martes, 1 de octubre de 2013

La obsesión de una sasaeng: Un suceso que SuJu nunca contó [02/03]

Segunda parte ~



Los días transcurrieron, y a pesar que el miedo por la Sasaeng y la incomodidad de los detectives siguiéndolos perduraba, Super Junior trataban de ser optimistas, alegres y cariñosos por el bien de Sungmin, sobre todo Kyuhyun. De un momento a otro, las cosas cambiaron y el Evil Maknae solo estaba interesado en su Hyung y en convertirse en la persona más amable del mundo para hacerle sonreír. El menor lo abrazaba, le mimaba, besaba sus mejillas, le compraba regalos, lo llenaba de pasteles, le contaba chistes, le cantaba, dormía con el y en todos los lugares que no fueran públicos andaban de la mano. Para más seguridad decía Kyuhyun, pero a pesar de inventarse para si mismo esas excusas baratas y evadir sus sentimientos crecientes por esa cercanía, la gente a su alrededor notaba los cambios en su relación. Incluso los más lentos en Super junior lo sabían, pero eran callados por los dos Hyungs más grandes en el numeroso grupo, así como también pedían silencio a colegas o amigos de SM que también lo notaban…aunque era algo difícil de hace, a decir verdad.
El invierno ya estaba por caer, y espiando por los pasillos, las SNSD a duras penas reprimían los grititos de ternura que les provocaba ver a Kyuhyun: masculino, alto y elegante cuan joven de alta sociedad, caminando de la mano con un Sungmin cubierto con un abrigo enorme, una mochila de marca que cubría casi la mitad de su cuerpo y un rostro encantador de niño pequeño cuyos ojos azabaches seguían con adorable interés las acciones del menor. 

Otros que también se contenían eran Minho, Victoria y Changmin, parte del exclusivo círculo de amigos de Kyuhyun quienes quedaron perplejos al verles por primera vez, sobre todo el último que pillado desprevenido casi se ahogó con su bebida. Y es que claro, eran amigos de Kyuhyun, ellos ya lo veían venir, pero de todas formas el cambio radical en la relación les impresionó y no poderle preguntar nada al castaño sobre si esos dedos entrelazados significaban un noviazgo oficial u otra cosa, les impedía conversar normalmente con Kyuhyun. Pero bueno, si Leeteuk y Heechul, quienes pasaban más tiempo junto a el, decían que era más prudente no decir nada, mejor dejarlo así, aunque…no era que los mayores supieran exactamente lo que iba a pasar, pero sabiendo que Kyuhyun era un empedernido amante del sexo heterosexual mientras que Sungmin no creía en enamorarse de un momento a otro solo por haber cogido, asumían que si ellos le decían algo sobre lo que estaba ocurriendo puede que reaccionaran mal y ese frágil amor que recién empezaba pudiera terminar de mala forma. Además, ellos confiaban en la madurez de Sungmin y en su poder sobre Kyuhyun, sabían que el comprendería al poco tiempo sus sentimientos y haría algo al respecto…o eso querían creer. 
La verdad es que a la semana después del accidente, el rubio empezaba a entender ese calorcito dentro de su corazón, pero no quería aceptarlo ¿Ha tenido sexo en el momento más horrible de su vida y se siente atraído por Kyuhyun? ¡De ninguna manera acepta eso! El sexo solo es para profundizar los sentimientos, no para hacerlos surgir ¿Entonces porque se sentía así? Lo peor es que ni podía pensar en olvidarlo ya que Kyuhyun era el primer ser, el último y a quien más veía en el día, además esa personalidad endemoniadamente encantadora que había desarrollado después de prometerle protegerlo, no podía hacer que ese sentimiento dejara de crecer…Ja, ¿Quizás era eso? ¿Era esa actitud tan adorable lo que le estaba causando esos sentimientos? ¡Ni siquiera podía saberlo aún! Y eso le enfurecía mucho. Tampoco podía alejarse de el un tiempo para pensar mejor las cosas, ya que cada vez que no lo tenía cerca sentía un miedo frío recorrerle la espalda. El terror a que esa loca volviera a pedirle cosas que no deseaba poniendo en riesgo su vida y la de sus seres queridos aún persistía, y solo Kyuhyun espantaba esos miedos. El y solo el se había convertido en el único caballero de armadura plateada y letal espalda que podía defenderle, porque nadie más había estado ahí, nadie le había entendido ahí, nadie le había protegido como el, solo el castaño había hecho eso y había cumplido sus promesas. Y aunque podía resistir siendo cuidado por el manager o los demás miembros cuando ya no había más opción, no se sentía tranquilo en ningún momento. Era tan dependiente del cariño y la protección de Kyuhyun que al dormir con alguno de los miembros cuando el castaño llegaba muy tarde, se salía lo suficiente para mirar, posaba su cabeza sobre el cuerpo del dormido compañero que lo estuviera cuidando y miraba ansioso la puerta en espera del Maknae, vigilando de vez en cuando, que todo a su alrededor estuviera en orden. 
La felicidad y alivio que devoraba su corazón era cada día más grande al ver a Kyuhyun asomar la cabeza para descubrir en que habitación se encontraba Sungmin, y como un niño mimado, el mayor se subía ansiosamente en sus brazos para que lo llevara a la habitación que compartían, cosa que solo hacía que el corazón de Kyuhyun también fuera devorado un poco más. Si, podía pensar que tal vez era un cariño de hermanos, o al menos con eso trató de engañarse los primeros días, pero pronto su destino le abrió a la fuerza los ojos para que viera la verdad. 

