martes, 29 de octubre de 2013

Cuando no puedes aceptarlo [02/03]

Capítulo 2: De esta otra nos unimos.



-Woooooh que careto traes, Kyuhyun.   

    
Exclamó Eunhyuk acercándose al castaño, que estaba sentado en una de las escaleras de la universidad  con su pierna derecha tiritando, rostro de pocos amigos, ojos llenos de maldad fijos en el horizonte y un vaso plástico de café estrujado entre sus manos.   

-Cállate ¿Quieres?   

Le masculló, aún más jodido.   

-Vaya- Se metió Heechul, quien se sentó a su lado junto a los demás que se pusieron alrededor del castaño- Parece que a alguien no le tocó anoche.   

-Ja- Kyuhyun rió sarcástico- ¿Anoche? ¿¡Anoche!? ¡Nunca!     

 El apuesto chico casi escupió su café al oír a su aproblemado amigo.   

-¿¡Que coñ---!? Kyuhyun ¿Eres virgen?   

-Hasta la médula oblonga.    

-P-pero, llevas un año con Sungmin – Acotó aún impresionado- ¿Qué mierda han estado haciendo?¿Jugando a las cartas?   

-¡No soy yo el que no quiere! –Le gritó haciéndole retroceder- He estado intentando  un millón de veces de la forma más sutil y cariñosa que lo hagamos por primera vez y el se niega.   

-¿P-por qué?- Inquirió Donghae- Nosotros te decimos que estás feo, pero no hablamos en serio.   

-Porque antes de enamorarse de mí , era heterosexual y homofóbico.    

-Baaaah –Bufó Ryeowook algo indiferente- ¿Cómo eres tan tonto para meterte con un homofóbico?   

Kyuhyun giró tétricamente su cabeza hacia el más bajo y lo miró con ojos deseosos de matarlo de la forma más cruel posible.    

-Ya ya ya ya ya, no vuelvo a  hablar.   

Ryeowook arranco hacia la protectora espalda de Heechul, completamente asustado, haciendo que Kyuhyun volviera a mirar con odio el horizonte.    

-Entonces…- Heechul intentó seguir con la conversación-¿Era por eso que le costó tanto admitir que era tu novio?   

-Sí.  

-Wooooh, pero si eres muy paciente y atento con él, y llevan un año, el ya debería haberlo superado.   

-Pues no, y me está volviendo loco- Se tomó el rostro con enojo- Quisiera poder extirparme las malditas hormonas para dejarle tranquilo y vivir nuestro amor en paz, pero no se puede y siento que cada vez me provoca involuntariamente un poco más. Muero por hacerlo mío pero…pero el no quiere…   

- ¿Y si haces deporte? Eso aliviaría un poco tu estrés.   

-Ja ¿Y en que momento? Salgo ridículamente temprano y llego ridículamente tarde a casa…agh…-El chico volvió a tomarse el rostro- Eso me recuerda a que el si puede hacer ejercicio…y lo vieras… está más esbelto que antes y me provoca aún más…   

-Ahhh si lo he visto- Resopló Hyukjae mirando las esponjosas nubes en el cielo- Tiene un trasero muy firme y pareciera que cada vez se marca más en sus jeans cuando camina.   

   El chico siguió mirando el cielo pensando en lo que acababa de mencionar, hasta que una sombra siniestra bloqueó la luz solar que llegaba hacia él. Bajó la vista confundido, encontrándose con la alta y celosísima humanidad del novio de aquel chico mencionado.   

  -Vaya...-Acotó Heechul tomando un sorbo de café- Hyukjae va a morir.   

-Ugh...   

-Escucha- Kyuhyun llamó la atención de su víctima, mientras tomaba el cuello de su chaqueta- Puede que sea un problema y un demente que me está enloqueciendo a mi también, pero es mi novio, así será siempre. Por esto, más te vale que no me entere de que lo estás mirando de forma indebida otra vez o te convertiré en algo más miserable que la mierda ¿Oíste?   

-S-s-sí.   

El chico asintió horrorizado, anotando la orden en la parte de su cabeza donde iban las cosas que nunca podía olvidar. Seguro aquel rostro demoniaco le causaría varias pesadillas de ahora en adelante.   


El demonio en cuestión al ver que el otro entendió lo soltó bruscamente y volvió a su posición inicial.    

  -Ay, amigo mío- Suspiró finalmente Heechul, pasando un brazo por la espalda del castaño- Debes estar BIEN jodido para enojarte por algo así y provocar que Hyuk se meara del miedo.   

-Mmmm...   

Los días siguieron su curso y el malhumor de Kyuhyun también. Era claro que eso algún día pasaría, la frustración sexual y el estrés causado por las hormonas no liberadas de un puberto en su etapa culmine  le hacían enojar hasta por la cosa más pequeña. Pero a pesar de eso, el nunca mostró su malhumor frente a Sungmin, porque:    

1.- No sabía como enojarse con su novio. Era algo que entraba en su listado de cosas imposibles de hacer.   

2.- Estaba tan jodidamente enamorado que cuando el rubio aparecía frente a sus ojos el humor de perro se esfumaba, la cordura volvía y le perdonaba cualquier cosa.   

Y sus amigos, quienes tenían que soportar sus ataques de ira, pudieron notar perfectamente aquel cambio de humor cuando iban al departamento de la pareja a estudiar. Frente a Sungmin, Kyuhyun no era el que había reñido en la tarde con la cocinera porque el arroz estaba seco, era el Kyuhyun amable de siempre, el que perseguía con los ojos a su novio y le permitía dormir sobre su regazo mientras estudiaba.   

-Hey, Kyu- Le llamó Donghae en una de las cuantas sesiones de estudio- Sungminnie ya esta dormido.   

El muchacho de expresión infantil apuntó con su lápiz al chico que dormía plácidamente en los brazos del otro.   
   
-¿Hum?   

Kyuhyun dejó su libro de estadísticas a un lado y miró al mayor dormir profundamente.    

Pocas semanas después de que las reuniones de estudio comenzaran, Sungmin solía ir al sillón donde se ponía el castaño, sentarse en sus piernas y acurrucarse con una mantita para dormir, ya que se sentía solo estando sin él. Ciertamente, entre las clases y los trabajos de ambos, no podían verse muchas horas al día, y con estas sesiones de estudio, el tiempo juntos se reducía aún más.    

   

El castaño besó suavemente la frente del rubio y se levantó con el bultito en brazos para ir a acostarlo.    

   

Heechul quien había ido a la cocina a prepararse un café, se frenó delante de la habitación de Sungmin, donde se podía apreciar como Kyuhyun tapaba al mayor y luego de que este se despertara levemente, le diera un dulce beso en los labios. El pelinegro sonrió enternecido. Kyuhyun sin duda tenía un enorme amor y devoción por su novio, y por lo que había visto todos esos meses conociendo a Sungmin, era algo recíproco en misma cantidad, lo único que fallaba era ese deseo que ambos tenían y uno temía complacer, y según lo que su experiencia dictaba, solo hacía un par de consejos para hacer que las cosas fluyeran.   
   
