos 2.- Aunque no sea la razón principal que SM Entertainment tiene para ocultarlo, no deja de ser vital, ya que fue el motivo que detonó el amor entre el Maknae y el Aegyo King de Super Junior. Así es, un amor del que ellos no tenían idea, y que la adversidad hizo despertar y devorar sus almas cuan temible dragón hambriento de criaturas indefensas. Suena a un desenlace lindo ¿No creen? Pues su inicio y desarrollo para nada lo fueron, por ello figura como el peor de los sucesos ocurridos en Super Junior.
¿Pero que fue lo que pasó?
Antes de empezar a relatar aquello, es necesario dejar en claro algunas cuestiones sobre sus protagonistas, y aunque su servidora adora con locura al apuesto practicante de artes marciales, empezaremos con el Maknae. A Cho Kyuhyun le gusta la libertad y el sexo…bueno, suena algo fuerte si lo digo de esa manera, pero así es. El menor es muy profesional y tranquilo en su trabajo, sabe que el podrá seguir cantando si tiene la aceptación del público, así que es encantador a su manera dentro de su trabajo y obedece a todo lo que le dicen sus Hyungs, Prince Manager, los sunbaes de los programas o lugares en los que tenía que trabajar y a los distintos mandamases en SM. Por ello es que en sus tiempos libres, cuando era solo Kyuhyun, se liberaba. Tantos malditos años regido por órdenes habían creado dentro de su ser a alguien que nunca pensó convertirse algún día: una persona despreocupada, al que no le importaba mucho las cosas y que dentro de los límites, hacía lo que se le viniera en gana. Se había enamorado de la libertad de comer lo que quisiera, de hacer con su tiempo libre la primera cosa que se le viniera a la mente, de salir con la gente que el eligiera, de acostarse a la hora que le pareciera apropiada, de follar con quien le pareciera mejor y cuantas veces a el le apeteciera. Y es precisamente por estas dos últimas cosas que, aparte de rechazar diversas ataduras, el no quería meterse en la más molesta y desgastadora de todas: Una relación. Pero ahí estaba de nuevo, su fiel amor por el sexo, ese hobbie que adoraba y que le resultaba una panacea idónea para el estrés ¿Como lo conseguiría si no tenía una novia? Irse de puto y meterse con quien sea sería una idea poco inteligente, ya que a su alrededor habían muchos que eran igual de “Libres” que el y las venéreas podrían estar al pie del cañón, además, si algún día se cansaba de todo esto y quería entrar en una relación seria, la reputación que habría forjado le traería muchas dificultades ¿Entonces que hacer? ¡Una folla-amiga! Kyuhyun fue inteligente aquel día cualquiera al ponerse a ver “Sex and the city” con Heechul y descubrir ese glorioso término, porque si, las folla-amigas existían y por donde el rondaba también habían chicas con más cabeza que la gente normal y que junto a algún conocido o amigo hacían un acuerdo de buscarse entre ellos solo para follar, siéndose fieles a ellos ( y quizás a una o dos personas más) en el aspecto carnal pero no teniendo ninguna relación o sentimientos entre si. Kyuhyun buscó de inmediato emocionado y no tardó en encontrar a sus elegidas, ya que como idol las mujeres le llovían, y haciendo un pacto de sexo con una bailarina de SM con la que compartía miraditas perversas desde el primer super show y una ejecutiva de su Banco que tenía tanto estrés como el por liberar, se hizo de dos folla-amigas y se sintió satisfecho con eso. Por otro lado, respecto a sus amigos quienes eran su otra distracción, de ellos no se preocupaba mucho, porque al ser amigos no le significaba una obligación verlos, adoraba usar su tiempos en cuidarlos y jugar con ellos, además, sus amigos sinceros eran pocos, solo los miembros de la KyuLine, algunos amigos de su adolescencia y su compañero de cuarto, Sungmin, así que no le consumía mucho tiempo verles, sobretodo al último, a quien veía más seguido, con quien mataba dos pájaros de un tiro trabajando y compartiendo junto a el, y claro, con eso me refiero ha hacerle bromas pesadas combinado con habladurías sin sentido solo para fastidiarlo. Pero bueno, habiendo llegado a Sungmin, ahora les hablaré de el, aunque no hay mucho que decir, el es tal y como lo muestran en el grupo: Alguien tranquilo, meticuloso, perfeccionista, adorable con las chicas, indiferente con los chicos, con novia (Bueno, eso la gente no lo sabe) y una vida totalmente calculada por si mismo…¿Y quizás también aburrido? O al menos así lo pone Kyuhyun.
En fin, era todo lo contrario al Maknae, eran como el Yin y el Yang en el lado superficial, pero sus igualdades eran muy profundas: Ninguno de los dos quería tener amistad con alguien igual a si mismos. Y además, a pesar de tener tantas opiniones desiguales respectos a la vida, se sentían bien estando y hablando juntos. Kyuhyun sabía que a pesar de todas las cosas le caía bien a su Hyung, así que al no intentar mantener su amistad fingiendo ser agradable, o encantador para llevárselo a la cama ya que no sentía apetito sexual por el, se sentía libre de decirle hasta la idiotez más grande que se le viniera a la mente, mientras que Sungmin veía a Kyuhyun como alguien tan despreocupado que aunque se convirtiera en negro, occidental, transexual, norcoreano, indio o lo que fuera, al menor le daría igual y seguiría siendo su amigo, y eso también hacía sentir libre al rubio.
Resumiendo, no importaba que tan distantes en ideales fueran, ellos se llevaban bien y cuando hablaban se sentían completamente liberados.
Bueno, ahora que terminé con los detalles importantes, vamos a continuar con la historia.
Estas personas que se llevaban tan bien, no temían que esa satisfactoria libertad que les traía su amistad se rompería algún día y mucho menos, de la manera que ocurrió…no, no alcanza con minimizarlo a pequeñas probabilidades: Ellos definitivamente NO pensaron que algo así pasaría ni en esta ni en sus próximas vidas. Jamás. Nunca. Imposible. Pero la vida fue así y todo comenzó con Kyuhyun volviendo a los dormitorios.
Eran ya las 11 de la noche, el Maknae por fin había terminado su agenda del día, y aunque se sentía cansado, estaba complacido, porque al día siguiente solo tenía que cumplir algunas obligaciones matutinas con el grupo y el resto de la tarde sería suya. Sonreía al repasar sus planes, era dichoso, porque luego de dos semanas de trabajo asfixiante follaría. La ejecutiva bancaria le había dicho que estaba de vacaciones durante esos días, así que ella sería la afortunada que sentiría toda la pasión contenida de Kyuhyun. Con positivismo en su mente por ese pensamiento, pasó a un mini-market y compró algunos víveres para la casa.
