♠ Nombre de la historia: Cuando no puedes aceptarlo
♠ Pareja: KyuMin
♠ Género: Drama, Romance, Lemon, Disque- Comedia, Disque-fluff, Disque- todo (?) xD
♠ Descripción: ¿Que ocurre cuando eres heterosexual y homofóbico pero te has enamorado sin remedio de otro hombre? ¿Que pasa si decides volverte su novio pero no puedes devolverle todo el cariño que te da el? ¿Que ocurre cuando simplemente no puedes aceptar lo que eres? Lee Sungmin es perfeccionista, pudoroso, calculador de su propia vida, y sobre todo, obsesionado con la moral y las buenas costumbres, por ello la homosexualidad figura en el primer lugar de su lista negra. Sin embargo, el destino ha sido mezquino con el y ha hecho que se enamore perdidamente de Cho Kyuhyun, uno de sus mejores amigos, el cual también muere por el. Después de tres años en el instituto reprimiéndose y una difícil aceptación de sus sentimientos, deciden caminar juntos hacia el futuro como novios, sin imaginar lo realmente difícil que será para Sungmin aceptar todos los aspectos de su relación... y las cosas a las que Kyuhyun tendrá que recurrir para ayudarle.
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-Sungmin-Hyung, te estoy abriendo mi corazón exactamente como no lo he hecho con ninguna otra persona en la vida, así que por favor no divagues más y respóndeme.
Estaban en la azotea del instituto, la misma que usaron durante 3 años para almorzar juntos y ahora servía para la confesión de Kyuhyun, ese mismo chico que había sido su amigo durante esos mismos 3 años y le miraba serio, nervioso y afligido por una respuesta.
-Yo te amo – Volvió a repetirlo como por cuarta vez- ¿Tu me amas?
-A..aa…ah –El rubio no levantó en ningún momento la vista, sus nudillos estaban blancos de tanto apretar los puños y el resto de su cuerpo estaba completamente rojo, pero tenía que contestar- S…sssss-sí…
Kyuhyun suspiró aliviado, empezando a reír levemente, apunto de llorar de felicidad. Estaba condenadamente feliz.
-Hyung…
Tan pronto como lo llamó, corrió hacia el y lo envolvió en sus brazos.
-A-ahh- Sungmin se alteró y se sonrojó aún más si era posible, no recibiendo el abrazo ya que por todo el asunto ya apenas recordaba como respirar- K-Ky…uhy…un…
Bueno, hasta el momento estaba sobreviviendo a tanto revoltijo de emociones, pero cuando el más alto acercó su rostro para intentar besarlo, su mente y su cuerpo ya no pudieron soportarlo más.
-¡N-NO! ¡NO LO HAGAS!
Y así es como el noviazgo de Kyuhyun y Sungmin empezó.
-.Cuando no puedes aceptarlo.-
Capítulo 1: De esta manera empezamos.
Los padres de Sungmin eran bastante amables, bromistas, relajados y libres de pensamiento. En realidad toda la familia era así, desde las primeras generaciones los Lee solo se dedicaban a disfrutar la vida… menos el rubio. El chico era perfeccionista, organizado, obsesivo, maniático, pudoroso, exagerado, hipocondríaco, complicado de entender y muy apegado a las tradiciones, por lo que la homosexualidad no era algo que el apoyara. Su mente y todo su cuerpo eran firmemente heterosexuales. Y no estoy diciendo que fuera de la clase de gente que les parte la madre a los travestis y gays en la calle, en realidad es bastante inofensivo, pero por su amor a la “moral”, los gays expresándose su cariño abiertamente no era algo que le gustara mirar, le era incómodo y hasta poco higiénico. Además, debido a sus obsesiones por la tradición y “Lo correcto” en su mente no cabía otra cosa que la heterosexualidad, la relación entre un hombre y una mujer era lo único aceptable para el, y por esas creencias y por su obsesión de planificar una vida futura pensando en casarse con una mujer para luego tener hijos con ella, es que la aparición de Kyuhyun en su vida causó un lío enorme.
En cuanto el menor apareció ante sus ojos sintió algo. Para la gente normal, se había enamorado a primera vista, para el, todas esas sensaciones en su cuerpo eran síntomas de un resfriado de Primavera…o al menos así lo creyó al principio, ya que aquellos “síntomas” duraron días, semanas, meses y años, y aparecían cada vez que Kyuhyun, quien se volvió su amigo, se cruzaba por su campo de vista.
Durante toda la época de instituto, el castaño se encargó de arruinar sus planes, atentar contra la sexualidad que tan firmemente creía tener, de enseñarle que a pesar de que su mente y su cuerpo optaban por la heterosexualidad, su corazón no, y finalmente, hacer de su vida un lío. Le contaba chistes en clases, lo invitaba a jugar con su consola en la semana, le distraía y hacía reír tanto que no podía guardar la compostura, y sobre todo, arruinaba sus planes futuros de hacer una familia perfecta y normal, apareciendo en sus sueños acariciándole y dándole una linda vida junto a el. Y por ello se empeñó en negarlo todo lo que pudo, todos esos años, fingiendo que solo lo quería como amigo, que no lo amaba porque eran hombres, pero claro, Kyuhyun nuevamente no se la dejaría fácil.
El castaño se había enamorado de la misma forma que Sungmin, en cuanto sus ojos se conectaron por primera vez supo que ninguna pareja podría estar más destinada que ellos, y cuando se volvió su amigo, se enamoró y lo deseó más y más con el paso del tiempo, por lo que se propuso conquistarlo como fuera…pero… ¿Cómo hacerlo? Sungmin era encantador y amable dentro de todo, pero era esquivo cuando trataba de hablarle a solas o hacerle cariño, así que ya en el último año de instituto, a un mes de la graduación, lo engañó con alguna mentira barata y le arrastró a la azotea para confesarse. Estaba enamorado e inseguro, pero incluso así sabía que Sungmin se tensaba de manera especial cuando estaba con el, por muy heterosexual que fingiera ser, y usaría esa poca esperanza que tenía para armarse de valor y decirle toda la verdad.
El día llegó y Kyuhyun no podía estar más nervioso, y por su lado Sungmin estaba anormalmente afligido, sus “síntomas” habían empeorado y se sentía caer en la demencia.
El final de su época de instituto estaba llegando.
Los caminos de todos se separarían al ir a la universidad o ponerse a trabajar, y eso significaba que no volvería a ver a Kyuhyun con la misma frecuencia… y si el tomaba un camino totalmente diferente nunca lo volvería a ver…
¿Cómo soportaría eso?
De solo pensarlo el aire empezaba a no ser suficiente para respirar, sus sentidos se nublaban y su corazón se apretaba dolorosamente.
-¿Pero por qué?
Se preguntaba una y otra vez, día tras día, cada vez más y más. Pero solo pudo entenderlo cuando Kyuhyun puso en mancha su elaborado plan.
-¡Hyung, hay un ovni en la azotea!
-¡Wooooh! ¡Quiero ver!
El chico salió de sus ensueños y corrió junto a Kyuhyun al lugar. Cuando llegaron, el más alto cerró la puerta con pestillo.
-¿He? ¿Dónde está, Kyu?
-No hay ninguno.
-¿Hum?
Sungmin abrió los ojos con fuerza. Presintió algo malo cuando volteó y vio a Kyuhyun acercarse lentamente a el.
-Fue una mentira –Aclaró- Te traje aquí porque necesito decirte algo y de otra forma no habrías venido.
El rubio tragó pesado.
-¿Q-q-q-q-que cosa?
El castaño suspiró hondamente, armándose de valor, para finalmente decirlo.
-Te amo.
-A-ah… yo también te amo Kyu, eres mi ami-igo…jejeje…
-No, Hyung. No de esa manera- Negó- Estoy queriendo decir que me enamoré de ti.
Sungmin abrió desmesuradamente los ojos. Y ahí estaba…aquello que le daba tanta alegría y miedo escuchar.
-¿A-ah?
-Te amo, te amo más que a nada – Respiró un poco, estaba tan nervioso que le temblaban las piernas- Desde que te vi por primera vez que eres lo que más aprecio en la vida, y estos tres años junto a ti han sido los más felices y a la vez los más angustiantes de mi vida… porque no sé lo que sientes, y quiero saberlo ahora…
El rubio permaneció petrificado. Kyuhyun…Kyuhyun se le estaba confesando ¿Qué haría? El era heterosexual y debía rechazarlo rotundamente...
Pero...
¿Por qué no podía?
-P-pero …so-somos… h-hom…bres…
Respondió a pesar de sus confusos sentimientos.
-Lo sé, pero es lo que siento y por más que lo intenté todo este tiempo, no puedo sacarte de mi cabeza…
-Y…
-Sé que también hemos sido amigos por mucho tiempo –Kyuhyun adivinó lo que iba a decir- …pero gracias a eso he conseguido profundizar más los sentimientos y ya no puedo quedarme más en ese estado… si no me amas, no puedo seguir a tu lado… me duele ser solo tu amigo, no podría soportarlo más… es por eso que me estoy confesando…
A Sungmin se le oprimió el corazón ¿Kyuhyun se iría de su lado si lo rechazaba? ¿Qué sería de el si pasaba eso?
