6♥ Poco interés en la opinión ajena, confusión ante las conversaciones
largas y tendencia a quedar absorto en sus pensamientos.
En la vida, hay situaciones de
interacción social que para la mayoría de las personas son relevantes, pero que
para Sungmin no tenían ninguna importancia, y una de ellas era presentar su
novio a sus padres. Aquello era algo que obviamente debía ocurrir, pero no era
un gran hecho como todos lo veían, el gran hecho era luchar contra las
desalentadoras probabilidades y hallar el amor verdadero entre 7 mil millones
de habitantes de una sociedad en descontrolado ascenso, y que más encima ese
amor fuera recíproco. Cuando esa gran hazaña era lograda, el resto, como
conocer a los padres de tu novio, se daba por lógica ¿No? Entonces, ¿Por qué la
gente le daba tanta importancia y lo hacían tan aparatoso y formal? ¿Por qué
aquello debía ser tan esencial para una pareja? ¿Por qué importaba la
aprobación de los padres? Ya estaban juntos hace un tiempo ¿La aprobación no
vendría mejor justo en el momento en que decidieron ser novios? Y en realidad
¿Por qué debía presentárselo o pedir la aprobación de alguien si era su vida,
su novio y el de nadie más? Era inconsecuente y pretencioso, pedía más atención
de la que merecía, y como Sungmin no otorgaba la suya a situaciones ilógicas,
realmente no pensaba en ello, solo seguía su rígida rutina mientras se
contentaba interiormente con lo único de provecho que podía sacar de la
actividad que le esperaba: Su novio vendría a pasar tiempo con él en su casa,
el lugar más cómodo y seguro que conocía.
Por su lado, Kyuhyun a las 6
en punto y frente a la casa de Sungmin, no podía estar más nervioso. Se había
bañado, vestido con su mejor ropa y perfumado lo suficiente para oler bien sin
viciar el aire, más al momento de tocar el timbre de la casa era toda una
gelatina. Unos segundos pasaron cuando firmes pasos anunciaron que la puerta
pronto le sería abierta. Un chico de unos 13 o 14 años, con un parecido
impresionante a Sungmin y cara de pocos amigos le acuchilló con la mirada
apenas notó quien era. Kyuhyun tragó duro, no entendiendo que diantres le había
hecho a ese niño para que después de un segundo de haberlo conocido lo mirara como
si fuera el mismo diablo a punto de succionar su alma.
—S-Supongo
que tú eres Sungjin…— Se aventuró recibiendo un casi
imperceptible movimiento aprobatorio de cabeza— Yo soy
Cho Kyuhyun, es un gusto conocerte al fin. Sungmin me habla mucho de
ti...emmm…esto… ¿Pu-puedo pasar?— Inquirió
incómodo al ver que el intento de presentación no llevaba a nada.
El menor se mantuvo
contemplándolo asesinamente un par de segundos más, luego hizo una mueca y de
mala gana caminó hacia dentro, dejándole la entrada libre. Mientras cerraba la
puerta, el alto azabache vio al chico caminar por el pasillo, asomar la cabeza
en una habitación para decir algo que no distinguió y finalizar siguiendo su
camino hasta otra de las habitaciones. Pronto supo que le había hablado a
Sungmin, quien asomó su cabeza adorablemente hacia el pasillo y sonrió al
verlo.
—¡Kyuhyun! — Gritó emocionado, lanzándose a sus brazos después de correr lo
más rápido que le permitieran sus poco habilidosas piernas.
—¿Cómo
estás, mi amor?— Respondió elevándolo en el
abrazo y plantando un tierno beso en sus labios.
—Estoy
bien. Ven, vamos a mi habitación—
Añadió veloz, tomando su mano para guiarle.
—Espera— Le pidió frenando— Recuerda
que debo conocer a tus padres primero.
—Oh,
¿Es necesario hacerlo? — Se quejó el mayor mirándolo
intensamente a los ojos. Era su manera de hacer un berrinche.
—Claro,
a eso vengo— Respondió el menor riendo,
aunque la parte temblorosa de él hubiera querido seguir la idea de su novio.
—Está
bien, sígueme— Se resignó el bajito.
—Un
momento. Antes de entrar a charlar con ellos, ¿Recuerdas lo que hablamos hace
unos días sobre lo que podíamos decir y no decir frente a tus padres? Sobre
todo lo que no se podía decir.
