8♥ Relaciones
sociales muy limitadas y dificultades notables para hacer amigos.
Contando a Kyuhyun antes de que se
volviera su novio, a Hyukjae y a su hermano pequeño, Sungmin solo había tenido
3 amigos en su vida, sin duda una cantidad diminuta al lado de la que podían
presumir los demás, pero siendo honesto, él nunca había envidiado a nadie por
eso. Esas 3 personas eran de las más queridas por él y le daba una gran
satisfacción compartir su vida con ellos, y eso hasta Sungmin sabía que no lo
conseguía cualquiera. Claro, si se sintió frustrado en su niñez al ver como los
demás niños conseguían amigos con mucha más facilidad que él, pero luego de que
fue conociendo la hostilidad de la sociedad hacia personas como él, pensó que
quizás estaba bien solo relacionarse con ese limitado grupo de personas y decidió
que si bien no se cerraría a la amistad si alguien se acercaba a él con buenas
intenciones, él ya no sería quien diera el primer paso. Esta idea se arraigó
con más fuerza y agudeza cuando Kyuhyun llegó a su vida. Él se sentía tan bien
a su lado, tan feliz y seguro, que en vez de usar esa confianza para darle otra
oportunidad a sus habilidades sociales, prefirió despedirse de la idea de tener
más amigos. “Con Kyuhyun mis expectativas sociales han sido ampliamente
superadas, y por lo demás no soy codicioso en ese ámbito, así que cesaré desde
ahora” Pensó el bajito, pero para su sorpresa, Kyuhyun no tenía ninguna
intención de que hiciera eso. Claramente lo demostró ese día en que introdujo a
esas personas a su vida.
“Encantado de conocerte, me llamo Choi Siwon.”
“Un gusto, soy Kim Youngwoon, dime Kangin”
“Hola, soy Kim Heechul”
Ellos no eran extraños para él, no del
todo. Sabía que eran los amigos de su novio, y por eso no les guardaba el mismo
grado de recelo que sentía hacia los demás alumnos del instituto, mucho menos
ahora que le habían rescatado de esos abusivos que siempre lo molestaban, pero
tampoco es como si hicieran resurgir sus deseos de socializar. Lamentablemente,
estaba por comprobar que esa decisión no estaba en sus manos. Justo después de
enfrentarse a los matones, los muchachos se lo llevaron a él y a Kyuhyun a la
parte trasera del instituto y ahí junto a su novio tuvieron una larga
conversación. Sungmin no entendió muy bien de lo que hablaron, escuchó que se
disculpaban con Kyuhyun, decían sentirse avergonzados y estúpidos por su
comportamiento del último tiempo y que habían aprendido que no debían dejarse
llevar por lo que pensara la chusma. También hablaron de Sungmin, asegurando
que habían averiguado sobre su condición y entendido que él no era ningún
retrasado, y que nunca más se referirían a él de esa manera. El bajito quedó
realmente confundido, más cuando los muchachos se dirigieron a él y se
disculparon directamente, ya que él nunca los había escuchado decir algo
semejante, pero al parecer a su novio le hacía mucho sentido todo lo que
decían, porque después de dejar de hablar y cuando los muchachos se presentaron
formalmente, Kyuhyun le tomó de los hombros con una gran sonrisa.
—Sungmin, ahora
Siwon hablará con su abuelo, quien es el director de este instituto, y le
pedirá que te cambie a nuestro curso. No tendrás que lidiar nunca más con esos abusivos,
ahora estaremos juntos en clase, tú, yo y los chicos, quienes desde ahora también
serán tus amigos— Le explicó, causándole una gran impresión
con lo último— Seguramente te costará más llevarte bien con ellos de
lo que te costó conmigo, pero por favor haz el esfuerzo. Te aseguro que valdrá
la pena.
El bajito puso su vista fija en el rostro
de su novio y por un momento, estuvo a punto de oponerse, hasta que su mente
procesó la palabra “Por favor”. Kyuhyun le pedía un favor y según lo que había
concluido después de las explicaciones de sus padres y lo leído en libros, los
seres queridos pedían favores así como él podía pedírselos. El bajito
reflexionó por unos segundos.
