miércoles, 20 de noviembre de 2013

La legendaria pareja del porno gay [02/??]

Capítulo 2: ¡Déjame en paz!/ No quiero.


-¡Oye! ¡Basta! ¡Basta! ¡Waaaaah! ¡Maldito loco!

Sungmin profería gritos iracundos y desesperados al sentir las fuertes garras de ese extraño tipo envolverlo y sus hambrientos dientes buscar su carne ¡Era un lobo! ¡Un maldito lobo hambriento que lo arrastraba hasta el sillón para devorárselo! Pero ya después de varios segundos de agitación,eso no le importó, porque a pesar de parecer el conejo que esa fiera se iba a cenar, este conejo también tenía garras y sabía defenderse muy bien.

-Dije...¡BASTA!

Y juntando toda la fuerza que poseía en su pierna, estampó con furia su rodilla en la entrepierna del menor.

-A-Agh..

El quejido ahogado de Kyuhyun sonó a escasos centímetros del oído de Sungmin mientras soltándolo, caía al suelo aturdido por el dolor, pero al furioso pelinegro no parecía importarle, ya que aún habiéndole dado donde más dolía, se puso en guardia para propinarle una buena paliza.

-Ahora si te llegó la hora...

Masculló, aunque su puño no llegó a su destino debido a un grito espantado del menor.

-¡Ya! ¡Ya! ¡Ya entendí!

Sungmin se detuvo furioso, pero aún más extrañado.

-¿Q-Que entendiste?

Preguntó.

-Que no me tienes las ganas que yo te tengo a ti-Suspiró tratando de levantarse dificultosamente- Solo quería verificarlo.
-A-ah...¿¡ Y PENSABAS HACERLO TIRÁNDOTE ENCIMA MÍO DE LA NADA!? 

Vociferó el pelinegro, aún impactado y furioso por la situación ¡Por Dios! ¿Que mierda tenía ese tipo en la cabeza? 

-Es que estuviste tan callado y serio cuando estuvimos juntos...- Respondió con un puchero amorfo y jugando con sus dedos-Pensé que eras de esos que son sumisos en la cotidianidad pero salvajes en la cama.

El chico abrió desmesuradamente los ojos y volvió a ponerse en guardia.

-Bastardo...-Murmuró mientras una sombra siniestra se formaba tras él- ¿CON QUE CLASE DE TIPO ME COMPARAS?
-¡Ugh!-Kyuhyun se alertó al ver como el más bajo se acercaba nuevamente con intenciones asesinas- ¡Era solo una teoría! ¡No me golpees, por favor! Además ¡Ack!

El chico se quejó por el dolor aún latiendo en su parte baja, provocando que Sungmin retrocediera. Ahh, maldita sea...

-A ver- Resopló acercándose lentamente al castaño, quien desconfiando retrocedió un poco- ¡No te haré nada, maldición!
- Con ese carácter no sé como confiar en ti...

Murmuró el chico, y con cuanta razón, si de seguro quedó estéril con menudo golpe.

-¿Disculpa?
-Nada, nada.

Se retractó, permitiendo que Sungmin lo levantara totalmente y luego lo sentara en el sillón.

- Traeré una bolsa de hielo para tus aplastadas bolas.

Dijo el mayor caminando hacia la cocina, y tras hacerlo, se la tiró de malas ganas y se sentó a su lado. Su noche de soledad, frituras y películas malas había sido definitivamente arruinada.

-¿Cómo es que lograste encontrarme? ¿Me seguiste?

Sungmin inquirió, tratando de reemplazar con preguntas los deseos de propinarle más golpes.

-No te seguí.
-¿A si? ¿Y como diablos llegaste aquí?
- Es que seguí a tu representante.

Sungmin suspiró y blanqueo con hastío los ojos. Ahora sus malvadas intenciones se trasladaban a otra persona.

-La perseguí hasta el estacionamiento y empecé a charlar con ella- Dijo no pudiendo evitar sonreír malvadamente- Le dije que estaba muuuy preocupado por lo poco que habías hablado, que deseaba conocerte más y que estaría muy encantado de tener citas contigo, así que me dio tu dirección y tu número de celular.
-¿La manipulaste?

Sungmin lo miró impactado al entender las intenciones del otro.

-Fue pan comido- Rió el chico- Creo que si le hubiera pedido los datos de tu cuenta bancaria me los habría dado sin dudar.