Pasó cuando tuvo que estar solo por primera vez desde el suceso, y era porque el lo quiso así, ya que necesitaba hablar con su novia. Porque claro, por muy confundidito que estuviera no podía ser tan animal para olvidarse de ella, o eso pensó el. Tenían que hablar sobre su futuro, que pasaría con ellos de ahora en adelante, y aunque lo de la sesión de sexo fue omitido para las familias y las folla-amigas de Kyuhyun, ella si fue informada sobre el asunto, ya que al ser quien compartía una vida con Sungmin en todo aspecto, tenía que enterarse para decidir que hacer en relación a eso.
Para la sorpresa del rubio, dos cosas pasaron pero solo una le preocupó: Primero, su novia le devolvió el anillo que el le había regalado hace unas semanas, negándose a seguir junto a el, por miedo a que la misma u otra sasaeng volviera a atentar contra su vida y esta vez no pudiera salvarse, además que no podría volver a mirar a su novio de la misma manera, diciendo con palabras sutiles que sentía asco de el por haber estado de manera tan íntima con otro hombre, por muy asunto de vida o muerte que se tratase. Segundo, cuando ella salió de la habitación, esperó varios segundos el llanto y el enorme dolor en su corazón por la pérdida, pero este nunca llegó, claro que si le dolió, pero muy poco ¿Pueden adivinar que le preocupó? Exactamente, Sungmin se tomó con brusquedad la cabeza tratando de exprimir su cerebro y liberar la razón de porque le había importado tan poco que esa novia que tenía desde hace un año se le fuera. Tras no encontrarla y salir al pasillo, su cuerpo se estremeció. Kyuhyun esperaba a pocos pasos de la puerta el resultado y cuando lo vio caminar nervioso hacia el, su corazón se descontroló al encontrar a su respuesta preguntándole como le había ido con su novia. Era Kyuhyun el causante.

Maldita sea.

¿Pero que podía hacer? Porque el menor podía cautivarle todo lo que quisiera en el día a día con su cálido comportamiento, pero el se negaba a aceptar esos malditos sentimientos que crecían dentro de el a causa de eso. 

Kyuhyun por su lado aún no se daba por aludido completamente, el sentimiento también crecía en su interior, pero por lo estúpidamente supersticioso que era sobre los misterios del amor, seguía pensando que era causado por haberse mirado mientras tenían sexo, por que todo giraba en torno al sexo, sobretodo los sentimientos ¿O no? Eso era lo que había creído al menos en los últimos años.


El reloj siguió corriendo, y aunque los sentimientos y la tensión entre esos dos parecían avanzar más rápido que la investigación, esta seguía su curso minuciosamente. Es que no podían flaquear, Lee SooMan estaba retirado como CEO de SM, pero el seguía siendo el jefe de nombre, uno de los accionistas mayoritarios y sobretodo, un segundo padre para los miembros de Super Junior, por lo que estaba colérico y no escatimó en gastos para acallar a los demás habitantes del edificio e “incentivar” a las fuerzas especiales para que pusieran total atención a la investigación y encontraran a la Sasaeng lo antes posible.

-Ustedes saben chicos, soy un filántropo, amante de Dios y la gente, pero antes de llevarla a dormir con los peces, haré que a esa puta le metan por el culo toda su colección de Super Junior. A ver si le parece tan bueno sentir a sus amados oppas dentro suyo.

Dijo el ex CEO a través del teléfono cuando se enteró de todo en la madrugada siguiente a aquella noche horrible, tranquilizando y haciendo carcajear a los miembros quienes lo escuchaban ya que la llamada estaba en altavoz.

-Eso ha sido hermoso Ahjussi, sin duda eres el mentor de la 83line.

Le respondió Leeteuk entre risas.

-No olvides auspiciarla con todas las versiones del Mr. Simple, de seguro el tamaño le parecerá más placentero. 

Dijo Heechul con su típica sonrisa ladeada.

-Lo tendré en mente.

Rió el hombre.