-E…esto…
-Hyung, por favor…respóndeme…
-Ahh…
Sí, estaba muy confundido, pero a pesar de que era un hombre, de que era su amigo, de que aceptarlo atentaría contra todos sus planes y sus manías, y por sobre toda las cosas, sería aceptar esos sentimientos que le enojaban consigo mismo obligándole a negárselos a si mismo por todos estos años, no estaba enojado, no estaba histérico, no sentía asco, no sentía homofobia…en realidad a cada segundo sentía más y más… ¿Felicidad? Kyuhyun le estaba ofreciendo su corazón y su alma, le estaba diciendo que lo amaba más que a su vida, le estaba diciendo todas esas palabras con las que había soñado... le estaba ofreciendo esa vida junto a el que arruinaba todo lo que planeaba, y sobretodo, atentaba contra la tradición y la moralidad: Sería homosexual, y siendo la pareja de Kyuhyun tendría que besarlo y hacer el amor con el algún día. Sungmin retrocedió asustado al pensar esto.
-Hyung – Kyuhyun sepreocupó al ver su expresión, por lo que se acercó y le tomó la mano- No te estoy obligando a aceptarme. Puedes decirme que no y yo lo voy a entender…solo necesito que me respondas…
-A-ahh…
Sungmin se alejó y soltó suavemente la mano del otro.
-Yo…tengo miedo… no estoy seguro…tu sabes que mi plan es casarme con una mujer y …
- Lo sé ¿Pero de verdad eres feliz con esa idea?- Volvió a insistir, sorprendiendo al rubio- Sungmin- Hyung, no me habría intentado confesar si no tuviera un mínimo de esperanzas en que tú me aceptaras…
-¿He?
-Dime ¿Acaso no has sentido ese calor extraño dentro tuyo? ¿El deseo de que estemos juntos? O más importante ¿No sentiste esa extraña sensación en tu pecho cuando nos miramos por primera vez?
Sungmin bajó completamente su mirada, sonrojado e impactado. Claro que lo había sentido, se había estado torturando con eso desde que lo conoció. Levantó un poco la cabeza y miró los profundos ojos de Kyuhyun. Estaban rojizos, vidriosos, mostraban una conmoción enorme y todos sus nervios en ellos.
-Yo también prefería a las chicas y me sentí muy confundido al principio, pero cuando no te podía sacar de mi cabeza lo acepté- A Sungmin le temblaba todo el cuerpo…el había elegido el otro camino y se sintió profundamente mal cuando Kyuhyun siguió hablando- …lo acepté porque gracias a ti descubrí que el género no importa…solo importa la persona que hay dentro… y tu eres esa persona a la que amo…
Sungmin seguía perdido en sus ojos mientras escuchaba sus dulces palabras… y entendía que los amaba… que los amaba porque mostraban a la persona que era Kyuhyun…y les dolía verlos así, tristes, afligidos, suplicantes… y quería que volvieran estar curvados y felices, tal como en los momentos que pasaban juntos almorzando, cuando conversaban en clases, cuando jugaban en su casa, cuando hacían pijamadas, cuando reían juntos y en tantos otros momentos más. Y deseaba seguir viéndolos, no quería que se alejaran de el ni por un minuto y quería ser el causante de que siguieran curvados por siempre, y en fin, hasta el sabía que esos deseos y sentimientos no los sentías por cualquiera. Eso significaba que también estaba enamorado ¿Verdad?
-Ehhh…yo…
Pero aún así no era fácil admitirlo… no era fácil que un heterosexual en contra de la homosexualidad se volviera gay de un momento a otro…
-¿Sí?
Pero de nuevo, aún así lo amaba… y no quería permitir que Kyuhyun se fuera de su lado…
-Ammm….
Y como al principio indiqué, después de varios divagues y el resultado de 3 largos años, lo aceptó. La sonrisa de Kyuhyun le hizo sentir increíblemente dichoso…
…pero…
Cuando el castaño intentó besarlo…
-¡N-NO! ¡NO LO HAGAS!
Simplemente no podía aceptarlo.
-¿P-por qué no?
Kyuhyun le tomó los hombros, inquieto. Con todo lo que lo conocía, sabía que podía manipularlo para que Sungmin liberara sus sentimientos, pero por ese mismo conocimiento, sabía que lo que seguía no sería fácil… y rezaba a todos los dioses existentes para estar equivocado…
-Tu sabes… que yo no apoyaba a los gays… que para mi solo era válida la heterosexualidad y tenía una vida planeada… yo quería estar con una mujer y formar una familia… pero después apareciste tu y me lo arruinaste todo…-Pausó a punto de tener una crisis nerviosa- … Y-y-y te correspondo…pero no es fácil para mi imaginarme siendo meloso con otro hombre de un momento para otro…de hecho me es casi imposible…
Diablos.
-¿Podemos estar juntos… pero sin besarnos ni nada?
Después de preguntar tímidamente levantó un poco la mirada. Kyuhyun le observaba petrificado.
-Ah… ¿Kyuhyun?
Le llamó, haciéndolo reaccionar.
-P-p-p-p-pero Hyung ¿Cómo podríamos ser novios sin besarnos ni hacer cosas de novios? –Preguntó temblando- ¿Crees que voy a poder resistir eso? ¿O tú? Después de todos somos hombres…tenemos necesidades… y la atracción sexual por quien amas es natural…
“¿¡Como mierda crees que voy a resistirlo, por el amor de Dios!?” Pensó
-Resistiré –Sonrió timidamente- Y tu también podrás, estoy seguro…
Kyuhyun le afirmó más, poniéndolo nariz con nariz y mirándolo directamente a los ojos.
-¿Cómo cojones puedes estar tan seguro? –Le habló impaciente, con un tic en el ojo- ¿Tienes idea de las ganas que tengo de destrozarte la boca a besos ahora mismo? ¿Sabes cuantas veces he soñado con hacerte el amor?
-A-ah- Sungmin le miró sonrojado- P-pero…mi mente…no me permite…no estoy mentalmente preparado para besarte ni ser tan cariñoso…
-Dios…- Kyuhyun lo soltó y se tomó la cara frustrado ¿De quien diablos se había enamorado? - ¿P-pero de verdad es para… siempre?
Solo con pensar en que el resto de su vida sería así, se le revolvió el estómago.
- Ahh… n-no… si avanzamos de a poco…creo que podré…
-¿En serio?
El castaño se iba a abalanzar sobre Sungmin, con un pequeño brillo de esperanza brillando en su interior, siendo velozmente detenido por el.
-¡Sí! –Gritó espantado -… pero muy…muy…muy de a poco…
-Ufff…- Suspiró – Está bien… pero… ¿Al menos puedo darte un abrazo ahora?
-A-ahh…-Sungmin volvió a bajar la cabeza, sonrojado- B-b-bueno…
Y dicho esto, el más alto lo atrapó posesivamente...loco y todo, al fin era suyo. Sungmin por su lado se alteró por unos segundos pero después le correspondió, aferrándose cada vez más al cuerpo de Kyuhyun… estaba asustado… estaba confundido… pero el enorme pesar en su alma y su corazón que tuvo por 3 años desapareció, y aunque no era uno de esos planes que su obsesiva y cuadrada personalidad había creado para idear una vida perfecta, se sentía cómodo con eso. Era feliz.
-Somos novios ahora ¿Verdad?
Kyuhyun le preguntó rozándole el oído con los labios. Sungmin miró el suelo…ya no iba a enamorarse de nadie más ¿Verdad? Todas las citas que tuvo con chicas en el instituto fueron un desastre…no podía mirarlas como algo significativo…Kyuhyun aparecía en su mente y le arruinaba todo…siempre…
-S-s-s-sí…
Se alejó.
-¿Se lo puedo contar a todos?
- ¡NO!- El chico saltó aterrado- No, aún no, debo acostumbrarme…por favor…
-Jajajaja es broma- Le besó dulcemente la mejilla- …iremos a tu ritmo…
El castaño dijo es en aquel momento, pero no sabía que tan duro sería resistir el ritmo de Sungmin…y cuanto tendría que esperar…
El noviazgo de ellos comenzó bastante…frío. Sungmin sentía terror y vergüenza cada vez que Kyuhyun le tocaba, abrazaba y besaba las mejillas. No le dejaba tomarle la mano en la calle y cuando perdía el control y trataba de besarle la boca, lo esquivaba espantado.
-Estamos en el cine, no juegues.
Le chilló el rubio en una de sus cuantas citas. Kyuhyun insistía en tenerlas para que Sungmin fuera perdiendo el miedo y la homofobia que aquejaba a su cabeza.
