9♥
Impacto notable de los síntomas anteriormente nombrados en su adultez,
tendencia al desempleo o no poder desarrollarse universitariamente debido a la
poca habilidad en entrevistas o los resultados en test de personalidad.
—Gracias por dedicarme un poco de su tiempo… el día de hoy.
Estoy muy contento de poder estudiar en esta universidad…— El bajito pronunció aquello con una
voz forzadamente relajada mientras sus 3 amigos lo miraban fijamente a poca
distancia.
—Eso es Sungmin, ya estás terminando, mira al decano a las cejas,
no a los ojos, a las cejas— Le alentaba Kangin, indicando a Siwon que con un bigote y
unas cejas falsas simulaba a una autoridad universitaria.
—Por favor… cuide de mí de ahora en adelante— Sungmin finalizó su línea
inclinando la cabeza.
—¡EXCELENTEEE! — A coro los 2 expectantes se abalanzaron sobre el bajito
celebrando que el diálogo al fin le había salido bien.
—Con este ensayo y todo lo que te hemos enseñado estas 2
semanas no tendrás ningún problema en tu entrevista con el decano— Le alentó Heechul acariciándole el cabello. Sungmin trató de
alejarse de ese brusco cariño, a pesar de que en su rostro una sonrisa
orgullosa liberó todo su encanto natural, logrando un efecto contrario.
—Aigooo, nuestro novato estrella de la SNU…— Kangin se derritió por la inocentona
ternura del muchacho y lo estrechó con sus grandes brazos.
—Oigan, yo también quedé en esa universidad ¿No hay felicitaciones
y abrazos para mí? —
Se quejó Siwon mientras se quitaba el bigote y cejas falsas.
—Tú no quedaste primero en la lista de ingreso de tu carrera
ni conseguiste una entrevista con el decano. Eres basura— Se burló Heechul, sacándole la
lengua.
—¿Cómo te atreves a despreciar mi esfuerzo? — Gruñó el cristiano. Pero lejos de
hacerle caso, tanto Kangin como Heechul dirigieron su mirada al muchacho que se
había pegado a la ventana en cuanto entró a la habitación del pelirrojo.
—Oye, Kyuhyun. Ya hemos terminado de enseñarle a Sungmin el
protocolo para su entrevista por si te importa— Le gritó el fortachón a quien se mantenía absorto en sus
pensamientos— Al
menos podrías venir a felicitarlo.
—¿Eh?—
Kyuhyun volvió a la realidad abruptamente, encontrándose con los 4 pares de
ojos sobre él— Ah, claro.
Felicidades, Sungmin.
El
menor guiñó el ojo derecho y sin pensarlo un segundo Sungmin corrió hacia él para
abrazarlo. Kyuhyun lo afianzó con fuerza y hundió el rostro en su níveo cuello
y nuevamente en sus tormentosos pensamientos. Los muchachos suspiraron. Desde
que las universidades habían liberado sus listas de aceptados, la mente del
menor se había ido a algún lugar remoto del que solo volvía para responder con
torpes monosílabos a quien lograba llamar su atención. Le preguntaron mil veces
si le pasaba algo y todas ellas respondió que no le pasaba nada y que se
encontraba perfectamente bien, y si no había una aceptación del problema no
había mucho que ellos pudieran hacer, aunque a decir verdad, tenían fuertes
sospechas de que trataba ese mal y en torno a quien giraba la causa.
Y
sí, era justamente por el muchacho que tenía atrapado en sus brazos.
Ellos
habían sido testigos de que Kyuhyun en su último semestre de instituto había
estado viviendo uno de los mejores momentos de su vida. Tenía un novio que lo
traía loco, buenos amigos y una vida escolar tranquila gracias a su natural
buen desempeño, o sea, en palabras simples dichas por su pelirrojo amigo,
estaba sobre un my little pony por un sendero de arcoíris rumbo al planeta mariconadas,
y eso había causado que la bofetada de la realidad llegara con más fuerza a su
cara el día de la graduación. Cuando entendió que el mal olor, las tonterías y
las hormonas de la clase 3-B serían reemplazados por una universidad lejos de
casa en un abrir y cerrar de ojos, su fantasía color rosa se rompió en mil
pedazos, pero aunque eso lo perturbó bastante, no llegó a derrumbarlo hasta que
fue lo suficientemente tangible en la pantalla de su laptop. Ahí estaba grande
y claro, Heechul, Kangin y él habían sido aceptados en Yonsei, mientras que
Siwon y Sungmin habían quedado en la Seul National University.