-Sungmin-Hyung también llega tarde hoy…
Se lo pensó un poco, y con más ánimo, fue a la zona de frituras para elegir algunas. Pocas veces su horario de llegada coincidía con el del rubio, por ello significaba que ambos estarían despiertos y hambrientos al llegar, así que podría conversar un rato con el mientras tragaban chatarra. Es una tradición que impuso Kyuhyun para cada vez que sus horarios de llegada concordaran y así no perder el poco contacto que tenía con su Hyung y seguir siendo buenos amigos. Si su ego fuera un milígramo más grande, se habría dicho a si mismo que era una ternura de persona…o tal vez fue que la dependienta de la tienda le preguntaba el medio de pago para las cosas que sacó y lo distrajo.
Ya habiendo terminado, fue a su auto y en pocos minutos llegó al departamento. Subió por el ascensor pensando en las cosas que le contaría a su Hyung, y ya en su piso se impresionó al ver en grande y con letras rojas la oración “Kyumin is real” sobre todos los mensajitos que dejaban las fans. Ellas no solían ser irrespetuosas escribiendo sobre los mensajes de otras y cuando acercó la llave a la perilla, un frío extraño le recorrió la espalda, volviendo a dirigir su vista al mensaje. Tenía un mal presentimiento, pero decidió alejarlo por creer que eran puras tonterías que su mente cansada le hacía pensar. Abrió la puerta y prendió las luces de la sala, se asustó por un momento por la soledad del lugar pero pensó que sus Hyungs estarían durmiendo ya que mañana había que empezar muy temprano con la agenda. Su teoría se confirmo al entrar a la pieza de Eunhyuk y verle dormido a pierna suelta desparramado por toda la cama. Sin más, entró a la cocina, guardó los víveres, puso las frituras en bolos y dejó las bebidas encima del mesón para llevárselas después. Se encaminó a su pieza y con dificultad abrió la puerta.
-Hyung, ya llegué y traje cosas para co---
Su corazón se detuvo.
La habitación estaba solo iluminada por la luz de la luna a través del ventanal, la que le permitía ver a su Hyung perfectamente, sentado en su cama, llorando. Esto lo descolocó. Su Hyung no llora, no llora por nada, solo podía pasar algo muy malo para que lo hiciera.
-¿H-hyung, que pa—
Dejó las cosas sobre un mueble que se encontraba al lado de la puerta y antes de que pudiera terminar de hablar, sintió como una mano lo empujaba dentro del lugar y cerraba la puerta con pestillo.
-¿¡Que carajo!?
Se dio vuelta rápidamente a ver quien era.
-No grites ni hagas ningún movimiento extraño, Kyuhyun-oppa.
El castaño oyó una voz femenina bastante perturbada, pertenecientes a una chica extraña de ojos igual de dementes, corte de cabello de estudiante, con mascarilla, sombrero y un abrigo que casi le cubría todo el cuerpo. Intentó acercarse, pero al ver una pistola en su mano y un extraño dispositivo en la otra, retrocedió. Al parecer, su mal presentimiento se había hecho realidad.
-Siéntate junto a Sungmin-oppa, por favor.
Ordenó, a lo que Kyuhyun obedeció inmediatamente, acercándose a su Hyung para sentarse y confortarlo en sus brazos.
-¿Cómo has logrado entrar?
No creyó que era la pregunta adecuada para el momento, pero fue la primera que se le vino a la mente. Pocas lograban evadir la seguridad y entrar unos segundos a rallarle los muros antes de que los guardias las echaran, pero ninguna había logrado entrar a la casa misma.
-Pues- Liberó su cara de la mascarilla y sonrió siniestramente – Me las he ingeniado.
- Ja ¿Y por qué te descubres la cara tan confiada? No sé lo que quieres ni quien eres, pero luego de esto no te dejaré ir sin más. Haz hecho llorar a mi Hyung, eso se paga caro.
Se las pagaría, claro que si.
-Ja ja no me importa que me encuentren después de esto, además, no es como fueran a hallarme fácilmente. Me he esforzado mucho en hacer posible este encuentro, oppa.
Ella les hizo un puchero cargado de demencia, que hizo estremecer a Kyuhyun.
-B-bueno, dinos que quieres.
-K-kyuhyun.
Sungmin, quien no había hablado desde que el menor entró, le llamó asustado en tono de súplica y se escondió en su pecho. Al parecer, el ya sabía las intenciones de la Sasaeng.
-¿Qué quiero? …mmm..quiero que el KyuMin sea real para mi.
-¿Ah?
-Quiero- aclaró la chica- que ante mi, hagan el amor.
Kyuhyun abrió los ojos a más no poder, horrorizado. Bruscamente se puso de pie.
-¿¡QUE MIERDA ESTÁS DICIENDO!?
-Verás Oppa, he sido fan de Super Junior desde el debut, me he enamorado profundamente de todos ustedes y de la música que hacían, pero cuando las couples aparecieron, mi amor creció a un nivel más allá de lo normal, sobre todo al verlos a ustedes dos juntos –La chica rió pasando tétricamente el arma por su sienes- Desde ese momento me obsesioné con el KyuMin. Cada imagen, vídeo, fancam, fanaccount, merchandising y cosas existentes sobre ustedes, las tengo yo. También leo fics, muchos fics y los escribo, pero siempre me frustraba “Ahh ellos son tan fríos en público” pensaba, y también me preguntaba como serían en la intimidad, si serían tan apasionados y pervertidos como los describen las fans. Pronto eso pasó de una simple pregunta a una necesidad y por eso estoy aquí.
Se levantó del velador en el que se había sentado y observó una foto de ellos colgada en la pared.
-Oppas- Dijo con un tono enfermo- Yo he comprado cada cosa que han sacado he ido a cada evento que han hecho en corea, ahora quiero grabarlos teniendo sexo y que cumplan mi sueño como premio.
Al terminar de hablar, ambos quedaron petrificados, muertos de miedo, no entendiendo nada.
-¿¡Que te ocurre!? ¿¡Quien te crees para venir a ordenarnos eso!? Nosotros nunca podríamos hacer algo así, somos heterosexuales, las couples son solo fanservice ¿¡Has perdido la maldita cabeza!?
Kyuhyun gritó histérico, preso de la ira y el miedo.
-La verdad…si.
Los dos idols se asustaron aún más, volviendo a abrazarse. Tenían miedo, mucho miedo.
-Y estoy dispuesta a hacer lo que sea para hacerlos cooperar, mi linda OTP jijiji
-P-pero, por favor entiende- Sungmin trató de hablar- Nosotros somos amigos nada más, yo tengo novia y a Kyuhyun le encanta verse con hermosas chicas.