-Están todos delante de nosotros besándose, no te imaginas la envidia que me da- Se quejó el otro- Además está oscuro, nadie nos verá…
-Kyu, por favor…
El más bajo le miró con ojos de cachorro.
-Ahhh-Suspiró cruzando el brazo por detrás de su espalda, resignado ¿Qué podía hacer con esto? Nada, absolutamente nada-Si no te amara tanto…
Kyuhyun cada día que pasaba se sentía más ansioso, abrazar a Sungmin cuando llegaban a la casa de uno de los dos no era suficiente. Deseaba más que nada acariciar, besar y profesarle amor a Sungmin donde fuera, presumirle su hermoso novio a todo el mundo, pero justamente porque lo amaba con tal intensidad es que seguía aguantando, además, sabía que el mayor no lo hacía porque lo odiara o algo, y se lo demostraba cada vez que lo abrazaba. Sungmin cada día se aferraba a el más tiempo y era menos distante.
Los meses siguieron avanzando, ellos se graduaron y dieron la prueba de acceso a la universidad. Exitosamente, ambos quedaron para las carreras que querían, y eso significaba que se mudarían desde Busan, donde originalmente vivían, a Seoul donde estaba la universidad más prestigiosa del país a la que con tanto esfuerzo habían logrado entrar.
-¡Lo logramos, Kyuhyunnie! –Sungmin abrazó efusivamente a su novio, quien empezó a girarlo alegremente en el aire- ¡Vas a ser contador auditor!
- ¡Y tu serás Chef!
Ambos reían alegremente, mientras la madre de Sungmin y la hermana mayor de Kyuhyun los miraban completamente enternecidas desde el comedor de la casa del rubio. Habían estudiado juntos y con grupos de amigos con tanto fervor que haberlo conseguido con beca y todo, era algo que los ponía locos de alegría.
-Tendremos que buscar trabajo por internet para Seoul desde mañana jajaja
-¿Van a arrendar un departamento para los dos?
Pregunto Ahra, la hermana de Kyuhyun, a lo lejos.
-Oh, eso aún no lo sabemos- Kyuhyun bajó a Sungmin- ¿Qué dices, Hyung? Vamos a vivir juntos ¿Verdad?
Sungmin sintió un cosquilleo enorme en su estómago al oír la pregunta y ver la expresión alegre de Kyuhyun. Y ni si quiera lo pensó.
-Claro jajaja vamos a cumplir nuestros sueños, Kyunnie.
El chico le sonrió ampliamente, dejando embobado a Kyuhyun, quien empezó a darle cortos besitos en la mejilla haciendo reír al rubio, no dándose cuenta como el castaño se acercaba a su boca. Cuando Kyuhyun besó la comisura de sus labios, ambos se detuvieron y se quedaron mirando pasmados. Rayos…
-¡Vamos! ¡Queremos un beso! – Gritó la mamá de Sungmin al ver como habían pausado- ¿¡Cuánto más piensan esperar!? ¡Llevan como mil años siendo novios!
-A-ah…
Sungmin fue el primero en cortar la conexión de sus miradas, bajando su mentón avergonzado para luego huir a su habitación.
-Dios…
Kyuhyun miró el techo suspirando con los brazos laxos.
-Vaya… si que la tienes difícil con Sungminnie, hermanito.
-Ya ves, Noona –Bufó, para luego mirar a la madre de Sungmin- Ahjumma ¿Cuánto se demoraron usted y el señor Lee en darse el primer beso?
-¿Nosotros? A la media hora de conocernos jajajaja –Rió estruendosamente sorprendiendo a los hermanos Cho- Absorbíamos alcohol como esponjas en la playa con un grupo de Hippies, nos besamos jugando a “Verdad o reto”, y después de un rato nos fuimos a lo oscuro y ---
-¡DEMASIADA INFORMACIÓN, AHJUMMA!
Gritó Ahra carcajeando, aunque Kyuhyun no podía reírse. Los padres de Sungmin fueron completamente alocados y apurados…el llevaba meses con Sungmin y a penas había conseguido abrazarlo. El chico se resignó a pensar que lo bueno se hacía esperar, mientras el rubio estaba apoyado en la puerta, abrumado por sus miedos. Amaba a Kyuhyun, cada día lo amaba más ¿Por qué su cabeza no asimilaba lo que sentía y le dejaba tener valor para besarlo?
El mes pasó, decidieron ignorar ese casi beso por el bien de la diminuta cordura del mayor, y se enfocaron en su cansino traslado a Seoul, buscaron trabajo por internet, organizando los documentos para la universidad, acordando el arriendo de su departamento y un largo etc.
El día llegó en un suspiro, y entre lágrimas se despidieron de sus familias para subirse al bus que los llevaría a sus nuevas vidas. Ambos tenían miedo, pero de solo pensar que se tenían les daba valor para seguir.
Al llegar a Seoul, recorrieron las agitadas calles y después de dos largas horas lograron llegar al departamento que arrendarían de ahora en adelante. Hablaron con la amable casera y finalmente consiguieron sus llaves. Sungmin se sintió enormemente nervioso al entrar: Desde ahora en adelante, con el único que estaría, sería Kyuhyun. Suspiró aliviado al entrar y ver que aunque el lugar no era tan grande, había una habitación para cada uno. No tendría que lidiar con las hormonas de Kyuhyun… y las suyas propias.
-¿Creíste acaso que haría un engaño para que durmiéramos juntos?- Le habló Kyuhyun desde atrás metiendo sus maletas, asustando al rubio- He respetado tus deseos todo este tiempo y lo haré hasta que estés listo. No voy a obligarte nunca ha hacer algo que no quieras.
Y dicho esto le dio un pequeño besito en la mejilla, sonrojando por completo al mayor ¿Por qué era tan dulce…? ¿Y por qué el era un patán frío con el? Quería besarlo, demostrarle que lo amaba, demostrarle que agradecía que fuera tan paciente y amable por todos estos meses…pero…¿Por qué no podía? Había sido cerrado y discriminador con los gays mentalmente por casi toda su vida ¿Ahora el destino le pasaba la cuenta ahora que se había enamorado de un hombre? Es que, si no era eso ¿Qué más podía ser? Si cuando veía los labios de Kyuhyun sentía tanto miedo y rechazo, lo mismo que sentiría un hombre hetero si otro se le acercara a besarlo…pero amaba tanto esos ojos y a esa persona que había adentro… entonces…¿Qué hacer?
No se dio ni cuenta cuando la angustia que estuvo conteniendo en todo el noviazgo explotó, tirándose al suelo mientras las lágrimas surcaban sus mejillas.
-Agh…
Sentía tanta…impotencia. Odiaba no saber como enfrentar sus miedos... Odiaba lastimar al ser que más amaba.
-¡Hyung!- Kyuhyun apenas salió al comedor corrió horrorizado al ver a Sungmin sentado en el suelo- ¡Por Dios! ¿¡Qué te pasa, amor!? ¿¡Por qué estás llorando!?
Así como le gritaba desesperado, quitaba las lágrimas con la manga de su chaleco y le miraba con profunda angustia.
-L-l-lo ssien…to…Kyu…- Dijo a duras penas- Por…ser… ta-tan…idio…ta…
-¿Como que eres idiota? No entiendo- Le besó las mejillas cada vez más afligido- E-eres perfecto y lo más hermoso que tengo. No digas esa—
-¡Si soy!-Gritó- Porque me da m-miedo besarte… no puedo amarte como corresponde…y te hago sufrir…
Kyuhyun sonrió tristemente.
-No, no ,no, no me haces sufrir, Hyung- Tomó su rostro con sus dos manos- Y no importa que no puedas besarme, mientras estés a mi lado, soy lo suficientemente feliz…porque te amo más que a mi vida… así que por favor…no llores por eso… sufro viéndote triste…
Sungmin asintió aún con espasmos por el llanto, siendo abrazado cálidamente por su novio y sintiéndose completamente dichoso por tener a aquel chico tan bueno a su lado.
-Te amo…- Kyuhyun quitó su rostro del cabello de Sungmin y volvió a acercarse a su cara para besarle las mejillas- …no llores más… no importa eso… puedo solo abrazarte el reto de la vida si quieres…
Sungmin levantó la vista y se encontró con los ojos de su novio. Había tanto amor en ellos, un amor profundo y que iba más allá de cualquier cosa…más allá de lo exterior…y entonces lo entendió. No tenía que fijarse en lo de afuera, no debía fijarse en el sexo de Kyuhyun…debía hacer lo que el castaño hizo…olvidar por completo que era un hombre…solo debía fijarse en su interior ¿Y que había detrás de esos ojos? La persona más hermosa que había conocido en su vida, una persona paciente y amable, que era totalmente perfecta para el y que lo amaba con una devoción que le derretía.