—Lo
recuerdo, las cosas que me enumeraste que no podíamos decir era que nos mastur— Antes de terminar, la mano del menor tapó su boca.
—Exaaaacto,
todo eso. Cosas así solo corresponde decirla entre nosotros dos, por ello promete
que no dirás nada sobre eso— Pidió
destapándole la boca.
—Lo
prometo— Aceptó, ganándose una sonrisa
y un beso más.
—¿Sungminnie? — Kyuhyun se alejó de inmediato cuando una voz delicada y suave se dejó
oír en el pasillo—¿Ya llegó nuestro invitado?
—Sí— Respondió volteándose hacia la mujer de baja estatura y con la
belleza que de seguro tuvo en su juventud aun brillando detrás de las pocas arrugas
que adornaban su rostro— Mamá, él es Cho Kyuhyun— Lo presentó, a lo que el aludido hizo una acelerada venia.
—E-Encantado
de conocerla— Exclamó nervioso.
—Oh, es
un gusto también— Contestó la alegre señora
Lee, respondiendo la cortesía con una más pequeña—Woooh,
creí que Sungmin se había equivocado cuando lo contó. Eres sin duda más alto
que cualquier hombre en nuestra familia—Carcajeó entretenida analizando al menor de los tres.
—Ahh…— Reaccionó el aludido sin palabras.
—Pero
no nos entretengamos aquí, vamos a la sala—
Sugirió animosa— Mi marido también desea
conocerte.
Kyuhyun tragó pesado y
asintió. Cautivar a un padre era la tarea más complicada… O al menos eso le
habían dicho por ahí. Sin embargo, cuando entró a la espaciosa y bien decorada
sala de estar, el señor Lee se levantó instantáneamente de su puesto en el
sillón y con gesto amigable se acercó al muchacho.
—Hey, ya
has llegado y justo a tiempo—
Comentó alegre— Soy el padre de Sungmin, un gusto.
—Cho
Kyuhyun, también es un gusto—
Respondió con la ansiedad picando en todo su ser, obligándolo a hacer otra gran
venia.
—Ven,
vamos a sentarnos a conversar—Dijo el hombre, invitándolo a la mesa con un movimiento de brazo— ¿Te
apetece un jugo, pastel o alguna cosa?
—Un
jugo estaría bien.
—Sungmin,
trae un vaso con jugo a Kyuhyun— Ordenó
el padre y el chico obedeció sin chistar— Ya
sabes cómo es, si no específicas que deseas el jugo en vaso, puede traerte la
botella entera— Bromeó, soltando toda su
virilidad y carisma en la pequeña risa que salió de sus labios.
Kyuhyun le siguió la corriente
y rio, aunque toda su masculinidad la había sudado por el nerviosismo.
—¿Sabes?
Te ves demasiado inquieto para haber sido tú el que se ofreció a venir— Comentó la madre, sentándose al lado de su esposo. Por su parte,
Sungmin llegaba con el vaso totalmente lleno y bebía de un lado para que no
goteara.
—Bueno,
es porque primero hablé y después pensé en lo que había hecho— Reconoció el chico recibiendo el vaso de aquel que se sentó a su
lado— Pero ya estoy aquí y no quiero
retractarme.
—Entendemos— Suspiró la mujer— Bien,
en primer lugar, sabemos a lo que has venido. Sungmin nos citó al pie de la
letra la conversación que tuviste con él previa a la petición, así que nos
hicimos una idea de tus razones para venir.
—Oh…
—Segundo,
debes saber desde ya que no nos molesta que ustedes sean pareja— Agregó.
—¡¿E-En
serio?! O sea, lo supuse cuando Sungmin me contó que le comentó a usted sobre
nosotros y no tuvo ninguna reacción escandalosa o furiosa como lo esperé…y
bueno…la duda que tengo es ¿Por qué no? Mis padres estarían espantados y la
gran mayoría también.