—Está bien, seré
amigo de ellos— Decidió sonriéndole. Kyuhyun le agradeció
con una sonrisa, lo abrazó, y sintiendo su rostro cerca no pudo espantar la
tentación de robarle un tierno beso.
—Hey, puedo aceptar
las relaciones homosexuales, pero aún no tolero del todo verlos ensalivarse así
que por favor evítenlo cuando estén delante de mí— Pidió Siwon
corriendo el rostro con incomodidad.
Inmediatamente después de soltar los
labios de su novio, Sungmin depositó la vista en las figuras de esos 3
muchachos, mientras en su cabeza surgía un tímido pensamiento que se repetía
simultáneamente en las cabezas de quienes miraba.
“Esto no va a ser fácil”
Y esto se comprobó a lo largo de los
siguientes días. Tal como prometió, Siwon hizo uso de su “ventaja especial” y
al día siguiente Sungmin estaba sentándose junto a ellos en clases ante las
miradas extrañadas de los demás alumnos. Pero con volverlo parte del grupo no
habían logrado mucho, por no decir nada. Ninguna de las partes lograba
comprender a la otra, la diferencia era tan abismal que parecía que hablaban
distintos idiomas, porque cosa que preguntaban ellos Sungmin la respondía
refiriéndose a algo completamente diferente. Era frustrante hablar con él, no
entendía lo que le decían, ellos no entendían lo que Sungmin les decía, sus
infalibles encantos sociales no hacían efecto en él y peor, cada vez que
erraban, Kyuhyun intervenía y aclaraba la situación para ambos lados con una facilidad
envidiable. Se sentían estúpidos, y al menos en esa área lo eran, eran
estúpidos y además tercos, y esas dos características eran las únicas que
tenían en común, porque tanto Sungmin como los 3 muchachos aseguraban que
intentaban acercarse al otro, pero realmente ninguno había querido salirse de
su zona de confort. Se arraigaban a la teoría universal de que para lograr una
amistad con alguien debían recurrir a intereses comunes, cuando en su caso
debía ser todo lo contrario, tenían que apreciar sus diferencias, valorarlas y
crear juntos distintas semejanzas en base de ellas. Por suerte, después de
varios intentos fallidos, lograron llegar a esa conclusión, y no porque de un
día para otro se les haya prendido el foco, todo se debió a la perseverancia
que sus enormes orgullos les daban. No les impulsaba el ardiente deseo de
conseguir un nuevo amigo, se estaban jugando el honor, todos habían dado su
palabra de hombres a Kyuhyun, los 3 muchachos prometieron hacer una amistad con
su novio (Entre varias fanfarroneadas de que sería pan comido) y Sungmin se
acogía a su idea de que las condiciones entre novios eran ineludibles y que si
su novio le pedía un favor él tenía que cumplir tal favor aún si su vida
dependiera de ello, y un chico tan listo y lindo como él (Como su madre le
había asegurado 100 veces) no podía fallar en algo que solo pedía usar el
cerebro.
De esta forma, se decidieron a hacer mil
intentos distintos, los 3 muchachos siempre buscaban una nueva forma de
acercarse y Sungmin realizaba minuciosas investigaciones sobre interacción
social para entenderlos y responderles cuando ellos se acercasen, y todo eso
falló hasta que un día los 5 se hallaban estudiando en la biblioteca. Siwon
harto de la lectura, levantó el rostro para distraer la mirada y de alguna
forma terminó mirando a Sungmin. Al parecer él también estaba aburrido, ya que
leía sobre la crisis de los misiles en Cuba, algo totalmente distinto al “Ciclo
celular” que era lo que entraba en la próxima prueba de Biología. Sin reparar
mayormente en ello, Siwon siguió mirando a su alrededor cuando de nuevo su
mirada tropezó con algo que llamó su atención. En una estantería lucía un gran
cartel sobre una exposición acerca de la guerra fría que se haría la próxima
semana en un museo cercano. Y el joven cristiano, en vez de ser iluminado por
la gracia del señor, fue en cambio iluminado por la mejor idea de su vida. Se
levantó decididamente de la mesa, sin reparos despegó el cartel, lo llevó hasta
el grupo y puso en marcha su nuevo plan.