Kyuhyun veía mucho miedo tras la amabilidad con la que su Hyung hablaba. Sus manos temblaban descontroladas.
-Lo sé- Rió- Yo lo sé todo…pero no me importa, y de hecho, he decidido sacar provecho de eso.
Dejó el arma sobre un velador y les mostró mejor el artefacto con botones que tenía. Presionó un botón al costado de este, y 6 pantallas se prendieron mostrando un “60” en cada una de ellas, una en cada botón. Ambos se horrorizaron al imaginar lo que era.
-Este artefacto lo he comprado a un proveedor ilegal de armas militares y en parte, lo he arreglado yo. Controla a gusto 6 bombas: Una en casa de la novia de Sungmin-oppa, una en cada casa de las dos putas de Kyuhyun- oppa, otras dos más en las casas de la familia Lee y Cho, y finalmente, una en este edificio – La chica los miró perversamente- Si no hacen lo que quiero, estas bombas irán explotando una por una.
Sungmin volvió a romper en llanto, Kyuhyun lo aprisionó en sus brazos nuevamente no dando crédito a lo que oía.
-N-n-n-no hay manera de que pruebes lo que dices es verdad.
La chica carcajeó mirando al techo.
-¿Qué no? Pues a ver.. probemos mmm…con la casa de tu familia.
Kyuhyun levantó la cabeza al ver como apretaba el botón que al parecer pertenecía a la bomba en su casa. El número en la pantalla correspondiente empezó a descender, 59, 58, 57…
-Ay Dios, será una lástima que tu familia muera. Tu madre de seguro debe estar relajándose después de haber ido a Kona Beans a trabajar, mientras tu padre debe estar viendo los resultados del partido de hoy, el es muy fanático del fútbol ¿Verdad? Y Ahra, ella debe estar estudiando para alguna prueba, creo que era de sociología, Ahhh tiene mucho futuro, que pena que de un momento a otro esa linda familia se haga cenizas.
Al menor le vinieron unas ganas locas de ir donde ella y matarla a golpes. Esos ojos horribles, le daban miedo, y le demostraban que hablaba en serio. Por su lado el número seguía bajando, Sungmin lo miraba horrorizado.
-Por favor, Kyu… detén esa cosa… detenla ahora…
Sungmin se aferro a la chaqueta de su Dongsaeng, Kyuhyun le miró. Esto debía ser aún más aterrador para su Hyung si su espíritu estaba tan reducido por el miedo y su actitud tan dócil, y eso era todo. Lo protegería como fuera.
-¡Bien! ¡Lo haremos pero detén eso!
Ella soltó una risita triunfal, y paró el contador.
-Buena decisión.
-Pero antes- Kyuhyun tomó una mano de su Hyung y la apretó con fuerza- Quiero saber que pasará con nosotros y las demás personas involucradas luego de hacerlo.
-Si cumplen, yo me iré. Tu, Sungmin-oppa y todos los demás estarán sanos y salvos.
-¿Puedo confiar en tu palabra?
-Claro ¿Por qué no?
Contestó entretenida, no dándole mucha seguridad a Kyuhyun, pero en la condición en que estaban, poco o nada podía exigir.
Se sentó de nuevo y miró a los ojos a su Hyung. Este le sonreía con los ojos llorosos. Era una sonrisa falsa, pero viendo que la sasaeng era de verdad peligrosa, era lo único que podía hacer para darle un poco de tranquilidad a Kyuhyun.
-Saldremos de esta…prometo Hyung… que seré en extremo cuidadoso.
Le susurró el castaño a lo que este le asintió apretando los ojos y botando las últimas lágrimas. Kyuhyun hizo una mueca de desagrado. Siempre le hacía bromas de todo tipo a su Hyung, era su blanco favorito para sus maldades, pero al momento de ser serio, Kyuhyun siempre protegía a su Hyung, como si el fuera el mayor y no el rubio, porque era su amigo, uno de sus tesoros, odiaba verlo triste o enojado, y aunque esta situación sobrepasara todos los límites de su imaginación, lo protegería.
-¿Qué quieres…que hagamos primero?
-Supongo que deberían empezar excitándose entre si ¿No? Bésense, acaríciense, lo mismo que haces con las putas, pero con Sungmin.
Kyuhyun maldijo por lo bajo, mientras la chica prendía una cámara y empezó a grabarles. Ambos dudaron, pero al ver que la Sasaeng arqueaba una ceja al no ver avance, supieron definitivamente que no tenían escapatoria. El menor tomó con dulzura el rostro de su Hyung y juntó sus frentes.
-No te puedo pedir que lo disfrutes, Hyung, pero piensa que mientras más rápido lo hagamos, más rápido terminará, así que cierra los ojos y trata de pensar en otra cosa. Te juro que seré el caballero que nunca en la vida he sido.
Sungmin puso sus manos sobre las de Kyuhyun y asintió sonriendo. Se creyó afortunado de que en esa situación tan horrible fuera Kyuhyun quien estuviera a su lado, pensando que tal vez ninguna persona le prometería de tal manera protegerlo como había hecho el menor, y en fin, no pensando demasiado, juntaron sus labios. La chica dio un leve gritito, que ambos se empeñaron en ignorar. Lentamente sus bocas empezaron a danzar, era un beso tan extraño, era como besar a un hermano, ya de por si en su relación normal se consideraban hermanos putativos y eso lo complicaba aún más. Con dificultad, Sungmin abrió su boca y dio paso a la lengua del menor. Se impresionó luego de un rato al sentir que aunque era algo incómodo, sus bocas calzaban bien y sin esperar mucho habían encontrado un ritmo. El rubio suspiró, para el era fácil pensar que Kyuhyun besaba bien por toda la experiencia que tenía ¿Pero tan así? Se acomodó un poco más y apretó la chaqueta del menor, quien estaba tan o más impresionado que el. Era un hombre, era su Hyung, su amigo, su compañero de grupo, desde que se conocen el tenía plena conciencia de eso ¿Pero porque esos labios carnosos y rosaditos le resultaban tan dulces? Eran tan dulces para el como su dueño, y eso le hacía…¿Disfrutar el beso? No, no podía desconcentrarse, tenía que terminar con esto.
Se separó agitado de su Hyung, quien tenía las mejillas coloradas por la falta de respiración y por las sensaciones experimentadas. Trató de ignorar esa imagen tan bella que le entregaba el mayor y lo estiró para comenzar a excitarlo.