Y gracias a eso, aún sentados en el suelo y aferrados el uno al otro, Sungmin acarició temblando el contorno de los ojos de su novio para luego rozar delicadamente sus labios con los suyos. Respiró hondo sobre ellos, terminando por besarlos dulcemente. Eran tan carnosos, tan suaves, tan deliciosos…eran los labios de Kyuhyun…
El castaño por su lado no podía creerlo, Sungmin tenía su rostro frente a el y las largas pestañas de sus ojos, emppapadas por las lágrimas, casi podían rozar su nariz ¿De verdad…Sungmin lo estaba besando?
Después de varios segundos, el rubio se separó de su novio abriendo los ojos. Lo había hecho al fin, y Dios sabía que no se había sentido nada de mal.
-Oh…
-H-H-Hy…ung… -Tartamudeo el menor aún sin creerlo- lo hiciste…
-Sí –Rió aún mirándolo a los ojos, mientras algunas lagrimas caían volviendo a mojar sus mejillas- … lo hice…
Kyuhyun sonrió brillantemente, empezando a reír también.
-Al fin, mi amor…
-jajajaja…
Rieron por unos pocos segundos, antes de que Kyuhyun tomara los labios de su novio. Sungmin los recibió sin temor, y a medida de que el castaño se acercaba más y lo abrazaba de las caderas, el colaba sus brazos por su cuello. Era perfecto, era lo más perfecto del mundo…ambos deliraban con el sabor del otro y se amaban más cada vez que el beso continuaba profundizándose. Sungmin no sabía mucho de besos, había dado realmente pocos en su vida, pero aprovechando su confianza, abrió la boca para dejar pasar la cálida lengua de su novio.
-Dios mío…
Susurró Kyuhyun antes de entrar. Toda, toda la maldita espera había valido la pena… su novio era más dulce que un chocolate suizo…más dulce que cualquier cosa… La textura de sus labios le hacía estremecer y todo su cuerpo se revolvió al sentir la tímida lengua del otro. Era un beso torpe y poco sincronizado, pero el amor que sentían lo hacía sentir como lo más delicioso del mundo…
Y Sungmin sintió que nunca podría volver a besar a otra persona…
Y Kyuhyun que nunca más podría dejar tranquilos esos labios …
-Ahh..ahh…ahh..
Al separarse, Sungmin respiraba aceleradamente con las mejillas sonrojadas, mientras Kyuhyun le miraba perdido.
-La espera hizo este momento aún más delicioso…- Le acarició suavemente la cabeza- Mi Hyung fue inteligente al hacerme esperar…
Canturreó rozando tiernamente sus narices, haciéndole reír abrumado.
-N-no diga-as esas cosas…
-Diré lo que quiera porque estoy feliz –Sonrió sinceramente- Y te amo.
Le dio varios besitos en los labios mientras lo repetía una y otra vez, y así siguió hasta Sungmin lo detuvo para que solo quedara pegado a sus labios.
-C-cá…llate y haz…hazlo de…una vez…
Sentenció avergonzado. Quería volver a sentir los labios de su novio, pero no lo diría como tal, no podía…y aún así Kyuhyun sonrió y lo entendió…Kyuhyun siempre podía entenderlo.
Se besaron un ratito más, para luego levantarse y empezar a hacer sus camas, pero a pesar de que cada uno tenía la suya propia lista en cada habitación, decidieron por primera vez dormir juntos. Sungmin se puso el pijama más tapado que tenía para que Kyuhyun no le viera ni el cuello, haciendo reír al castaño.
-Sabes que no te voy a hacer nada jaja- Rió dentro de su cama ya vestido para dormir- Ven aquí.
Le llamó, a lo que Sungmin se acercó tímidamente, metiéndose a la cama de Kyuhyun y tapándose hasta el mentón. Kyuhyun volvió a reír. La ternura de su novio algún día definitivamente lo mataría.
Navegando con sus manos por debajo de las mantas, atrapó a su Hyung de las caderas y lo atrajo hacia su cuerpo.
-A-ah...
Sungmin iba quejarse pero sus labios fueron atrapados dulcemente por el castaño.
-Durmamos así…-Le suplicó con la voz cargada de amor- …por favor…
Sungmin lo miró un rato, para luego acomodarse avergonzado en el pecho de Kyuhyun.
-Mmm…
Suspiró en señal de afirmación, a lo que Kyuhyun le besó la cabeza.
-Buenas noches, Hyung – Le susurró luego de apagar la lámpara y acomodarse apropiadamente- Te amo…
-Buenas noches, Kyu –Contestó, también susurrando- Ta…amm…también te amo.
Kyuhyun sonrió y fue más feliz que cualquier persona en el mundo.
El tiempo siguió avanzando y aunque la llegada de los besos a esa pareja avergonzaba a Sungmin más de lo normal, era también cierto que le hacían sonreír y se sentían demasiado bien para dejar de darlos. Además Kyuhyun le sonreía aún más y eso llenaba su corazón de felicidad. Y así fue como esos días pasaron de la forma más tierna y acaramelada, hasta que la ceremonia de admisión al fin llegó.
Ambos vieron que nada en esta universidad era un juego. La estructura del lugar era magnífica y elegante, y el profesorado mostraba inteligencia e ingenio en cada una de sus palabras al dar sus respectivos discursos de bienvenida. Nadie ni nada mostraba imperfección o estar de más. Los alumnos por su lado, al menos los nuevos, se veían tan despistados y emocionados como ellos. Todos iban a por sus sueños y ese era el lugar perfecto para realizarlos.
El rubio sonrió ansioso pensando en todo lo que le esperaba, hasta que sintió la mano de Kyuhyun entrelazarse discretamente con la suya. Se sonrojó levemente mezclando sus pensamientos sobre su futuro y sobre Kyuhyun… wow, ¿Ahora que se supone que debía hacer? Había desechado la organizada vida futura que había ideado por ese hombre, y no tenía planes para una vida con el.
-Hyung…- Le susurró el otro al oído- Si llegamos a adoptar algún día, debemos hacer que nuestra nena entre sea como sea a esta universidad…mmm…no te molestaría que sea niña ¿Verdad? Siempre he querido una hija que sea “La niña de mis ojos”…aunque puede ser un niño… o una parejita… y en realidad, podríamos conseguirlos por inseminación artificial ¿No? Y que sean de tu ADN, así serán hermosos como tú…
El rector de la universidad estaba dando un discurso realmente inspirador, pero Sungmin no podía poner ni la más mínima atención por escuchar a su novio. Se sonrojó salvajemente, impactado. Después de varios segundos sonrió extrañado.
-¿Qué estás diciendo? Jajaja…
Sí, no tenía planes, pero Kyuhyun siempre había sido impredecible y un chico con muchas ideas espontáneas, y con todo eso lo amaba. Suponía que vivir sin saber que iba a querer y que iba a pasar no sería tan malo…
-Que eres hermoso...- Le siguió susurrando, esta vez con un tono sensual- …que deseo proyectarme contigo…y que quiero que me beses…
-…n-no me has pedido lo u-ultimo…
-Pues entonces ahora te lo pido…
Kyuhyun se fue acercando lentamente a su boca, siendo detenido por Sungmin de inmediato.
-N-no, nos pueden ver…además, estamos en una ceremonia de inauguración y ni siquiera deberíamos estar murmurando…
-Grrr- gruñó juguetonamente- esta bien, pero me lo deberás…
-¿Deber?
Y Sungmin no lo entendió…hasta que ocurrió.
La ceremonia había terminado y a los novatos se les había permitido recorrer la universidad para familiarizarse y poder encontrar sin problemas sus aulas al día siguiente... pero en cuanto Kyuhyun vio un lugar discreto, mejor conocido como el laboratorio de los estudiantes de química farmacéutica, arrastró a Sungmin a dentro y cerró con pestillo la puerta.
-A-a-a-ahh…¿Q-qu-que hac…ces?
Preguntó completamente nervioso mientras su novio se acercaba a el.
-Te dije que me la deberías…
Sonrió para besar a su novio y abrazarlo de las caderas. A Sungmin seguía sin parecerle buena la idea, pero estando encerrados se supone que nadie los vería y pensó que si cooperaba, más rápido podría liberarse de aquello y seguir con el recorrido por la universidad. El rubio abrazó la espalda del más alto y siguió el ritmo de los labios de su novio… pero luego…
-A-ahhh…-Sungmin jadeó totalmente abrumado- N-n-no…
Kyuhyun lo besaba cada vez más profundamente. El sensual masaje de sus labios y la fricción de sus cuerpos pegados contra la estantería donde reposaban los libros de farmacéutica estaba animando a los dos a partes iguales.
-Ammm n-no…¡ahh!
Sungmin suspiraba hundiendo su rostro en el hombro de Kyuhyun muerto de vergüenza, mientras este le besaba ardientemente el cuello y lo tomaba en brazos, enredando las piernas de este en sus caderas…
-¿No qué, Hyung?
El castaño le preguntaba juguetonamente mientras con una sonrisa le masajeaba el trasero y parte de la espalda baja por debajo de la ropa.