—Sungmin-ssi, el
martes de la próxima semana a las 17:00 hrs. habrá una exposición sobre la
guerra fría en el museo nacional ¿Quieres ir con nosotros? —
Le ofreció ansiosamente, llamando la atención de todos, sobre todo el aludido.
Sungmin miró el cartel por largos segundos
como si intentara descifrar algo oculto en lo que decía.
—Está bien, iré con
ustedes— Respondió con una sonrisa. Siwon carcajeó
triunfante mientras Kangin y Heechul se miraban extrañados.
Y no entendieron que tramaba hasta que al
llegar al museo, Siwon hizo preguntas a Sungmin sobre el tema que se exponía y
logró la primera conversación de más de un minuto con él ¡E incluso hablaron
mucho más! Porque había descubierto la debilidad del bajito y este no paró de
hablar de la pelea indirecta de E.E.U.U y la URSS y las consecuencias que tuvo
en los demás países. Entonces Heechul y Kangin también intentaron seguir la
idea de su amigo, y le hablaron a Sungmin sobre el problema que tenían con esa
asignatura en el instituto y si él podía enseñarles. El bajito accedió extrañado, y así, días
después estaba hablándole a los muchachos sobre las guerras mundiales, y cuando
ellos podían seguir la materia por si solos, Heechul colocaba algo de música
mientras leía.
—Las chicas que
cantan estas canciones se llaman Wonder Girls ¿Las has escuchado alguna vez,
Sungmin?— Le preguntó al ver el interés del bajito
en la melodía.
—Sí, reconozco
estas canciones porque mi hermano las escucha con frecuencia, pero no sabía a
quién pertenecían. Realmente, mis conocimientos de música son casi nulos—
Respondió Sungmin.
—Ah, pero eso yo lo
puedo arreglar— Exclamó el pelirrojo, seguido de eso le
habló sobre todos los grupos que conocía y le enseñó varias canciones.
Y tiempo después de enseñarle todo sobre
“Buena música” (Según Heechul), el apuesto muchacho sintiéndose todo un mentor
del bajito, le enseñó a bailar. Lo llevó a su casa junto a los demás y ahí
entre risas y movimientos torpes le enseñó los pasos que conocía, aunque muchos
de estos eran tan extravagantes que Kyuhyun temía que su novio se convirtiera
en un “Heechul junior”, pero por suerte hasta al mismo Sungmin se resistía a
aprender algunos pasos, y fue ahí cuando los 3 muchachos conocieron la
legendaria sinceridad sin anestesia de los Asperger.
—Heechul, con ese
polerón multicolor y esos pasos de baile pareces un pavo real en celo—
Expresó sin la menor intención de hacer daño.
Aun así el ambiente se congeló de
inmediato. En cámara lenta, el rostro de Kyuhyun se iba deformando del espanto,
el de Heechul por la ira y el de Kangin y Siwon por… la risa. Y el pelirrojo,
que no era de aguantar humillaciones, casi se tira encima del bajito antes de que
Kyuhyun pudiera siquiera moverse, sin embargo, cuando estaba a punto de
agarrarlo del cuello de la camisa, un pensamiento brotó en su interior.
—Sungmin, ¿Me
acompañarías a comprar ropa este fin de semana…por favor?—
Pidió ante la sorpresa de todos. El interpelado reflexionó unos segundos.
—Está bien—
Accedió y Heechul sonrió de lado con los ojos ardiendo de emoción.
Kyuhyun se llenó de musarañas pensando en
lo que ese lunático le fuera a hacer a su pobre novio, pero al final no había
ningún fin malvado detrás del siniestro rostro que había puesto su amigo. Cada
vez que Heechul iba a comprar ropa y no podía decidirse, las vendedoras o sus
acompañantes por no querer herirlo o, según Heechul, por cobardes, no eran
capaces de darle una opinión honesta, y eso le dificultaba más elegir algo que
de verdad le quedara, pero en Sungmin había hallado al acompañante perfecto, porque
era cruelmente sincero y no tenía idea del poder de sus palabras. De esta
forma, ese fin de semana se pasearon por un sinfín de tiendas donde Heechul le
habló de modas y gamas de colores y Sungmin, aparte de darle sus opiniones, le
explicaba los sucesos que habían llevado a los distintos diseños de ropa de la
actualidad. Y después de terminar las compras, los muchachos se dirigieron a un
campeonato de fútbol en el que Kangin participaría. Sungmin tenía unos oídos
muy sensibles que le dolían con los ruidos potentes, y esos en un estadio
estaban de más, por lo que al estar apartado de las conversaciones con unos
tapones para los oídos, no tuvo más opción que prestar atención al partido que
se disputaba. Finalmente, el equipo de Kangin salió victorioso y pasó a la
siguiente ronda. Todos le recibieron con grandes alabanzas cuando se volvieron
a encontrar.
