domingo, 13 de noviembre de 2016

Asperger: Cuando Sungmin conoció a Kyuhyun [07/13]

7♥ Vulnerabilidad, falta de malicia y dificultad para entender las intenciones ajenas.


Desde sus primeros años de vida, Sungmin había creado un mundo propio donde su tierna, sosegada y dócil persona podía vivir y desarrollar su genialidad con toda libertad, donde podía estar tranquilo y moderadamente feliz. Por esa razón, salir de ese lugar precioso para comunicarse con el mundo real era, en muchas ocasiones, nada agradable, al menos hasta que Kyuhyun apareció. Antes de él, parecía que nadie adecuado podía o tenía intenciones de comprenderlo. Su familia siempre estaba a su disposición y podía comunicarse con Hyukjae por correo cuando quisiera, sin embargo, no era suficiente. Él como cualquier persona necesitaba rodearse de sus pares, gente de su edad que estuviera totalmente presente en su vida y con los cuales poder divertirse y hablar, pero desde la guardería hasta la actualidad, solo había conseguido desprecio, ira, lástima y rechazo de los demás. Sungmin no los golpeaba, no los insultaba y a veces ni siquiera había intercambiado palabras con esas personas, aun así, desde siempre lo dejaron de lado y solo se acercaron a insultarle, a decirle cosas que no entendía o a quitarle sus almuerzos sin razón alguna. Por esos motivos, aunque se sintiera algo mal, él prefería estar solo, cumplir con los deberes cotidianos y escribir ensayos sobre etapas históricas en las que ni sus bisabuelos habían nacido para así perderse en su mundo. El día en que Kyuhyun apareció, las cosas recién empezaron a cambiar. Desde que hablaron por primera vez, volver al mundo real ya no era tan malo, de hecho, pasado un tiempo se volvió completamente bueno, tanto que se animó a estar más tiempo en él que escribiendo en su otro mundo. El menor lo escuchaba, se empeñaba en comprenderlo y a Sungmin también le agradaba saber de él en vez de que todo girara alrededor suyo. Kyuhyun era alguien de su total interés, que le hacía sonreír, estar en calma y que además le protegía, porque aun no estando con él, los aprovechados que lo molestaban ya ni se le acercaban, Kyuhyun y sus influencias les infundían miedo aun no estando presentes. Sungmin sonreía pensando en esto, era realmente gratificante saber que el mundo real era más seguro y agradable al lado del menor.

No obstante, un día las cosas volvieron a ser como eran antes.

Hasta ese entonces, Kyuhyun y él estaban forjando un firme lazo de confianza y entendimiento que fortalecía su relación cada vez más. No iban muy rápido, aún quedaba mucho por aprender, pero los pequeños pasos que daban juntos eran sobre un fuerte y seguro cimiento, y eso para una pareja que tenía tantos obstáculos era muy alentador. Sin embargo, no todo era miel sobre hojuelas por mucho que Sungmin lo creyera así. A la par que sucedía esto, la relación de Kyuhyun con sus amigos se deterioraba cada vez más, casi hasta llegar a la extinción. No peleaban, pero se distanciaban paulatinamente, hablaban menos y resultaba incómodo estar en el mismo lugar, parecía que ellos definitivamente no querían comprender a Kyuhyun y si las cosas estaban así, el alto pelinegro no veía más remedio que dejarlos ir, porque ya les había dado cientos de argumentos perfectamente válidos y ellos no escuchaban, se negaban a darle una vuelta en sus mentes y ver si habían verdades o mentiras en lo que Kyuhyun les decía. Solo quedaba dejar a Sungmin para darles gusto y él no iba a hacerlo, ni por ellos ni por nadie. Convencido y con esa pena pesando en su interior, se empeñó por seguir adelante sin saber que el asunto significaba más que perder amigos, porque la protección que venía de regalo con la amistad se había esfumado también y pronto los demás en el instituto empezaron a notarlo, incluyendo los abusivos. El menor dio con esa preocupación cuando en un receso, almorzando detrás del edificio, Sungmin parecía más absorto en sus pensamientos de lo habitual.

