~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~✿~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
13♥
Dificultad para identificar y describir emociones propias, además de tener
reacciones emocionales desproporcionadas y una constante y agobiante sensación
de ser un “Bicho raro”.
“Domingo, 05 de julio de 20xx. 02:40 AM
Quien
sea que tenga un conocimiento moderado o avanzado del síndrome de Asperger, sabe
que quienes lo padecemos siempre hemos encontrado un gran aliado en la
escritura, independiente de si nuestros intereses específicos giran en torno a
dicha práctica. Nos resulta mucho más fácil expresarnos sobre nuestras vidas y
logramos expresar cosas que nunca saldrían de nuestra boca, como sentimientos y
emociones. Es por eso que, a pesar de poder decir perfectamente cuando algo me
agrada y desagrada, nunca podría decir algo como lo que tú me dijiste ese día.
“Te amo, tan profunda y demencialmente que a
veces me asusta”
A
mis 18 años y tras una vasta investigación de este trastorno que me ha
acompañado toda la vida, aún no logro ver lógica en lo abrumador, confuso y
frustrante que me resulta la idea de pronunciar una respuesta a eso y en lo fácil
que podría escribirla mil veces si quisiera.
No entiendo cómo puede ser tan sencillo de una
forma y tan difícil de otra decirte que te he amado desde que vi esa mueca de
alegría, tu sonrisa, el primer año de instituto. Que te amo tanto que cuando al
fin notaste mi existencia y te acercaste a mí, experimenté un grado de
felicidad cuya existencia no sabía. Decirte que también te amo, Kyuhyun.
Pero
así es.
Y
pensar que me has dado tanta seguridad, tantas enseñanzas y un amor tan intenso
sin yo poder retribuírtelo apropiadamente, ha provocado a ese sentimiento extraño
que sembraste en mí interior hace 3 años, y de pasivo se ha transformado en
algo tan volátil que sólo pensar en ti no me permite concentrarme en nada,
vuelve erráticas mis palpitaciones y agudiza la torpeza de mi cuerpo.
No
entiendo ese sentimiento, Kyuhyun.
Se
parece al amor pero es más intenso que todo el amor que he sentido, y cuando
desata todo su poder, duele. Está sobrecargado de emociones siempre oscilando y
no logro saber que evoca precisamente, felicidad o tristeza, ira o miedo,
añoranza o apatía. Me molesta ese sentimiento que has enloquecido dentro de mí.
Atrae a mis pensamientos ese antiguo recuerdo de mi infancia y me confunde, me
confunde mucho.
“…Si Sungmin empieza ahora programas
individuales y grupales para sobrellevar sus “alteraciones”, tiene grandes
posibilidades de hacer una vida perfectamente normal en el futuro.”
A
los 7 años ese psicólogo logró decirme por primera vez lo que me diferenciaba
de los demás, haciéndome creer que tratándolo podría ser normal algún día.
Estaba feliz porque eso significaba que ya nadie me molestaría, mis padres
dejarían de estar preocupados y Sungjin ya no se lastimaría por defenderme.
Deseé
más que todo en la vida ser normal, Kyuhyun, y ahora no sé si seguir
intentándolo, porque has dicho que me amas, que me amas ahora cuando soy raro y
diferente, e involuntariamente me sentí tan aliviado y feliz que no pude dormir
casi toda esa noche. Si tú me amas tal cual soy, ¿Por qué habría de ser normal
entonces?
Sin
embargo… ¿Realmente está bien así? ¿Es realmente lo que quieres y mereces?
Desde
que salgo contigo, me he enfocado más en las parejas al observar los paisajes
colectivos, también he puesto más atención a papá y mamá. Hasta yo puedo
percibir que todos ellos interactúan de forma muy distinta a la nuestra. Si no
fueras tan cálido y extrovertido, por mi forma de ser puede que nadie nunca sabría
que somos novios, en vez de eso nos verían como los desconocidos nos miran: Un
par de extrañas personas. Eso también es muy fastidioso. Sonrío cuando he
aprendido que debo sonreír, no soy cariñoso contigo si no recibo señales para
serlo, me cuesta ser yo quien inicie una conversación contigo que no trate de
historia, soy torpe y sensible por lo que no podemos disfrutar de todas las
actividades que hace una pareja normal. Marco la diferencia y te arrastro
conmigo. ¿Acaso puedes recordar cuando casi nos golpearon en la cafetería del
instituto esos abusivos que siempre me molestaban? De sólo traerlo a mi mente
me pongo a temblar ¿De verdad quieres ser rechazado por la sociedad junto
conmigo? Ni siquiera puedo ayudarte. Después de mucho tiempo conociéndote y
aprendiendo de ti, he logrado apenas sospechar cuando te pasa algo, pero antes
nunca pude distinguir nada más que a ti dándome felicidad, nunca pude realmente
servirte cuando te sentiste triste, enojado o tenías una necesidad, como
tampoco hay indicios de que logre volverme más intuitivo y útil en el futuro
¿De verdad quieres y mereces esto?