Como sea, volviendo al tema, a causa del repudio que había causado la situación, la búsqueda de la chica era exhaustiva. Hasta el momento habían logrado enterarse de que se llamaba Kim Yoojeong, de 18 años, cuyo coeficiente intelectual era ligeramente superior al de sus pares, por lo que era algo distante con la sociedad y tenía excelentes notas, o al menos eso fue hasta mediados de secundaria, cuando sus notas bajaron considerablemente.

-Vaya, de verdad la estupidez de Donghae contagia a las fans.
-¡Yah! ¡Lee Hyukjae! 
-¡Me lleva el…! ¿¡Me van a dejar hablar o no!? 
- Síguele pues. 

Como decía, tras encontrar su identidad, allanaron su casa y descubrieron que el detonante de su locura y sus bajas calificaciones fue Super junior, en quien según las cosas que encontraron en su habitación, enfocó todo el amor e interés que no había tenido antes por nadie. Luego de no encontrarla ahí, fueron a casa de todo familiar o amigo que estuviera cerca de la zona, pero al no encontrarla, resolvieron que lo que su madre había dicho entre llantos era real: Había escapado, y consigo, se había llevado el vídeo donde ella felizmente había registrado la consumación de su tan amado KyuMin.
La búsqueda discreta, pero detallada, empezó de manera inmediata por todo Seoul, y si no era hallada en ese sector, por el país entero, es que entre gritos Prince Manager dejó todo muy claro: Después de atraparla junto con el vídeo, el trauma podía ser borrado con el tiempo de las memorias de Sungmin y Kyuhyun, ya en unos meses a nadie le importaría aquel suceso, pero si hallaban a la chica sin el vídeo y este caía en malas manos, todo estaba jodido para siempre y ni la dignidad ni el bienestar propio de los dos protagonistas volvería. En resumen, lo que más importaba era la cinta, no la chica. SM podía armar hasta los dientes a Super junior, así se la cargarían a balazos si volvía o aparecía otra, pero con ese vídeo suelto, Sungmin, Kyuhyun, Super junior y SM Entertainment estaban fritos. 

-Pero no entiendo ¿Por qué escapó? Ella nos dijo que después de cumplir su cometido no le importaría que la atraparan. Había pensado que tras identificarla, irían a su casa y ella se entregaría.

Comentó confundido y molesto el Maknae al enterarse, mientras hablaba con Prince Manager y varios miembros.

-La gente no muchas veces puede con todo lo que dice o promete. Por muy loca que esté, quizás se asustó al ver lo que realmente significaba que la atraparan y huyó- Dijo el manager- Después de todo, por muy brillante que sea, sigue siendo una adolescente.
-O… tal vez piensa volver a por más. 
-¡No jodas, Heechul-Hyung!
-Ya ya, no te alteres Kyuhyun- trató de calmarlo el más viejo en ese lugar- dudo que vuelva y si lo hace, estamos preparados. Nadie se volverá a meter con Super Junior, eso te lo prometo.
-Espero que así sea, Hyung.
-Calma, de seguro en unos días más la encuentran.
-Uff…

Kyuhyun miró hacia su habitación, viendo como Sungmin que le había estado observando nerviosamente, se escondía para no ser descubierto. El castaño sonrió, ya era de noche y su Hyung se ponía más nervioso a esa hora.
-Bueno me voy- Llamó la atención de los demás- mi garrapata me necesita. 
-Jum, al menos tu garrapata es linda, la mía es un fastidio ¡Ya, suéltame Siwon!- Le gritoneo Heechul al cristiano- Ve a joder a Donghae. 
-El también me corrió de su lado. 
-Ese no es mi problema.
-Pues si que tengo suerte- Rió el Maknae- Como sea, buenas noches, duerman bien.
-Duerme bien.
-Buenas noches, Jaeshin- Hyungnim 

Se dirigió al agente que les cuidaba esa noche, haciendo una venia.

-Buenas noches.

Le sonrió brevemente el hombre.

Hecho esto Kyuhyun camino por el pasillo hasta su habitación y entró silenciosamente. Sungmin seguía dado vuelta esperando que Kyuhyun no lo haya visto antes, no percatándose de la presencia del menor hasta que este lo atrapó con sus brazos.

-¡Buu! 
-¡Woooh! 

Gritó asustado el rubio hasta que al voltear levemente su cabeza vio a Kyuhyun riendo. 

-¡Kyuhyun-ah! ¡Casi me muero de un infarto por tu culpa! 

Le gruñó el rubio, tratando de tranquilizar su corazón.

-Ñee, no es mi culpa que seas un Hyung miedoso.