El acostumbraba a excitarse oyendo los gemidos y las súplicas de sus amantes, pero no sabía si su Hyung lograría excitarlo, ya que nunca había estado con un hombre, no sabía que se sentía estar con uno. No tenía nada en contra de la homosexualidad, pero nunca le había llamado la atención experimentarla sexualmente, y tener que hacerlo obligado le resultaba muy molesto. Pero bueno, tenía que hacerlo o ambos estarían hechos cenizas en un parpadeo. Decidió explorar con sus labios primero, empezando por saborear el mentón de su Hyung, luego paseó la lengua por el cuello y el lóbulo de una de sus orejas mientras acariciaba el torso del mayor. Sentía como el mayor empezaba a tensarse por las caricias, causándole una extraña satisfacción al menor. Paralelamente, entrelazó una de sus manos con una del rubio, para darle seguridad. No importaba lo que pasaría ahí, Kyuhyun estaría con el protegiéndolo, siempre sería así, y es lo demostraba.
La chica sonreía extasiada con la vista y registrando todo con su cámara, pero quería más.
-Kyuhyun- oppa, comienza a desvestirlo lentamente.
El castaño obedeció. Le quitó el chaleco a rayas que el mayor tenía y lentamente empezó a desabotonar su camisa. Kyuhyun le miró perplejo, de verdad Sungmin tenía un cuerpo muy bello, y le perturbaba pensarlo, tomando en cuenta que era solo su Hyung. Y cierta curiosidad lo invadió haciéndole creer que tal vez no sería muy difícil excitarse. Se acercó a los pezones del mayor y empezó a marcarlos con su lengua. Sungmin se sobresaltó, pero luego de un rato, tras luchar mucho consigo mismo, soltó un gemido de satisfacción.
-Mmmph…Kyu…hyun…
Algo en el archivo mental que Kyuhyun tenía de Sungmin cambió drásticamente. Levantó su cabeza y vio a su Hyung, apretaba los ojos con fuerza, jadeaba y estaba sonrojado, muerto de vergüenza y placer…pero era su Hyung ¿Por qué creía que era sexy?
Al quedar perplejo tantos segundos creyó que la sasaeng le diría algo, pero supuso que estaría tan desorientada como cualquier otra fan viendo algo así. Volvió a su labor tratando de no pensar mucho y solo terminarlo. Siguió atendiendo los ya erectos pezones de su Hyung, escuchando de vez en cuando esos gemidos embriagados que Sungmin trataba de reprimir, luego bajó hasta su ombligo, jugueteando con el mientras desabrochaba el pantalón del mayor. No sé dio cuenta cuando ya solo tenía al mayor en bóxer y calcetines, y sobre todo con una erección producto de las caricias y los besos. El rubio tapaba su cara con sus manos muerto de pavor, dándole una terriblemente enternecedora y sensual imagen al menor.“¡Concéntrate, maldita sea!” se gritaba mentalmente.
-Ahora puedes desvestirte tu, pero no te salgas de encima de Sungmin-oppa.
Kyuhyun se quitó incómodo la ropa. No solía quitarse la camisa al tener relaciones, le avergonzaba que las personas vieran la cicatriz que ese casi fatal accidente de hace unos años le había dejado, pero no habiendo opción, se quitó todo, quedando en la misma condición que el mayor. Sungmin lo miraba desde abajo y se sentía muy confundido al notar que la vista no le desagradaba, la virilidad que brotaba del cuerpo de Kyuhyun era llamativa y hacía efecto debajo de sus bóxers ¿Era porque estaba excitado?... ¿¡Por qué estaba excitado!? No entendía nada, pero estando aquella terrorífica persona observándoles, no se atrevía a decir nada.
Kyuhyun, al desvestirse incómodamente sobre su Hyung, pasó a llevar sin querer la hombría del mayor con la suya, provocando un exquisito roce que los desoriento a ambos. Era oficial, ya no era indiferente a la situación en ningún sentido, ese roce, esos gemidos, esa bella cara excitada, el también tenía las hormonas agitadas ¿Pero porque ocurría esto? ¿No era el heterosexual? ¿Por qué no le dio asco tocar y besar a su Hyung en ningún momento? ¿Por qué se confundía ahora y con Sungmin precisamente? Estaba enloqueciendo, pero debía seguir. Suspiró largamente y bajó la mirada hasta la entrepierna de Sungmin ¿Cómo haría esto? Ciertamente, ni el ni Sungmin habían estado con un hombre.
-Métesela.
Espetó alterada la Sasaeng, ya quería ver aquello.
-¿He?
-Que quiero que se la metas ahora.
Kyuhyun miró el rostro de Sungmin, este le devolvió la mirada, aterrorizado. No lo había hecho con hombres, pero hasta el podía predecir que debía ser doloroso para quien le tocara “recibir”.
-No, primero lo voy a preparar.
-Dije que ahora.
-¡QUE NO MALDICIÓN! – Kyuhyun gritó y la Sasaeng se pasmó, el no le había levantado la voz desde que supo en que situación se encontraban- Me importa una mierda que nos hagas volar a todos, pero no se lo haré sin prepararlo, yo no lo haría llorar nunca ¿Tu quieres Kyumin? Bien, será a nuestra forma.
La habitación quedó en silencio por un largo rato, finalmente la chica sonrió, complacida e impresionada.
-Muy bien, hazlo como desees.
Sungmin volvió a respirar al oírla y sintió un gran regocijo en su corazón luego de haber oído a su dongsaeng. Kyuhyun estaba cumpliendo, Kyuhyun le quería y le estaba protegiendo. El castaño por su lado se acomodó y acercó su cabeza hacia Sungmin.
-Necesito que te relajes ahora, voy a ser suave.
-T-tengo miedo.
Admitió el mayor.
-¿Y crees que yo no? Si te lastimo me lamentaré de por vida, además, si no te has bañado yo seré quien sufra.
Bromeó Kyuhyun para relajar al mayor, a lo que Sungmin después de reír le hizo un puchero.
-Hey, si me bañé hoy ¿Qué es esto? ¿No ibas a ser un caballero?
Kyuhyun lo miró con ternura.
-Lo siento.
Rió, y esa misma ternura en sus ojos le obligó a tomar la boca de quien la provocaba. Sungmin no negó aquellos labios, no sabía muy bien el porque, pero no quería alejarlos, además, después de todo esos toques, los besos solo lograban darle más placer. Tras varios segundos, el menor empezó a bajar por el cuello, luego la clavícula, su pecho y su estómago, dejando un camino de besos y marcas, porque así lo quería la perversa locura que le provocaba ese cuerpo, quería marcarlo. Lentamente bajó los bóxer de Sungmin, dando una panorámica completa a Kyuhyun de la erección del rubio. Este tapó sus ojos, no era su novia, no eran sus ex novias, ni siquiera era su madre quien lo mudó cuando bebé…¡Era Kyuhyun! Y no miraba cualquier parte de su cuerpo, estaba viendo su miembro erecto, el cual con besos y caricias el mismo menor logró despertar ¿Cómo explicarle eso? ¿Cómo se explicaba a si mismo porque había ocurrido eso?