Dices
que me amas ahora, me amas en mi estado actual, sin embargo, sé que es duro
estar conmigo, que fue difícil para ti hablarme la primera, la segunda,
tercera, cuarta y milésima vez, que debiste investigar y auto-adiestrarte para
lograr un entendimiento mutuo, como si perteneciéramos a distintas culturas y habláramos
distintos idiomas, y que quizás todavía no logras entenderme del todo. Pensar
en ello hace a ese sentimiento extraño descontrolarse y que por cuarta noche
consecutiva no logre concebir el sueño apropiadamente.
Me
hace no querer aceptar tu amor ahora.
Quiero merecerlo, quiero ser quien pueda
cuidarte en el futuro tal como tú lo has hecho por mí hasta ahora, entender
todo sobre ti sin la necesidad de que lo digas, decir que te amo y todos esos
sentimientos que no logro verbalizar. Ser normal para poder hacerte feliz
apropiadamente.
Y
eso es de todo lo que más me irrita y destroza, porque sé que este es mi
límite. Nunca podré acortar más la brecha entre la normalidad y yo.
“…el diagnóstico es bueno y por sobre todo
temprano, algo positivo”
“…Si Sungmin empieza ahora programas
individuales y grupales para sobrellevar sus “alteraciones”, tiene grandes
posibilidades de hacer una vida perfectamente normal en el futuro.”
“De hecho, él no es diferente a
nosotros…”
Luché
por años teniendo esas palabras vivas en mi mente, superé varias de las
dificultades que el Asperger puso en mi camino, y con ayuda de la gente a mi
lado acepté la convivencia pacífica con esas secuelas que siempre estarían
conmigo, todo para finalmente obtener… nada. Fui vilmente estafado por aquel
psicólogo y recordarlo hoy me duele más que nunca, pues hoy no añoro ser normal
solo para mí o para mí familia, es también por ti. Eso significa que también te
he fallado.
No
puedo ser normal, Kyuhyun.
Ni
siquiera puedo ser lo suficientemente normal para comprender este sentimiento
cuya intensidad oprime ahora mi pecho, pero ahora estoy casi seguro de que la
emoción que evoca es tristeza. Sí, se siente como tristeza.
He
escrito esto porque le prometí a la doctora Mihye que cada vez que me sintiera
muy frustrado escribiría acerca de lo que me molesta para organizar mis ideas y
aclarar mi mente, pero honestamente, dudo haber logrado algo. Fingí que me
dirigía a ti porque eres la persona que siempre sabe darme una respuesta clara
para todo, sin embargo, no sabría cómo decirte todo esto.
Me
pregunto si sabes porqué aquel psicólogo me mintió.”
Sungmin dejo de teclear y miró la hora. Eran las
03:00 AM. Su agenda decía que debía estar durmiendo, pero su cuerpo se
estremecía de ansiedad pura y su protocolo para situaciones así era tomar un
baño de tina caliente que destensara su cuerpo. Se levantó sin apagar el
computador y miró a Kyuhyun. Parecía tener una buena noche de sueño, que
envidia.
Sigilosamente y sin ponerse ropa, el bajito atravesó
la parte de la habitación de su novio y dejó el lugar. A oscuras caminó por el
pasillo hasta llegar al baño. Al apretar el interruptor, sus ojos resintieron
dolorosamente la cegadora luz aumentada en las blancas paredes, así como sus
pies dolieron por el frío de las baldosas. Se acercó a esa pequeña tina en un
rincón que nadie más que él usaba y empezó a llenarla de agua caliente y las
sales y jabones que había dejado para su uso. Una vez listo, entró lentamente
tratando de acostumbrarse al abrupto cambio de temperatura. Con sólo su cabeza
al descubierto, su cuerpo se estremeció entero al sentir el calor hacer lo suyo.