—¿Y tú, Sungmin?
¿Qué opinas de la victoria de mi equipo?— Le preguntó el
fortachón después de ser enérgicamente felicitado.
—Creo que fue un
triunfo totalmente al azar. Ambos equipos estaban al mismo nivel por lo que
pudo ganar tanto el tuyo como el contrario. Si no fuera por el gol que anotaste
en el segundo tiempo, las falla en la ofensiva y la poca velocidad del portero
de tu equipo les habría hecho perder— Contestó mientras
guardaba los tapones en su mochila.
Kangin se petrifico momentáneamente en
medio de los atónitos muchachos. Las lágrimas de un macho herido en su orgullo
ya amenazaban con agolparse en sus ojos.
—Vamos, Kangin. No
te desanimes, no lo dijo con ma…— Siwon trató de
consolarlo, pero antes de que pudiera terminar la oración el fortachón se
acercó a Sungmin y lo tomó de los hombros.
—Sungmin ¿Cuál es
la comida que más te gusta?— Le preguntó como
si fuera un secreto.
—Japchae— Respondió
el muchacho. Kangin sonrió.
—Si vas a ver todos
mis partidos y me dices cuales son las fallas de mi equipo, te invitaré a comer
todo el Japchae que quieras después de cada juego— A Sungmin se le iluminó
el rostro sin quererlo— ¿Hacemos un trato?— Kangin le tendió
la mano.
—De
acuerdo— Sungmin reconoció la formalidad y se la apretó
ligeramente.
Kyuhyun miró sorprendido la escena, aunque
ya no se impactaba tanto como antes, ya iban suficientes de esas sorpresas para
saber que habría más, y que también, sus intervenciones entre los chicos y su
novio serían cada vez menos. Era difícil de creer, ellos estaban logrando
llevarse bien aun cuando al principio parecía imposible. Por supuesto, aún había
ocasiones en que de todas formas no podían entenderse, pero al menos ahora,
lograban llegar a un acuerdo. Uno de los ejemplos más destacables fue con
Siwon.
—¿Estás diciendo
que el libro en el que se basa mi religión es un plagio y nosotros somos unos
mentirosos? — El cristiano muchacho se espantó de
inmediato al oír un comentario involuntariamente ofensivo de parte del bajito.
—No dije eso, lo
que dije es que hay investigaciones contundentes que prueban que muchas de las
historias aparecidas en la biblia existían en las escrituras de otras
civilizaciones y religiones mucho antes de la aparición del cristianismo— Respondió
Sungmin con parsimonia, no teniendo idea de cómo cada palabra enfurecía más y
más al otro.
—¡E-Eso es decir
que la biblia es un plagio y que nosotros somos mentirosos!— Exclamó Siwon con
una graciosa expresión de furia.
—Calma, Siwon—
Le pidió Kyuhyun, quien por primera vez no le encontraba la gracia a las caras
que hacía su amigo— Sungmin no quiso decirte mentiroso.
—¿Entonces qué?
¿Estafador quizás? ¿Ladrón? ¿Hipócrita?
—De hecho, el
Cristianismo al que afirmas ser devoto, tiene muchas reglas de carácter
obligatorio a las que tú no obedeces, por ejemplo, aceptando la relación
sentimental entre Kyuhyun y yo, por lo que ciertamente, si eres bastante
hipócrita.
—¡¿PERDÓN?!—
A Siwon casi se le salieron los ojos de sus cuencas de tanto abrirlos y Kyuhyun
no reparó en afirmarlo para que no se le ocurriera hacer una tontería.