-Tranquilo…
El castaño le susurro, y al segundo, tomó su miembro y empezó a masturbarlo.
-Aaaah…
Un gemido gutural salió de la boca del rubio. Las manos de Kyuhyun, eran tan…
-Necesito que abras tus piernas.
Aún desconcertado, abrió pausadamente sus piernas, permitiendo que Kyuhyun viera todo su esplendor, excitándolo más ¿Cómo prepararlo? Pensó en humedecer sus dedos y meterlos en la entrada de Sungmin, como había leído en el fic que una fan pervertida le regaló, pero la perversa curiosidad le ganó otra vez. Quería probar a Sungmin. Levantó las piernas del mayor, se acomodó y sin joderse con otra ronda de preguntas existenciales de porque sentía esa excitación por su Hyung, hundió su cabeza en la zona baja del rubio y devoró aquella entrada, adentrando su lengua lo más que pudo dentro de ella, haciendo jadear como un poseso al mayor. Sus gemidos llenos de lujuria llenaron la habitación, nunca en la vida había sentido un placer igual y Kyuhyun nunca había pensado que la dulzura adictiva de Sungmin también se encontraba en aquella parte, y para ponerle la guinda a la torta, esos gemidos tan bellos le condenaban a seguir curioseando más y más.
Estimuló la entrada, saboreó los testículos y finalmente atrapó completo el sexo de Sungmin en su boca, quien apretando los cabellos del castaño entre sus manos se sentía desfallecer. El menor frenó al poco tiempo, no sería conveniente que el mayor se corriera, además, el también necesitaba desahogo. Respiró hondo y lentamente, metió un dedo lo suficientemente lubricado por la entrada del rubio. Sungmin sintió una mezcla de dolor y placer invadir su virgen entrada que lo hizo curvarse y aferrar sus manos a las sábanas.
-Shh…tranquilo, Hyung.
-Ahhh…Kyu…
El castaño le besó un hueso de la pelvis mientras acostumbraba al mayor a la intrusión de ese primer dedo, y cuando lo vio conveniente, metió otros dos. Hizo por varios segundos movimientos de tijeras, agrandando esa estrecha entrada y simulando penetraciones. Kyuhyun se sentía impresionado, el calor que inundaba sus dedos acaloraba todo su cuerpo. Su Hyung estaba resultándole mucho más deseable de lo que había pensado hace rato. Impaciente ya, quitó sus dedos y se quitó los bóxer empeñándose en ignorar a la Sasaeng. Su hombría estaba más que despierta y esa entrada dilatada le llamaba a gritos. Respiró profundamente por última vez, y tomando su miembro, empezó a penetrar lentamente al mayor.
-¡AHHHHHHHH MIERDA!
Un grito adolorido salió de la boca del rubio que hizo estremecer a Kyuhyun y querer salirse.
-Salte… y nos vuelo a todos.
La sasaeng intervino, ganándose una mirada de odio de parte de Kyuhyun.
-Kyu…Kyuhyun
Sungmin le llamó.
-¿Qué pasa Hyung?
-Leván…tame…
Pidió con un semblante adolorido. Kyuhyun lo tomó con cuidado y lo sentó de frente a el, haciendo que su miembro se enterrara más dentro de Sungmin. El mayor se aferró al cuello de Kyuhyun en un abrazo, enterrando sus uñas en la espalda del menor. Poco le importo al otro, estaba sumido en la celestial sensación que le causaba la estrechez del rubio apresando su miembro, además de sentirse horrible por disfrutarlo mientras el otro soportaba el dolor.
Controló el impulso de moverse y se esforzó en relajar al mayor. Repartió besos por los hombros y el cuello de Sungmin, empezando a masturbarlo nuevamente mientras con la otra mano lo atraía hacia si para facilitarse el trabajo. Poco a poco la tensión en el cuerpo del rubio iba desapareciendo, y más rápido sucedió cuando sus bocas se encontraron otra vez. Esta vez se devoraban el uno al otro, y que Sungmin se soltara para tomar la cabeza del menor y así profundizar el beso, dio a conocer que tanto el uno como el otro estaban bien condenados. Sin aviso, el rubio empezó a mover sus caderas en círculos, enloqueciendo a Kyuhyun por la exquisita sensación que eso le causaba a su miembro, pero eso no fue nada cuando lentamente, el mayor se levanto y se dejó caer repetidas veces sobre su erección. Si el paraíso existía, era ese…tanta sensualidad y belleza en una persona era algo imposible, no pudo evitar apretar entre sus manos ese trasero tan bonito que tenía su Hyung, el roce de esas nalgas con su miembro y la cara del rubio eran éxtasis puro. Ya en poco tiempo, con las penetraciones y el roce de ambos vientres sobre el pene de Sungmin, el aire ya no alcanzaba para besarse y follar a la vez. La necesidad de jadear para ambos era imperante.
-Su…Sungmin...hyung…
No sabía como decirle que necesitaba más de el, así que simplemente lo volvió a estirar y poniendo una pierna del mayor sobre su hombro, lo penetró deseando incrustarse en su alma, y así lo sintió Sungmin cuando su dongsaeng llegó a su próstata. Un placer de proporciones bíblicas inundó su cuerpo, dando libertad a un calor sofocante que le hacía sentir que moriría en breve. Ya no sabía si estaba en el infierno o en el paraíso, pero el placer que lo envolvía era innegable.
-Ahhh Kyuhyun…
El menor sonreía campante oyendo al rubio gemir su nombre, enloquecido por cada embestida. Pero aún a pesar de ese enorme placer, todo era tan extraño, tan repentino, sin embargo, prefería perderse en la sonrojada y perlada cara de su Hyung que volver a la realidad y oír a la sasaeng masturbarse por lo que veía. Bajó la pierna de su Hyung de su hombro y las envolvió ambas en sus caderas, permitiéndose así estirarse cómodamente sobre el mayor y besarlo.
-Ahh… Kyu… y-yo…
Balbuceó Sungmin mientras el menor le mordía suavemente el labio inferior. Kyuhyun pudo entender lo que había intentado decirle ya que el también estaba llegando a eso. Estaban a punto de correrse… todo terminaría.
-Córrete dentro de el.
Ordenó la chica, volviendo a ponerse la mascarilla sin que ellos lo notaran.