-Ahhh…¿Q-que es-estás…haciendo?- Jadeaba con la voz ronca hasta que Kyuhyun le lamió el lóbulo de la oreja-¡ Ahh! …n-no….mi oído no…
Pero Kyuhyun no lo escuchaba y se dedicaba a darle caricias cada vez más ardientes, y Sungmin no podía resistirse a ellas…el menor le estaba enloqueciendo, y así fue hasta que sintió el excitado miembro del castaño frotarse contra el suyo.
Y la libido desapareció.
-¡NO!
Gritó espantado sobresaltando a Kyuhyun.
-¿Q-q-que pasa?
-No, no, no, no, no- Repetía una y otra vez con la respiración agitada, negando aceleradamente con la cabeza- no puedo…me da miedo…
-Pero…
-N-no, me asusta, me asusta, me asusta…
Kyuhyun lo miraba afligido no entendiendo que le pasaba ¿Qué había hecho? Lo bajó de sus caderas y trató de acariciarle el rostro pero el otro no lo alejaba.
-No, no, no, no, no…
Seguía repitiendo tapándose la cara por la vergüenza y el miedo. Podía besar a Kyuhyun, pero definitivamente no podía ir más lejos…el miedo, la vergüenza, el pudor y todas aquellas estupideces homofóbicas que aún afectaban su cabeza, le impedían entregarse de esa forma tan intima a Kyuhyun.
-Sungmin-Hyung, Sungmin-Hyung.
Le llamaba tratando de quitarle las manos del rostro, pero el otro se resistía y seguía negando.
-No, no, no, no, no…
-¡SUNGMIN-HYUNG!
Gritó finalmente, llamando su atención.
-Amor, yo no voy a obligarte a nada, así que por favor no te asustes- Le acarició el rostro- Además, fue un error mío…dejarme llevar aquí no es muy romántico ni adecuado…perdóname…y… llegaré siempre hasta donde tu quieras…
Sungmin miró los ojos de su novio, de verdad había preocupación y arrepentimiento. Diablos, no debió reaccionar así.
-Gracias…y perdón por ese escándalo…
El rubio se acurrucó en el pecho de Kyuhyun siendo abrazado por este.
-Vamos a seguir recorriendo la universidad- Le besó dulcemente los labios- Te compraré un pastel de chocolate cuando volvamos a casa.
Sungmin sonrió y se impulsó para seguir besando a Kyuhyun.
-Ya, Hyung…- Le besó la nariz después de un rato- no me tientes…
-¡Ugh!
Sungmin se alejó bruscamente y caminó a la entrada, haciendo reír al menor, solo que una vez más, no sabía lo que le esperaba.
Al día siguiente su etapa universitaria comenzó oficialmente. Estudiaban diligentemente y algunos días a la semana trabajaban en empaque de algún supermercado, dejándoles en los primeros meses totalmente agotados, por lo que Sungmin se sentía aliviado. Su novio tenía muy poco tiempo y fuerzas para dedicar a besarlo e intentar pasarse de listo, porque a pesar de que el frenaba cuando el rubio lo pedía, siempre que podía lo atrapaba, y ahora, por causa de su complicada carrera, apenas y le preguntaba como había estado su día.
-Pero…
De todas formas…lo extrañaba. En el instituto se sentaban y compartían juntos en el almuerzo, ahora apenas podía verlo algunas veces en los recesos y cuando llegaba en la noche al departamento. El verano llegaba caluroso como siempre, pero aún así el calor de su novio le hacía falta, por muy elevado que este calor fuera…aunque… ¿Cómo decírselo? Sungmin hablaba libremente con el castaño cuando el tema era cualquiera…cualquiera menos su relación. Así que un día se atrevió a hacerle saber su necesidad a Kyuhyun de la única forma que sabía.
-Llegué, Hyung.
El castaño se anunció con aire cansino, alertando a Sungmin quien estudiaba tranquilamente en el sillón. El rubio se levantó y corrió a los brazos del más alto.
-¡Wow! Que enérgico estás para ser una pequeña marmota despierta a estas horas de la noche –Rió Kyuhyun atrapando sus labios- ¿Estuvo bueno tu día hoy?
-N-normal ¿Y el tuyo?
-Ya sabes, cansado- Le dio otro corto beso para luego soltarlo delicadamente- Y por eso me voy a dormir. Si vas a seguir estudiando no te pases de la raya y vete pronto a la cama.
-Ah- Sungmin balbuceó siguiéndolo- Yo ya me iba en realidad…
-Mejor aún.
Y dicho esto dejó su bolso en el sofá y fue a lavarse los dientes. Sungmin se sentó en el suelo abrazando sus rodillas, poniéndose sobre la puerta del baño. Cuando Kyuhyun salió casi se fue de espaldas.
-¡Wo-ohh!
-¡Hyung!- Se agachó velozmente para levantarlo- ¿Qué haces sentado aquí? ¿Quieres usar el baño?
-Ahhh…no…
-¿Necesitas algo?
-S-s-s-sí
Admitió sonrojado.
-¿Qué quieres, amor?
Le preguntó dulcemente, a lo que Sungmin se acercó lentamente para abrazarlo.
-¿Hum?
Kyuhyun se extrañó, realmente no lo esperaba. Sungmin parecía bastante tranquilo en el último tiempo porque el no tenía tiempo de besarlo, pero se alegraba que a pesar de todo lo que le avergonzaban esas cosas, igual le extrañara. El castaño abrazó de vuelta a su Hyung y buscó su boca para besarlo apasionadamente.
-Mm…mm…
Sungmin se puso en puntas sobre los dedos de sus pies y profundizó el beso. La boca de su novio devorando sin piedad la suya le hacía sentir como si estuviera flotando.
-Te extraño tanto...
Le susurró el menor sobre su boca, haciéndole estremecer.
-Y yo a ti...
El castaño sonrió y levantó a Sungmin enredando las piernas de este en sus caderas.
-¿Vas a dormir conmigo esta noche?
Sungmin asintió ruborizado.
-Pero no vamos a hacer nada...¿Verdad?
Esta vez el chico se ocultó en el cuello de Kyuhyun. Se lamentaba de no poder darle lo que tanto su cuerpo y el propio querían.
-Está bien...-Le sonrió levemente- Aún puedo comerte sin necesidad de ir tan lejos.
-¿He?
Pero el muchacho no le respondió y se lo llevó rápidamente a su habitación. Ya dentro lo estiró en la cama y tal como dijo, empezó a comérselo. Devoró sus labios de tal forma que fue imposible para Sungmin resistirse. Con todo lo que habían practicado, con todo lo que llevaban conociendo la boca ajena, los besos cada vez resultaban mejores y más adictivos. Sungmin se sentía algo pervertido por seguirle tan bien el ritmo a su novio, pero era una sensación tan sublime que no se atrevía a alejarlo…bueno, no se atrevía hasta que empezaba a excitarse…
-K-kyu…- Jadeaba mientras este le comía el cuello a besos- Y-ya…mejor va-vamos a dormir…
Kyuhyun se detuvo súbitamente, descansando su cabeza en el hombro de su novio. Rayos, cada vez le eran más difícil detenerse.
-Ok, Hyung…
Se levantó tapando con su mano una evidente erección causada por todos los mimos y los jadeos tan provocadores del rubio. El chico rodeó rápidamente la cama y se metió en ella, mientras el mayor se incorporó lentamente para luego meterse bajo las frazadas. El también estaba algo “animado” ¿Pero que le iba a hacer? No se sentía capaz de hacerlo con Kyuhyun, de mostrarle su cuerpo y entregarle su virginidad… pero…”Maldición ¿Qué hago con esto?” Pensaba mientras veía debajo de las sábanas su despierta hombría. Si, aparte de tener el deseo normal que una persona siente por su pareja, ambos estaban en el punto medio y más pesado de su pubertad, con las hormonas enormemente alborotadas y la libido por las nubes, pero por el miedo de Sungmin, no podían hacer nada al respecto ¿Cómo solucionarlo? Si pensaba en masturbarse estaba perdido, con la universidad, el trabajo y la presencia de Kyuhyun en el departamento, no tendría ningún instante a solas para hacerlo ¿Qué hacer entonces? Necesitaba eliminar desesperadamente toda esa energía y ese salvaje pensamiento en su cabeza de tirarse encima del más alto y obligarlo a que se lo hiciera hasta que ya no le quedara aliento. Su respuesta llegó cuando en uno de los cuantos murales de la universidad vio los talleres gratuitos que se ofrecían al alumnado de la universidad, y pensó que atletismo le vendría como anillo al dedo, no había contacto humano que pudiera alterarlo y podía ir al taller en aquellos largos recesos que a veces tenía porque había mucha distancia de una clase con la otra. Esperanzado con la idea, el chico se inscribió de inmediato, no sabiendo que estaba en un error al pensar que eso calmaría las cosas.