—¿Te sientes mal, Min? Te veo desanimado— Se preocupó acariciando con tres dedos la tierna carita afligida frente a él. 
—Si, me siento de una forma desagradable. Tres de mis compañeros de curso volvieron a hablarme hoy y ellos no me agradan en lo absoluto. No entendía que necesitaban de mí, pero no me dejaron tranquilo hasta que la profesora de inglés llegó— Respondió mirando el suelo.

 Kyuhyun quedó congelado por fuera, pero la sangre en todo su cuerpo empezó a burbujear por la ira.

—¿Te están molestando? — Masculló apenas.
—Eso creo, porque las cosas que ellos me piden no me gustan. Quieren que haga cosas para que los demás se rían de mí y las risas de los demás me hacen sentir muy mal— Agregó terminando de acurrucarse por sí solo en el pecho de Kyuhyun. 

Este le abrazó con fuerza, ahogándose en impotencia porque, ¿Qué iba a hacer él ante esto? Asistían a clases distintas, solo podía cuidar de él en los recesos y aunque pidiera que lo cambiaran a su clase, él no era una amenaza creíble para esos matones. Nunca había tenido problema con ellos, pero por los testimonios de sus pasadas víctimas sabía cómo eran: Unos cobardes que molestaban en grupo al primer indefenso que encontraran, y ahora, cerca de ellos, no había nadie más indefenso que Sungmin.

Con miedo y todo, el menor optó por armarse de valor y de todos modos pedirle al director su cambio de clase con una elaborada excusa, pero por más que insistió no consiguió resultado alguno, así que pasó al plan B, el cual consistía en correr como un diablo a la clase de Sungmin cada receso y escoltarlo de vuelta cuando estos terminaran, además de pedirle a una que otra conocida en la clase de Sungmin que cuidaran de él lo más que pudieran, y aunque con esto logró que el fastidio fuera el mínimo, un día su plan simplemente falló. La culpa fue de una extensa prueba de química que le mantuvo entretenido incluso unos minutos del receso para almorzar, y como Sungmin no lo vio llegar a la hora de siempre, optó por seguir lo que formaba parte de su antigua rutina, o sea, ir a comer solo, y eso solo resultaba una mala idea, una pésima idea.

—Miren, el tonto está solo— Segundos después de acomodarse en la mesa habitual, el “Líder” de la pandilla de abusivos se acercó junto a sus secuaces para fastidiarlo— ¿Dónde está tu novio? ¿Acaso ya se cansó de metértela y te abandonó?

Sungmin mantuvo la boca cerrada y lo único que se movía en su cuerpo era su corazón latiendo a mil. Los muchachos empezaron a rodearlo lentamente.

—Vaya, de nuevo se niega a contestar. Deberíamos enseñarle modales— Rio con malicia otro de cabeza rapada y varios centímetros más alto que Sungmin.
—¿Qué mierda estás comiendo?— Le preguntó el último, de cabello revuelto y mal cuidado, tomando su pocillo de comida para probarla— Mmm, nada mal. Podrías darnos tu almuerzo desde ahora ¿No crees, tonto? En compensación de que tus ex protectores nos han mantenido alejado. Nosotros te hemos extrañado mucho tontín, esa clase de trampa no se hace— Agregó con un falso tono de regaño amoroso.
—U-Ustedes tienen sus propios almuerzos con el que seguramente quedarán satisfechos, el mío no les hace falta como me lo hará a mí si me lo quitan— Sungmin contestó en un susurró la petición, sin siquiera mirarles un pelo— Y yo no soy tonto— Agregó, enterrando las uñas en sus palmas de pura ansiedad.