Kyuhyun tomó por última vez el miembro de Sungmin para masturbarlo, haciéndolo jadear aún más fuerte. De la nada, sus miradas se cruzaron e igual de fugazmente, se sonrieron. Al menos, hasta ahora se habían protegido.
Bastaron unas cuantas embestidas y ambos se corrieron soltando a la par un último aullido de lujuria.
El sepulcral silencio del lugar solo era interrumpido por las agitadas respiraciones de ambos quienes intentaban estabilizar sus latidos y sus cuerpos. Kyuhyun se salió lentamente, quitándole un suspiro al mayor. Ya afuera, ambos sintieron como la realidad les golpeaba en toda la cara. Aún por orden de una loca, lo habían hecho, y aunque lo negaran, no se había sentido como simple sexo. Pero ahora no era tiempo de pensar en ello, tras normalizar su respiración Kyuhyun se incorporó, percibiendo como la chica se preparaba para irse. El castaño se alarmó. NO, esto no terminaría así.
-¡Oye!
-Hasta nunca, oppas.
Dijo abriendo la puerta para huir. Kyuhyun se puso rápidamente sus bóxers y corrió tras ella.
-¡Hey! ¡Ven aquí, loca!
La sasaeng lo miró alarmada, no creyó que la seguiría o que le quedarían ganas para hacerlo luego de haber tenido sexo. Y se asustó por primera vez en todo el encuentro, la cara de Kyuhyun cargaba un odio inconmensurable que le ponía la piel de gallina, así que corrió con más fuerza y se fugó por el mismo balcón por el cual había entrado, imposibilitando a Kyuhyun para atraparla.
-¡Mierda!
Gritó colérico, clavando su puño en la pared de tal forma que dejó una abolladura en ella.
-¡Kyuhyun! ¿¡Que rayos pasa!? ¿¡Quien era esa persona!?
Yesung, quien despertó al oír el alboroto en el pasillo, entró alarmado a la sala.
-Una maldita sasaeng.
- ¿¡Qué!? ¡Maldita sea!
El pelinegro sintió un terror frío recorrerle todo el cuerpo.
-Eso no es lo peor…- Se devolvió para ir donde Sungmin- Ve a buscar a Teuk-Hyung y llamen a la compañía ahora, necesitamos que consigan ayuda policial especializada lo antes posible.
-¿P-por qué? ¿Qué hizo exactamente?
Preguntó mientras lo seguía, quedando en shock al ver a Sungmin desnudo, manchado y con la mirada perdida.
-Ella nos obligó a tener sexo- Aclaró completamente incómodo- Si no lo hacíamos, haría volar el edificio y las casas de nuestros seres queridos.
El menor respiró un poco. No era fácil explicar todo eso, menos ante la cara que puso el mayor.
-Hyung…- Concluyó- hay bombas aquí.
Y solo con ese último dato, el moreno cayó de rodillas al suelo, petrificado por el miedo.
Tras la llegada de otros miembros que también se despertaron por el alboroto, Kyuhyun les hizo enterarse de que ocurría. Heechul, quien logró enfrentar la noticia sin quedar en estado de shock, corrió al teléfono y llamó a la compañía.
En 5 minutos Prince Manager ya estaba ahí gritando histérico y echando insultos al aire esperando que alguno le llegara a la Sasaeng, en otros 10 minutos más, fuerzas especiales y algunos altos ejecutivos estaban controlando la situación.
Inmediatamente después de eso, todo el edificio fue evacuado, pero de manera sumamente discreta. No era conversable el hecho de que los medios ni nadie podían enterarse de este horrible suceso, y por esa misma razón, en los días siguientes debían aparentar que nada había pasado, y el principal problema para eso era Sungmin. El rubio quedó en shock por varios minutos luego de que todo terminara, y no reaccionó hasta que después de que Heechul le quitara de encima al líder quien lo abrazaba llorando de rabia y pena, Kyuhyun se le acercara y acariciando su mejilla le preguntara como se encontraba. De todas maneras, al despertar de su trance, Sungmin no sabía que hacer, solo movía la cabeza mirando de un lado a otro, no pudiendo adivinar que era lo que tenía que hacer ahora, por lo que Kyuhyun resolvió que era mejor asistirlo. Sacando una sábana de su cama, envolvió a Sungmin en ella y se lo llevó en brazos al baño. Ya dentro, le hizo pararse en la alfombra, y mientras llenaba la tina con agua y dotaba al mayor con todo lo necesario para asearse y vestirse, trataba en lo posible de no tocarlo, por miedo a que Sungmin cayera en un estado de histeria al asimilar todo lo ocurrido. La verdad, Kyuhyun no sentía nada de eso, solo estaba desconcertado, asustado y aún no podía creer del todo aquel suceso, pero no podía asegurar que Sungmin se sintiera igual.
-Hyung, debes bañarte rápido. Cuando la policía llegue nos echarán de inmediato y no podrás bañarte hasta varias horas después. Te dejé todo listo, yo iré al baño de arriba.
Le dijo delicadamente, pero antes de que pudiera tocar la perilla sintió que Sungmin tomaba su brazo. Kyuhyun se dio vuelta impresionado.
-Hyung…
Sungmin seguía mirando el suelo, pero esta vez negaba repetidas veces con la cabeza, como si no pudiera botar las palabras y solo consiguiera comunicarse con gestos y movimientos. Kyuhyun temeroso, intentó acercarse, pero antes de que lo lograra, Sungmin ya estaba encima de el , abrazándole posesivamente.
-N-no….no te vayas…
Dijo finalmente.
-Pero…
-¡No! ¡Por favor! N-no me dejes solo…no me dejes…
Insistió con la voz entrecortada. Sungmin estaba asustado aún, muy asustado. El menor no cupo en la tristeza que le daba ver a su Hyung así, por lo que sin esperar un segundo más, correspondió el abrazo y le besó la cabeza. Bien, si eso significaba que su Hyung no le tenía asco u odio, estaría con el y lo seguiría protegiendo con todas sus fuerzas.
-Esta bien, no me iré…-Suspiró- pero debemos bañarnos.
Sungmin asintió esta ve más tranquilo.
Con una confianza que Kyuhyun creyó que tal vez nunca volvería a ver, se metieron juntos a la tina. Kyuhyun se sentó mientras que el mayor se acomodó entre sus piernas y aunque la situación ameritaba para cualquier cochinada, sin un rastro de lujuria el más alto empezó a esparcir el shampoo por el cabello de Sungmin y luego, talló con la esponja la espalda y el torso de este, quien disfrutaba del suave masaje y de ser liberado de ese encuentro sexual incómodo, extraño y no deseado que habían sido obligados a tener.
Sin embargo, Kyuhyun estaba inquieto.