"Por Dios, Noona..." Pensó el pelinegro tomándose el rostro con las dos manos.

-Ok- Sungmin se levantó jodido con el asunto-  Ya me viste, es suficiente. Levántate y vete de mi departamento.
-¡Pero espera!
-¿Qué? 
-La manipulé pero de verdad quiero conocerte ¡Ah! y follarte pero si quieres eso puede esperar...un par de días.

Sungmin lo miró con una expresión asqueada.

-Entraste a mi casa como un loco e intentaste violarme ¿Cómo quieres que te deje conocerme? Además declaras tan desvergonzadamente que quieres follarme...
-Soy excesivamente sincero. Apuesto a que te ha encantado.
-¡No! ¡Largo de aquí! 
-P-Pero, me golpeaste las bolas- Se levantó aún con la bolsa de hielo en su entrepierna- Deberías "Compensármelo"...
-No quiero saber a que te refieres con eso.
-A que me la mam---
-¡Dije que no quería! Además tu te lo buscaste y por ello te aclaro desde ya, que entre tú y yo no pasará nada hasta que llegue el día de la filmación. No quiero ver tu cara hasta entonces.
-Pero somos novios.
-¡Es una farsa! ¡Vete! 

Gritó empujándolo hacia la salida.

-Noooo, me dueleee.
-Tienes el hielo, puedes quedártelo.

Refutó empujándolo fuera de lugar.

-No, eso no basta- Insistió afirmándose de la puerta- De verdad me duele al caminar, debes dejarme descansar en tu casa esta noche.
-Te conozco hace unas horas y ya me  demostraste el cerdo que eres. Sobre mi cadáver te dejaría quedarte.
-No soy un cerdo, y no me conoces lo suficiente.
-Se todo lo que necesito- Exclamó poniendo su pie en el estómago del otro para empujarlo y hacer que saliera expulsado del lugar- Adiós.
-¡Oye, no---!

Pero antes de que alcanzara a hablarle, el pelinegro le cerró la puerta en la cara.  

-¡Vamos, Hyung! ¡Ábreme! 

Gritó golpeando insistentemente la puerta.

-¡No! ¡Vete de aquí!
-¡No me iré! ¡Me niego a que nos veamos solo en la película! 
-Ahhhhh ¿¡Por qué te importa tanto eso!? 
-¡Porque me interesa este trabajo!
-¡Si te interesara no te habrías tirado encima mío ahora! 
-Bueno, también es porque te tengo ganas.
-¡Y ahí estás de nuevo! Eres un desconocido para mi y aún así dices cosas asquerosas con toda confianza. Por eso odio a los malditos actores porno y por eso no pienso abrirte.
-¿¡Los odias!? A-ah ¡Déjame ser el primero que ames!
-¡LÁR-GA-TE!
-No me iré, no podré subirme a mi motocicleta por el dolor. Déjame pasar la noche en tu departamento.
-Insiste todo lo que quieras- Concluyó Sungmin- No pasará.
-Así que puedo insistir todo lo que quiera ¿Eh?- El chico en el pasillo sonrió con una idea perversa en su cabeza-Bien, tu lo pediste.

Sungmin rodó los ojos y dándose la vuelta, caminó hasta el televisor para apagarlo, guardo las frituras, apagó las luces y se metió en su habitación, subestimando totalmente las palabras del menor tras su puerta. Que error más grande había cometido...

De seguro esa noche la iba a recordar hasta el final de su vida. Recordaría como el menor estuvo laaaargo tiempo gritando y golpeando su puerta...

-¡Toc toc toc! 
-¡Kyuhyunnie, el chico más simpático de la ciudad está llamando a tu puerta! 
-¡Ábrele! 
-¡El solo quiere tu amor!

Chillando...

-¡Ayyyyyy mi pobrecita entrepierna!
- ¡Todos mis millones de hijos en forma de piriguines deben estar muertos! 
-¡Ahhhhhhhh que dolor!
- ¿Que será de mi? ¡Yo, tan bueno que era! 

Y cantando...