Podía
aguantar lo demás pero… Diablos, ¿Cómo iba a proteger a su novio ahora?
Está
bien, Sungmin había dado al premio gordo de las universidades coreanas, una
liga fuera del alcance de cualquier abusivo ignorante. No obstante, la
arrogancia y la falta de autoestima están a la mano de incluso el más listo. Es
decir, estaba libre de los golpes, pero no de las burlas y la marginación ¡Pero
tampoco era como si eso fuera a ocurrir sí o sí! Sungmin estaba definitivamente
más preparado para enfrentarse a la sociedad por la constante práctica con él y
los muchachos, de hecho, el psiquiatra que controlaba su ansiedad le había dado
de alta hace más de 4 meses. Además, era un chico listo, con varias caídas y
mucho esfuerzo, se las arregló para sobrevivir gran parte de su vida sin la
presencia de todos ellos. Sin embargo…Ese camino había sido más sencillo
gracias a la constante intervención de su familia. Los agotadores viajes de
negocio del señor Lee para recibir más paga, el cambio de exitosa editora a ama
de casa de la señora Lee y la reputación de delincuente juvenil que se había
hecho Sungjin en su vecindario, todas acciones hechas para que Sungmin tuviera
una vida más tranquila, y si bien Kyuhyun quería cargar con esas
responsabilidades, sabía que sólo pensarlo era tonto, era un hecho que Sungmin
no tendría más ayudas desde las sombras y él no podría hacer nada. Ya no más rueditas
de entrenamiento, desde ahora tendría que hacer andar la bicicleta y mantenerla
en equilibrio por sí mismo. Él sabía que Sungmin podía ¡Usaba un método
distinto pero podía! Aquí la cosa no era que él no creyera en sus habilidades y
su fuerza, era si la sociedad lo creería.
¿Ellos le aceptarían? ¿O por impulsarse y
andar de una manera distinta no le darían oportunidad?
Al
final, siempre que pensaba en ese tema todo se reducía a esas dos preguntas, y
Kyuhyun en serio quería creer que su novio podría conseguirlo, más nada en los
próximos días le daba esperanza. En varios viajes que hicieron a Seúl para, entre otras cosas, conseguir
trabajo, tanto Kyuhyun como los muchachos lo lograron al primer o segundo
intento, mientras Sungmin, fallaba una y otra vez, y siempre en el mismo paso:
La entrevista. Su madre que a veces les acompañaba le daba aliento asegurando
que la próxima sería la vencida, sus amigos también le mostraban su apoyo
dándoles datos de trabajo que pudieran servirle. Kyuhyun le alentaba
enseñándole cosas que pudieran servirle para una entrevista de trabajo, aun
cuando su fe en lo que decía y hacía iba en picada. Bueno, no era que no
creyera, es que no lo veía necesario. Veía a Sungmin ensayar y no había error.
Era tan hermoso, su voz tenía el volumen preciso, sus palabras eran adecuadas a
la situación simulada, era incluso encantador. Era perfecto, ¿Qué más querían?
¿Qué faltaba para que le dieran una maldita oportunidad? Por primera vez en su
vida, Kyuhyun empezaba a guardar un profundo resentimiento hacia la sociedad.
La estúpida ceguera que padecían le enloquecía.
Ah,
y además estaba eso que lo empeoraba todo.
Poco
antes de graduarse, Heechul había mencionado que un amigo cercano sabía de una residencia
universitaria en Dongjak-gu que costaba incluso más barato que los dormitorios
de las universidades, por lo que nadie hizo el papeleó al estar decididos a
tomar la otra fabulosa oportunidad. Lamentablemente, lo que no les avisó ese
amigo es que los cupos para ese lugar se abrían y llenaban el mismo día que las
universidades liberaban sus listas de aceptados (O más bien el mismo minuto) y
buscar lugares disponibles a menos de un mes de que iniciara el semestre solo
les conseguiría una risotada burlesca del administrador a través del teléfono
(Justo lo que ocurrió).