Le respondió el menor, plantándole un fuerte beso en una de sus mejillas para luego ir a ponerse el pijama. Las piernas del mayor flaquearon. Se dio una fuerte cachetada mental por eso y por sonrojarse ¿Por qué le pasaba esto? Desde aquella noche infernal solo había pasado dos semanas y desde el rompimiento con su novia poco más de una semana, y ya tenía esas sensaciones raras y sentimientos por alguien más ¡Espera! ¿Sentimientos?¿¡Porque seguía llamándole sentimientos!? ¡No, no , no y no! Sungmin como el terco de primera que era insistía fervientemente en no aceptarlo ¡El NO tenía sentimientos por Kyuhyun! Tal vez, solo tal vez cuando había olvidado por unos minutos a la loca había disfrutado de las embestidas y los besos delirantes del menor ¡Pero no eran sentimientos! Solo era un leve gusto por el cuerpo del menor, ese mismo que se estaba exponiendo delante suyo y que el miraba descaradamente. Esa cicatriz, el la había acariciado mientras lo cabalgaba. 

Sungmin volvió nuevamente a la realidad.

¡Nooooooo! ¿¡Que mierda estaba recordando!? No son sentimientos, es una leve atracción sexual, pero tampoco tiene que dejar que esta fluya libremente. Se gritó muchas veces en su mente para mirar otra cosa ¡Piensa en otra cosa! ¡Piensa en otra cosa! ¡Por el amor de Dios piensa en otra cosa! De repente, en el velador que se encontraba a un lado de la cama del menor, vio una gameboy antigua que Kyuhyun había conseguido no sabe donde y quien sabe por cual cantidad grotesca de dinero. Sin ver más en que distraerse la tomó. Vio que ya había un juego insertado en la parte de atrás por lo que sin pensar en más la prendió ¡Vaya que era vieja! El fondo ni se encendió o cambió de color, solo apareció el logo del aparato y luego el menú principal del juego en colores opacos. Trató un buen rato de entender como iniciar una partida y que botones se usaban para cada movimiento o lo que sea que tuviera que hacer, pero le fue inútil.

-¿Quieres que te enseñe a jugar Hyung? 

El menor se sentó en la cama detrás de el y puso su cabeza sobre el hombro de su Hyung, sorprendiéndolo. 

-A-ahh…bu-bueno…

Volvió a sonrojarse, pero no le tomó importancia, la prioridad ahora era concentrarse en otra cosa mientras el castaño se acostaba detrás de el y luego le acomodaba entremedio de sus piernas, para después cubrirse con las mantas y quedar en una posición muy melosa.

Santo infierno. 

Cuanto daría Sungmin en ese momento por poder alejarse de Kyuhyun y dejar de sentir tanto revoltijo, ese revoltijo que crecía cada día más en su mente, en su corazón…y en sus pantalones.

-Ah, casi se me olvida ¿Te gustó el pastel que te dejé en la mañana sobre la mesa? 

¿Por qué era tan malditamente amable? ¿Por qué era tan adorable? Era lo que más le hacía perder el control sobre sus pensamientos, y al parecer, pronto le costaría el control sobre su cuerpo. 

-Si lo comí, estaba rico. Gracias Kyuhyunnie.

Sonrió estirándose hacia atrás para quedar apoyado en el pecho del Maknae y que este le abrazara. El aroma del castaño no tardó en embriagar a Sungmin.

-De nada.

Le susurró en la oreja. Demonios, demonios, demonios, demonios, ladeó un poco el rostro hacia ese provocador dongsaeng y su boca estaba tan cerca de la suya, pero aún le quedaba algo de cordura, así que volvió a mirar el juego con el corazón a mil ¡No son sentimientos! ¡Contrólate y piensa mejor las cosas! 

-Enséñame ahora…
-¿Ah? ¡Oh! Si, si…

Kyuhyun estaba tan agitado y desconcertado como Sungmin., porque aunque el mayor se creyera el único en aquel dilema estaba equivocado, de hecho, Cho “Baboso” Kyuhyun estaba apunto de adelantarlo en la carrera de quien notaba y asumía más rápido aquellos sentimientos. 

Seguramente, las distinguidas lectoras se preguntarán como aquel despreocupado ninfómano podía entender primero todos esos sentimientos que nuestro maduro Sungminnie, siendo que hace días se empeñaba en hacer caso a sus webad… ¡Creencias! sobre la estúpida…digo, su efectiva venda, pues…¡Es fácil!: A el no le gustaba el amor, pero no se empeñaba en negarlo como lo hacía el rubio, así que si lo descubría con paciencia, el asumiría su existencia… aunque si fue necesaria mucha paciencia. El debía de admitir que al principio creía que el culo de Sungmin le había parecido bueno y solo por eso sentía tal calorcito en su corazón, pero cuando se sorprendió a si mismo en una tienda de regalos buscando por más de una hora algo que le hiciera subir el ánimo a Sungmin, empezó a sospechar. Ya pronto se sintió más y más confundido, parecía que su única razón para vivir era ver la sonrisa de su Hyung y apretar ese adorable cuerpito entre sus brazos. De un momento a otro, ya no codiciaba mujeres ni sexo, prefería ver una película con Sungmin entre sus brazos mientras hacía bromas tontas para que el mayor riera a buscarse una nueva folla- amiga ¿Quién había logrado eso desde que inició su promiscuidad? Ni su propia madre suplicándole cada día por teléfono. 