-Oh oh oh oppareul saranghae, ah ah ah ah mannhi mannhihae ♪ ahhhh que buena canción ¿De quien será? 
-sujubeuni jebal utji mayo ♪
-jinsim ini nollijido marayo ♪
-tto-ba-bo-ga-teun-mal- ppunyaaaaaaaaaaa ♪ 

Ya cuando casi había pasado una hora, Kyuhyun ya había terminado de cantar las no-sé-cuantas versiones de "Nobody" de las Wonder girls e iba a por la canción infinita de "Los elefantes que se balanceaban", un Sungmin irritado, cansado y por sobretodo hastiado, abrió bruscamente la puerta de su habitación y caminó a paso duro hacia la entrada.

-¡SI QUE ERES DESESPERANTE, HIJO DE PUTA! 

Profirió al abrir la puerta y luego arrastrar de una oreja a dentro al triunfante castaño.

-Ah, ah, ah, ah, me duele.

Se quejó mientras caminaba chueco debido a la forma en que Sungmin lo guiaba.

-¡Cierra la boca, marica!- Masculló tirándolo al sillón- ¡Puedes dormir ahí, pero cuando me levante mañana te irás de inmediato!
-¿Eeeeh? Pero yo quiero dormir contigo.
-Mira, mis intenciones reales contigo son más del tipo asesinas, así que deja de provocarme y duérmete de una vez- Le advirtió para luego tomar una manta que estaba en una de las sillas de su mesa- ¡Tápate con eso, pone la bolsa de hielo en tus bolas y deja de fastidiar!
-Eres amargado ¿Sabes?-Le reclamó Kyuhyun- Ni siquiera nos pudimos presentar cuando nos conocimos. Soy Cho Kyuhyun, es un placer conocerte.
-Sabemos nuestros nombres, no me jodas.
-Y más encima eres maleducado.
-¿Sí? Vete de aquí y busca a quien le importe.

Y dicho esto cerró la puerta de su habitación y caminó hasta su cama, pero antes de estirarse en ella se devolvió hacia la puerta para cerrarla con pestillo."Por si acaso..." Pensó, tirándose finalmente a su cama para caer en brazos de Morfeo.

La mañana siguiente llegó como siempre, con un día hermoso que se filtraba por el visillo entremedio de sus cortinas, y como era costumbre a Sungmin no le importaba. Cuando despertaba trataba de no pensar en nada hasta que las cosas de su vida diaria iban apareciendo solas ante él, no quería pensar en nada malo ni en nada bueno, para no amargarse aún más la vida y para no intentar engañarse a si mismo, pero inesperadamente un pensamiento vino a su  mente pocos segundos después de haberse despertado.

Kyuhyun.

¿De verdad él había ido a su casa y le había fastidiado de formas ridículamente desesperantes? No, claro que no. De seguro fue una pesadilla, una horrible pesadilla, porque en serio¿Podía existir alguien tan desesperante, molesto, confianzudo, depravado y desvergonzado? No en este planeta. 

Con esto en mente se levantó, estiró sus músculos y salió de su habitación. Al ver hacia el comedor y notar que todo estaba en orden, suspiró aliviado. Después fue al baño y se lavó las manos, cara y dientes. Ya refrescado, pensó en prepararse su desayuno, pero al parecer alguien se le había adelantado. Un olor a café y tostadas se colaron sutilmente por los rincones de la puerta. 

-¿Que rayos...?

Masculló en voz baja, saliendo del cuarto y caminando sigilosamente por el pasillo hacia la cocina. Ya apunto de llegar, agarró un florero y se puso en guardia para atacar.

-¡Ajá!
-¡Ahh!-Gritó Kyuhyun girándose hacia el pelinegro mientras anteponía  sus brazos protegiéndose de un posible golpe- ¡No otra vez! 
-¡Maldita sea!

¡No había sido una pesadilla! 

El pelinegro bajó la guardia y dejó nuevamente el florero en su sitio.

-¿Que mierda haces? 
-Buenos días.
-¡Pregunté que mierda haces!
-¡El desayuno, por Dios! - Se quejó Kyuhyun volviendo a poner su atención en las tostadas- Rayos, ni "Buenos días" sabes decir antes de ponerte a hacer preguntas.
-Sí, soy muy descortés, ahora dime ¿Por qué sigues aquí y más encima te estás haciendo desayuno?
-No es solo para mi- Corrigió indicando el mesón de la cocina- Mira, ahí he hecho para ti con todo mi amor.
-Juras que me lo voy a comer.
-¿Ehhhhh?-Chilló en señal de protesta- ¿Por qué no?
-No confío en ti ¿Que tal si le moliste alguna pastilla a ese café?
-¿Cómo podría hacer eso?- Se indignó Kyuhyun- Mis únicos planes aquí eran follarte hasta la madrugada, dormir, lavarme los dientes y luego hacernos desayuno. Y en vista de que eres un aguafiestas y no quisiste lo primero, tuve que conformarme con las tres últimas.
- Sí, sí, claro...
-Mira- Le llamó sacando algo del bolsillo de su abrigo- Si hasta traje mi cepillo de dientes.