-Oblígalo.   

De esa forma tan directa se lo dijo a Kyuhyun en el receso del día siguiente en la universidad.   

-¿Qué?   

-Que obligues a Sungmin a hacer el amor contigo.   
   
El castaño pestañeó varias veces al oír semejante cosa.   

-Eso se llamaría violación, no hacer el amor.    

-Naaah, claro que no. Es obvio que el hará un berrinche al principio, pero cuando vea que las cosas no son malas como él cree, cederá y el momento será dulce para ambos.   

-¿Ah si? ¿Y por qué estás tan seguro de eso?   

-Mira, te diré lo que he concluido de ustedes y tú me dirás si está bien o no.   

-¡Oh no! ¡Heechul "Detective del amor" otra vez no!   

-Cállate tú, baboso- El guapo pelinegro le tiró una patada a Ryeowook mientras este reía- Como sea, es sencillo entenderlo si analizas un poco a Sungmin. El de verdad cree que aún no puede aceptarse como un homosexual, pero involuntariamente si lo ha hecho. El te besa, te abraza, te responde a los "te amo" y todas esas cosas ¿Verdad?   

-Así es.   

-Además, el admitió que eran novios ante sus familias según me dijiste, como también lo hizo delante de sus y tus amigos, o sea nosotros y a saber quien más.   

-Ajá.   

-Bueno, el ha superado todas esas etapas importantes sin fijarse y llevan una cantidad prudente de tiempo teniendo una relación bastante sólida, por ello, está listo para que te lo cojas hasta el infinito y el más allá- Suspiró un poco- El problema, es que como dije, el no cree en sí mismo y piensa que aún no puede hacerlo. Sungmin es bastante inseguro ¿Verdad?   

-Lo es. De hecho en el instituto su casillero se llenaba de cartas de amor y el siempre creía que eran bromas. Me ha costado mucho hacer que crea en sus capacidades y en su belleza.   

-Menudo idiota...   

-…   

-Ya, ya, ya, no te enojes- Exclamó Heechul al ver la mirada molesta de Kyuhyun sobre él-  Como decía, el es inseguro, no cree que ha logrado todo eso y teme pasar al nivel más importante en la relación porque sigue pensando que todas esas estupideces que le jodían cuando era homofóbico aún le afectan. En fin, lo que tú debes hacer es demostrarle que si puede y que no hay nada malo en hacer el amor, el mundo no se acabará o alguna mierda así, por ello ve, amárrale sus 4 extremidades al catre y fóllatelo como si no hubiera mañana.   

   

El chico miró incrédulo a su amigo, confundido, sobre todo con lo último.   

   

-¿Es...Estás loco? -Preguntó después de un rato- O sea, he comprendido aquello que Sungmin-Hyung siente...pero... Llegar a casa y obligarle ¿No será algo muy extremo?   

-Kyuhyun- resopló- Si de verdad Sungmin tiene esa resistencia de acero ante sus impulsos hormonales, va a poder controlarse por siempre y nunca enfrentará el problema como tal. Ya pudo hacerlo un año, dirá que si pudo ese año, puede otro más. Cuando pase esos dos años, pensará en que si pudo esos dos años, podrá otros dos más, y así hasta que pasen 100 años y te exploten los genitales.   

Ryeowook casi escupió el jugo que bebía al oír aquello, mientras el castaño miraba perdidamente el suelo bajo sus pies, pensativo. Era cierto, el más que nadie conocía la enorme fuerza de voluntad que tenía su novio, y por ello, no iba a deshacerse de sus temores, nunca pasaría...si él no hacía algo al respecto.   

-¿De verdad...debo obligarlo?    

-Es lo que yo te recomiendo hacer.   

-¿Pero cómo hacerlo? No puedo llegar...y tirarme encima suyo...   

-Debes buscar el momento adecuado- Aconsejó- Pillarlo con las manos en la masa.   

-¿C-como eso?   

-Descúbrelo masturbándose o algo así.    

Tradujo Hyukjae, haciendo sonrojar a Kyuhyun ¿Su novio...haciendo esas cosas? De verdad nunca lo había imaginado.      

-P-pero...es imposible... si es que lo hace, debe ser bastante cuidadoso, además llego muy tarde, lo veo muy poco y el generalmente está estudiando o pasamos tiempo juntos dependiendo de la situación. De hecho, hasta dudaría que él lo haga.   

-Si está tan caliente como tú, que es lo más probable, de seguro lo hace. Debes armar un plan en el que puedas pillarlo en un momento que el crea estar completamente solo, ahí deberás encararlo y obligarlo.    

-Umm...   

¿Obligarlo? ¿De verdad? ¿No había otra salida? ¿De verdad Sungmin nunca querría dar el siguiente paso por su cuenta y debería ser de esa manera? Kyuhyun repasó aquellos pensamientos y la charla con Heechul durante días mientras veía a Sungmin hacer cualquier cosa en su departamento. El rubio sin duda estaba preso  de sus inseguridades, y aunque el hasta en su desesperación sabía que el sexo no es indispensable para vivir, sabía bien que de todas formas, no estaría bien dejar que el rubio siguiera atormentándose hasta el fin de sus días y que sintiera como la culpa crecía más y más en su mente. Porque él lo sabía, Sungmin sentía culpa al rechazarlo de esa manera.     

-Entonces... así tendrá que ser ¿No?    

¿Pero cómo? El no mintió cuando dijo dudar si Sungmin se auto- complacía o no, y crear una imagen mental de aquello solo lo tensaba más, por lo que los siguientes días se dedicó a vigilarlo un poco más de lo normal, aunque Sungmin estudiaba, iba a atletismo y trabajaba, solo lo veía un par de horas cuando llegaba a casa, así que mirarlo de más no servía de mucho, de hecho, hacía sospechar.    

-¿He? ¿Qué haces ahí? -Le preguntó Sungmin al ver a Kyuhyun en el umbral de la puerta del baño mientras el se lavaba la cara- ¿Quieres usar el baño?     

El chico solo se limitó a negar y volvió al comedor. Era imposible, tener leves esperanzas en ese plan fue una tontería, Sungmin se desestresaba haciendo deporte y cuando Kyuhyun volvía a casa el rubio solo estaba estudiando. Nunca lo encontraría en una situación parecida...o al menos eso creyó el. Es curioso como a veces el destino te da las cosas que deseas cuando  dejas de insistir, y eso mismo pasó con Kyuhyun.    

Las semanas avanzaron , el malhumor del castaño no se iba, Sungmin no era pillado en cosas indecentes y todo era tan normal como siempre, hasta que algo se salió de la rutina.    