—A ver…
Claro que me sorprendí, pero ya entenderás de sobra que Sungminnie no nota esas
cosas con facilidad— Respondió la señora Lee,
recibiendo una positiva de Kyuhyun— Por
otra parte, la razón de que no nos hayamos enfadado, es que después de
descubrir su condición cuando tenía 7 años, ya no somos perturbados con tan
poco. Fijarse en cosas superfluas como esas ya no es tema cuando convives con
un Asperger. Descubres alguien tan fascinante después de conocerle que
entiendes que lo único que importa es la mente y el corazón de las personas, lo
de afuera no es más que un adorno. Empiezas a ver el mundo con un enfoque
distinto, y de esa forma también puedes emplear tus pensamientos en otras cosas
y reflexionas sobre asuntos que son mucho más importantes.
—Como por
ejemplo el hecho de que algún día nosotros no estaremos para él— Sentenció el señor Lee— No
digo que no puede valerse por sí mismo, a estas alturas es tan autosuficiente
como cualquier joven de su edad, pero estaría solo. Su único amigo se marchó a
Seoul hace años, Sungjin adora a su hermano pero tendrá que hacer su vida
cuando se gradúe, nuestra familia se ha mantenido distante para librarse de
complicaciones y nosotros no estaremos aquí eternamente. Como todos, el
necesitará a alguien a su lado que le acompañe, lo entienda y esté para él en
momentos difíciles y felices, pero hasta ahora, nadie además de nosotros quiso
aceptar ese papel.
—Querido,
sabemos que son muy jóvenes aún y te aseguro que no te estamos obligando a nada,
puede que algún día no estén juntos como puede que sí, lo que quisimos decir
con todo lo anterior, es que si Sungmin te quiere y es feliz a tu lado, no nos
importa si eres de su mismo sexo, mientras no lo lastimes, los apoyaremos en
todo lo que podamos.
Kyuhyun sonrió contento al oír
aquello, bajando la cabeza para mirar a su novio, quien apoyado en su hombro
observaba concentradamente la televisión. La conversación era sobre él, pero no
con él y realmente no le importaba, por muy bella que fuera la postura de sus
padres.
—No
obstante, créenos, a pesar de decidirnos a dar nuestro apoyo nos hemos
propuesto ser muy exigentes con la persona que Sungmin elija, pero se nota que
le quieres si tuviste las agallas de venir aún con todo el miedo que tenías.
Además, contigo hemos visto resultados desde mucho antes de conocer tu existencia⸻
Mencionó el señor Lee.
—¿Um?
¿Por qué lo dice? — Inquirió el menor
desconcertado.
—Sungmin
ha estado avanzando mucho en estos meses, incluso en cosas que le habían
estancado un poco. Ya no se pone tan ansioso ante las alteraciones en su
rutina, no se encoleriza cuando no logra algo y a veces cuando conversamos,
consigue mirarnos a los ojos—
Argumentó la madre.
—También
ha estado de mejor ánimo ¿Verdad, querida? Le decimos algo agradable y se pone
más feliz de lo normal. Da palmadas, salta y a veces habla muy alto al
respondernos— Prosiguió el padre con una complacida
sonrisa en su rostro— Hubo un día en especial que
parecía realmente emocionado, fue a inicios de Julio ¿Sabes por casualidad que
pasó en ese tiempo?
—Oh…Bueno,
el 1 de Julio empezamos a salir—
Respondió algo sonrojado, pero con más sorpresa invadiéndolo que cualquier otra
cosa ¿De verdad Sungmin había estado tan feliz por ello? Él lo vio tan neutral
y desentendido como de costumbre.
—Ya
veo, entonces no es un misterio que el causante de esa dicha hayas sido tú⸻
Indicó el padre, llamando nuevamente la atención de Kyuhyun— Sungmin te debe querer mucho, aunque no pueda expresártelo con
palabras.
—Mm…— Asintió el menor, tomando la mano del chico a su lado por debajo
de la mesa y este se la apretó levemente.
—Así
que cuentan con todo nuestro apoyo, solo debes prometernos que vas a cuidar
bien de él, sea cual sea el tiempo que estés a su lado— La madre enmarcó sus últimas palabras con un firme y serio tono
de preocupación.
—Descuide,
yo no permitiré que nada le pase— Contestó
inclinando la cabeza, mostrando respeto hacia los deseos de las dos personas
frente a él.
Pasaron varios segundos antes
de que repentinamente el padre de Sungmin rompiera el silencio.
—Bueno,
basta de conversar tan serios. Chico, eres bienvenido aquí, siéntete como en tu
casa y si gustas, puedes quedarte a cenar.