Sungmin lo miró con una expresión de incredulidad ¿De que planeta venía este tipo? 

-Si, te creo, cuaaaanto te creo- Respondió con sarcasmo- Ahora por favor cumple con lo acordado y vete.
-Ahhhh...- El castaño suspiró rendido- Está bien...

El menor se volteó para apagar el fuego que tostaba los panes, se tomó de un sorbo todo el café en la taza que estaba usando y agarró unos cuantos panes del tostador para comerlos en el camino. Sungmin suspiró al ver por fin como el chico iba voluntariamente hacia la puerta.

-¡Pero antes!

Kyuhyun frenó a medio camino provocando que el pelinegro se tomara el rostro frustrado. Era demasiado bello para ser verdad que se fuera por las buenas ¿No?

-¿Que mierda quieres?
-Antes de irme, quiero que me prometas que nos seguiremos viendo en estos días.
-¿¡Qué!? ¡No! Con lo de ayer y hoy ya cubriste tu cuota anual.
-Ja, que chistoso.
-No, hablo en serio ¡Largo! ¡No quiero verte! 
-Pero Hyuuuuuuuuung.

"Cuenta hasta mil y no lo mates ¡Cuenta hasta mil y no lo mates!" Sungmin se repetía aquello al ver la fastidiosa cara del chico en frente. Ya tenía suficientes personas dentro de su vida, no quería otra más y menos a alguien como Kyuhyun.

-¡Largo! 

El castaño se quedó parado frente a él sin decir nada a pesar de la orden, y Sungmin lo miraba de vuelta con una expresión cada vez más jodida. Ya ¿Que le pasaba ahora?

-Un elefante se balanceaba sobre la tela de una araña, como veían que resistía, fueron a llamar a otro elefante ♪ 
-¡Ay, por Dios! 

Gritó Sungmin tapándose los oídos ¡De nuevo con esa horrible canción! y ya no se sentía con la paciencia para resistir una hora como anoche.

-Una vez tuve que llegar a los 402 elefantes para que mi mamá me dejara ir a un concierto, y aún así no estaba cansado, por ello tú decides- Advirtió Kyuhyun- Dos elefantes se balanceaban... ♪ 

El pelinegro retrocedió y luego empezó a caminar desesperadamente por toda la casa mientras el irritante chico caminaba tras de él cantando la molesta canción, y no importara en que habitación tratara de esconderse, la voz grave de Kyuhyun traspasaba toda clase de material. Ya cuando iba en los 30 elefantes y Sungmin tenía un notorio tic en el ojo, salió rendido del baño en el que trató de librarse del ruido sin éxito.

-¡ESTÁ BIEN! ¡Nos veremos pero ya cállate o te mataré! 

Gritó, aunque estaba seguro de que se iba a arrepentir al segundo después.

-¿En serio?

Si, estaba arrepentido.

-S-sí...
-¿Lo prometes?
-¡SÍ! Pero POR FAVOR, lárgate y déjame estar solo.
-Muy bien. Gracias Hyung.

Y sin más, caminó voluntariamente hasta la puerta con Sungmin tras él.

-Nos vemos.

Dijo al salir del lugar, a lo que Sungmin inmediatamente le cerró. Al fin...

-Ufff...

Suspiró apoyándose  en la puerta y dejándose caer lentamente al suelo, aunque no pasó ni un minuto cuando el chico volvió a llamar. 

-¡Hyung! ¡Hyung! ¡Ábreme, se me ha olvidado algo! 

El pelinegro bajó la cabeza botando un suspiro violento y como si fuera un zombie saliendo de la tierra, se levantó para abrirle.

-¿Que te faltó? 

Le dijo al verlo al frente.

-Esto.

Respondió  acercándose a él para darle un beso fugaz en los labios y antes de que Sungmin  le marcara de por vida su pie en el trasero, Kyuhyun salió corriendo por le pasillo hasta llegar al elevador. 

-Mmgh...¡MALDITO CABRÓN! 