—¿Como que no lo eres, tonto? Si eres extraño y nadie quiere estar contigo.
—Eso no me hace tonto, además tengo las mejores notas de mi curso.
—¿Entonces insinúas que nosotros lo somos?— Inquirió el flacucho de cabellos revueltos, poniéndole más atención.
—No lo insinúo, pero dada la cantidad de veces que les he dicho lo mismo y no lo han entendido, quizás lo sean— Contestó, no entendiendo la magnitud de sus palabras. 
—¡¿Cómo te atreves?!— Bramó el líder, levantando el puño para plantarlo violetamente en el rostro del bajito. 
—¡HEY!¡ATRÉVETE TÚ Y TE MATO! — Pero antes de que cualquier desgracia sucediera, un agitado Kyuhyun detuvo el golpe con su propia mano y fulminó furiosamente al patán en frente suyo. 

Tan rápido como pudo y aprovechando la sorpresa que causó en los matones, levantó del brazo a Sungmin y lo apegó a su cuerpo. Temblando de ansiedad y miedo, el mayor no dudo en aferrarse a él. 

—Miren quien apareció— Canturreó el de cabeza rapada con una sonrisa venenosa.
—¡¿Por qué no se meten con un grupo con su misma cantidad de miembros y fuerza, cobardes de mierda!? —Bramó el pelinegro. 

Tenía miedo y estaba en una obvia desventaja, pero la situación le enfurecía tanto que las palabras salieron solas de su boca. Le hacía enrojecer iracundo el imaginar que hubiera pasado de haber llegado minutos más tarde y si sus conocidas no le hubieran ido a avisar lo que estaba ocurriendo con esos malnacidos.

—Tu tono de voz no es nada agradable, amigo— Advirtió el de pelo revuelto. 
—Yo no soy tu amigo— Masculló— No me mezclaría nunca con gente que se aprovecha de los débiles solo porque sí.
—¿Qué? ¿Tanto te jode que bromeemos un poco con el enfermito mental que te jodes, homosexual asqueroso?
—Eso no es “Bromear un poco” y lo sabes bien, bestia— Kyuhyun susurró acercándose al rostro del líder con el sigilo de un lobo antes de atacar— Además ¿Enfermito mental? Sungmin tiene mucho más cerebro e integridad que todos ustedes juntos. Él podría perfectamente burlarse de la ignorancia y estupidez de tu grupito y aun así no lo hace.
—¡No nos provoques, idiota!— Profirió el más alto de los tres, pateando la silla en la que Sungmin había estado sentado, logrando llamar la atención de todos los alumnos en la cafetería. 
—¡Tú no me provoques a mi o te daré tu merecido!— Gritó más fuerte el furioso pelinegro, poniendo a Sungmin a su espalda. Los gritos fuertes le molestaban, pero de igual forma el bajito trató con todas sus fuerzas de estar atento a la situación.
—¿Para qué lo escondes?— Le preguntó el rapado tratando de agarrarle el brazo a Sungmin, siendo rápidamente empujado por Kyuhyun.
—¡No toques a mi novio! ¡NO LO TOQUES!— Gritó con tanta bravura que por poco y le salía espuma por la boca. Sus ojos estaban inyectados en una ira asesina que nunca había experimentado en su no muy larga vida.
—Con que no podemos tocarlo ¿Eh?— Inquirió el líder tomando el mando de la situación con un tono calmado y una sonrisa siniestra mientras se acercaba más a Kyuhyun, acechándolo— Y dime… ¿Quién aparte de ti, pequeño flacucho, nos va a detener?

Kyuhyun permaneció mirándolo a los ojos por los siguientes segundos. La ira se esfumaba lentamente, la sombra del enorme y mucho más fuerte líder del grupo consumía la suya y se alimentaba de su miedo en aumento, y él no tenía ni fuerza ni amigos para detenerlo. Ni siquiera había alguna autoridad escolar rondando por ahí que los detuviera. Debía salvar a Sungmin y no sabía cómo. Podía protegerlo con su cuerpo hasta que quedara hecho pedazos ¿Pero después qué?

—Nosotros te vamos a detener y te juro que lo lamentarás.

Para Kyuhyun, oír aquellas palabras fue más un golpe letal hacia los matones que un sonido, aunque no estaba muy lejos de la verdad. Apenas un segundo después de oírlo, un empujón hizo que el líder azotara el suelo con su cuerpo de plomo. 