El sabía que ese cuerpo que disfrutaba de ser limpiado ya no sería el mismo de siempre ante sus ojos. No principalmente por haber tenido sexo, sino porque al tenerlo, por un largo tiempo se olvidó de la sasaeng y la incomodidad de follar con un hombre, y disfruto de poseer a su Hyung, vaya que si lo había hecho, y sabía que Sungmin también lo había gozado, tanto por el orgasmo como por esa sonrisa que compartieron antes de llegar al climax, y sobretodo, esos besos delirantes que el menor dio y el mayor recibió gustoso, sin miramientos.
Kyuhyun terminó de enjabonar al rubio y mientras el le dejaba enjuagarse, se dispuso a enjabonarse a si mismo, pero primero iba el cabello. Se echó shampoo y empezó a masajear su cabeza con los ojos cerrados, grande fue su sorpresa al sentir unas manitos colarse en sus cabellos. Abrió los ojos y vio esas canicas enormes y oscuras como el carbón mirándolo, causándole ternura y confusión en su corazón.
¡Esos ojos! ¡Esos benditos ojos! ¡Ellos eran los culpables! Y también ese cuerpo que había terminado por atontar sus sentidos y su racionalidad.
Pensó un poco.
¡Ah! ¿Entonces era eso? ¿Solo porque no había tapado sus ojos y los de Sungmin al hacerlo es porque estaba sintiendo esas cosas en su pecho? ¡Claro! ¡Eso era! Kyuhyun sintió algo de alivio. El, como un supersticioso de primera, tenía cierta regla que era muy importante cuando tenía sexo: Cubría con una venda los ojos de su amante de turno y los suyos antes de “entrar”¿Suena incómodo? ¡Pues claro que lo era! Y por esa razón es que también era buena idea tener sexo con alguien fijo (Por algún tiempo) Porque el con la práctica se había acostumbrado a no ver nada, y con el paso del tiempo, lograba acostumbrar a sus folla-amigas a hacerlo completamente a oscuras, es que ese era un requerimiento básico para el castaño. Kyuhyun podrá parecerles un idiota por todo lo que he contado, pero no lo es…o al menos no tanto. El chico con el coeficiente intelectual más alto en SuJu usaba de vez en cuando sus ratos libres curioseando en internet o en libros, y había leído e incluso oído de boca de sus amigos, que al mirar los ojos, expresiones y acciones de la otra persona al momento de volverse uno, todo se volvía mucho más mágico, se conectaban los sentimientos de ambos y a veces, cuando la persona no era nada tuyo más que un polvo, de todas formas, podías terminar enamorándote. Con su primera novia, en sus tiempos felices, lo había comprobado así que no necesitaba más para probar que ahora, siendo alguien en busca de la libertad y la vida loca, esto traería muchos problemas…o bueno, ya los había conseguido. El siempre temía más que la otra persona resultara enamorada de el, pero ahora le parecía más confuso y molesto que el se enamorara de la otra persona. Había mirado a Sungmin, se habían sonreído haciéndolo, había quedado embobado viendo su níveo y perfecto cuerpo, y esa combinación de ojitos tiernos color azabache con el erotismo de su rostro gimiendo ahogado de placer, le provocaban la necesidad de comerle la boca y hacerlo gritar hasta dejarlo inválido e inservible para los demás. Kyuhyun pestañeó varias veces tratando de quitar esa imagen de su cabeza o de verdad se excitaría.
Como sea, ese revoltijo de emociones había sido resultado de que por culpa de la maldita Sasaeng, no había podido vendar los ojos de ambos. Solo debía olvidarlo…si, el se conocía, el podía olvidarlo, se empeñaría en ver a Sungmin como lo veía antes y le protegería.
Pero bueno, si eso hubiera sucedido no estaríamos contando esta historia ¿No? Aunque Kyuhyun era listo en evadir problemas y en especial, evadir el amor, nunca fue más estúpido al creer que su plan funcionaría.
Como indiqué antes, luego de bañarse y vestirse, las fuerzas especiales llegaron y evacuaron todo el edificio. Con suma cautela, fueron llevados a un hotel con los rostros cubiertos y registrados en el con nombres falsos. Tras un rato viendo que todo estuviera en orden, Prince Manager llevó a Kyuhyun y a Sungmin a un interrogatorio en una habitación desocupada con la unidad de análisis de conducta de las fuerzas especiales coreanas. Sin separarse, ambos fueron interrogados, empezando con el domicilio de las demás casas involucradas para que los expertos en bombas fueran a trabajar, y siguiendo después con la actitud de la Sasaeng, su aspecto físico y los acontecimientos sucedido durante su estancia. Entre otras cosas, Kyuhyun pudo enterarse de que la chica había llegado media hora antes que el y durante ese rato de ausencia, ella se había entretenido diciéndole cosas horribles a Sungmin, sobre como el rubio era una puta pasiva y como preferiría que Kyuhyun se la metiera duro, a follar con su novia. Al castaño le pareció insólito que una persona pudiera enloquecer a tal punto y terminara haciéndole cosas así a quien supuestamente “ Más amaba”. Sungmin derramó algunas lágrimas liberadoras después de desahogarse con su relato. Aún estaba muy impactado y pareciera que ese miedo no se iría pronto, o al menos no mientras la Sasaeng siguiera suelta. Eso era algo que Kyuhyun podía entender perfectamente, pero que Sungmin no haya manifestado rechazo por el y, todo lo contrario, se le haya pegado como una garrapata lo confundía mucho.
Al tener unos breves segundos a solas con el psicoanalista mientras otro agente hablaba con Sungmin le preguntó sobre ello. La teoría del brillante hombre según el testimonio y su análisis en ambas conductas, es que el castaño había sido la clase de persona que el mayor necesitaba en aquel momento, que le protegió y le cumplió las promesas que le hizo aún en ese momento de vida o muerte, y ahora, como Sungmin se siente desprotegido en el mundo con esa Sasaeng suelta, la única persona que puede traerle paz es aquella que si pudo impedir que le hiciera daño y alejarla, o sea, Kyuhyun. El miedo desaparecería con el tiempo tras el arresto de la sasaeng, pero ahora necesitaba el cuidado y atención del castaño, quien acató la orden sin chistar. El deseaba proteger a su Hyung y lo haría.
Después de terminar el interrogatorio y volver a la suite del grupo para intentar dormir un poco, el rubio abrazado en una misma cama a Kyuhyun, hizo válidas las palabras del detective, entrando en un estado de total dependencia. Sungmin ya no quería estar en ningún momento solo, o más bien, sin el menor, pero los días que seguían ellos debían seguir con sus agendas con total normalidad, como si nada hubiera pasado ¿ Entonces como hacerlo si muchas veces tenían agendas individuales? Ya que dentro de todo Kyuhyun estaba bien, los miembros se unieron a el para centrarse completamente en el cuidado de Sungmin, planificando una agenda para no dejar al rubio solo en ningún momento y hacer maniobras que le dieran más tiempo a Kyuhyun para acompañar a Sungmin.