Le gritó volviendo a entrarse  y cerrando la puerta con un violento portazo. Tras eso caminó al sillón y se desplomó en él, pensando en lo desagradecido que estuvo con su vida antes de que apareciera Kyuhyun. Aquello si era el cielo, esto era el infierno, y como en el infierno los castigos llegan desde  el momento en que caes en él, al día siguiente, Kyuhyun volvió a aparecer en su casa. 

-¿Que haces aquí?- Preguntó el pelinegro medio adormilado asomado levemente tras la puerta, aunque al ver un bolso en el brazo del castaño le hizo espabilar al segundo- ¡Ni creas que te voy a dejar vivir conmigo! 

Gritó queriendo cerrar la puerta, pero antes de que pudiera lograrlo el castaño puso su pie para impedirlo.

-No es eso- Reclamó- Traigo mi playstation para que juguemos.
-Aah...-Resopló el otro, mirándolo dubitativo- ¿Y esto de que sirve para la película? 
-Si vamos a conocernos, por algo simple se empieza ¿No? Aunque si tu prefieres follar, me parece aún mejor. 
-...

Sungmin se quedó mirándolo con una expresión molesta por unos segundos, lanzándole la puerta al concluir mentalmente que era un maldito idiota.

-¡Hey! ¡Hey! ¡Era broma!-Chilló el menor presionando la puerta para que el otro no lograra cerrarla por completo- ¡Diablos, no soportas nada! Eres tan diferente a los otros actores que he conocido.
-Así es, soy diferente, soy amargado, odio este trabajo y a los que lo hacen, por eso no te quiero en mi vida, así que déjame en paz y vete con esos idiotas a joder.
-¡Pero tu eres mi novio!
-¡No soy tu novio! 
-¡El contrato lo dice! 
-¡A la mierda el contrato! 
-¡Pero yo quiero estar contigo! 

Sungmin dejó de hacer fuerza sobre la madera y suspiró, abriendo completamente la puerta para mirar al otro a los ojos.

-¿Por qué?
-Amm...¿Porque estás bueno?

El pelinegro frunció el ceño pero antes de que pudiera cerrar nuevamente, el menor ya se había colado dentro.

-Ahhhhhhh, eres de verdad un fastidio.

Clamó Sungmin rindiéndose totalmente. 

-¿Un fastidio adorable? 
-¡Solo un fastidio!
-Como sea, no te librarás de mi.  
-Así veo.

Resopló acomodándose en el sillón, mientras el otro intervenía el televisor para conectar la consola ¿De verdad estaba permitiendo esto? Bueno, esa pregunta no contaba ahora ya que no tenía como sacar a ese idiota de su departamento en un buen rato. La verdadera pregunta que debería formularse para pensar en ella era:

¿Hace cuanto no se divertía con cosas así?

Era un adulto joven, lleno de energía en su cuerpo y con tiempo para cumplir todas sus metas, pero por el giro inevitable que tuvo su vida y lo miserable que se volvió con el tiempo, su yo interno no tenía ánimos para nada. Quería intentar salvarse de la decadencia juntando dinero para pagar sus estudios y cumplir los sueños que tenía antes de volverse infeliz, pero más que eso no hacía. No tenía amigos, perdió el contacto con todos los que tenía después de irse de su ciudad natal y no había hecho nuevos en todos esos años haciendo películas. Como Nari había dicho, la única relación real que tenía era con ella, y vaya que a pesar de eso le costaba sacarlo de su agujero para algo que no fuera trabajo. Por esa causa, era obvio asumir que no salía, no tenía citas, no se divertía ni hacía cosas para desestresarse como los jovenes normales. Lo único que se acercaba a eso era ver tv, aunque lo hacía cuando ya no hallaba en que más usar su tiempo. Pero ahora, de un momento a otro, un loco de atar había aparecido en su vida y con insistencia irritante le exigía que le dejara cambiar su rutina y   pintar su oscura alma con sus propios colores ¿Jugar playstation? ¿Hace cuanto no hacía aquello? Y con eso estaba empezando ¿Pero después con que continuaría? No se enojaba y frustraba solo porque el tipo era insoportable, también lo hacía porque estaba intimidado, confundido, no sabía si estaba bien dejar que otra persona se metiera en su vida.

-Toma, Hyung.

Aunque parecía no tener alternativa al respecto.

-Ufff...