-¿Qué? ¿El profesor está enfermo?    


Preguntó un sorprendido Sungmin. Había esperado alrededor de una hora  para su próxima clase aquel día y solo había sido un desperdicio.   

-Así es.   

-Diooooooooos, el debería avisar por correo- Se quejó- Tanto tiempo desperdiciado.   

-Yah, varios hemos estado aquí esperando, pero que se le va a hacer- Suspiró uno de sus compañeros- Solo queda irnos y disfrutar el tiempo.  Qué bien que hoy sea Viernes.   

Sungmin repasó las palabras de aquel muchacho en su cabeza ¡Era cierto! La clase de ese profesor duraba 3 horas dividida por un receso, y como era hasta muy tarde ese día no trabajaba ¡Tendría la tarde libre! Pero Kyuhyun no, eso significaba que estaría solo por un  buen rato y que podría hacer esas cosas que su cuerpo tanto pedía. Le parecía bastante patético alegrarse por tener una tarde libre para usarla solo en auto-satisfacerse, pero en vista de que no tenía dinero de sobra para salir, algún plan especial  y el deporte no bajaba mucho sus necesidades físicas, no dudó en correr a casa para meterse mano.   

Una media hora después, en otro lado de la ciudad, Kyuhyun también recibía una noticia inesperada.   

-¿¡Que se confundieron y no tengo turno para trabajar hoy!? Maldita sea, y yo viajando como un idiota hasta acá.   

-Lo siento Kyu- Se disculpó una de las encargadas- Pero no es mi culpa que Henry sea un lerdo y no sepa organizar los horarios de los trabajadores.   

-¡Amber! ¡Es mi primera vez haciéndolo, se más considerada!    

-Como sea, como sea- La chica sacó un chocolate de uno de los compartimientos de la caja registradora- Toma esto y ve a casa a descansar, tienes un humor de perro estos días ¿Sabes? Te hará bien largarte temprano.   

-Sí, sí...   

El chico tomó bruscamente el chocolate y se lo comió de mala gana mientras caminaba hacia la entrada principal del supermercado. 

De vuelta con Sungmin, el chico recién llegaba a su departamento. Ver el lugar vacío y sin ruido le hizo sentir emocionado, hace mucho no era acompañado por la discreta soledad, y aunque amaba estar con su novio, también extrañaba su completa privacidad...para poder hacer cosas como las que pensaba hacer en ese momento.  Sin más que pensar se fue a dar una ducha relajante, para luego comer un poquito y finalmente ir a acostarse. Se quedó parado unos segundos entre la puerta de su habitación y la de Kyuhyun. Bueno, habiendo saciado sus necesidades no tendría "problemas" al dormir con Kyuhyun, así que con una sonrisa se metió a la habitación ajena. El olor de Kyuhyun impregnando el lugar hizo que inevitablemente su piel se erizara, siempre lo hacía. Se metió en la cama y aspiró el olor de la almohada por un rato, con los ojos cerrados y una pequeña sonrisa. Quería imaginar que Kyuhyun estaba ahí, sentirlo de alguna forma, ya que sabía que desde hace mucho era el único que lograba encenderlo, y el olor que dejaba impregnado en las sábanas era lo único de el que su mente podía permitir que estuviera presente. Unos segundos después se puso panza arriba y se abrió de piernas para empezar a tocarse ¿Cómo se lo haría Kyuhyun si pudieran? De  seguro él lo penetraría, por lo que empezó a estimular su pequeña entrada, sacándose algunos suspiros ¿Sería realmente bueno hacerlo?¿Podría algún día? Sacudió su cabeza y decidió dejar de pensar en ello, solo quería complacer a su cuerpo, no su imaginación, por lo que rápidamente cambió la atención a su extensión que ya empezaba a endurecerse.    

   

-A-ah...   

   

Unos suaves jadeos salieron de su boca después de un rato. Ya había pasado mucho tiempo desde la última vez que se había tocado, de verdad lo necesitaba y por fin complacer ese deseo se sentía realmente bien, aunque teniendo sus ojos cerrados le fue imposible alejar a Kyuhyun de su mente. Pensar en sus besos, sus caricias y sus palabras eran un buen acompañamiento para ese momento, y ya que estaba solo, se rindió ante los buenos recuerdos que le dejaba  su novio y se atrevió a gemir su nombre.   

   

-Kyu-Kyuhyun...ahh...   

   

Y siguió así varios minutos hasta sentir un cosquilleo en su estómago, uno que anunciaba que su orgasmo ya estaba cerca, y como manchar la cama con su esencia sería algo imposible de ocultar o explicar, se arrimó incómodamente hasta el velador que estaba a un lado de la cama de Kyuhyun, abrió los ojos y tomó un rollo de papel higiénico que estaba ahí.   

   

Pero nunca esperó aquello.   

   

-A-ah..   

   

Al pasear involuntariamente la mirada por la habitación vio como en el umbral de la puerta Kyuhyun lo miraba sonrojado y con los ojos y boca muy abiertos. Cuando su cerebro proceso la situación, el de inmediato puso una expresión similar a la de su novio, solo que más horrorizada, mucho más horrorizada ¿Kyuhyun...lo había visto...masturbándose?    

    

Petrificados y sin habla, tanto el bolso de Kyuhyun como el papel higiénico en la mano de Sungmin cayeron en el suelo ¿El rubio estaba excitado y a punto de tener un orgasmo? Pues ya no, su libido descendió miles de kilómetros ante tal situación trágica y casi cómica. 

   

-K-K-K-Kyu...   

   

Después de varios segundos, Sungmin se animó a decir su nombre, pero en realidad no sabía que más agregar ¡Kyuhyun lo había visto! ¿¡Que mierda haría ahora!?    

   

   

Los tortuosos segundos siguieron pasando en silencio, ninguno de los dos se movía, o tal vez Sungmin si lo hizo para quitar su mano de su entrepierna, pero después de eso nada.   

   

Hasta que Kyuhyun entendió que debía hacer.   

   

Pateó su bolso fuera, cerró la puerta con llave la cual guardó en su abrigo, el mismo que se quitó y tiró en algún rincón.   

   

-¿Qué pasa? -Preguntó Sungmin temblando por la situación y por el extraño comportamiento del menor- ¿Q-que harás?   

-Haremos, Hyung- Se detuvo para voltear hacia el mientras se quitaba el chaleco-Haremos el amor, aquí y ahora.   

-¿¡AH!?   

   

El rostro impactado que Sungmin puso no logró afectar ni un poco el semblante serio de Kyuhyun, pero no significaba que se iba a quedar ahí sin protestar ¿QUÉ DIABLOS ESTABA PASANDO?   

   

- ¿Q-Q-Q-Q-Que cosas dices?-Preguntó con una sonrisa nerviosa- No hagas esas bromas, Kyu. Sabes que aún no estoy li-listo...   