Luego
de que Heechul llamara a su amigo para descalificarlo con todo su arsenal de
insultos y de paso intentara tirarse por la ventana, los chicos volcaron toda
su atención en buscar un lugar para vivir, porque no importaba lo buena de la
universidad o trabajo que tuvieran, sin techo estaban fritos. Y de esta forma,
pasaron 2 semanas en que Sungmin tuvo que dejar su búsqueda de empleo en
segundo plano, 2 semanas marcadas por las burlas de los distintos dueños de las
residenciales y la desesperación creciente de los chicos. Para cuando estaban
todos a punto de hacerse el Harakiri*, el karma decidió que ya había sido
suficiente castigo y un milagro ocurrió. Con algo de escepticismo, Heechul
llamó una tarde a un amigo de la infancia que de pequeño se había mudado a
Mokpo y ahora se lo reencontraría en Seúl, pero con lo distraído que era
pensaba que al final terminaría recibiendo la misma respuesta. Solo llamaba
“Por si acaso”, sin pensar claro, que el “Por si acaso” se convertiría en
intuición. La verdad es que como él creía, su amigo no tenía idea de nada, pero
el distraído muchacho tenía siempre a su alrededor a un amigo que lo cuidaba como
un hermano mayor y que al ser más ágil de mente, si sabía acerca de un sitio.
—Le acabo de preguntar a Teuk-Hyung y me dijo que en nuestra
residencial hay cupos disponibles. Es una especie de casona de 2 plantas, con 3
baños, una cocina, un gran comedor y suficientes habitaciones como para 14
personas. Es un lugar ajetreado según he visto, pero si no tienes más opciones,
en este lugar caen como 5 o 6 personas más por si quieres venir.
—¡SÍ! ¡AUNQUE SEA BAJO UN PUENTE LO TOMAMOS— Exclamó el pelirrojo con emoción— ¿Puedes decirme como me contacto con el dueño?
—Te comunicaré con Hyung para que te de la información ¿De
acuerdo?
—Está bien— Aceptó el chico con una humildad y amabilidad poco conocida— Gracias, Donghae. No sabes de la que nos has salvado, haré
lo que sea por ti cuando llegue allá, incluso pagarte en carne.
—Tú sabes que eso no me va, pero si me consigues una chica me
daré por pagado—
Contestó el risueño muchacho.
—Hecho, pequeño. Ahora ve.
Tras
hablar un rato con el amigo de Donghae y luego de hacer una llamada a la casera
del lugar, el trato quedó cerrado, y al borde de las lágrimas los 5 amigos
celebraron como si fueran un grupo de mendigos que acababan de sacarse la
lotería, y el sentimiento no era tan lejano al de haber encontrado salida de
algo que causó la propia estupidez.
Con
ese asunto solucionado, arreglar los otros problemas se hizo mucho más fácil.
En unos cuantos días el papeleo universitario estaba listo y Kangin había
conseguido que sus tíos que comerciaban en una feria le prestaran sus
camionetas para la mudanza. Kyuhyun podía volver a sumirse en sus tormentosos
pensamientos. Lo aprovechó a pleno hasta el día anterior a la mudanza. Cuando
vio que podían prescindir de su ayuda para embalar el amplio guardarropa de
Heechul, se alejó y se limitó a observarles. Kangin y Siwon bailaban música
trot vistiendo los extravagantes abrigos de Heechul mientras este los insultaba
a viva voz. Por su parte, Sungmin estaba sentado en la acera cerca de la
escena, con el inventario de cosas por trasladar en sus piernas y una gran
sonrisa en los labios. Había comprendido que se trataba de las tonterías
clásicas de sus amigos. La mirada de Kyuhyun se enterró en él como la primera
vez que lo notó. Aunque todos sus gestos faciales, como una sonrisa, los hacía
por protocolo social, habían cosas como el apremio y la ansiedad que se dejaban
notar en el rostro de quien sea, y en el de su novio no había signos de ninguno.