Cerró los ojos, respiró profundo y puso una mano en su pecho. Trató de
concentrarse. Debía saber que era ese sentimiento que le agobiaba de esa forma
o al menos encontrar un método para volver a hacerlo como antes de modo que él
pudiera ignorarlo. Debía pensar, pensar, pensar…
—Sungmin, Sungmin, ¡Sungmin,
despierta! — 3 llamados hicieron falta para que abriera
bruscamente los ojos y por acción refleja se tapara los oídos. Frente a él
Kyuhyun lo miraba con aire extrañado— ¿Por qué estás tomando un baño a
esta hora?
Bajando lentamente la guardia el mayor miró
fijamente a su novio. Por el peso en sus ojos supo que se había dormido y el
calor abrasador del agua le indicó que no había sido más de unos minutos, no
obstante, Kyuhyun quien hasta hace poco dormía como tronco se veía muy
despierto. Sin tomar mayor atención a eso, pensó la pregunta y preparó una
respuesta.
—Me sentía ansioso y no podía
conciliar el sueño. Según veo he solucionado mi problema, aunque ciertamente no
pretendía dormirme en la tina.
El menor lo contempló por varios segundos tras oír
la respuesta. Sungmin no pudo descifrar la mirada que su novio le ofrecía.
—¿Puedo entrar a la tina contigo?— Le pidió
finalmente. El mayor enterró su mirada en el techo, y volviéndole a mirar,
asintió.
Kyuhyun fue a poner el pestillo a la puerta, se
quitó las pantuflas y la ropa interior para entrar lentamente en el pequeño
lugar mientras Sungmin contraía su cuerpo. Con algo de dificultad, el más alto
se estiró con las piernas laxas y el bajito se acomodó encima suyo, frente a
frente.
—Ahhh, que bien se siente— Celebró
el menor, sacando sus manos del agua para acariciar suavemente el rostro de su
novio.
Sungmin lo contempló perdidamente por al menos 10
largos segundos, luego se acurrucó en el pecho del otro, como si nunca quisiera
salir de ahí. Kyuhyun le permitió la fantasía abrazándolo posesivamente.
—¿Crees que puedas contarme acerca
de lo que te está incomodando? — Agregó con tono suave. Sungmin se
estremeció ligeramente.
—No sé cómo decir lo que me
incomoda, Kyuhyun— Respondió bajito.
—Pues quédate en la posición que
estás, toma el tiempo necesario y usa las palabras que quieras para decírmelo.
Haré lo imposible por entenderte— Le sugirió. Sungmin se hundió más
en el regazo de su novio. Pasó al menos un minuto antes de que respondiera.
—Tengo un sentimiento… muy extraño
e intenso en mi interior…
— Ok, continua…— Le alentó
Kyuhyun mientras le tallaba dulcemente la espalda con la esponja.
—No sé qué es. Pensé que había
logrado aprender cómo eran todos los sentimientos y emociones…pero no es así…este
es nuevo… eso me aterra y me frustra.
— Mmm… ¿Qué más?— Preguntó
el menor, con los ojos cerrados, oliendo el perfumado cabello de su novio.
—Tú provocas ese sentimiento,
Kyuhyun— Agregó el bajito— Lo hiciste aparecer hace mucho,
más hace 4 días… se descontroló y me asfixia en momentos como este… cuando
estamos tan cerca el uno del otro.
—¿Enloqueció…cuando dije que te
amaba?— Se aseguró el otro con una sonrisa.
— Sí— Afirmó Sungmin con sequedad.
—¿No será amor lo que sientes?— Inquirió
el menor. El bajito levantó su cabeza y le miró a los ojos.
— ¿Amor?— Dudó.
— Amor— Confirmó
su novio.
—No puede ser amor, Kyuhyun. Yo no
siento así el amor— Refutó Sungmin— No se parece al amor que siento
por mi familia y mis amigos. El amor sólo me produce felicidad y sosiego. Este
que siento por ti no.
—El amor que siento por ti también
es distinto al que siento por los demás, Sungmin. Y también es muy intenso y evoca
distintas emociones aparte de felicidad— Respondió el menor.
—¿Qué emociones te provoca el amor
que sientes por mí, Kyuhyun?— Curioseó el bajito.
— Principalmente, felicidad y
sosiego, como tú dices, pero a veces también siento ira y tristeza, cuando no
logro ser lo suficientemente bueno para cuidar de ti; ansiedad, cuando no puedo
estar contigo durante días; y miedo, cuando me pregunto si estaremos bien en el
futuro. A veces esas emociones son tan potentes que me quitan el sueño o me
distraen de lo que hago.