-Claro que si lo estás.   

-¿He?   

  El chico se confundió aún más, cada vez entendía menos y se hundía en la desesperación. La  mirada de Kyuhyun ¿Qué pasaba con el? ¿Estaba hablando en serio? De a poco fue entendiendo que si al ver como el castaño lanzaba sus zapatos al suelo mientras apagaba la luz.    

     

-¿P-por qué apagas la luz?   

-Ya te lo dije, vamos a hacer el amor.    

-¡Deja ya esa broma, Kyu! Me estás asustando.    

-¿Broma?- Rió sardónicamente mientras se  subía a la cama- Hyung, me conoces desde hace mucho tiempo ¿En serio crees que estoy bromeando?   

   

Sungmin sabía que no, pero deseaba creer que si lo estaba haciendo.   

   

 -P-pero Kyu- Puso su tono de voz suplicante, sabía que Kyuhyun siempre cedía ante algo que el quisiera cuando la ponía- Y-yo en serio no...   

-No intentes hacerme caer con eso de nuevo- Interrumpió avanzando a gatas hacia su novio- Ya no te funcionará, no cuando te he visto masturbándote.   

-Ahhhhh, aléjate, no te acerques- El rubio reclamó desesperado mientras se arrimaba hacia la cabecera, alejándose inútilmente del chico que cada vez se acercaba más- ¡N-no estaba masturbándome!    

   

Kyuhyun sonrió de lado ante la desesperada mentira.   

   

-No seas descarado, estaba frente a ti viendo cómo te tocabas de lo lindo-  Le sonrió para luego susurrarle en la oreja-  Sobre mi cama...gimiendo mi nombre...   

-A-ah...   

   

 Sungmin balbuceó completamente sonrojado. Mierda, mierda, mierda, mierda...   

   

-Se que quieres esto tanto como yo, mi amor- Agregó besándole suavemente el cuello, haciendo que el otro saltara asustado- Pero aún te asusta, así que yo debo enseñarte en que no hay nada de malo en que dos personas que se aman lo hagan, sin importar si son hombres...   

-N-n-no...   

-Y aunque quieras enfrentarlo o no- Advirtió paseando los labios por las mejillas del rubio hasta llegar a su temblorosa boca-...  no te dejaré librarte de mi esta noche.    

   

 Sin esperar un segundo más, abrazó al mayor por la cadera para que no se escapara y en la oscuridad, tomó sus labios. Al principio el contacto fue torpe porque Sungmin no sabía cómo reaccionar ante la situación. Kyuhyun había dicho que se lo follaría si o si esa noche ¿Qué podía hacer ante eso? Sentía que nada ya que el castaño lo tenía bien afirmado, y no viendo más opción dentro de su problema, cedió ante el ritmo que impuso el más alto, esperando a ver qué pasaba y como se saldría de ese problema. ¡Porque tenía que salirse! ¡Si o si!  

   

-Ahhh...no...   

   

Pero no hallaba una solución, la situación estaba bastante complicada si intentaba escabullirse. Sentir como Kyuhyun le comía el cuello mientras se desabotonaba la camisa le asustaba y excitaba en partes iguales, pero fue peor cuando le quitó la parte de arriba de su pijama y empezó a lamer sus pesones.    

   

-Mmmm… noooo…- Se quejaba, ya estirado totalmente en la cama por Kyuhyun, quien lo tenía totalmente preso bajo suyo mientras degustaba del sabor de su blanca piel- N-no hagas eso... no...   

   

Pero Kyuhyun se negaba a escucharlo, porque a parte de estar jodidamente caliente, entre esas quejas que emitía su novio, habían jadeos de por medio, jadeos que demostraban que no lo estaba pasando mal.   

   

-No, no...mmm...   

   

 Sungmin fue abruptamente callado por los labios del castaño que volvieron a buscarlos suyos, y el más bajo pensó que solo lo besaría, hasta que sintió como empezaba lentamente a bajarle sus pantalones de pijama. Una vergüenza inimaginable recorrió cada centímetro de su cuerpo, haciendo que se removiera bruscamente bajo el cuerpo de Kyuhyun.   

   

-NOOO-----   

   

Gritó siendo callado nuevamente por los labios de Kyuhyun, quien con gran dificultad siguió quitándole la ropa mientras el rubio agitaba las piernas. Después de un rato ya lo tenía en ropa interior, entendiendo que si costó quitarle los pantalones sería mucho peor arrancarle los boxers.   

   

-No sigas...   

   

Aún ignorándolo, lo dio media vuelta, poniéndolo boca abajo y sentándose encima de sus piernas. El mayor luchaba por levantarse con los brazos, pero Kyuhyun los bajó y puso sus manos sobre las del rubio para enredar los dedos e impedir que se levantara o en una medida más desesperada, le hiciera alguna llave o lo golpeara.   

  -Ah-ah...   

Suspiraba el  mayor, aún más inmovilizado que antes, no sabiendo que le haría Kyuhyun. Se removió al sentir  que el castaño besaba sus hombros y un rato después hacia un camino con su lengua hasta  la espalda baja. Kyuhyun maldijo excitado en su interior,  ahí estaba esa cintura tan delgada y ese trasero pronunciado, firme y exquisito. Aún bajo los bóxer el deleite visual que entregaba era innegable, tan erótico como lo había imaginado al ver a Sungmin caminar.   

Suavemente, empezó a acariciar ese lindo trasero, paseando algunos de los dedos por la línea divisoria de las nalgas mientras el otro suspiraba abrumado.   

  

-No…-Volvió a repetir el rubio cuando sintió besos en su espalda baja- Deja eso…  

-Por supuesto que no…  

  

Le contestó en un susurro, bajándole los bóxer de un tirón para que el otro no tuviera tiempo de reaccionar y empezar a resistirse.  

-¡NOOOOO! ¡Mis b-boxers! ¡No!  

 Trató de levantarse pero al notarse totalmente desnudo volvió a estirarse, volteando  solo su cabeza y estirando uno de sus brazos para alcanzar alcanzar su ropa interior en las manos de su perverso novio.  

-¿Los quieres, amor?- Le preguntó traviesamente, acercándoselos y alejándolos cuando estaba a punto de tomarlos- Pues tendrás que esperar.  

Sungmin vio muerta todas sus esperanzas al presenciar como el castaño lanzaba lejos sus preciados bóxers. Esperó unos segundos impactado antes de hundir su rostro en la almohada.  

-¡Mierda!   

Masculló, haciendo sonreír a su novio quien lo ladeo de la parte de arriba para estirarse un poco y besarle de frente.  

