Asperger: Cuando Sungmin conoció a Kyuhyun [05/13]

5♥ Dificultades para producir emisiones de acuerdo al contexto, las personas y/o el estado mental de estas.

La clase de historia recién había comenzado y Kyuhyun ya tenía suficiente de ella por esta semana. Poner atención en ese momento se le hacía imposible y todo porque su mente estaba llena de musarañas después de una tensa conversación con sus amigos en el almuerzo ¿Y sobre que había sido esa desagradable charla? Sungmin fue la respuesta segura que Kyuhyun pensó justo antes del suceso, cuando los veía acercándose a él con caras pocos amables.

Todo radicaba al inicio del segundo semestre. Después de las vacaciones, Kyuhyun ya no se acercaba curioso donde Sungmin como antes, sino que derechamente pasaba casi todo su tiempo libre con él, conversándole, andando juntos de la mano y mimándose discretamente sobre el césped al costado del instituto. Era obvio hasta para el más desentendido de los chismes escolares que eran novios, y que el instituto fuera un lugar desinhibido y lleno de amor libre no era la razón por la cual nadie les decía o hacía algo, eso se debía a su fama -malvado manipulador y chantajista si se lo proponía- y la de sus 3 amigos en el instituto, y estos eran: Kangin, un fortachón adolescente, jugador de fútbol y empedernido conocedor de artes marciales; Heechul, un brillante y aterrador muchacho con la capacidad de hacer añicos el autoestima de cualquier persona en 5 minutos; Y Siwon, un chico correcto y perfecto en todo, que además de imponer respeto entre sus pares, es el nieto del director del instituto. Estando así las cosas, a los demás les quedaba claro: Te metías con Kyuhyun, te metías con ellos. Por esas razones, incluso los matones de la escuela dejaron de molestar a Sungmin, aunque los amigos en cuestión no estaban para nada a gusto con el novio del menor de su grupo y no tardaron en mencionárselo.

—¿Estás loco? — Le regañó directamente Kangin— ¿En serio estás saliendo con alguien así?

—Explícame qué diablos estás queriendo decir con “Alguien así” — Kyuhyun objetó de inmediato.

—Ya sabes…— Divagó el fortachón.

—Yo no sé nada, porque en serio que estoy saliendo con Sungmin y no veo lo malo en ello.

—¡Ya déjate de idioteces, Kyuhyun! — Intervino Heechul, casi gritando— Sabes bien que es “Especial”, no es por nada que nadie se junta con él ¿Sabes qué cosas dicen de ti? Todos piensan que eres un pervertido fetichista por salir con un enfermo.

—¿Por qué iba yo a necesitar la aprobación de esos imbéciles si no estoy haciendo nada malo? Las únicas opiniones que pueden importarme son las de la gente que quiero, ustedes son la gente que quiero y es decepcionante que escuchen las tonterías que escupen los demás en vez de tratar de entenderme— Respondió el menor.

—Queremos entenderte, Kyuhyun— Le calmó Siwon— Pero es difícil y extraño. No todos los días te enteras que un cercano tuyo aceptó el reto de salir con alguien que tiene esa clase de trastorno, provoca muchas suposiciones sobre porqué decidiste salir con él.

—Es dulce, interesante y posee una pureza auténtica ¿Nunca has deseado estar con alguien así? Yo sí y lo conseguí. Sungmin es genial y me hace experimentar emociones intensas ¿Qué hay de malo en ello?

—No sé, Kyuhyun— Suspiró Kangin— Yo digo que tienes que pensártelo mejor antes de llegar más lejos con él.

—Yo estoy totalmente seguro— Insistió el menor con determinación— Es más, creo que nunca había estado más decidido por algo en la vida.

—Lo dices porque estás embobado con ese sujeto, pero ni siquiera consideras que puedes perdernos a nosotros si no te lo piensas bien y actúas correctamente— Replicó Heechul— Tu sabes que los amigos van primero que los amores.

—Si los pierdo a ustedes…será por su propia ignorancia y terquedad— Puntualizó el menor, mirándolos directamente y con una voz acerada— Yo no los puedo seguir en vez de a Sungmin si sé que son ustedes los equivocados— La mesa quedó en silencio por varios segundos después de eso.