Sungmin estampó sus ojos en el hombro del menor, no
mirando realmente. Sin duda el sentimiento de su novio se parecía mucho al
suyo, pero…
—¿El amor… puede ser tan penetrante
y doloroso?— Inquirió casi sin poder creérselo, apretando su
pecho ¿Cómo un sentimiento que le explicaron alguna vez como lo más hermoso de
la vida, podía causar tanto daño y caos?
—El amor siempre duele, Sungmin. No
todo el tiempo ni con la misma intensidad, pero siempre dolerá porque nada es
perfecto, ni quien amas, ni tú, ni nada a tu alrededor. Pero cuando la persona
que amas también te ama y te trata con el mismo respeto que tú a él, todo ese
dolor vale la pena, porque nunca sentirás una felicidad y un sosiego como el
que te provocará esa persona— El bajito volvió a mirar a su
novio, quien le sonreía hermosamente mientras acariciaba su cabeza— Yo
experimento eso contigo, es el motivo que me hace luchar todos los días por
superar cada problema que nos pone la vida. Quiero experimentar todos esos
momentos de indescriptible felicidad que pueda darme el futuro junto a ti.
El mayor volvió a bajar el rostro. Por eso aquel
recuerdo venía a su mente y por eso la insufrible desesperación por ser normal
que no le permitía dormir. Ahora lo entendía, no obstante, no podía adoptar la
misma actitud de Kyuhyun…
—¿Qué hace al amor causarte dolor,
Sungmin?
Porque la respuesta a ese problema ya la tenía. Él
nunca podría ser normal.
Como no pasaba hace muchos años, su cuerpo ardió
mucho más que el agua bañándolo y unos potentes espasmos lo dominaron, llamando
la atención del otro. Kyuhyun no necesito preguntar cuando el rostro de su
novio se elevó y le dio la respuesta.
—Yo nunca… nunca voy a ser normal,
Kyuhyun. Siempre tendré Asperger— Contestó con lágrimas cayendo a
borbotones de sus ojos.
Kyuhyun sintió a su corazón contraerse
dolorosamente. La expresión en el rostro de su novio no era imitada de ningún
sitio, era una genuina y espontánea manifestación de tristeza. Él sabía que
Sungmin no había llorado desde que era niño, después de alguna forma perdió la
capacidad de hacerlo hasta en la peor situación. Se sintió morir de sólo
imaginar lo contrariado y adolorido que debía sentirse para haber conseguido
llorar a pesar de eso.
—¿Có-Cómo es eso de que nunca serás
normal?— Exclamó impulsándose tan bruscamente a envolver al
otro con sus brazos que salpicó un chorro de agua fuera de la tina— No lo
entiendo, explícame.
—Por más que lo intente, seré
torpe, descuidado y poco útil el resto de mi vida. Nunca tendré la capacidad de
alguien normal para percibir tus necesidades y retribuirte todo lo feliz que tú
me has hecho— Respondió el mayor, tomándose las mejillas y
parando de vez en vez por los espasmos. Nunca se imaginaría que en ese momento
a los ojos de Kyuhyun se vería más humano que nunca.
—¿Qué dices…?— Reaccionó
él profundamente conmovido, besando su frente antes de hablar— Es cierto
que tienes ciertas dificultades y defectos ¡Pero todos tenemos! Que en ti sean
más obvias no te hace anormal o incapaz, de hecho, es muy positivo porque te
permite mostrarte tal cual eres a los demás, esa es una gran cualidad. Muchos
de quienes tú consideras “normales” son malas personas y eligen no mostrarse
como son para así lastimar a los demás sin que se den cuenta, incluso a sus seres
queridos, cosas que tú no harías jamás a nadie.
Sungmin limpió sus lágrimas y miró al rostro a su
novio. Esta vez, Kyuhyun le tomó las mejillas.
—Eres absolutamente normal, mi amor— Le dijo
con voz dulce pero firme— El mundo tiene una mala percepción de la
normalidad, creen que se trata de actuar, hablar y pensar igual que todos los
demás en la sociedad, pero eso es ilógico. Tú deberías saberlo. Es imposible
que todos sean iguales, incluso si alguien intentara en todo aspecto ser igual
a otro nunca lo lograría. Tal vez sea solo una opinión y no un hecho, sin
embargo, siempre he creído firmemente que ser normal se trata de saber convivir
con los demás a pesar de sus diferencias, buscando nuestra felicidad del modo
que nos parezca mejor mientras no afecte negativamente a quienes nos rodean.