-Groserías, interesante… Hace mucho no te oía decirlas…  

-E-Es que eres un maldito pervertido- Le respondió a aquel que besaba su mentón y parte de su labio inferior- Ya-ah, devuélveme mi ropa… esto me asusta…   

-No puedo…- Dijo bajándose los pantalones con las piernas y la ayuda de una de sus manos- Muero por follarte…  

-No digas eso…  

-Es la verdad…  

Agregó volviendo a tomar sus labios, logrando quitarse los pantalones en el proceso.  Soltó la boca de su novio  y volvió a ponerlo boca abajo.  

-Ugh…  

Sungmin se alarmó  aún más al sentir como Kyuhyun se había acomodado mejor sobre el y le frotaba su miembro descaradamente sobre su desnudo trasero.  

-No…mmm…no ha-hagas eso…  

 Reclamó suspirando.  

-Entonces haré algo mejor…  

Habló en su oído con la voz cargada de deseo.  

¿Q-que cos---? ¡AHHH!  

 Gimió fuerte al sentir su respuesta contestada.  El castaño había separado sus piernas considerablemente, dejando a la vista su rosadita entrada, la misma que empezó a lamer y succionar sin un rastro de vergüenza.   

 -¡N-no! ¡Ah! ¡K-Kyuhyun! ¡Ah! ¿Q-que…ah… estás..ha-haciendo? ¡Ahh!-Gritó avergonzado, intentando volver a juntar sus piernas inútilmente- ¡Deja…!¡Deja…!¡Tu ya sabes! ¡Ah!   

-No, no sé- Canturreó  hundiendo aún más su lengua en aquel agujero- Dímelo tu.  

-N-No …puedo…  

-Entonces voy a seguir…  

El menor siguió saboreando aquel oculto lugar. Nunca había imaginado que todas aquellas prácticas sexuales sobre las cuales había leído podría utilizarlas en su novio y Dios, se sentía realmente bien. El rostro sonrojado del más bajo y su cuerpo perfecto eran una mezcla de ternura y sensualidad que tenía a sus hormonas a mil por hora, dándole más deseos de comérselo y hacerle jadear, porque de a poco los gemidos eran los únicos que se oían y las sacudidas cesaban.  


-N-nooo…- Suspiraba el rubio con los ojos cerrados, no pudiendo admitir que las sensaciones que su novio causaba le llevaban al cielo-Dé-déjame…  


Paulatinamente, el chico parecía rendirse y su voz resonaba por toda la habitación, y Kyuhyun quien notó de inmediato su rendición, lo volteó dejándole boca arriba nuevamente para enfocarse en otras zonas.  

-¡Ahhhhhh!   

Otro gemido potente salió de la boca del más bajo, quien cerró fuertemente los ojos. Kyuhyun había pasado de su entrada a sus testículos, por los cual subió haciendo un camino con su lengua hasta llegar a la punta de su miembro.  Su respiración empezó rápidamente a escasear, más aún al sentir como el menor se metió entera su extensión en la boca.   

-Ahhh…Dios…  

 Jadeó por las placenteras sensaciones. De a poco ver como Kyuhyun subía y bajaba la cabeza al meterse su pene hasta la garganta no le parecía tan malo, aunque ciertamente hablamos de su insegura mente, su cuerpo ya estaba encendido otra vez desde hace rato. 


El castaño siguió succionando con gula el miembro de su novio por varios segundos, para después de un rato quitárselo y saborear en su boca el liquido pre-seminal de Sungmin. Dios, incluso algo tan sucio como eso le parecía delicioso, y no había que preguntar porque, a el le encantaba su novio de pies a cabeza, y quien dijera lo contrario merecía ser tachado de loco. No había ninguna parte de Sungmin que no deseara hambrientamente.  

El rubio por su lado lo miraba con las manos tapando buena parte de su rostro, siendo consumido por la vergüenza. Estaba desnudo, erecto por las caricias, besos y un poco de placentero sexo oral, y además sus ojos se perdían en la prominente erección bajo los bóxers de Kyuhyun ¿De verdad el deseaba tanto aquello? ¿En serio a Kyuhyun le importaba tan poco ser homosexual, la higiene de su boca, lo molesto que Sungmin creía que le resultaba y todo, para hacerle algo tan sucio solo con el único fin de causarle placer?    

 Sus pensamientos fueron interrumpidos debido a que volvió a sentir la lengua de su novio cerca de su entrada, pero esta vez sus dedos palpaban ¿Qué iba a hacer?  

-¡A-ah!  

 Gimió fuerte al sentir como uno de los dedos entraba por su agujero. No era muy placentero que digamos, de hecho…  

-Ahh…  

-Se que no se siente muy cómodo, Hyung- Le habló el menor al ver su ceño fruncido- Pero leí un muchos lados que tenía que prepararte antes de entrar, o dolerá mucho…  

-¿Me dolerá? ¡Ack! – Volvió a gemir al sentir el segundo dedo entrar- N-No Kyu…me da miedo…ah…  

-Tranquilo- Le dijo mientras ensanchaba la entrada del mayor- Seré muy cuidadoso…  

-Es que…ah…  

 Y el último dedo entró, ensanchando aún más el agujero en conjunto de los otros dos, fingiendo penetraciones y haciendo movimientos de tijera, jadeos de incomodidad y el placer mezclados por parte del rubio.   

-Calma…solo será un rato- Habló con la voz cada vez más afligida-  Luego todo estará bien…solo seremos tu y yo… volviéndonos uno… 

Kyuhyun tomó una de las manos de su novio y la estrechó, lo que hizo a Sungmin levantar su mirada. El castaño se veía algo nervioso, entendió que a pesar de todo lo excitado que estaba, parecía temer hacerle daño cada vez que hundía los dedos y ensanchaba su entrada. Diablos, si incluso había leído para saber cómo hacer bien todas esas cosas. 

El castaño quitó los dedos después de unos segundos, haciendo que Sungmin volviera a correr la vista. Por unos instantes sintió como su novio se removía para retirar su camisa y sus bóxers y quedar los dos en mismas condiciones, para luego abrir más las piernas de Sungmin y acomodarse entre medio. El mayor se tensó aún más al sentir la erección de su novio rosar su entrada. 

-Ok…entraré… 

Susurró Kyuhyun, acariciando dulcemente la mejilla de su asustado novio. Sungmin se aterró aún más al oírlo, pero al sentir como sus labios se volvían a juntar se relajó un poco. Kyuhyun le había masturbado con la boca, algo poco higiénico y bastante pervertido para su maniático y pudoroso ser, pero aún así no le daba asco recibir sus besos, y sentir su cuerpo desnudo encima no le causaba real rechazo. Los labios de Kyuhyun seguían siendo sus labios, y Kyuhyun seguía siendo Kyuhyun, el novio del cual tan enamorado estaba ¿Debería armarse de valor y enfrentar ese momento? ¿Debía dejarse llevar y permitir lo que tanto el castaño y el querían? 