-¿Entonces soy gay? 

Aún le quedaban algunas dudas, una de ellas era saber si se había vuelto gay o solo le había gustado Sungmin. Comprobó que el único hombre que le atraía era su Hyung después de no sentir ni mera excitación tras acorralar como un psicópata a Changmin y besarlo apasionadamente en la boca.

-Pues más que algo placentero se ha sentido bastante feo….

Pensó Kyuhyun en voz alta.

- ¿¡Y me lo dices a mi!? ¿QUÉ CARAJOS HACES, IDIOTA?

Le gritó Changmin irritado y traumatizado, mientras escupía y se limpiaba la boca con las manos. Sus labios, sus hermosos labios... manchados por la sucia boca de su mejor amigo.

-Ah, quería saber si era gay, pero me diste asco así que no lo soy. Adiós.
-¿¡Y compruebas esas cosas conmigo!? ¿Por qué no te fuiste a un bar gay y lo probaste con alguien mejor? 
-Ah…ahora que lo dices, eso hubiera sido mucho mejor…
- aghhh…¡Idiota! ¡Hoy si te mato! 

Después de media hora corriendo por su vida y siendo salvado únicamente porque Yunho atrapó y arrastró a Changmin a un ensayo, Kyuhyun siguió con su dilema amoroso ¿Entonces le gustaba su Hyung? ¿Pero por qué? El siempre había encontrado agradable y muy lindo al rubio, pero no creía haberle visto con otros ojos, o al menos no a ningún lugar ajeno a su hermoso y firme trasero ¿Qué le había provocado ese cambio? 

Entonces aquel pensamiento volvió a su mente.

-¿La venda? 

¿De verdad no vendarle los ojos había provocado tanto alboroto en su corazón y en sus hormonas? O pensándolo bien, puede que eso le pasara con cualquier persona, y que el no fuera gay, solo que al hacérselo mirando sus ojos hiciera que a Kyuhyun le gustara ¿Era eso entonces? 

El Maknae miró a Sungmin quien ya se había quedado dormido sobre su pecho. Se le veía tan sereno y saberse el causante de ese bienestar le hacía sentir bien a el. 

Tomó delicadamente el mentón del rubio y plantó un beso en sus labios.

-Wooh…

Le sorprendió sentir que los labios de Sungmin seguían siendo tan deliciosos como la primera vez que los probó, nada parecido a los labios de Changmin (Quien en otro lugar de corea se estremeció en su cama por tener una repentina pesadilla). Se acomodó en la cama sin quitar al mayor de encima suyo y lo aprisionó más en sus brazos. No, no deseaba que fuera aquello el causante de su amor, el sexo aún para el era algo banal. No quería asumir que si se acostaba con alguien y le observaba al hacerlo sentiría algo más allá que excitación ¿Pero si era así? Entonces no sería correcto fastidiar a Sungmin con sentimientos que tal vez eran pasajeros. El mayor era su amigo, alguien muy querido para el, pero aún no sabía en que nivel le quería y debía averiguar si aquello era cosa de sexo o de sentimientos reales.

Sungmin se movió entre sueños acercándose más a Kyuhyun y chocando levemente sus miembros. El menor, quien estaba algo “animado” casi soltó un gemido. Esa respuesta tendría que encontrarla rápido, o pronto perdería el control sobre su cuerpo.

Los días pasaron, y cumpliendo su apretada agenda, el castaño pensaba en sus recesos a quien buscar para hacer la prueba. Alguna de las SNSD antes de acceder lo matarían entre todas, Changmin desde el beso estaba siempre a la defensiva por lo que no podría atraparlo y violarlo, Victoria estaba saliendo con Nichkhun, a BoA ni la miraría y no podía salir en busca de una desconocida a algún lado porque luego de su agenda, tenía que ir a cuidar de Sungmin, además que de por si no poseía mucho tiempo. El Maknae suspiro ¿Entonces con quien? Tras no ocurrírsele nada mejor, decidió llamar a sus folla-amigas. Como esperó, ambas estaban horriblemente asustadas y no querían ni volver a enterarse de el o de otro idol, pero tras una laaaaaarga insistencia una de ellas, la bailarina concretamente, acepto. Se verían entre los ensayos para el próximo Super Show en unos días más, Kyuhyun quería un lugar más íntimo pero ella solo aceptaba en un lugar donde se sintiera segura o nada, por lo que Kyuhyun tuvo que acceder o irse a freír espárragos.
Como sea, el castaño se sintió emocionado y nervioso, al fin sabría la verdad, por lo que cada día, encantándose más por la sonrisa del mayor, esperaba el momento decisivo.