—Bien…es tú vida y son tus decisiones, y a nosotros no nos queda más que respetarlas— Finalizó Siwon, y los tres se fueron, dejando en el aire el mensaje de que si bien respetaban lo que el decidiera, no significaba que seguirían a su lado.

Kyuhyun volvió en sí tras repasar ese amargo momento una y otra vez, para darse cuenta de que la clase ya había finalizado.

Esa misma tarde, Kyuhyun llevó a Sungmin a su casa. Se aseguró de tratarlo de la misma forma de siempre, y este demostrando totalmente que no percibía el ánimo abatido de su novio, le habló con alegría de los conejos que vio hace días con su hermano en un tienda de mascotas, y Kyuhyun trataba de ponerle toda su atención, pero en su cabeza seguían apareciéndose a ratos las palabras de sus amigos ¿De verdad estaba mal salir con Sungmin?

 Ensimismado en ello aún después de que se acomodaron para descansar, acarició el sedoso cabello del chico sentado entre sus piernas, llamando su atención y haciéndole voltear. Los ojos grandes y brillantes que solo sabían mirarlo a él lo revivieron y cautivaron por varios segundos, y en cuanto el mayor le sonrió, en cosa de segundo su seguridad se reafirmó. Era definitivamente lo correcto. Poniendo una de sus sonrisas perversas, Kyuhyun guiñó el ojo izquierdo y obedientemente el mayor se puso encima de él y juntaron sus labios. Se besaron por un largo rato, cada vez aumentando más la profundidad y haciendo el exquisito contacto de lenguas algo inevitable, tan inevitable como querer comerse entero al mayor. Sungmin rio quedito por las cosquillas que le hacían los labios de Kyuhyun penetrando poco después en su cuello, en tanto sus manos traviesas bajaban de a poco para acariciar el lindo trasero del bajito. En cuanto oyó un ligero suspiro sobre su oreja, Kyuhyun volvió a ponerse frente al otro, riendo quedamente.

—Kyuhyun, estás riéndote ¿Por qué te ríes? — Se extrañó Sungmin viendo esa mueca curvada hacia arriba.

—Porque hay un exquisito postre frente a mí— Canturreó.

—Ya te he dicho que no soy comida— Repicó el bajito frunciendo el ceño exageradamente, haciendo reír aún más al menor.

—Si sé, es sólo una broma— Contestó— Y aunque fueras comida, nunca te comería. Eres quien me hace más feliz ahora mismo.

—Eso es normal si se trata de mí, mamá siempre me repite que soy encantador y que le traigo mucha felicidad— Alardeó con ese egocentrismo innato en los Asperger.

—Mira que engreído me has salido— Se impresionó el otro y en un intento de “castigarlo” volvió a atacar su cuello, esta vez poniéndose encima suyo.

No hizo falta guiñar para que Sungmin entendiera que otra tanda de besos se aproximaba, y tampoco se sorprendió de recibir un poco más de eso cuando amoldando bien sus cuerpos uno encima del otro y haciendo el contacto cada vez más asfixiante y placentero, sus sexos empezaban a despertar. Kyuhyun amaba esos momentos, porque no importaba la condición, nada quitaba que su novio era tan calenturiento como cualquier adolescente, y la docilidad e ingenuidad que Sungmin tenía le venía perfecto al menor para llevar a cabo sus perversiones.

—¿Quieres… que nos toquemos?

Siempre y cuando el mayor quisiera, claro.

—Sí…— Respondió Sungmin, con el rostro rojo y perlado por la excitación.

Con una sonrisa Kyuhyun desabrochó sus pantalones y luego los de su novio, metiendo la mano dentro del bóxer de este para acariciar el miembro de arriba abajo con la misma suavidad con la que devoraba nuevamente sus labios. Sungmin también comenzó a hacer lo suyo, tomando tímidamente el pene duro de su novio para masturbarlo.

—Puedes ir más rápido y firme, me gusta como lo haces— Susurró el menor con la voz afectada, dejando unas cuantas marcas bajo el sensible oído ajeno— ¿Te gusta como lo hago?