—¡¿Qué mierda creen que hacen, bastardos, molestando a nuestro amigo y a su novio?!— Gritó Heechul asomándose por un lado de Kangin, quien había sido el que invitó al matón a probar las baldosas de la cafetería.
—¿No les habíamos dejado claro hace tiempo que se mantuvieran alejados de nosotros y nuestros amigos? — Secundó el cristiano, asomándose por el otro lado. 

—Ustedes ya no se juntaban con él— Argumentó el de cabello revuelto, retrocediendo junto a los otros dos.
—Pensamos que…
—Pues pensaron mal— Interrumpió Kangin caminando hacia ellos mientras se tronaba los dedos— Y odio cuando malinterpretan mis acciones, y más cuando me desobedecen— Añadió con voz de ultratumba.
—Nosotros seguimos siendo amigos, así que no tienen permiso para hacerles daño— Aclaró Siwon.
—¡Ni ustedes ni nadie! ¡Así que espero que toooodos lo hayan oído! — Heechul levantó la voz para que resonara en todo el lugar— Si alguien se atreve a hacerle hasta el más mínimo daño a estos dos, terminara flotando boca abajo en el río Han ¿Entendido? ♥— Amenazó con un tono patoso y aniñado, notándose todo su sadismo entre líneas.

Todos los presentes bajaron las cabezas, mirando sus almuerzos nerviosamente y dejando claro que habían entendido perfectamente. Satisfechos con eso, los 3 miraron de vuelta a los matones.

—¿Que esperan para largarse? ¿Qué les haga un examen rectal con mi zapato?— Advirtió Kangin, haciéndoles reaccionar y arrancar como gallinas de campo. 

Kyuhyun volvió a respirar cuando les vio huir, y sentir el cuerpo asustado de su novio detrás suyo le devolvió la movilidad. Suavemente, atrajo de vuelta a Sungmin hacia su pecho, lo abrazó fuerte y besó su frente. Luego levantó el rostro y vio a sus 3 amigos observándolo con esas sonrisas y ojos bromistas que tan bien conocía.






—Debe haber mucho amor de por medio para que un marica llorón como tú se ofrezca como carne de cañón para defender a alguien— Comentó Heechul, rompiendo el silencio con una de sus típicas bromas— Aunque ni eso te ayudó a actuar de forma más inteligente frente al peligro. Mira que provocar al enemigo estando en obvia desventaja…






El aludido rio avergonzado.






—Ustedes dos, sígannos— Ordenó Kangin dándose la vuelta— Hay que hablar.






Acatando, Kyuhyun ayudó a Sungmin a recoger sus cosas y caminaron tras ellos.


Sungmin apenas conocía de vista a los amigos de su novio y no podía establecer si sus intenciones eran buenas, pero Kyuhyun les había obedecido sin miramientos, por lo que debían ser así¿No? Además, si habían logrado espantar nuevamente el horrible pasado, hasta Sungmin que no sabía leer a la gente tenía esta vez un buen presentimiento de esas personas.







Continuará...

3 comentarios:

  1. Ya estamos sobre la mitad del escrito.
    Me encanta como se complementan a la perfección.

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  2. Hasta que por fin esos tres cabezotas se dieron cuenta de la realidad y volvieron a ser amigos de KyuHyun, espero que poco a poco puedan entender a Min, sería genial que también fueran sus amigos.

    Debo admitir que por un momento pensé que iban a hacer puré de KyuHyun xD

    Gracias por la actu...Bye

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  3. Me hubiera gustado que le hubieras puesto nombre a los matones, asi se a quien debo odiar.
    Solo me conformare con llamarlos Maton de relleno 1, 2 y 3 xD!!!
    Ah, crei que los amigos de Kyu iban a ser mas cabezas huecas pero por suerte reaccionaron bien (ㅠ.ㅠ) ... ahorita me voy a leer el siguiente, nos leemos en el siguiente capitulo^^

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