El día llegó. Tras cumplir algunas cosas de su horario, Kyuhyun condujo al edificio de la SM. Al entrar, caminó campante a la sala que le correspondía, pero antes de siquiera anunciarse, Sungmin saltó a sus brazos.

-Woo-ohh 

Kyuhyun se sorprendió pero rápidamente recibió aquel abrazo.

-¿Qué ocu---
-¡Kyunnie, la encontraron! 

La mente del menor trató sin éxito de procesar la información.

-¿Que qué? 
-¡Que encontraron a la sasaeng, idiota! Ja ja ja

Dijo Eunhyuk riendo y acercándose para poder unirse al abrazo, al igual que los demás miembros.

-¿C-como? ¿Dónde? 
- En la entrada de Busan.
-¿¡Busan!? 
-Sip, la policía especializada dio imágenes y el perfil de ella a todos los cuarteles del país y a las cacetas de cobro de peaje, siendo uno de los cobradores quien la vio y llamó a la policía, por lo que una barricada fue puesta desde dentro de Busan para acorralarla.
-Dicen que trató de huir y lanzarse por un barranco con auto y todo, pero uno de los policías le disparó a las ruedas, y cuando intentó quitarse la vida disparando un arma a sus sienes, un francotirador le dio en el brazo, dejándola inconsciente por el dolor. Ahora la traen a Seoul, para confirmar su identidad e interrogarla.

Kyuhyun escuchaba atónito toda la información. La verdad es que no había pensado nada en aquella loca, por el que se pudriera, pero saber que la habían atrapado y que no volvería a molestarlos le hacía bastante feliz. Bajó la mirada para ver a su Hyung, quien le sonreía con lágrimas de emoción, Kyuhyun lo levantó y le abrazó con más fuerzas, si, estaba muy feliz, pero no podía evitar sentirse algo incómodo: Sungmin ya no estaría pegado todo el tiempo a el. El siempre solía quejarse de broma, pero con todo lo que he contado, es bastante claro que le encantaba la adorable dependencia que sentía su Hyung por el. Ahora el miedo fue lo que se apoderó de su cuerpo ¿Qué pasaría ahora? ¿Su Hyung se alejaría de el? ¿Habrá sentido las mismas cosas que el sintió? ¿A Sungmin le gustaría el? No, no era momento de pensar en eso, primero tenía que hacer la prueba.

-Esto es maravilloso, ojalá podamos celebrar en la noche- dijo con tono apurado- Ahora debo irme, recordé que tengo un asunto pendiente.
-¿Ah?
-Ensayen sin mí, luego me pongo al corriente.
-¿Que ra…

Varios de los miembros miraron por el umbral de la puerta hacia el pasillo, observando como el menor de ellos escapaba, sobre todo Sungmin quien era el más confundido ¿Qué? ¿Estaba tan feliz porque al fin podría librarse de el? El mayor reafirmó en su cabeza el pensamiento de no dejar sus sentimientos fluir, esa actitud del Maknae le confirmaba que era mala idea.

El menor por su lado siguió su rumbo hasta los baños para los ejecutivos de SM, esos jefes pasaban la mayor parte del tiempo ocupados y en otro lados por lo que los baños solo eran usados cuando ellos tenían largas reuniones bimestrales y una que otra rarísima vez, por lo que era el lugar perfecto para hacer lo que sea. Kyuhyun marcó el número de la bailarina y en menos de 5 minutos ella llegó.

-Espero que tengas un diamante del porte de mi mano en el bolsillo y me des el mejor sexo de mi vida para haber jodido tanto. 

Le dijo la esbelta chica cuando entró. 

-Puedes contar con lo segundo, como siempre.
-Ahhh muchachito engreído- Rió la chica acercándose a el- Pero ya en serio, esta es la última vez que tu y yo follamos, no quiero otra bomba en mi casa.
-Si, está bien, si no pasará nada- La abrazó por las caderas- Te insistí tanto porque necesito comprobar algo.

La chica lo miró por un par de segundos pensativa.

-¿Estás enamorado de mi? Porque ahí no te irá bien, Cho Kyuhyun.

El castaño rió.

-Claro que no, pero ya, como sea, empecemos.
-Está bien…

Kyuhyun suspiró brevemente y atrayendo más a la chica, empezó a besar su sensible cuello. La bailarina cerró sus ojos para concentrarse en las sensaciones.

-Kyuhyun-ah – Dijo en un suspiro- ¿Trajiste la venda? 
-No, esta vez lo haremos sin ella.
-¿En serio? Vaya que te ha cambiado el problemón con esa loca- Le miró impresionada- pero bueno, es mejor así. Siempre pensé que era una idiotez tuya.
-¿He? 
-Nadie se enamora por tener sexo, supersticiosillo.