Sungmin siempre había manejado su vida de forma obsesiva, era más consciente
que nadie de la situación en la que estaba y los plazos que tenía, ¿Entonces
por qué lucía tan tranquilo? Ese acertijo capturó tanto su atención que no pudo
precisar en qué momento Siwon se sentó a su lado.
—¿Aún preocupado por cómo le irá a Sungmin en Seúl?— Kyuhyun se llevó un gran sobresalto
al oír su voz tan cerca y por sentirse inesperadamente expuesto— Tampoco te sorprendas tanto, no era tan difícil de descifrar
después de todo. Nosotros lo sospechamos desde un principio, pero creímos que
con un poco de tiempo podrías descubrir la respuesta por ti mismo.
—¿Qué respuesta?— Kyuhyun le miró intrigado. Siwon puso una mano en su
hombro.
—Que no tienes nada de qué preocuparte— Respondió con una de sus sonrisas
Pepsodent. El menor sintió como sus emociones reprimidas eran inesperadamente
más difíciles de contener. Se tomó unos segundos antes de contestar.
—¿No tengo nada de qué preocuparme? ¿No has visto lo que ha
ocurrido estas semanas?—
Inquirió con la voz quebrada— Hemos
caminado como locos por todo Seúl y nadie ha querido darle empleo, en cada
entrevista le han mirado como bicho raro, sobre todo en la que tuvo con el
decano. Cuando la Sr. Lee fue a hablar con él antes de la entrevista para
decirle que Sungmin tenía Asperger, puso una cara que la dejó muy preocupada
¿Qué pasa si ese imbécil desprecia la inteligencia de Sungmin y cree que
alguien hizo trampa por él en la prueba de acceso universitaria? ¡Arruinaría su
futuro! ¡Todos esos malditos lo rechazan y tratan de arruinarle la vida y matar
sus esperanzas sin siquiera haber visto su potencial!
Siwon
lo escuchó atentamente, manteniendo la serenidad aun cuando Kyuhyun parecía
perderla a medida de que sus ojos enrojecían. Para cuando terminó, desvió la
mirada y trató de relajarse. Siwon también miró hacia otro lado para no
incomodarlo.
—Kangin, Heechul, la familia de Sungminnie y yo creemos que
él puede hacer lo que se proponga ¿Y tú, Kyuhyun? ¿Lo crees? — Le preguntó ganándose de vuelta la
mirada de su amigo.
—Soy quién más confía en ello— Aseguró.
—Entonces, a pesar de eso, ¿Por qué pareces ser el único que
no cree que él pueda conseguir una oportunidad en la sociedad si se lo propone?— La pregunta dejó frío a Kyuhyun por
unos segundos, luego corrió lentamente su rostro hacia el frente. Siwon volvió
a mirarlo. Suspiró sabiendo que su amigo debía estar sintiéndose escoria en ese
momento— Sé que las
evidencias no están a nuestro favor hasta ahora, todos lo hemos visto y es
normal que eso desconcentre algo nuestra fe, pero no debemos permitir que eso
nos gane. Sabemos que tarde o temprano él lo logrará, nos sentiremos idiotas en
el futuro si nos ponemos a dudar ahora, así que no flaquees por favor, usa toda
la fe ciega que tienes en él y repite en tu mente que lo logrará cuantas veces
sea necesario.
Kyuhyun
bajó la vista, parecía cada vez más difícil contener sus lágrimas.