Pero lejos de terminar en violencia, el
muchacho tomó el ejemplo de sus amigos y ocupó las palabras mal medidas de
Sungmin de una forma positiva. Para demostrar que no se trataba de hipocresía
sino de una forma más abierta de interpretar la biblia por el bien del
principal objetivo de Dios, el amor, Siwon le pidió a Sungmin que lo acompañase
a su iglesia los domingos para que lo comprobara. A Sungmin realmente no le
interesaba la religión de forma práctica, sobre todo conociendo el efecto
nefasto de esta en la historia, pero Siwon se lo estaba pidiendo como un favor,
y según sus investigaciones y conclusiones, él como amigo también podía pedirle
favores, podía exigirle hasta un riñón, y como los riñones del muchacho
parecían estar bien, accedió a acompañarlo.
Así es, la relación entre ellos de a poco se
ganaba el título de “Amistad” y les resultaba mucho más difícil de creer de lo
que podía ser para Kyuhyun, pensando en la vieja aversión que sentían los
muchachos por Sungmin y el recelo que tuvo el bajito hacia ellos al
considerarlos otras más de las potenciales amenazas de la sociedad hacia él. No
obstante, siguiendo la línea que los había llevado al éxito, optaban por no
pensar mucho en eso, total, la situación había cambiado tanto que casi no tenía
sentido compararlo con el pasado, porque para empezar, de hace un buen rato
ellos habían dejado de trabajar en esa amistad por la promesa que hicieron,
ahora lo hacían por genuino deseo de querer acercarse. Por una parte, los
muchachos nunca habían conocido a alguien tan excéntrico, y teniendo a Heechul
entre ellos eso era mucho decir. Sungmin tenía una forma muy distinta de ver y
vivir la vida a pesar de que habitaban la misma realidad, y ellos querían
comprender toda la metafísica de su singular punto de vista. Para ser más
claros, le admiraban, les fascinaba como pensaba y los conocimientos que
guardaba en su interior, y además se servían de este. No solo sus
calificaciones habían mejorado con la ayuda que les había proporcionado, sino
también les motivó a ampliar su léxico con todas las palabras extrañas que
decía y se habían visto obligados a buscar, y sus conversaciones con él les contagiaban
algo de ese modo distinto de ver la vida. Eran conscientes de que compartían
una amistad tan valiosa que el hecho de ya no ser los más populares del
instituto era la menor de sus preocupaciones, y no sabían cómo agradecérselo. Por
otra parte, Sungmin no sentía como si le debieran algo, el disfrutaba conversar
con ellos porque a la vez aprendía mucho de esas charlas. La interacción
intensa y constante con los muchachos le había llevado a, lentamente, entender
esas formas de expresión no literales que ni Kyuhyun le había podido ayudar a
dominar. Al principio si se había espantado con las bromas que los chicos no
lograban reprimir aun estando con él, pero después de presenciarlas tantas
veces en primer plano, Sungmin empezó a detectarlas. Los chicos conversaban, de
repente, uno empezaba a decir algo muy extraño mientras sonreía moderadamente y
curvaba los ojos, los demás por su lado lo miraban fijamente con la misma
expresión facial o más neutral, de todas formas, cuando el comentario extraño
terminaba todos reían estrepitosamente, y la mayoría de las veces los demás
continuaban con más comentarios extraños y reían más ¡Una broma! El bajito rió
tímidamente la primera vez que reconoció una sin ayuda, y luego con más
confianza las veces que pudo entender algunas de ellas.
Este avance hizo que el ambiente se
suavizara aún más. Rápidamente, los muchachos dejaron de contenerse frente a
Sungmin y lo hicieron parte tanto de sus actividades como de sus tonterías.
Pronto el azabache se veía a la salida del instituto montado en la espalda de
Kangin en medio de una “Carrera de caballos” donde Kyuhyun era árbitro y Siwon
y Heechul los rivales, o un fin de semana comiendo hamburguesas de tamaños
grotescos o conduciendo terriblemente un simulador de aviación en un arcade.