-Diablos…
Kyuhyun espetó luego de haberse auto complacido mientras se duchaba. Ya no sabía como seguía cuerdo. A medida de que los días pasaban cada ves tenía más deseos de acostarse con Sungmin y el tiempo parecía ir escaseando cada vez más, no permitiéndole muchos momentos para poder darle pequeños sosiegos a su cuerpo, como el que recién había tenido. Sungmin había entrado a atletismo, y con el paso tortuoso de los meses el cambio en su cuerpo empezaba a notarse. Sus curvas estaban más definidas mientras que sus piernas y su trasero mostraban un firme exquisitez que distraían al menor cada vez que Sungmin pasaba frente a el sin enterarse de nada. Le estaba provocando, por Dios que le estaba provocando. No podía estar cada día poniéndose más bueno por mera casualidad o sin intención, era provocación, cruel y violentamente directa, y vale decir que el caía redondito en ella.
-Pero maldita sea…
Volvía a espetar en otros instantes. Bueno, era una provocación muy grande, pero era una locura creer que de verdad iba en serio cuando el chico con el que estaba a punto de cumplir 1 año de relación seguía con la misma personalidad tímida y reservada de siempre. Sungmin parecía ser el mismo Sungmin de hace un mes atrás, y ese Sungmin era exactamente igual al del mes anterior a ese, solo cambiaba su físico que cada día era más bello, pero su rostro seguía siendo condenadamente adorable, sus tartamudeos seguían enterneciéndolo, su arduo amor por el orden y por aprender cosas seguía intacto, y seguía volviéndole loco con sus labios para luego dejarlo en problemas y no dignarse a hacerse cargo. Ok, había que admitir que el mayor se estaba esforzando por cambiar en el aspecto romántico, ya no era tan esquivo como antes, recibía con menos temor los mimos que Kyuhyun le ofrecía, lograba devolverle los “Te amo” con más frecuencia y ya casi se sentía tan cómodo hablando con el en modo de pareja dentro del departamento como en el modo de amigos que usaban en la universidad o en cualquier otro lugar público. Pero seguía sin querer hacer el amor con el. Bueno…su cuerpo de querer, quería. Kyuhyun sentía el calor elevado en el cuerpo del otro cuando se mimaban y la notoria erección en los pantalones de mayor, pero la mente de Sungmin se negaba a aceptar aquello, y tanto el como Dios sabían que el chico tenía una fuerza de voluntad más grande que Júpiter, por lo que no se hacía problema en frenarlo por muy excitados que ambos estuvieran, y esto estaba a punto de quitarle la poca cordura que le quedaba a Kyuhyun ¿Cómo impulsarlo a pasar a otro nivel? ¿Cómo hacerle entender que debía dejar sus miedos en el pasado y que hacer el amor no significaba nada malo ni peligroso? El incluso se había tirado varias horas de su vida leyendo sobre como hacer más placentero y cómodo el encuentro sexual para el que “recibía” ¿Debía presionarle? ¿Debía obligarlo? El salvajismo que había dentro de sus bóxers le había llevado a pensar en esto varias veces, pero cada día al ver la tierna sonrisa del mayor y a la bella persona de la que se había enamorado, pensaba que era capaz de sobrevivir lo que le quedaba de vida sin tocarle un pelo. Así que solo quedaba contenerse y seguir con la vida.
-Wuaaah, así que este es tu departamento…
Era un día cualquiera, y después de acordarlo, Kyuhyun llevó a casa a unos amigos de su carrera para tener una sesión de estudios enfocada en la grotesca cantidad de contenidos que serían incluidos en la próxima prueba.
-Es bastante grande ¿Cómo te pagas esto con tu sueldo de empaquetador de supermercado?
Le preguntó uno de sus amigos.
-Ah bueno, mis padres ayudan con la renta, además yo no vivo solo, comparto con…
-¿He?- Pero antes de que terminara de explicar Sungmin salió de su habitación, había tomado una pequeña siesta y aunque recién se había despertado, se desperezó rápidamente al ver a aquellos chicos- Dios, se me había olvidado que hoy traerías a tus compañeros…
-Eres un caso perdido, Hyung.
Le contestó el menor, entretenido, a lo que el otro le contesto con un puchero.
-Ya, perdón – Se acercó y refregó mimosamente su cabeza en el hombro del más alto, aún con algo de sueño- Hola, nos hemos visto antes en la universidad cuando me encuentro con Kyuhyun. Me llamo Lee Sungmin, vivo con el, un gusto en conocerles.
Los chicos parpadearon algo sorprendidos al ver la cercanía entre ambos, cercanía que ni el histérico de Sungmin había notado por la costumbre que tenía de estar pegado a Kyuhyun cuando estaban en casa.
-Yo soy Kim Heechul, un gusto.
- Lee Donghae.
- Kim Ryeowook.
-Lee Hyukjae.
Los cuatro hicieron una pequeña venia, y tras una corta charla compartiendo típica información de recién conocidos, el quinteto se acomodó como pudo en la poco amoblada casa y se pusieron a estudiar. Sungmin por su lado hizo valer su papel de anfitrión, y ya que los invitados habían llevado botanas, este las puso en bolos, las dejó en la mesita de centro y preparó algunos más para ofrecerles.
-Ahí está bien- Le sonrió Kyuhyun- Gracias, amo---Hyung.
Ambos se petrificaron, al menor casi se le salió uno de los apodos amorosos con los cual solía llamar a su novio, y aunque los amigos de Kyuhyun los miraron extrañados, no dijeron nada.
La tarde siguió avanzando, y luego de estudiar un buen rato, los chicos se pusieron a conversar, y ya que eran todos bastante simpáticos, Sungmin también se les unió, logrando ser una mala idea, debido a que nuevamente el trato amoroso, las miradas de Kyuhyun hacia Sungmin y algunas palabras que no debían salirse, hicieron entrar en sospecha a los invitados a medida de que los minutos pasaban.
-Kyuhyun-ah
-¿Hum?
-Mira, no quiero que se sientan ofendidos con lo que les voy a preguntar, pero de verdad me intriga hace un buen rato y me gustaría tenerlo claro ahora para no hacerme ideas erróneas más adelante – Le dijo Heechul, y Kyuhyun entendió de inmediato- ¿Tu y Sungmin…son novios?
Ambos abrieron los ojos como platos. Rayos, aún después de rezarle a todos los dioses fue imposible que no fueran tan obvios, era su casa, la cálida guarida donde estaban acostumbrados a mostrarse el amor que sentían por el otro, eran totalmente vulnerables ahí. Kyuhyun sudó frío mientras giraba su cabeza hacia el rubio, quien ya tenía su rostro hacia abajo, ocultando un sonrojo salvaje y temblando como un cachorro asustado. Diablos, diablos y más diablos, evitar que gente ajena a sus familias supiera de la relación era una de las cuantas condiciones importantes que Sungmin imponía para que sus nervios y su cabeza no explotaran. El no había podido cumplirlo hasta que Sungmin se sintiera listo para aceptarlo, haciéndole sentir horrible el fallo hacia su novio. Por ello, recurriendo a las últimas esperanzas de zafarse del problema, se decidió a negarlo como si no hubiera mañana.
-¿Qué dices? Jajajaja- Rió después de varios segundos de sepulcral silencio- Por supuesto que n---
-S-s-s-sí…
-¿Ah?
Kyuhyun no se creyó haber escuchado la tímida voz de su novio resonar en la sala, afirmando la pregunta. Profundamente impactado, giró la con brusquedad su cabeza hacia el mayor quien aún no se atrevía a levantar el rostro, Dios ¿De verdad lo había dicho?
-Esperen- Donghae se confundió- ¿Si o no?
Sungmin se arrimó tímidamente hacia Kyuhyun y tomó su mano, temblando.
-Sí…somos novios…
Repitió más seguro, como si hubiera entendido que el castaño necesitaba escucharlo nuevamente para creerlo.
-¿Y por qué Kyuhyun lo iba a negar antes?
Heechul hizo una de sus preguntas agudas, una cualidad de la cual Sungmin no tardó en enterarse.
-P-porque…yo tengo co-conflicto aún con mi recién…aceptada ho-ho-homosexualidad… y le pedí a Kyuhyun que no le dijera nada a nadie hasta que pudiera estar listo…p-pero…me duele ver su expresión cuando tiene que negar todo… así que quiero enfrentarlo- El chico suspiró con voz temblorosa- Espero que a ustedes…no les moleste…
Un largo silencio reinó en la acogedora sala del departamento.
-Nah, el está mintiendo- Hyukjae interrumpió el nuevo silencio formado en el lugar con un tono bromista- De seguro Sungmin-ssi no quería que nadie se enterara porque Kyuhyun está feo.
-¡Hey, Lee Hyukjae!