—S-Sí— El mayor sonrió al contestar, complacido por el deleite único que recién hace unos días había comenzado a explorar gracias a los gentiles y largos dedos de su novio.

Sus sexos duros como rocas gozaron del delicioso estímulo mutuo hasta hacer que todas las descargas eléctricas recorriendo sus cuerpos estallaran a la vez en un mismo lugar, matando todas sus fuerzas en un magnífico orgasmo. Faltos de aliento, se tendieron unos instantes uno junto al otro, para después limpiarse. Ya habiendo terminado, Kyuhyun se sentó en su cama y acomodó a Sungmin encima suyo, poniéndole de frente para charlar.

—¿Qué hiciste el fin de semana? — Le preguntó Kyuhyun, pasando el dedo índice por la nariz del bajito, aún algo atontado por su reciente ‘Masaje con final feliz’.

—Hice mis tareas y pasé tiempo con mamá. Papá tenía que atender un asunto de su trabajo fuera de la ciudad y como Sungjin no tenía deberes, le acompañó. Mamá me consintió mucho, creo que subí 3 kilos con todos los postres que me preparó— Comentó con tono tierno, haciendo reír a Kyuhyun.

—Lo noto, estás encima de mí— Respondió— ¿Y qué cosas no muy frecuentes hiciste con tu madre?

—Mmmm…Paseamos por el parque, fuimos al supermercado, le ayudé mientras tejía y conversamos sobre mis actividades de después del instituto. Le conté sobre el azulejo que se posó en tu ventana mientras nos besábamos el jueves pasado.

Kyuhyun escuchaba calmadamente el relato hasta que su mente procesó la palabra “Besábamos”

—¿¡Le contaste que tú y yo nos estábamos besando!? — Gritó horrorizado, incorporándose con tal brusquedad que el cuerpo de su novio cayó hacia un lado, totalmente aterrado por su repentino cambio de actitud— Oh, lo siento— Agregó al volver en sí, afirmándolo para que se volviera a acomodar encima suyo.

—S-sí, le dije— Contestó el bajito, tratando de serenarse.

—¿Y ella que te respondió?

—Me preguntó cuál sería la razón de que semejante ave estuviera volando por ahí y después de responderle, abordamos otro tema.

—¿Y-Y no se desmayó, gritó, tartamudeó o tuvo una reacción similar a las que mencioné?— Preguntó de vuelta el menor, cada vez más intrigado.

—No, no lo creo— Sungmin contestó confundido, liando aún más los pensamientos de Kyuhyun ¿Que pasaba con la madre del mayor? ¿Le contó que se besaba con un hombre y ella no reaccionó? ¿O sí lo hizo pero el bajito no se dio cuenta? Sea como sea, parecía que su deber era conocer a los padres de Sungmin y asegurarse de que todo estuviera bien.

—Sungmin, ¿Puedo ir a tu casa este fin de semana a conocer a tus padres? Puede ser cualquiera de los dos días y en cualquier momento.

—Si puedes. Normalmente estamos desocupados de tareas del hogar a las 6 el día sábado, ve a esa hora.

—Ahí estaré.

—Voy a escribir el evento en mi libreta— Dijo levantándose de la cama para buscar su mochila.

Kyuhyun lo contempló en silencio y se sorprendió al ver como en cuclillas el chico tarareaba una alegre cancioncilla sin contemplar un poco lo que había hecho y lo que pronto tendrían que enfrentar. El menor suspiró antes de sonreír rendido. Bueno, Sungmin aún no era un experto para manejar sus palabras en los momentos oportunos y con las personas oportunas, más para subirle el ánimo, su tierna torpeza social había servido muy bien, y aparentemente también había servido para confesarle su relación a su madre, aunque sabía bien que no debía aprovecharse de su buena suerte hasta ahora, aún tenía cosas que enseñarle a su novio.

—Ya está anotado.

—Entonces siéntate aquí y hablemos un rato de lo que podemos y no podemos revelar sobre nuestra relación cuando estemos juntos con tus padres.

—¿Eh? ¿Qué clase de cosas no debería decirle a mis padres?

En realidad, muchas cosas que enseñarle.

Continuará...