-A-ah…Kyu…-Suspiró mientras el otro le mordisqueaba los labios- Yo… 

Deseaba hablar, pero de repente su rostro se petrificó en una mueca de impresión y dolor. Kyuhyun había empezado a empalarlo lentamente. 

-Aaa-ahh… 

Gimió apretando los hombros del chico encima suyo. Dolía ¡Por Dios, como dolía! 

El castaño en cambio suspiraba con los ojos cerrados y la boca abierta. Mierda, ese interior haciendo presión sobre su miembro le traía al cuerpo sensaciones sublimes y nunca antes experimentadas. Se sentía en el cielo... 

Hasta que lo escuchó. 

-Agh… 

Una queja aguda y corta que mostraba todo el dolor de Sungmin le hizo abrir los ojos. Ante el, su novio apretaba los dientes y de sus ojos también cerrados salían un par de lágrimas. 

Que se lo llevaran todos los demonios. 

-¡Dios! 

Gritó debido a su instantánea desesperación. No había nada que le doliera más en la vida que ver a Sungmin llorar, y ser él quien causó su llanto…no, aquello no se lo perdonaría nunca. Había pensado que si llegaba hasta cierto punto desvistiendo y mimando a Sungmin, su miedo se esfumaría, le empezaría a gustar y la pasaría tan bien como él, pero no tenía idea de que la primera penetración era tan dolorosa como para hacerlo llorar y eso era algo que no aceptaba bajo ninguna circunstancia. 

-M-mi amor, lo-lo siento…- Tartamudeo preso del miedo y el pánico, mientras llevaba torpemente sus manos a su entrepierna para salirse de la entrada de Sungmin- N-No pensé…que que que te dolería de esa f-forma…te prometo que n-nunca vol---- 

Algo extraño ocurrió que interrumpió su desesperada disculpa. Cuando estaba a punto de salirse, el mayor le detuvo. Kyuhyun alzó la vista y vio como su novio se secaba decididamente las pocas lágrimas que había salido de sus ojos y miraba hacia algún punto vacío. 

-Hyung…- Le habló tratando de salirse por segunda vez- Estoy tratando de… 

Pero una vez más fue detenido. Sungmin seguía con su vista desviada, sonrojado y sin decir nada, pero Kyuhyun pareció entenderlo. 

-H-Hyung…-Volvió a llamarle, dudoso- ¿Quieres que… lo haga? 

Sungmin apretó los ojos y la vergüenza en aumento le hizo sonrojar aún más. No se atrevía a decirlo, pero una vez más su novio logró comprenderlo. 

-¿Estás…seguro? 

Le preguntó angustiado tomando su rostro para que le mirara de frente. El rubio movió sutilmente su cabeza en señal de aprobación. 

- No quiero que lo hagas solo por complacerme- El castaño volvió a insistir con la vista temblorosa-…y no quiero que te duela… odio verte sufrir… 

El rubio finalmente unió su brillante mirada con la afligida de Kyuhyun, quien rosaba cariñosamente su nariz con la suya. Se le notaba asustado y muy arrepentido. 

-Tú..ha-has provoca-ado…los miedos…más…grandes…de mi vida…-Le respondió lentamente con una tímida y algo asustada sonrisa, acariciando los hombros de su novio- P-pero también…has sido…el único q-que ha logrado ahuyentarlos. Estoy seguro…de que puedes eliminar mis miedos sobre esto…y hacer que algún día...pueda enfrentar todos los aspectos de nuestra relación... 

Kyuhyun abrió desmesuradamente los ojos, con la sensación de querer llorar tal como cuando Sungmin había comenzado a aceptarlo ante sus amigos. 

-Hyung… 

Suspiró sobre sus labios, tomándolos sin demora. Y tenía el creciente deseo de solo hacer eso: Besarlo. El mayor tomó tiernamente el rostro del castaño, quien se sujetaba sobre sus codos para devorar la boca ajena de forma más cómoda. Sungmin fue destensando su cuerpo y recuperando su libido a medida de que el beso aumentaba su dulzura y profundidad. Descubría de a poco que era mágico, erótico y hermoso sentir como sus cuerpos se acoplaban perfectamente. 

Sus labios rosándose hambrientamente, sus lenguas jugando, sus pechos pegados, sus vientres aprisionando el miembro de Sungmin, el de Kyuhyun incrustado tan deliciosamente en su interior y el calor de sus cuerpos viciando el aire, todo parecía tener un significado ahora. De un segundo a otro, ambos entendían que no había nada más correcto que hacer el amor juntos, y no por la calentura, sino por la unión tan íntima y alucinante que estaban experimentando. Ambos eran el amor de la vida del otro, ambos se amaban con devoción, ambos sabían que nunca podrían mirar de la misma forma a otra persona, ambos encontraban el alivio, la felicidad, el placer, la lujuria y el significado de la vida en el otro, por ello no había nada más acertado que estar juntos de todas las formas posibles hasta el fin de los tiempos, sin importar las inseguridades, las barreras, el miedo, el mundo o alguna otra cosa…y ambos lo captaron perfectamente. 

-A-ah… 

Cuidadosamente, el más alto comenzó a moverse, haciendo que Sungmin con los ojos cerrados y la boca media abierta suspirara hundido en las sensaciones, y viendo ese gesto de aprobación, el castaño siguió entrando y saliendo, cada vez un poco más rápido. 

-Oh…Hyung… 

Sungmin enredaba los brazos en la espalda del más alto mientras este suspiraba sobre su boca buscando a cada rato el contacto de sus labios. Quería ahogarse en el sabor del otro, aunque… 

-A-ah…Kyu… 

Era imposible no jadear. Los movimientos de Kyuhyun, cada vez más certeros y veloces, estaban causando estragos en el interior de Sungmin, porque ya no le dolía nada, solo había placer. Las embestidas del castaño le parecían el andar de una serpiente, curvando la espalda, la cadera y el trasero cada vez que volvía a entrar, haciéndole desfallecer. Dios, Kyuhyun estaba tan adentro… 

-E-eres delicioso…- Le susurró el castaño en el oído, sintiendo como el mayor enredaba sus piernas alrededor de sus caderas buscando más profundidad y rapidez- Podría…estar a-amándote de …esta forma… por e-el resto de…mi vida… 

El otro sin embrago no respondió y se limitó a seguir jadeando, pero las palabras llenas de placer que le entregaba su novio le erizaban aún más la piel, misma piel marcada por el sudor, los besos de Kyuhyun y la pasión incontenible de ambos. 

Las embestidas siguieron su curso hasta llegar a un punto en que el salvajismo se hizo notar. Kyuhyun no podía estar más excitado, no cuando llegó a la próstata de su novio y le hizo soltar un alarido de lujuria que sonó en las cuatro paredes de la habitación. 

-Ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah… 

No pasó mucho para que Sungmin se viera sumido en una desesperación de lo más placentera, haciéndole articular gemidos cortos y potentes, aunque la vergüenza que le daba jadear de esa forma tan sucia pronto le llevó a intentar tapar su boca, no durándole mucho ya que Kyuhyun, quien se había incorporado para tomar mejor sus piernas y penetrarle más duro, dejó su tarea a medias por un rato para quitarle las manos de los labios. 

-No, Hyung…tu vo-oz es preciosa…-Le reclamó con la voz entrecortada- Quiero oírte… 

-U-ugh… 

El mayor se quejó solo logrando suspirar, quitando indeciso sus manos para complacer a su novio, aferrándose con rudeza a las sábanas mientras su cuerpo se agitaba al ritmo de las embestidas. 

Su encuentro siguió salvaje y apasionado. Kyuhyun al poco tiempo volvió a ponerse sobre su Hyung, no quería encontrar su paraíso personal mirando al techo hundido en el placer. Hacer el amor era de dos y por eso, mezcló su mirada y su aliento con la de su novio una vez más. Quería sentirlo totalmente en ese momento tan íntimo, amarlo con sus ojos, su boca, su cuerpo y toda su alma. 

-A-ah…Kyu… yo… 

Articuló Sungmin a duras penas cuando el momento culmine ya se acercaba. Kyuhyun empezó a besarlo una vez más, buscando con una de sus manos el miembro del mayor bajo suyo para masturbarlo. 

-Dios… 

Gimió el rubio al sentir los toques a la par que lo embestían duramente. Estaba empapado en sudor, en sudor y en la impresión que la experiencia le había causado. 

-Hyung… 

Le habló el menor apurando aún más sus movimientos. 

-¿Sí? 

-Te amo…siempre l-lo voy a hacer…lo s-sabes…¿Verdad? 

Sungmin le sonrió tiernamente. 

-Lo sé…-Respondió acercando el rostro de su novio para besarlo- Yo también…te amo… 

Aún con la falta de aire y toda la agitación, sus bocas se acariciaron por un buen rato, hasta que un par de embestidas hicieron que gritaran de placer, culminando todos sus deseos en un ardiente y delicioso orgasmo.  


Después de recuperar la respiración y que Kyuhyun se saliera del interior de su novio, el castaño prendió la lámpara de su velador y se tendió al lado de su novio. Durante una buena cantidad de minutos, lo único que hicieron fue observarse, mirarse con los ojos cargados de amor. Kyuhyun acariciaba suavemente una de las mejillas de su hermoso amante, embobado por su belleza, por la experiencia vivida y por todo lo enamorado que estaba, mientras este le miraba con sus brillantes ojos y con la boca ligeramente abierta, solo notándose sus grandes y blancas paletas. Y así permanecieron, hasta que una pregunta que incomodaba a Kyuhyun interrumpió ese cómodo silencio. 

-Bueno…Ya no somos vírgenes… y creo que ya nos volvimos homosexuales en todos los sentidos ¿Cómo te sientes? 

Sungmin hizo un pequeño puchero y miró el techo pensativo. 

-La verdad…no siento nada malo…-Sonrió y puso su mano sobre la que Kyuhyun tenía en su mejilla- Yo creía que no podía…y me negaba a enfrentarlo…me alegro que me hayas ayudado una vez más a dejar mis inseguridades… 

El menor se acercó un poco más a él y le sonrió. 

-Pronto nada va molestarte… yo estaré a tu lado para asegurarme…aunque…-Titubeó- Aún me siento mal por haberte obligado al principio. 

La imagen de Sungmin llorando aún le removía el estómago, pero el rubio intentó alejar esos pensamientos de su mente siendo él quien acariciara su rostro. 

-No debes culparte. Si no hubieras hecho eso… quizás nunca hubiera enfrentado mi temor…. 

-Pero siempre hay más opciones-Agregó el chico angustiado- Quizás si hubiera--- 

-Te digo que no importa- Lo calló con los dedos, riendo- Además…aunque dolió un poquito al principio...des-después realmente…lo disfruté… 

Admitió sonrojado, escondiendo su rostro entre las frazadas. Nunca creyó que diría algo así, y tras unirse tan íntimamente con su novio, no parecía tan difícil ¿De que cosas sería capaz ahora? ¿Podría hacer totalmente feliz a Kyuhyun? 

Sus pensamientos fueron efusivamente interrumpidos al sentir a su novio meterse bajo las sábanas y buscar su cuerpo. 

-A-ah… 

El rubio jadeó al sentir un besito sobre su pecho y después al sentir a Kyuhyun ponerse encima suyo al salir desde abajo de las mantas. 

-Me alegra que lo hayas disfrutado… 

Le susurró, empezando a besarlo suavemente, acción que Sungmin no se negó a seguir ni por un momento. Que el mundo se jodiera, era el momento más feliz de sus vidas y sus bocas uniéndose de forma tan apasionada lo mejoraba aún más. 

-Mmph… 

Sungmin reprimió un bufido al sentir como la entrepierna de su novio y la propia volvían a despertar al hacer contacto. Abrió levemente sus ojos, encontrándose con la deseosa mirada de Kyuhyun sobre su rostro y una sonrisa de medio lado que sugería algo que le hizo sonrojar. 

-¿O-O-Otra…vez…? 

Preguntó abrumado. 

-Solo si tu también quieres… 

Sungmin miró indeciso hacia un lado. 

-P-Pero…¿Dolerá…como antes? 

-No, duele de esa forma solo la primera vez. El dolor en las próximas será muy muy muy poquito- Respondió besando una de sus mejillas- Además… lo hemos hecho hace 20 minutos, aún debes estar dilatado. No te dolerá. 

-A-ah…- El chico se sonrojó al escuchar hablar a su novio tan desvergonzadamente de su entrada- ¿Entonces…estás seguro de que no me dolerá? ¿Y que más adelante me dolerá muy muy muy poquito? ¿Me lo prometes? 

-Te lo prometo- Tomó una de sus manitos y se la besó- …y de todas formas, siempre puedo tocarte, besarte y darte atenciones “donde quieras” para que no sientas el dolor… 

La imagen de Kyuhyun masturbándole con la boca volvió a la mente de Sungmin haciéndole sonrojar como un tomate. 

-N-No es necesario…puedo resistir... 

-Ahhh, pero si a mí me ha gustado hacerlo- Agregó besándole el cuello y volviendo a frotar sus hombrías – Lo haría a cada minuto… 

-N-no seas… sucio… Kyu… 

Le reclamó aún más sonrojado, a lo que el menor rió y volvió a besarlo. Sin encontrarle más remedio a ese chico de hormonas alborotadas, Sungmin lo abrazó dulcemente y siguió su ritmo, mientras el castaño volvía a apagar la lámpara para así poder devorarse a su novio una vez más esa noche. 