—Sí por último no puedes hacerlo por ti, hazlo por Sungmin ¿O
acaso crees que esos enormes avances que ha tenido mientras han estado juntos y
que no consiguió con ayuda profesional no tienen ninguna relación contigo? Por favor,
tú fuiste el principal espectador de eso, no me hagas recordártelo cuando yo ni
siquiera estuve presente—
Se lamentó Siwon, y acto seguido tomó el mentón del menor y lo giró hacia él para
que le mirase a los ojos— Fue tu
presencia y tu apoyo el puntapié inicial para que él pudiera avanzar ¡Al diablo
ese amigo de la infancia! Eres la primera evidencia de que alguien externo a su
familia lo aprueba en la sociedad como individuo, amigo y pareja. Él siempre ha
tenido mucho potencial, pero sin la confianza que tú le diste quizás cuanto
habría tardado en sacarlo. Gracias a ese apoyo el adquirió autoestima y
seguridad, ahora ve una situación nueva y decide por sí mismo que podrá
superarla. Para que nosotros nos acercáramos a él sé que hubo una intervención
tuya, sin embargo, de tener la intención de ser amigos a conseguirlo son dos
cosas distintas. Bien pudimos intentarlo y fallar, nos hubiéramos resignado a
que distribuyeras tu tiempo libre entre él y nosotros y ya está, pero no fue
así, él consiguió nuestra amistad y nosotros la suya, entendió las “reglas” de
ese tipo de relación, logró ser flexible a las distintas situaciones y también
aprendió sobre lenguaje no literal. Logró hacer de todo lo que era más difícil
para él.
Siwon
soltó al menor y miró hacia los muchachos. Heechul y Kangin molestaban a
Sungmin tratando de que les diera un beso en la mejilla, mientras el bajito se
negaba arrugando exageradamente la cara. Siwon sonrió.
—Tú no lo viste porque estabas orbitando Júpiter, pero la
última vez que ustedes fueron a mi casa, Sungmin charló un buen rato con mi
hermana y su novio. Me sorprendió la tranquilidad con la que les habló y que ellos
se llevaron bien aun cuando yo no le había dicho nada a Jiwon sobre la
condición de él. Rato después, fui a preguntarle a Sungmin que tal le había ido
con ellos y él muy bribón me respondió: “Es la familia de Siwon, para mí hablar
con ellos es pan comido”.
El
chico se detuvo para reírse, y al escuchar la risa de su amigo volvió a
mirarlo. Si bien estaba carcajeando, en su cara había una sonrisa triste en un
rostro rojo por el que ya caían lágrimas.
—Aigoooo, que incómodo— Siwon se alejó como si el menor hubiera sacado una bomba,
no obstante, inmediatamente volvió a acercarse y le sobó la espalda— Vamos, te conté eso para que rieras y calmaras tu boba
cabeza. Si Heechul te ve llorar por esta tontería te va a golpear— Inmediatamente miró al mencionado
para asegurarse de que no se había percatado. Tanto él como Kangin miraban a
Sungmin entrar a la casa. Llevaba todo el día vigilando su correo para ver el
resultado de su entrevista con el decano.
—Es muy difícil para mí esto ¿Sabes? N-No podría tolerar
verlo sufrir de nuevo y a un nivel peor— Pronunció el menor secando disimuladamente las lágrimas que
seguían cayendo— Quiero que
la gente vea sus capacidades y no lo lastime pero, ¿Cómo puedo hacerlo? Me he
desgatado todos estos días buscando la respuesta y no puedo hallarla.
Siwon
suspiró mientras sentía los espasmos del otro bajo su mano.
—¿Qué cómo puedes hacer eso?— Refunfuñó— Fácil:
Trátalo exactamente cómo quieres que la gente lo trate.
Kyuhyun
levantó el rostro y lo miró fijamente.
—Enséñale al mundo que sabes cuan capaz es, tratándolo como
un igual—
Continuó Siwon— Eres su
novio, pero a veces te portas como una mamá gallina. Sé que él te gusta mucho y
todo, pero lo sobreproteges y respondes por él en situaciones que podría
enfrentar solo si lo intentara. Si limitas su potencial solo para ti, nadie
podrá saber nunca de lo que es capaz ¿No crees?
Kyuhyun
desvió la mirada hacia los chicos. Sungmin había salido de la casa con la
laptop de Heechul y les enseñaba algo. Finalmente, el menor asintió.
—Así que, deja de aterrarte por lo que pueda venir. Mientras
creas de corazón que él puede, esa tiene que ser tu única verdad y no tienes de
qué preocuparte— Siwon lo sacudió suavemente por un segundo y luego lo soltó— Él puede hacerlo.