Sungmin estaba confundido por el bienestar que producían esas cosas en los
muchachos, pero a la vez se sentía bien de que a pesar de eso lo hicieran parte
de esa alegría sin olvidarse de que él disfrutaba de cosas distintas, de que lo
incluyeran de una manera agradable, cuidándolo, como Siwon cuando pedía al
dueño del restaurante que bajara el volumen de la música si el bajito se sentía
mal, o consintiéndolo, como cuando Heechul lo mimaba como a nadie comprándole
galletas o Kangin hacía trampa por él en los arcades para ayudarlo a ganar.
Se sentía querido por ellos y él los
quería. No lo tenía así de claro en su mente, pero por las agradables
sensaciones que le traían esos chicos sabía que era bueno para él estar con
ellos. Su novio había tenido toda la razón: Fue difícil, pero valió la pena.
Pensó que tal vez cerrarse a la amistad había sido una decisión apresurada, que
quizás esa felicidad y seguridad que le dio su novio debía usarla para
acercarse nuevamente al mundo sin temer, y no para refugiarse tras ella. Solo
quizás.
Otro fin de semana estaba aquí y el mientras
se alistaba para juntarse con los muchachos se sentía ansioso por contarle todo
lo que había pensado a Kyuhyun. Terminó de guardar las últimas cosas en su
mochila y se encaminó a la sala de estar.
—Papá, ya estoy
listo para salir ¿Me das dinero?— Preguntó con
neutralidad al hombre que veía relajadamente televisión en su sillón favorito.
—¿Vas a encontrarte
con Kyuhyun?— Le inquirió su padre más por hacer
conversación que por dudarlo, mientras se movía perezosamente para alcanzar la
billetera en el bolsillo trasero de su pantalón.
—Me encontraré con
Kyuhyun, Siwon, Heechul y Kangin— Corrigió. Su
padre se detuvo en seco y lo miró sorprendido.
—¿Y quiénes son
ellos, hijo? — Inquirió interesado mientras le ofrecía
el dinero a su primogénito.
—Kyuhyun es mi
novio, Heechul, Kangin y Siwon son mis amigos— Contestó mientras
guardaba el dinero con apremio, sin darse cuenta del enorme asombro en el
rostro de su padre— Bueno, ya es hora de irme. Estaré de vuelta en
exactamente 4 horas. Adiós, Papá.
—¡Sungmin, espe--!—
Saliendo del letargo su padre intentó detenerlo, pero el chico ya había
desaparecido del lugar.
Resignado volvió a su lugar y se pasó las
manos por el rostro.
—Después de tantos
años, al fin Sungmin ha encontrado amigos— Susurró con la
voz cortada. La emoción se acumulaba en su garganta como las lágrimas en sus
ojos. Ver a su hijo toda la vida lidiar con el rechazo y la soledad había sido
tan doloroso para él como fue para Sungmin vivirlo. Por su cuerpo viajó un
alivio tan grande como el que sintió cuando supo de la existencia de Kyuhyun y
el efecto positivo que producía en su hijo, y tan pronto limpió las gotitas
saladas que lograron escaparse, se apresuró a encontrarse con su esposa para
contarle la razón por la que Sungmin había estado saliendo tanto los fines de
semana.
Una hora después, en el punto de encuentro
que habían acordado, los 4 muchachos esperaban impacientes a Sungmin, quien
después de un rato se aproximó lo más rápido que le permitieron sus piernas.
—¡Llegas tarde,
Sungmin!— Exclamó Kangin con hastío— ¿Cómo puedes
hacernos eso cuando siempre nos exiges puntualidad?
—No fue mi culpa,
hubo un embotellamiento en el recorrido debido a que dos autos colisionaron—
Se excusó el muchacho con disgusto. No poder seguir su rutina al pie de la
letra le ponía de muy mal humor.
—¿Un choque? ¿No te
ocurrió nada?— Kyuhyun se preocupó y lo miró de arriba
abajo para asegurarse de que estuviera bien.
—Agh, que
fastidioso eres. No dijo que él hubiera estado en el choque o algo así—
Intervino Heechul, para luego sonreír burlonamente— Eres su novio y ni
siquiera lo entiendes. Yo sería mejor novio que tú.
—AJAJAJAJAJA,
que gracioso eres Heechul— El celoso muchacho imitó unas carcajadas con
obvio sarcasmo — Pero te sugeriría
hacer menos bromas si deseas tener una larga vida.