Suspiró recibiendo en control que el menor le ofrecía.

-¿Sabes jugar?
-Hace mucho no lo hago.
-Pues te enseñaré y cuando logres ganarme, jugaremos el modo historia.
-Mmmm...

Asintió Sungmin algo ido, y esa distracción Kyuhyun la usó para robarle un beso.

-¡Ahhh! ¡No hagas eso, idiota!

Masculló limpiándose los labios.

-Tu me dejaste la oportunidad y yo la aproveché.

Rió el menor, ganándose una cachetada.

-¡Auch!- Se quejó- Oye Hyung ¿Que tal esto? Cuando juguemos, cada vez que pierdas contra mi, podré darte un beso y a la número 100, follamos.

A penas terminó de hablar una cachetada más violenta llego ha su rostro.

-De nuevo ¡Auch! 
-Apenas resisto las ganas de sacarte a patadas de mi casa y me pides cosas así- Reclamó el pelinegro- Además no puede ser que vayas a vencerme tantas veces.
-¿Tu crees?
-Cállate y terminemos con esto.

Siseó acomodándose más en su lado, mirando concentradamente la pantalla.

Un par de horas después, Sungmin miraba con irritación y frustración otra derrota. Mortal Kombat era un juego famosisimo que existía desde poco tiempo después de su nacimiento, millones lo habían jugado y sabían todos los trucos al revés y al derecho. Kyuhyun parecía ser parte de ese montón, mientras él era del pequeño grupo de aislados sociales y desconocedores de la tecnología que apenas sabía que existía el juego...Y Dios...¿Que habría pasado si hubiera aceptado la propuesta de Kyuhyun? El muy maldito se lo estaría follando como por sexta vez. Ciertamente, después de tantas veces jugando, había aprendido la función de cada botón y varios trucos, pero aún no podía ni acercarse un poco a la victoria, y escuchar la molesta risita del castaño al ver su frustración le molestaba enormemente.

-¡Deja de reírte, bastardo! 

Le gritó jodido.

-Es que de verdad eres muy muy muy malo.

Rió el chico, enfadando aún más al mayor.

-¿Eso es lo que crees?-Cuestionó el pelinegro desafiante mientras tomaba un sorbo de la cerveza que había sacado- Bueno, ya lo veremos.

Inmediatamente después de decirlo, el chico apretó la opción para jugar de nuevo. Y al parecer aquella provocación había funcionado bien. El mayor estaba más concentrado que antes, planeaba mejor los movimientos que usaría y acertaba cada vez más seguido cuando podía hacer un fatality, aunque después de otro par de horas, fue un brutality que ejecutó a través de Kung Lao el que le hizo ganar por primera vez en la tarde. La diferencia de vida que quedó entre ambos personajes era mínima, de hecho Sungmin estaba a punto de morir y el ataque especial le había tocado solo por un golpe de suerte, pero aún así era un triunfo legítimo. 

-Oh...
-Ga-gané...

Un triunfo que le restregaría en la cara al castaño por el resto de su vida.

-¡Ja!¡En tu puta cara!-Celebró con emoción- ¿Era malo? ¿Ah? ¿Ah? ¿Ahora quien es el malo? 

Kyuhyun le miraba asombrado mientras el otro celebraba su triunfo. Tenía el rostro iluminado, los ojos brillantes y una mueca en su boca ¿Estaba sonriendo? ¡Si que lo hacía! Y eso no lo había visto antes. El menor curvó sus labios dulcemente, este noviazgo estaba poniéndose cada vez más interesante, y eso que recién empezaba. 

-Sí, sí, me ganaste- Dijo fingiendo frustración para que el otro gozara más su triunfo y siguiera sonriendo- Ahora vamos a jugar el modo historia ¿Quieres, Hyung?
-Ok.

Respondió aún excitado por la felicidad.

El tiempo fluyó, y  tal y como si fuera un amigo de toda la vida, Kyuhyun se aparecía todos los días en la casa de su Hyung, y aunque a este aún no le agradaba mucho la presencia  del castaño, no podía negarse a cooperar porque o si no, tal como la primera vez, él...