Gritó el aludido, levantándose para golpear juguetonamente a su amigo, dando paso a que los otros también echaran sus propias bromas. Sungmin por su lado no creía nada, se había quedado pálido de la pura impresión ¿He? ¿No se habían enojado ni nada parecido? Claro, deseaba intensamente que no se enojaran y siguieran queriendo a Kyuhyun, pero su mente pesimista solo traía imágenes de los 4 chicos echándoles insultos y hasta golpes a ambos por la escandalosa confesión…pero nada pasó, de hecho, jugueteaban de la misma manera que hacían cuando llegaron.
-Acéptalo, el no se lo quería decir a nadie por el careto que te gastas.
-¡Ya, dejen eso bastardos!
-Cuando dejes de estar feo- Se burló Donghae- Además, mírate nenita, estás a punto de llorar ¿Tanto te ha conmocionado que Sungmin al fin te acepte?
El mencionado levantó su rostro y enfocó su vista en el rostro de su novio.
-Cállense, idiotas. Claro que no estoy llorando- Dijo mientras se limpiaba el rostro y a duras penas reprimía el llanto- ¿Cómo podría estar llorando?
-Sí, estás llorando.
Ryeowook rió.
-Awww, Kyunnie es una ternurita- Heechul hizo una mala actuación de alguien conmovido- Vengan chicos, abracemos al bebé.
-Awwwwwww
Los cuatro muchachos abrazaron entre risas a Kyuhyun quién aún trataba de esconder su rostro ¿De verdad estaba llorando? Sungmin sonrió ante la graciosa escena y por ver lo feliz que el castaño estaba. Le alegraba que los avances que para el eran tan pequeños e inútiles, fueran tan grandes para su novio.
El bombardeo de bromas siguió por un largo rato, y cuando se cansaron, recién en ese instante las preguntas que aquejaban a Sungmin fueron contestadas.
-A nosotros nos da igual esas cosas.
Comentó Heechul masticando uno de los deliciosos sándwiches de Sungmin.
-Ser gay es algo común en estos días y de por si no tiene nada de malo- Agregó Donghae- Hay mejores cosas en las que interesarse.
-Además Ryeowook también está saliendo con un chico, así que estamos acostumbrados a su homosexualidad latente.
-¡Kim Heechul!
La pareja rió levemente, sin embargo, de parte del rubio fue por el alivio que por cualquier cosa. Los amigos de Kyuhyun no lo rechazaban, que felicidad…
-Y no se preocupen en la universidad- Hyukjae intervino- La gente que está ahí es muy diferente al resto de este podrido y cerrado país. Las mentes de los estudiantes son más abiertas y nadie pensará , dirá o hará algo malo si caminan de la mano por el campus.
-Ahh, eso es bueno…aunque dudo que podamos hacerlo jajaja
Kyuhyun rió algo desganado, pasando su brazo por la espalda de Sungmin.
-¿He? ¿Por qué?
-Olvídalo.
-Bueno…ya es muy tarde- Heechul se incorporó- Nosotros nos vamos…¡Donghae, me debes una cerveza!
-¿Heee? –El chico chilló mientras tomaba su bolso- ¿Por qué?
-Acerté en que eran novios, me la debes.
-Aishhh…
-No hagan apuestas a costa nuestra.
Reclamó Kyuhyun.
-Nosotros hacemos apuestas a costas de todos, Kyunnie.
- Un kimbap a que tendrán sexo esta noche.
Propuso Heechul mientras salía del departamento con los demás, casi haciendo atragantarse a Sungmin con un jugo que estaba bebiendo.
-Bueno…-Hyukjae les miró pensativos al ver su reacción- Yo digo que no.
-¡Hecho! ¿Kyu, te sientes con ganas esta noche?
Pero antes de recibir una respuesta o un insulto, Sungmin les lanzó la puerta en toda la cara. Las risas de quienes ya estaban afuera no se tardaron en escuchar.
-Ha sido un gusto conocerte, Sungmin- ssi.
Gritó Heechul ante la reacción del rubio, para luego largarse con los demás aún riendo.
-Perdónalos –Kyuhyun le acarició la cabeza lamentándose- Son buenos chicos, pero sobre algunos temas, no tienen remedio alguno.
-Ahh… no importa, son simpáticos- Le miró Sungmin, sonriendo tímidamente- Solo me ponen algo nervioso cuando dicen cosas pervertidas…
-Entonces vas a ponerte nervioso todo el tiempo- Rió el menor- Pero descuida, yo te protegeré de esos tontos.
Sungmin le sonrió tiernamente en respuesta, tomando como suya toda la concentración de Kyuhyun. El menor, rendido al segundo por los encantos del rubio, se le acercó y le besó suavemente los labios, aumentando lentamente su ritmo mientras lo apegaba en la puerta. Después de un rato sus lenguas se fundieron deliciosamente, casi convirtiéndose en una.
-Mmm…
Sungmin hacía pequeños ruiditos extasiados por el contacto, y cuando el aliento se les acabo, sonreía al sentir tiernos besitos recorrer su cara.
-Me has hecho feliz hoy...más de lo normal- Kyuhyun lo sorprendió con dulces palabras después de un rato, mirándolo a los ojos- Esos pequeños pasos que das… Son lo más bello que puedo obtener…
-¿Y por eso estabas llorando?
Sungmin le habló con tono bromista, consiguiendo un amorfo puchero del otro.
-Hey, mi novio me está aceptando poco a poco ante el mundo…eso se siente muy bien ¿Sabes? Aunque si que me pilló desprevenido y por eso he terminado así, lamentablemente no pude soltar todas mis emociones cursis porque esos bestias me molestarían de por vida.
Sungmin rió suave.
-No importa, con saber que cada vez soy menos molesto, me siento feliz.
-No eres molesto, amor.
“Aunque de verdad quisiera que me dejaras follarte” Agregó abatido para sus adentros, mientras lo abrazaba y le daba otra ronda de besos.
Los días siguieron avanzando y debido a ese pequeño avance de Sungmin, el ambiente entre ellos había mejorado un poquito, algo idóneo para el primer aniversario que ya estaba pronto a llegar. Ambos estuvieron enormemente emocionados los días antes…wooah, un año juntos ¿Y desde hace cuanto se conocían? Ya en unos cuantos meses cumplirían 4 años desde la primera vez que se miraron a los ojos y se amaron ¿Y que había ocurrido con ese sentimiento a lo largo de los años? Solo había aumentado cada vez más ¿Cómo era eso posible? ¿Cómo podían seguir amándose más y más? Aquel pensamiento permaneció cada vez que se veían, hasta que el día del aniversario llegó y luego de un agotador día de universidad y trabajo, se encontraron en el departamento.
-Je…
Los dos sonrieron a la vez al encontrarse cuando Kyuhyun llegó a casa y Sungmin esperaba en el sillón. Casi al instante corrieron hacia donde estaba el otro. El menor abrazó su Hyung, elevándolo y empezó a girar en su eje mientras el otro reía. Poco después lo bajó y le dio un dulce beso que les hizo temblar.
-Feliz aniversario, Hyung.
-Feliz aniversario, Kyuhyun-ah.
Le respondió el rubio, con una sonrisa brillante, los ojos luminosos y un sonrojo de lo más encantador. Kyuhyun moriría pronto de diabetes si tenía ese Hyung a su lado.
-Vamos al sillón- Le ordenó acariciándole una mejilla- Tengo un regalo para ti.
-Woooooh.
El chico se soltó de su novio y corrió emocionado a sentarse. Kyuhyun se sentó al lado del más bajo y rebuscando en su mochila, saco un gran paquete, el que hizo aplaudir ansioso a Sungmin.
-Anda, ábrelo.
Le dijo el castaño, risueño. El rubio sin perder un segundo más agarró el paquete y rompió el papel de regalo. Un gran, elegante y variado set de utensilios para repostería con un moñito de regalo encima le sorprendieron gratamente.
-E-esto...
Sungmin empezó a tartamudear. Era un regalo demasiado hermoso para alguien que amaba tanto la cocina como el.
-Siempre estabas triste porque no podías hacer pasteles, galletas y esas cosas porque aquí no tenemos muchos utensilios. Bueno, ahorré dinero por varios meses y te compré esto ¿Sirve? ¿Te gusta?
-A-aah... ¿¡Que si me gustó!? ¡Me encantó! Por Dios, Kyuhyun...
El muchacho se abalanzó efusivamente sobre su novio y atrapó sus labios. El castaño se sorprendió mucho, era la primera vez que Sungmin tomaba la iniciativa al momento de besarse, y no era que le molestara, al contrario, reía a la par que recibía los cortos y tiernos besitos que le daba Sungmin.
-¡Y claro que sirve! Voy a hacer muchos pasteles- El rubio gritaba emocionado sus planes- Y cupcakes y queques y galletitas y,y,y será todo para nosotros y nos volveremos muy muy muy gordos y...
Kyuhyun escuchaba atontado los delirios de su novio, sonriendo completamente perdido ¿Podía existir alguien más perfecto?