—Sí, él puede hacerlo— Pronunció finalmente Kyuhyun, sintiendo algo de seguridad y
alivio por primera vez en semanas. Enjuagó las lágrimas en su manga y miró a su
novio. Heechul y Kangin le acariciaban enérgicamente el cabello por alguna
razón.
—Al parecer algo bueno a ocurrido— Siwon se levantó y le ofreció la
mano— Vamos a ver.
El
menor recibió el gesto y se levantó, tanto del suelo como de su infierno
personal. Después de todo, lloriqueara o no lo que tendría que pasar, pasaría,
y él creía en su novio así que sabía que todo saldría bien.
—¿Por qué tanto escándalo?— Inquirió el cristiano.
—El decano se ha contactado con Sungmin y le ha ido más bien
de lo que pensábamos—
Respondió Kangin mientras pasaba el brazo por el hombro del bajito— Este chico problemático, hace que nos preocupemos por nada...
—¿En serio? ¿Nos dejas ver, Sungminnie?— Pidió Siwon, y Sungmin le entregó
con cuidado la laptop.
Kyuhyun
contempló por unos segundos la apacible sonrisa de su novio, para luego ver la
pantalla del aparato.
“Sr. Lee Sungmin, junto con
saludarlo le adjunto mis impresiones sobre la entrevista que le realicé la
semana pasada. Honestamente, no es la primera vez que en nuestra universidad
recibimos alumnos con necesidades especiales como las suyas -Ni será la última-,
pero en lo que a mí consta, hasta ahora ninguno de esos estudiantes ha mostrado
la seguridad y destrezas que usted posee, ya sea durante o después de haberse
titulado. Estoy francamente impresionado. De hecho, antes de la entrevista
quise preguntarle cuales han sido sus métodos de auto-superación para hacer mención
de ellos en los próximos proyectos de capacitación docente, pero en cuanto salí
a su encuentro lo supe. Lo vi en las porras de los que parecían ser sus amigos,
diciéndole que recordara las técnicas que habían ideado juntos para enfrentar la
entrevista, y también en el aviso que me dio su madre
“De seguro ya lo sabe, que mi hijo
tiene Síndrome de Asperger, pero le pido por favor que no le guarde ni lástima
ni consideración. Trátelo como a cualquier otro alumno” Fue lo que me dijo.
A esos alumnos que tuvimos siempre les
tratamos con cuidado, les facilitamos la vida librándolos de obstáculos y nos
portamos permisivos con ellos, cuando debimos ayudarlos a encontrar su forma de
lidiar con dichos obstáculos, tal como hacen con usted. Creyendo genuinamente en
sus capacidades y alentándolo a encontrar formas de desarrollarlas y superar
distintas situaciones, le han permitido convertirse en un jovencito fuerte y
capaz al que seguramente le esperan grandes recompensas al titularse. Esperaré
ansioso ese momento. Por mientras, le doy la bienvenida a la universidad y como
agradecimiento por las enseñanzas que me ha entregado y en consideración de los
deseos de trabajar que usted me expresó, me he tomado la libertad de
recomendarlo personalmente a un trabajo a tiempo parcial en la biblioteca de
nuestra universidad. He enviado su curriculum y pronto le llamarán para una
entrevista. Rezaré por que sea seleccionado y así haga uso de todas sus
habilidades. Empezar con algo sencillo y acorde a sus intereses será lo mejor
para que usted se acople al ritmo de la ciudad y una vida adulta.
Sin nada más que reportar y ansioso
por ver de lo que usted será capaz, me despido. Hong Keehyun, Decano de
Ciencias sociales.”
Kyuhyun
volvió a soltar el aire en sus pulmones solo al finalizar la lectura. Se sentía
tan aliviado que la nueva bocanada de aire que tomó fue como si hubiera botado
a ese Kyuhyun abrumado y vuelto a ser él mismo en su totalidad. Estaba tan
ensimismado en su felicidad que no volvió el mundo real hasta que Sungmin puso
una mano en su rostro. El menor lo miró extrañado y cuando Sungmin le acercó un
pañuelo con la otra mano recién supo que de nuevo estaba llorando.