Ya en la misma madrugada que le siguió a esa noche infernal, después de que la policía especializada les informara que habían retirado las 6 bombas, pusieron su plan en marcha. En la noche y tiempos libres, Kyuhyun correría a cuidarle, cuando el no estuviera en casa o llegara tarde, los demás miembros harían turnos para relevarlo y por último, durante el día, sería Prince Manager quien lo cuidaría. Además de eso, un espía encubierto los seguiría a distancia para completar la protección, al igual que otros 10 espías seguían a los otros miembros, y los involucrados restantes como las familias y las chicas tenían resguardo policial ¿Parece demasiado? Pues es lo que los agentes a cargo estimaron conveniente cuando terminaron el perfil de su ignoto.
-Tendrán que ser muy cuidadosos de ahora en adelante…si les somos sinceros, nunca habíamos enfrentado a una acosadora tan bien preparada e inteligente.
Dijo con tono cansino el líder del equipo de agentes, cuando a las 6 de la mañana con las bombas ya retiradas, pudieron informarles de los primeros hallazgos al grupo de idols.
-¿Por qué lo dice?
Kyuhyun preguntó, con un Sungmin adormilado sobre su regazo y cubierto por una manta.
-Mi equipo se ha encargado de varios casos de acosadoras, solo una hasta ahora había puesto una bomba. Fue a JYJ, cuando DBSK se separó ellas enloquecieron más de lo normal. Como sea, fue una bomba simple, de poco alcance, calidad y complejidad. Las que su victimaria puso cubrían un radio de 200 metros y no se consiguen en cualquier expendio de armamento y munición –El detective hizo una pausa- Ella solo pudo haber conseguido las bombas y el aprendizaje para manejarlas en la “Internet profunda”.
-¿Q-que es eso?
Preguntó el Eternal maknae, apretando en sus manos una parte del abrigo de Eunhyuk por el miedo.
-La internet profunda es aquella internet que no vemos, en ella se encuentra el 95% de la información de la web y sin programas para ocultar tu identidad no puedes acceder, esto se debe a que al ser en otros términos, una internet invisible, la libertad es completa y si accedes sin camuflaje pueden robar tus datos y volver inútil tu computadora en breves minutos. En otras palabras, ingresas a un mundo de hackers psicópatas y dementes, donde aparte de información de todo tipo, hallarás sicarios, proveedores de drogas, traficantes de órganos, pornografía infantil, comercio sexual, vendedores de documentación falsa, evidencia policial robada, organizaciones terroristas y entre otras cosas más, armamento ilegal, como el que consiguió nuestra victimaria.
Explicó el psicoanalista.
-Esta individua debe ser una hacker tan buena como la que hay en nuestro equipo, ya que a pesar de que se puede cubrir el id con ciertos programas, siempre queda un rastro que nuestra hacker logra seguir, pero la ignoto a logrado cubrir perfectamente sus huellas, ya que hasta el momento no ha hallado ninguna transacción para comprar dispositivos como el que fueron encontrados en los 6 lugares.
Sungmin ajustó más el agarre que tenía al cuello de Kyuhyun y se ocultó en su pecho. El menor le dio un dulce beso en la cabeza y le susurró que todo estaría bien.
-¿Entonces que harán?
-Lamentablemente, el perfil físico y psicológico indicado por las víctimas no aminora lo suficiente nuestro campo de búsqueda. En esta época del año muchas jóvenes tienen un corte de pelo y un estilo de vestimenta determinado. Por otro lado, las mentes criminales pueden controlar muy bien sus impulsos y actuar de manera retraída en público, además de saber bien como camuflar su verdadera personalidad cuando se les interroga, y en un país donde la mayoría de la gente es introvertida, hacerlo es pan comido. Solo podríamos encontrarla haciendo que Cho Kyuhyun y Lee Sungmin la identificaran llevando ante ellos a toda joven coreana de entre 15 y 30 años.
-En otras palabras, no terminaríamos nunca.
Al terminar, tanto las víctimas como los demás miembros quedaron impactados.
-¿Entonces qué? – Heechul se levantó indignado- ¿Lo dejarán así? ¿Entonces esa puta le pasará el dato a otra para que venga y obligue a Yesung a metérsela a Ryeowook? ¿O tal vez Hyukjae a Donghae? ¿O mejor cualquiera con cualquiera? total, Super Junior no hará nada al respecto ¿Eso es lo que nos tratan de decir?
-Claro que no, el caso recién empieza, pensábamos buscar muchas nuevas maneras de dar con su paradero.
-¿Pensábamos?
Se extrañó Prince Manager.
-Así es, pero luego, algo inesperado pasó. Parece que una fuerza divina está de sus lados.
- Esas acosadoras se vuelven tan inteligentes y logran manejar a gusto a los demás de manera tan efectiva, que creen que son deidades, pero por muy bien que ejecuten sus planes se olvidan de que pueden cometer errores como cualquiera de nosotros, como no ver una pestaña caída y dejarla olvidada bajo la bomba.
-¿Una pestaña?
- Así es, uno de nuestros hombres estaba limpiando la zona de la bomba en la casa Cho y la encontró. Ahora mismo, está siendo llevada a nuestros laboratorios, analizaremos su ADN hasta que encontremos a quien pertenece y luego, será cosa de unas semanas para que la encontremos.
-Woooooh
Los chicos reaccionaron aliviados e impresionados por lo que podía hacer la policía con detalles tan pequeños. Kyuhyun por su lado agitó a Sungmin alegre para que el mayor reaccionara. Al menos el fin del martirio tenía fecha y terminaría antes de lo que creían.
-Por ahora, nosotros nos encargaremos de atraparla y ustedes estarán resguardados por nuestros mejores hombres. Ustedes ya los conocieron, están en buenas manos.
-Gracias.
Todos, incluido el manager, hicieron una venia de 90º grados.
- Ahora nos vamos. Doctor Sanghyun.
-Sí
-Ah, por aquí por favor.
Prince Manager los guió a la puerta, mientras en la sala de aquella suite, un cálido abrazo grupal buscaba darle fuerzas a todos los que participaban de el.
Continuará...
este capitulo es grandioso ,me encanto la forma en que escribiste el lemon,muy bueno tu fic.
ResponderBorrarPensé que no encontraría nuevamente tus historias, pero que bueno que las tienes publicadas ��
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