—¿Entonces…—Sungmin se
animó a hablar con la voz afectada aún— los que me molestaban en la
escuela eran los anormales?
—¡Eran unos retardados!— Exclamó
Kyuhyun con una sonrisa— Ellos en el futuro tendrán muchos problemas para
vivir en sociedad, puede que hasta terminen en la cárcel con otros retardados.
Heechul, Kangin y Siwon estuvieron a punto de serlo, pero por suerte cambiaron
de parecer y volvieron a ser normales.
Aquello último el menor lo dijo como un secreto. Sin
saber por qué Sungmin soltó una pequeña risa.
—Tú en cambio siempre has sido
normal y no debes avergonzarte por tus diferencias, mucho menos decir que no puedes
hacerme feliz— Agregó Kyuhyun con ternura— Nunca
antes he sentido felicidad como la que tú me has hecho experimentar, y eres un
apoyo de sobra eficiente porque eres capaz de sobreponerte a tus dificultades
más arraigadas para ayudarme. Eres todo lo que necesito, no hay nada que te
sobre o falte. Te amo tal y como eres, y sé que algún día la sociedad te
reconocerá como uno de ellos, cuyas diferencias serán un gran aporte para todos
nosotros.
“De hecho,
él no es diferente a nosotros, sólo tiene una forma distinta de apreciar la
vida y si le estimulamos apropiadamente, algún día será un gran aporte para la
sociedad y será respetado y querido tal cual es.”
Sungmin se quedó estático un largo rato ¿Eso era lo
que había querido decir?
La última lágrima cayó antes de que Sungmin volviera
a caer rendido en los brazos del otro. El sentimiento que se había
descontrolado con las palabras de su novio hace días volvió a crecer un poco
más, no obstante, ahora se sentía libre de impurezas. Era intenso y
deliciosamente confortante.
—¿Cómo logras explicar con tanta
facilidad aquello que me hace complicarme hasta casi caer en la demencia? ¿Cómo
consigues liberarme de mis pesares más horribles rápidamente con cosas tan
simples como palabras y afecto? Es ridículo— Planteó el mayor aferrándose fuertemente
a él.
—Bueno, supongo que mis diferencias
complementan las tuyas— Respondió el menor acariciándole la espalda— Además,
si quiero comerte algún día, necesito que estés en paz en cuerpo y alma para
que la carne esté más tersa.
Por primera vez, Sungmin decidió no enfadarse ante
esa broma y, en cambio, sonrió. Permaneció en ese dulce abrazo largo tiempo,
siendo distraído por el vapor del agua que se elevaba y empañaba las paredes. Irguiéndose
sólo lo suficiente, se esforzó en escribir algo que hubiera querido dedicarle a
su novio en el aniversario, cuando todo esto empezó. Kyuhyun lo leyó y le
sonrió conmovido, dándole al segundo un beso de esos que le quitaban el
aliento.
Finalmente, se enjuagaron, secaron y volvieron
silenciosamente a la cama del mayor. Sin fijarse en que el mouse de su
computador no estaba en la posición en que lo dejó, Sungmin se acomodó en el
pecho de su novio y junto con un profundo sueño, capturó por primera vez una
alegría real por sus diferencias, por sus defectos, por ese sentimiento, por
todo lo que lo hacía él, ya que si no tuviera esa fascinación por mirar a la
gente a lo lejos, si no le gustara tanto la historia, si no hablara de forma
tan pomposa, si no fuera por su torpeza motriz o su dificultad con la
interacción social, quizás, sólo quizás, nunca se hubieran tenido de la forma
en que ahora se tenían. Y eso no lo cambiaba por nada.
Fin.
No puedo creer que sea el último, lloro.
ResponderBorrar*Se va a llorar a un rinco*
ResponderBorrarUn hermoso final para una hermosa historia, ame la forma en como expresaste lo que significa amor o ser "normal" en esta sociedas tan absurda.
Encerio muchas gracias por compartirnos tan linda historia, amo tu forma escribir y me gustaría poder seguir leyendo mas de tus escritos^^.
Bueno nos leemos en el proximo trabajo que hagas bye bye.
PD: el tercer dibujo es hermoso (♡0♡)!