—Ya, basta. Démonos
prisa o llegaremos tarde a la película— Terció Siwon con
tono autoritario. Kyuhyun entrelazó sus dedos con lo de su novio y todos
pusieron rumbo veloz hacia su destino.
—Maldita sea, odio
correr, me hace sudar y todo por culpa de TraseroMin—
Se quejó el pelirrojo— Solo por eso no te compraré popcorn.
—¡Pero me lo
prometiste!— Se
quejó el bajito.
—Pues no debiste
disgustarme llegando tarde— Heechul le regañó
fingiendo enojo.
—Salí con tiempo
sobrante para llegar al encuentro, no obstante, yo no puedo predecir la
aparición o efecto de los imprevistos en mi vida— Debatió Sungmin,
sin saber que el otro solo trataba de tomarle el pelo.
—No intentes excusarte,
el daño está hecho y no cambiaré de opinión— Heechul corrió el
rostro haciéndose el indignado. Sungmin calló poniendo un exagerado gesto de
frustración. Kyuhyun se acercó a Heechul y lo golpeó en la cabeza.
—Yah, deja de
hacerlo sentir mal— Exclamó.
—¡Es solo una
broma! No te enojes— Carcajeó el pelirrojo.
—Pues debiste ser
más obvio porque él no la estaba entendiendo— Rebatió Kyuhyun.
—¡Ya, dejen de
pelear! Les dije que vamos tarde. Dense prisa— Volvió a
intervenir Siwon. Un pequeño silencio se apoderó en el grupo hasta que las
ganas de seguir molestando superaron a Heechul.
—Kyuhyun es un
hipócrita— El pelirrojo fingió hablar en voz baja
con Kangin— Se hace el novio encantador ahora, pero en cualquier
momento manipulará a Sungmin para metérsele entre las piernas.
—¿Meterse entre mis
piernas?— Inquirió el bajito con curiosidad.
—¡HEECHUUUUL!—
Kyuhyun gritó con todo el rostro enrojecido.
—¡LES DIJE QUE
DEJARAN DE PELEAR Y QUE SE APRESUREN!— Esta vez Siwon
estalló iracundo—¡PODRÁN SEGUIR JODIENDO CUANDO LLEGUEMOS,
PERO AHORA MUEVAN EL TRASERO!
Un silencio de varios segundos volvió a
reinar en el grupo, pero tal como antes, entre risas quedas Heechul volvió a
conversarle a Kangin, esta vez en voz baja, aunque el comentario no se escapó
del sensible oído de Sungmin, quien se sintió bastante confundido por lo que
acababa de oír.
—¿Cómo Siwon podría
estar en “Sus días del mes” si él no es mujer?— Inquirió fuerte y
claro, exaltando a todos, sobre todo al aludido.
—¡¡¡USTEEEEEDEEEEEEES!!!—
El cristiano gritó con tal rabia que casi se podía ver humo salir de sus orejas,
y antes de que se moviera, Kangin se echó al hombro al ligero azabache y salió
corriendo muerto de risa con Heechul. Kyuhyun los siguió al segundo solo por
instinto.
Sungmin observó perplejo como Siwon los
perseguía como un loco. Pensó que quizás había dicho algo malo, sin embargo,
los demás muchachos reían estrepitosamente. Eso le demostraba que si quería
volver a hacer amigos, tenía que primero aprender más sobre la amistad. De
todas formas, con ellos tenía ese mismo presentimiento tenido con Kyuhyun en el
pasado, ese que decía que no tenía prisa porque tarde o temprano aprendería con
la compañía de esos extraños muchachos. Sungmin también se largó a reír.
Continuará...
Me encanta como cada uno con sus diferencias aporta algo nuevo en la vida de Sungmin y por consecuencia él aprende también.
ResponderBorrar¡¡¡Pavo real en celo xD!!!
ResponderBorrarNo sabia que palabras usar para describir a Heechul pero eso le queda perfecto xD!!! Este capitulo me gusto demasiado, es tan hermoso la amistad cuando estas con las personas correctas. Por otro lado, no se si es verdad o no lo de la biblia me dio mucho de que pensar e investigar un poco :^/ ...
Gracias por este capitulo, realmente fue muy divertido y hermoso como se va formando una linda amistad :'D ...