El día siguiente llegó y Kyuhyun recién al medio día se despertaba. No recordaba cuando fue la última vez que se levantó tan tarde desde que entró a la universidad, y en los primeros segundos despierto tampoco recordaba que lo había llevado a hacerlo, hasta que las sensaciones extrañas en su cuerpo le hicieron desperezarse. Se sentía muy satisfecho, algo agotado, su entrepierna estaba en calma, su cuerpo y cabello estaban pasosos por el sudor, su vientre tenía una clase de sustancia seca encima y su alma se sentía serena, y recién al ver toda la ropa de Sungmin y la propia esparcida por toda la habitación lo recordó: Había hecho el amor con su novio por primera vez. Se removió eufórico en la cama y segundos después se levantó, se puso rápidamente sus pantalones y tomó una toalla limpia de su closet. Terminado eso caminó a la puerta para salir, no sin antes mirar su espalda en el espejo, estaba lleno de rasguños hechos por Sungmin. Dios, de solo recordar a su delicioso novio totalmente desnudo gimiendo bajo su cuerpo lo volvía a encender, pero no era momento para aquello así que giró la perilla y entró en la sala. Sentado en el sillón, el rubio giró bruscamente su cabeza hacia Kyuhyun tras escuchar la puerta abrirse. Ambos se miraron sin decir nada por varios segundos, hasta que Sungmin cedió al observar el espectáculo que era Kyuhyun con el pelo revuelto, el torso desnudo y la pequeña mancha casi invisible sobre su vientre. Rayos, se veía tan sexy, pero la vergüenza lo superaba, haciéndole volver su rostro hacia la televisión y taparlo con sus manos. Kyuhyun rió ante la reacción abrumada de su novio y se acercó al sillón para ponerse en cuclillas frente a él y acariciar el ya limpio cabello del rubio. 

-Buenos días, amor. 

Sungmin corrió un poquito los dedos de sus ojos para mirar un poco al castaño. 

-Bu-buenos…días… Kyu… 

-Ahhh Dios- Bufó el menor entretenido, quitándole las manos de la cara al mayor- No debes avergonzarte. Lo que hicimos fue mágico y es lo correcto. Además, una carita tan linda no merece estar oculta. 

Le dijo acariciándole una mejilla para luego darle un dulce beso en los labios, el que Sungmin recibió aún más sonrojado. 

-¿Cómo está tu espalda?- Le preguntó el menor encima de su boca- ¿Te duele? 

-U-un poco… 

-Si quieres puedo hacerte un masaje más rato. 

-Ugh… 

Sungmin se alejó avergonzado. 

-Hey, no me refiero a nada pervertido- Se indignó- De verdad planeo untarte algo si te duele. 

-Ah…gracias… 

Contestó mirándolo a los ojos, haciendo a su novio sonreír. 

-Voy a bañarme ahora –Finalizó – Después vamos a comprarte algo de kyochon ¿Sí? 

Sungmin sonrió tímidamente y asintió, recibiendo un último beso antes de que Kyuhyun se levantara y fuera a la ducha. 



El resto del fin de semana no volvieron a hacerlo por el dolor trasero de Sungmin, pero no fue impedimento para que pudieran mimarse. El humor de Kyuhyun había mejorado considerablemente y sus energías estaban renovadas, por lo que tenía más ideas para entretener a su novio. Es que no todos los fin de semana los tenía sin pruebas o trabajos que hacer, así que deseaba aprovechar y esta era la oportunidad perfecta, aunque a pesar del tiempo libre, no logró idear un plan para evadir las morbosas y molestas preguntas que harían sus amigos al saber que había perdido la virginidad, porque con la sonrisa pintada en la cara no tendría como ocultarlo, por ello cuando el Lunes llegó, respiro hondo ante la entrada de la universidad y trató de concentrarse y no permitir que los chicos le descubrieran. 

Caminó tranquilamente hasta la escalerita donde siempre se sentaban e intentó actuar normal. 


-Hola~ 

-¡Perdió la virginidad! 


Grito Heechul apuntándole con el dedo. 


-¡A él! 

-¡Waaaaaaaah! 


Y así fue como su plan se fue por el caño en menos de un segundo y aquel grupo de dementes empezaron a seguirle por toda la universidad. 




-Sungminnie ¿No es tu novio aquel que está corriendo por su vida? 



Sunny le preguntó intrigada al rubio en cuanto los chicos pasaron cerca de ellos. 



-Sí, pero vámonos de aquí sin que nos vean o me joderán a mi también. 



Respondió ocultando su rostro con una mano y arrastrando a su amiga con la otra. 



Los días que siguieron pasaron de la misma forma: Llenos de bromas, agitación y sobre todo, mucho romance. Haberse entregado de forma tan profunda al otro había generado que la confianza y el vínculo que compartían se fortaleciera, dándole más seguridad a Sungmin y permitiendo que su relación se volviera más normal y acorde a la edad que tenían y el potente amor que compartían, permitiéndoles el descubrimiento físico y el dulce y apasionado romance. El rubio parecía recibir cada día con más seguridad los mimos de Kyuhyun, y aunque aún se abrumaba cuando las cosas empezaban a calentarse, ya no repelía a su novio y le permitía tocarlo, quitarle la ropa y hacerle el amor. El mayor sin embargo, aún no se sentía con la valentía para darle "Atenciones" a su novio en ese momento tan íntimo, pero el castaño lo entendía y Sungmin amaba la pasión, ternura y delicadez con la que el otro lo poseía. Su novio le elevaba al cielo en cada encuentro, le gustaba hacer el amor con él, aún cuando a veces hundiera el rostro en el hombro del menor por lo avergonzado que estaba. 



-Aaah...Kyu... 



Y su gozo en la cama enloquecía a Kyuhyun. Besar, tocar la piel del mayor, poder sentirlo de esa manera le hacía estremecer. Amaba esos ojos brillantes, esas mejillas sonrojadas y esa boca jadeante. El cuerpo entero del rubio era éxtasis para su vista, y a veces sentía que le faltaba tiempo para seguir apreciándolo de esa forma y aliento para seguir amándolo. 



-Eres tan bello...- Le susurraba al oído en uno de sus encuentros, rozando el cuello del rubio con los labios y embistiéndole con suavidad- Nunca podría dejar de amarte... 



Aquel que era empalado, sentado sobre las piernas del menor y estaba afirmado a su cuello, nunca sabía como contestar, como devolver las palabras de amor que su novio siempre le profesaba, a pesar de que sentía las mismas cosas por el otro, así que lo abrazaba, se dejaba aprisionar con más firmeza y besaba los labios ajenos, para entre jadeos, perderse en esa danza de amor y transmitirle por el contacto de su piel todos esos sentimientos que no podía expresar tan libremente. 


De esta manera, las cosas siguieron su curso hasta llegar a Diciembre, y junto con aquel frío mes, pronto llegaría la blanca Navidad.

Continuará...


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