Ella movió la cabeza de Kyuhyun agarrando suavemente su nariz.

-¿Entonces por qué accediste a usarla? 
-Porque follas rico- se encogió de hombros- Fue un sacrificio para conseguir algo mejor.

Kyuhyun rió un poco para luego besarla en la boca. Y sin más, empezaron su faena como cualquier otro día, pero sin la venda. Al terminar el castaño quedó impresionado, porque a pesar de ver la excitada y hermosa cara de la chica, y sus pechos agitarse hipnóticamente en plena “acción”, aparte de la reacción involuntaria en sus pantalones y su cuerpo, no sintió nada más, ni sentimientos, ni auto- suficiencia ni nada. Era claro ahora: Le gustaba su Hyung.

-¿Y sentiste algo? 

Le preguntó la bailarina acomodándose el pelo mientras salía del baño.

-No en realidad.

Dijo aún pasmado por su descubrimiento.

-Te lo dije, bobo- Rió levemente para luego suspirar- Bueno, esta ha sido la última vez… fue divertido ¿No?
-Lo fue.

Le sonrió.

-¿Y que harás ahora? ¿ Te buscarás otra folla-amiga? O…¿Irás tras Sungmin-oppa? 

Kyuhyun abrió los ojos, q-qué como…

-¡Ja! Sabía que te gustaba, de hecho, esto que quería comprobar conmigo tiene relación con el ¿Verdad? 

Kyuhyun siguió mirándola con los ojos muy abiertos. 

-¿C-co-co-co-Trató de hablar- Cómo lo sabes? 

La chica carcajeó brevemente.

-Serás un promiscuo mi amor, pero en el resto de las cosas sigues siendo un niño ingenuo y baboso, se te notaba a leguas cuando conversabas con el –La chica acerco su dedo índice a sus ojos- Los ojos te brillan cuando lo miras…aunque debo admitir, que no pensé que irías tras el, al menos no pronto, si nunca te das cuenta de nada ¿Acaso el problema con esa loca tuvo algo que ver? 

Kyuhyun reaccionó nervioso. Se había dedicado tanto a follarla y no conocerla, que ni idea tenía de lo intuitiva y lista que era. 

-Ya vete, chismosa.

Le dijo para evadir la pregunta a lo que ella rió.

-Esta bien, esta bien, ya no me meto- Le tranquilizó- Pero… espero que tengas suerte con el. 

Le revolvió los cabellos mirándolo a los ojos.

-Ven aquí.

La atrajo hacia el y la besó por última vez.

-¿Y esto?
-Para que recuerdes que no encontrarás a nadie mejor que yo. 

Ella arqueó una ceja y atrajo la mano de Kyuhyun a su trasero.

-Entonces esto es para que sepas que no encontrarás nunca un trasero como el mío.
-No creas, el trasero de mi Hyung es muy bonito.

La chica se corrió y le sacó la lengua.

-Bleeeh cochino homosexual.
- Bleeeh puta tetona.

Ambos rieron.

-Bueno, me voy, tengo que ir a ensayar con TVXQ.
- Suerte.

Kyuhyun agitó su mano en señal de despedida. Ciertamente, la volvería a ver en algunos ensayos para el tour, pero al no tener tiempo ni razón para encontrarse, dudaba que volvieran a hablar para algo más que un saludo o una pequeña charla.

-Y a ti- Le guiñó- ¡Ah! Y que te quede claro, si va otra loca a poner bombas a mi casa, viva o muerta iré a por ti y te cortarte las bolas ¿Oíste? 
-Enterado.

Le hizo un saludo militar y vio como se alejaba, sonriente. Ahora estaba libre de toda persona con la que se haya acostado y gracias a una de ellas, estaba también libre de dudas. Le gustaba su hyung y aunque eso le cambiaba la vida como el la quería, estaba feliz.

Por el contrario Sungmin, quien había ido a buscarle para saber que le sucedía, vio toda la escena desde el otro lado, petrificado por fuera pero hundido en feas emociones por dentro. Como si ambos estuvieran escribiendo la continuación de “Las leyes de Murphy”, la mala suerte hizo que el rubio solo pudiera presenciar lo que parecía malo, y no escuchar lo que era bueno, haciendo que su mente solo procesara el fogoso beso y el coqueteo afuera del baño, siendo la primera cosa la que hizo sentir una filosa daga clavándose en su pecho… Bueno, el sabía que Kyuhyun tenía folla- amigas y también sabía quienes era, el mayor conocía demasiado a Kyuhyun para su propio bien, pero ahora que lo que hacía con ellas se materializara ante sus ojos, saber que a pesar de todo lo que habían compartido las últimas semanas el siguiera viéndolas, saber que esas emociones extrañas que el sentía por el Maknae no eran mutuas… ¿Dolía? No, no, no ¿ Por qué le dolía? No debía dolerle, Kyuhyun era su amigo, el lo quería como su amigo, no era nada más que eso ¿O si?