—¡Tú, bastardo-!— Vociferó Heechul, estuvo a punto de ir a golpearlo pero
Siwon lo detuvo. De todas formas, al menor ya no le importaba si le pegaban o no.
Su interior estaba en calma ahora y eso le bastaba.
—Kyuhyun, estás llorando ¿Te duele algo?— Sungmin mostró su preocupación
mientras limpiaba las lágrimas de su novio.
—No, lloro de felicidad. Me alegró mucho que lo hayas logrado— Murmuró mirándole a los ojos con
una gran sonrisa. Sungmin no entendió por qué su novio lloraba por eso, así que
lo dejó estar.
—Todavía no he terminado, Kyuhyun. Me falta la última etapa, debo
conseguir trabajo—
Respondió el chico, aunque luego puso una de sus sonrisas raras que Kyuhyun
sabía que usaba para jactarse— Aunque de todas formas estoy satisfecho con este resultado y
con el progreso hasta ahora. Además, saber que Kyuhyun, mi familia y nuestros
amigos creen en mí, de alguna forma me hace tener más ganas de terminar estas
metas y empezar nuestra nueva vida en Seúl.
—No debes angustiarte, vas a encontrar trabajo— Le aseguró Kyuhyun poniendo una
mano sobre la suya, esta vez no con la intención de despreocupar a Sungmin,
sino estando realmente convencido de ello.
—Lo sé—
Respondió el bajito, devolviéndole la sonrisa. Sin resistirlo más, Kyuhyun le
atrajo de la cadera, lo abrazó y besó dulcemente sus labios.
—Aishh, este chico— Se quejó Siwon, corriendo la mirada. El bajito se dejó
hacer hasta que Kyuhyun lo soltó —¿Por qué tienen que ser tan cursis y más encima en mi cara?
—¿Tienes celos, Siwon? ¿Acaso también quieres un besito?— Los ojos de Kyuhyun y sus amigos se
abrieron dolorosamente al oír a Sungmin decir semejante cosa, menos Kangin
claro, que le había enseñado dicha broma hace un rato.
—Eso debe ser, ¿Por qué no vamos todos a besarlo?— Sugirió el perpetrador, y sin poder
resistirse a la jugarreta, Heechul se unió a los otros dos acercándose
lentamente a Siwon ofreciéndole coquetos besos.
—¡Aléjense de mí, bestias!— Chilló él, con el rostro deformado mientras se alejaba.
—¿Por qué? Es muy divertido ¿Cierto, Sungmin?— Inquirió Kangin con alegría malsana.
—Cierto—
Respondió el azabache.
—¡Ya dejen de enseñarle tonterías a Sungmin! ¡Ahhh!
Kyuhyun
observó entre impresionado y entretenido como manoseaban al espantado
cristiano. Una tímida sonrisa en Sungmin, quien se abstenía del forcejeo, le
hizo imitarlo involuntariamente “Es cierto, él podrá, no había de que
preocuparse” Pensó, y acto seguido, se unió a la broma.
Al
día siguiente, los 5 muchachos se mudaron a Seúl, y una semana después Sungmin
fue contratado en la biblioteca de su universidad.
*Harakiri:
Suicidio ritual japonés por desentrañamiento (Entra cuchillo, salen las tripas ♪) utilizado por los samuráis para recuperar su honor perdido
en vida o bien para evitar caer en manos enemigas y ser torturados.
Continuará...
Vine a dejar mi comentario popó. Me dio risa el dibujo, se que cuando lea el cap, cambiará mi percepción jjj.
ResponderBorrarMe hiciste llorar (ㅠ.ㅠ) ...
ResponderBorrarY no se si fue porque me llegaron las palabras de Kyuhyun sobre lo preocupados que estaba por Sungmin y como todo salio bien al final o porque realmente soy llorona que todo lo conmueve :'v ... pero igual el capitulo me llego, muchas gracias estuvo realmente hermoso el capitulo :') ...
PD: "Entra cuchillo, salen las tripas ♪" como me rei con esto xD!!!