—Será
un placer— Aceptó sonriéndole.
—Entonces
que no se diga más. Relájate, recorre el lugar, comparte con Sungmin o lo que
tu decidas, la comida estará en un buen rato más.
—Oh,
gracias— Dijo suave— Aunque a decir verdad, es algo difícil sentirme tranquilo con
cierta persona aquí haciéndome mal de ojo—
Agregó, aludiendo a Sungjin quien asomado desde la puerta que daba al pasillo,
lo miraba con los ojos entrecerrados, quizás haciéndole una brujería o vaya a
saber uno que cosa.
—Ah, no
te preocupes. Sungjinnie es algo celoso cuando se trata de su hermano. Ha visto
más de cerca que nosotros como los abusivos le han molestado y no confía mucho
en la gente que rodea a Sungmin. Si hasta se ha metido en peleas por él, pero
ya verás cómo pronto le caes bien— Animó
la señora Lee, escuchándose desde el pasillo como el chico soltaba un indignado
“¡Jum!” y se marchaba para ni darle ilusiones a Kyuhyun de que eso pudiera
pasar.
Llamando la atención de su
distraído novio que se tomaba el resto de su jugo, Kyuhyun le indicó que ahora
podían hacer lo que él quisiera. En consecuencia, el mayor se levantó
animadamente y lo arrastró por el pasillo. Si ahora la situación era de su
interés no podía quedarse en la luna, mucho menos sin batir su lengua.
Orgulloso le enseñó a Kyuhyun su pulcra y ordenada habitación, quien totalmente
sorprendido barrió la estancia con los ojos. Cada mueble y cosa estaba puesta
estratégicamente para hacer posible una perfecta rutina, nada estaba mal ubicado,
a diferencia de su habitación donde los objetos – o más bien la mugre y la ropa
sucia- quedaban donde caían. Aquel era el lugar que Sungmin había decorado de
acuerdo a sus necesidades y manías, y Kyuhyun no podía estar más risueñamente
enternecido viendo como el otro se lo enseñaba cuan niño en Navidad, y eso no
fue todo, también le mostró un pequeño closet donde guardaba una cantidad
grotesca de ensayos sobre historia hechos por el mismo.
—¿Cu-Cuantos
ensayos son? — Preguntó Kyuhyun atónito.
—327
ensayos los cuales empecé a hacer desde los 8 años— Respondió el otro como si nada.
—Madre…— Suspiró el menor aún sorprendido.
—¿Por
qué la gente siempre dice eso cuando los ve?—
Inquirió Sungmin realmente confundido, haciendo reír a Kyuhyun.
Y después de que el mayor le enseñara todo
lo que quiso, el resto de la tarde fue consumida entre conversaciones aliñadas
por el agasajo de una deliciosa cena. Todos disfrutaron de una amena tarde
juntos, incluso el algo enfurruñado Sungjin bajo su guardia en algunas
ocasiones y así Kyuhyun, logró conocer a la singular y amable familia de su
novio, el único respaldo genuino y leal que había tenido el mayor antes de que
el apareciera. Y Sungmin por su lado, al ver que todo parecía marchar bien
entre su novio y su familia, empezó a creer que quizás situaciones pequeñas
como esas no eran tan insignificantes como él creía.
Continuará...
De verdad odio que hayas publicado en tantos sitios hah.
ResponderBorrarNo debería, pero como es un fic dedicado, me rompo la cabeza con cada palabra. Trato, lo juro.
Creo aquí te dije que si quería hacerme conocida tenía que ser una autopromotora desvergonzada xDD
BorrarTodo fue mejor de lo que esperaba, los papás de SungMin son un amor, me encantó que le dieran todo su apoyo a KyuHyun...SungJin es otro caso, pero de seguro se lo gana de a pocos.
ResponderBorrarMientras tanto SungMin es feliz y KyuHyun lo es más <3
Gracias por la actu ^^
-Se va a seguir viendo los Mv de KyuHyun-
Me encanta (ㅠ.ㅠ) ♡♡♡♡...
ResponderBorrarTanto amor hace que mi corazon se llene de alegria!!!
Me gusta como va la historia y quiero que siga asi de linda y adorable :3 ...
Muchas gracias por este capitulo tan hermoso^^ ♡♡♡