Sungmin decidió que el dolor mezclado con la confusión eran demasiado para su corazón, así que excusándose del ensayo con algún invento barato se fue a casa, para la sorpresa de todos, completamente solo. Estuvo horas en su dormitorio tratando de pensar y a la vez tratando de olvidar aquello que había visto, aunque no le funcionaba ninguno ya que la rabia y la pena viajaban por su cuerpo como el veneno tras una mordida de serpiente, además estaba aterrado, aún era muy pronto para estar solo y de noche en su habitación, pero no se atrevería a llamar a algún miembro para que le hiciera compañía, porque de seguro terminaba desquitándose con aquel inocente, y según el, los golpes solo los merecía Kyuhyun.

-Estúpido Kyuhyun…

Dijo en voz alta tomando su tercera copa de vino. No estaba ebrio, pero el alcohol solo agigantaba su pena y su enojo.

-Ja, prefieres a las folla- amigas en vez de elegirme a mi ¿No? Pues yo también las prefiero…me conseguiré unas cuantas, y serán más bellas que las tuyas, cada seno será del porte de mi cabeza y me las follaré hasta dejarlas en silla de ruedas… ya verás, si yo no te importo, tu menos me importas, para mi eres vomito…- Sungmin pausó brevemente su monólogo- ¿Qué mierda estoy diciendo? Basta de vino por hoy…

Se levantó pesadamente y puso la copa junto al vino en su lugar. Tras eso se sentó en el suelo, a un lado de la puerta, abrazando sus piernas.

-No debiste ser así de bueno conmigo en estos días… ahora no sé si me gustó el sexo…o si me gustas tú… y de todos modos…ninguna opción es buena…porque yo no te importo…

Y dicho esto, el rubio enterró su rostro en sus piernas, tremendamente confundido.

-Me pregunto que será…¿Me gusta…o lo amo? 

En otro lado de la ciudad, Kyuhyun se debatía entre esas dos opciones campante mientras conducía de vuelta a casa. Parecía una colegiala enamorada, siendo una actitud errónea, ya que alguien en su situación debería preguntarse si el otro le aceptará o no, pero bueno, al bobito no le importaba…esa sonrisa, esa personalidad adorable, esa forma tan fácil que tenía de comunicarse con el rubio desde siempre, ese cuerpo tan hermoso, esos ojitos brillantes… ahora podía entenderlo todo y estaba decidido a conquistar a su Hyung fuera como fuera. Se había bañado minuciosamente para quitarse el olor de su último encuentro con la bailarina, se compró ropa nueva para lucir bonito y había escogido un empalagoso y enorme conejo de chocolate en una confitería para su Hyung. De pronto, lo único que deseaba era ser el novio de Sungmin, siendo que antes repelía las relaciones serias con cruz y agua bendita. El chico sonrió divertido al notar todo eso.

-¿Me gusta o lo amo? ¿Me gusta o lo amo? ¿Me gusta o lo amo? ¿Me gusta o lo amo?

Siguió preguntándose en el resto del camino.

Tras estacionarse y entrar en el edificio, primero fue al piso superior suyo, para dejarle un encargo a Kangin y preguntar por si acaso Sungmin estaba ahí. Al no encontrarlo, bajó un piso y entró a su departamento. Vio que en la sala, Yesung, Eunhyuk y Prince Manager veían atentamente un partido de futbol. El Maknae se extrañó, si Sungmin no estaba arriba, mientras que todos los miembros que vivían en el piso de abajo estaban en la sala menos el rubio y el agente encargado de cuidarlos ya no estaba ahí después de que la sasaeng fue atrapada ¿Significaba que Sungmin estaba solo en el dormitorio que compartían? Sintió a Leeteuk y Ryeowook entrar tras el.

-¡Oh! Linda ropa.

Lo elogió el líder.

-¡Hyung! ¿Sungmin salió con Heechul-Hyung o alguien? ¿O aún tiene agenda por cumplir? 
-No, Heechul está arriba, acaparó la televisión de la sala para ver un anime así que por eso bajamos a ver el partido. Sungmin por su lado, hasta lo que se, está en su pieza, el no tiene más agenda por hoy.
-¿E-está solo?
-Sí, quise acompañarlo pero se negó diciendo que estaba cansado o algo, me extrañó un poco, pero preferí dejarlo tranquilo.

Agregó Ryeowook. El menor se inquietó ¿Tal vez… otra sasaeng lo amenazó…y…? 

Imaginó lo peor.



Continuará...

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