-¡Ah!- Frenó su emoción por un segundo- Yo también te preparé un regalo ¡Cierra los ojos y espera aquí!
El chico salió disparado del sillón a su cuarto, con el regalo en los brazos. Por mientras, Kyuhyun volvió a su posición anterior.
-¿Tienes los ojos cerrados?
Pregunto el rubio desde su habitación, solo asomando la cabeza.
-Sí~
Respondió el otro cerrándolos de inmediato, sintiendo como Sungmin se acercaba a el y de pronto, le bajaba algo suave por la cabeza.
-¿Hum?
Confundido abrió los ojos, viendo que una prenda verde oscuro rodeaba todo su cuello. Viendo que de ella salían dos extensiones, asumió que era un sweater y se lo puso calmadamente. Al terminar su tarea quiso comentar al respecto pero dos guantes cayeron sobre sus piernas y otra prenda rodeó su cuello, esta vez una bufanda.
-Hyung...tú...
-Yo lo hice...-Admitió sonrojado, volviendo a sentarse a su lado- Sunny me estuvo enseñando por un tiempo y por poco alcancé a terminarlo para esta fecha.
Kyuhyun sonrió ampliamente, pero un molesto pensamiento frenó su alegría.
-Un segundo...¿Quién es Sunny?
-Una amiga de mi clase.
Kyuhyun frunció el ceño, aquello no le gustaba nada, o más bien las amistades femeninas no le gustaban nada ¿Y si a Sungmin le daba por intentar volverse hetero otra vez? Aquello era uno de sus más grandes miedos.
-Y... no hay intenciones ocultas o algo anormal en esa amistad ¿Verdad?
Era una pregunta demasiado directa, pero Sungmin era inevitablemente sincero cuando hablaba con Kyuhyun. De todas formas, este no pudo evitar abrir los ojos desmesuradamente, impresionado.
-¡C-claro que no!
-Mmmm...
-Ella...
Balbuceó sonrojado, haciendo que Kyuhyun le levantara el rostro con ambas manos y le mirara completamente serio. De verdad temía a las amistades femeninas...
-¿Ella qué, Hyung?
-Ella...sabe q-que tu eres...mi novio...
-¿He?
Aquello no se lo esperó, y le sorprendió a tal grado que soltó a Sungmin de inmediato ¿El...lo había admitido ante una amiga?
-A-además- Bajó su rostro, sonrojado y avergonzado- Al...ú-único que-que amo...desde hace 4 años...eres tú...n-no soy capaz...de fijarme en otra...persona.
Sungmin permaneció cabizbajo esperando una reacción o comentario de Kyuhyun, pero el tiempo transcurría y el no daba señales de vida, obligándole a levantar la mirada. Petrificado y levemente sonrojado, el castaño lo miraba sin parpadear.
-¿Q-que ocurre?
Sin contestarle, fue el esta vez quien se le tiró encima. Ciertamente, Sungmin no le había dicho algo así en todo su tiempo juntos como pareja ¡Y demonios! ¡Podía tener 10000 amigas mujeres! ¡Todas las que el quisiera!
-Eres tan lindo- Le susurraba mientras lo besaba- Vas a matarme...
-A-ahh- Balbuceó confundido- P-pero...dime ¿Te gustó mi regalo?
El castaño volvió a acomodarse en su puesto para observar detalladamente los obsequios. Mirándolo mejor, encontró incontables fallas, algunas hebras se habían salido, los detalles estaban deformes, habían nudos mal hechos dentro del sweater y uno de los guantes tenían un pequeño agujero en la punta del dedo índice. En resumen, era como la ropa que usaría un vagabundo, pero su Hyung había usado su amor y su poco tiempo libre en hacerlo. Eso lo hacía el regalo más hermoso que recibiría en su vida.
-S-sé que es femenino que yo lo haya hecho...pero no veía nada en las tiendas que me gustara, así que quise hacer algo yo mismo y de pronto, vi que Sunny en el receso tejía unos calcetines para su hermanito y le pedí ayuda...
Kyuhyun volvió a ponerse sobre su novio para besarlo.
-Es perfecto, Hyung- Le sonrió- Voy a usarlos desde el primer día de otoño hasta el último día de invierno.
-¿Pero que pasará cuando se pongan apestosos y necesites lavarlos?
-Me meteré en la lavadora con ellos.
Sungmin empezó a reír por la extraña idea mientras el otro le comía el mentón a besos.
-Ya quisiera ver eso jajaja
Juguetearon un poquito juntos, para luego ver los últimos detalles de la cena especial que Sungmin preparaba. Kyuhyun quiso ayudarle pero el rubio de inmediato lo alejó de la cocina. Con el talento culinario del menor, estaba seguro de que quemaría la cocina en un santiamén. Una media hora se pusieron a comer sentados en el sillón y poniendo la comida en la pequeña mesita de centro que tenían. Era la única que tenían y era algo incómodo, pero no les importaba, estaban juntos, tenían todo lo que desde el fondo del alma habían querido y eso era suficiente, además, el talento del rubio combinado con sus recientes aprendizajes culinarios hacía mucho mejor todo. Kyuhyun sentía un fiesta en su boca, la misma que se trasladó a sus pantalones cuando después de comer y ponerse a ver una repetida película en televisión, empezaron a besarse otra vez, pero con más necesidad que antes.
-Ahhh...
Sungmin suspiraba extasiado viendo como el otro perdía lentamente la cordura. En vista del buen sabor de boca que dejo la repartición de regalos y la cena, el rubio parecía más sumiso y tranquilo al recibir las caricias. Pocos minutos después, el castaño estiró lentamente al mayor mientras se ponía encima suyo para seguir besándole. Sus lenguas se enredaron deliciosamente con el paso de los segundos y la tensidad de Sungmin se sentía en sus puños apretando la ropa de Kyuhyun. El menor se sintió ansioso y esperanzado ¿Al fin podrían? ¡Era el momento para hacerlo! Estaban en su maldita casa después de una malditamente deliciosa cena celebrando su maldito primer aniversario estando malditamente enamorados estirados en el sillón en un momento malditamente romántico ¡Tenía que ser ahora!
El chico bajó sin prisa por el mentón y por el cuello, sintiendo los jadeos avergonzados de Sungmin, pero que no rechazaba los mimos de su novio. Infinitamente nervioso, dio lugar al siguiente paso. Kyuhyun sintió una ovación cerrada detrás suyo cuando empezó a desabotonar la camisa del menor y este no gritó o salió corriendo, solo cerró fuertemente los ojos, sonrojado a más no poder. Sin acelerarse por este pequeño paso que había dado, besó delicadamente el pecho del rubio, sintiendo como se tensaba ante el tacto. Rayos, era una piel tan lechosa y suave, se lo comería entero apenas le diera la oportunidad. Con mucha parsimonia, avanzó por los pezones de Sungmin, lamiendo y besando, marcándolo como suyo todo aquello que pasaba por su boca. El rubio por su lado se sentía infinitamente abrumado, pero las sensaciones provocadas por Kyuhyun le elevaban al cielo y no quería detenerle...¿Pero estaba bien? Mostrarle su cuerpo a un hombre, hacer el amor con el ¿Eso significaba que asumiría completamente su homosexualidad? ...Bueno, ya eran novios hace un año y todos sus cercanos lo sabían... pero... aún la desconfianza le causaba conflictos mentales ¿Y si Dios le castigaba con algún dolor horrible cuando Kyuhyun entrara? ¡Momento! Kyuhyun se desnudaría delante de el ¿Verdad?
Sungmin cada vez se hundía más en una maraña de pensamientos paranoicos y dementes, colapsando cuando vio a Kyuhyun empezar a quitarle los pantalones.
-¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!
Gritó haciendo que su novio casi se fuera de espaldas por el susto.
-¡No! ¡No! ¡No! ¡No! - Gritaba acurrucándose en posición fetal mientras se tapaba el rostro con las manos- ¡Lo siento! ¡No puedo!
Kyuhyun lo miraba sentado, preocupado y frustrado. Con un demonio...
-Amor, amor, amor, amor, cálmate- Le habló tratando de calmarlo quitando las manos de su cara- Si no quieres está bien, está bien...
-Ahh...
Sungmin cedió lentamente, mirándolo con temor.
-No importa, quédate tranquilo- Siguió convenciéndolo calmadamente- No pasará nada ¿Si?
-Es-está bien...
Kyuhyun le sonrió forzadamente, para darle un beso casto en la boca, el que el otro no se negó a recibir.
-Ahora discúlpame- Cortó bruscamente el beso y se fue al baño- Debo darme una ducha fría.
"O quizás meterme al refrigerador" Agregó en su mente.
-Ufff...
Sungmin suspiró hondamente.Detestaba recordar recién cuando todo pasaba, que se sentía mucho peor cuando veía la expresión asustada y frustrada de Kyuhyun que cuando el intentaba acariciarlo más íntimamente.
Continuará...
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