-¡Yaaaaaah! ¡Hyung, ábreme! -Gritaba desde afuera golpeando insistentemente la puerta- ¡No traje cartas para jugar strip poker! ¡Era broma! ¡Es un película de Jim Carrey!  ¡Hyung! ¡Abre! ¡Abre! ¡Abre! ¡Abre! ¡Abre! ¡Abre! ¡Abre! ¡Abre! ¡Abre! ¡Abre! ¡Abre! ¡Abre! ¡Abre! ¡Abre!
-¡Ahhhhhhhhhhh, que molesto! ¡Ya entra! 
-¡Yei!

Celebró y apenas la puerta le fue abierta, entró y tomando el mentón de Sungmin, le robó un beso como por centésima vez desde que lo conoció, haciendo enojar por la misma cantidad de veces al mayor.

-¡Deja-de-besarme! 
-¡Eres mi novio!
-¡Que no! 
-No me importa lo que digas, si lo eres. Ahora vamos a jugar Strip poker.
-¡Kyuhyun!
-Uffff, amargado. Ya te dije que era broma.

Era tan molesto. Porque a parte de aparecérsele hasta en la sopa, el acoso sexual siempre estaba presente. Los besos robados eran tan frecuentes como los abrazos por la espalda y los agarrones en su trasero, y Sungmin le devolvía los "favores" con golpes, cachetadas, empujones y cuando trataba de pasarse de listo, uno que otro golpe en la entrepierna. Además, insistía en decirle obscenidades y en recalcar que era su novio. Resumiendo, a pesar de los golpes y el rechazo, Kyuhyun no se rendía, le divertía hacer todas esa cosas y luchaba aguerridamente por acercarse a él, algo que después de una semana, ya estaba consiguiendo. No era que Sungmin estuviera cambiando o llevándose mejor con el, Kyuhyun le seguía pareciendo irritante y el seguía siendo miserable, pero cuando el chico aparecía con sus idioteces, se distraía de la rutina aburrida y de la infeliz vida para prestarle atención a su molesta presencia... Y a veces aún estando fastidiado, disfrutaba de que el estuviera ahí.

-¡Mmmmm! ¡De...déjame! ¡N...no...meeee...bueeses! 

El mayor gritoneaba a duras penas mientras el otro le atrapaba los labios. Era otro día cualquiera en el que Kyuhyun había ido a verle, pero esta vez el castaño parecía haber encontrado una buena oportunidad para besar a Sungmin sin recibir golpes al acorralarlo contra una pared, agarrando sus manos  y bloqueando rodillazos con una de sus piernas.

-¿¡Quieres dejar de hacer eso!?

El mayor gritó cuando sus labios fueron liberados por unos instantes.

-No-oh.
-¿Porque no te buscas a alguien que quiera besarte y me dejas en paz?
-Porque tu eres mi novio.
-De verdad...-Suspiró Sungmin- Siento que te estás tomando demasiado en serio esto del noviazgo.
-¿Por qué no? Es interesante estar contigo. Eres lindo, es divertido fastidiarte y me encantaría follarte algún día.
-Vas a hacerlo en la película ¿¡No te basta!?
-Yo decía en privado-Sonrió volviendo a acercar sus labios a los ajenos- Además, volviendo a lo de antes, eres mi primer novio ¿Sabes?
-¿Um?
-Así es, y esto me está gustando así que deja de resistirte.
-¿Por qué demonios te gusta?- Se quejó el más bajo- Te repelo cada vez que puedo y te golpeo, además soy amargado y pesimista. Ni siquiera entiendo como Nari-Noona ha durado  tanto trabajando a mi lado, y tu vienes  a mi voluntariamente...
-Lo hago porque se que en el fondo no eres así.

Respondió el otro, impresionando enormemente al mayor. Kyuhyun volvió a juntar sus labios, dándole varios besitos cortos al petrificado chico, hasta que ambos sintieron golpes en la puerta. Sungmin volvió en si y quitando suavemente a Kyuhyun de encima caminó para abrir.

-¡Sungminnie!

La representante del pelinegro exclamó aliviada apenas este se asomó.

-Nari-Noona...
-¡Por Dios, querido! ¿Donde has estado?- Le reclamó con una expresión preocupada en el rostro- Llevo tres días llamándote y no me contestas.
-Ah, lo siento. Es que no he prendido mi celular.
-¿En que has estado ocupado?
-Amm...bueno...

Balbuceó mientras se corría para abrir completamente la puerta y mostrarle a Kyuhyun quien miraba curioso desde la sala.

-¿K-Kyuhyun? 

La mujer preguntó incrédula.

-Mira, después hablamos sobre eso ¿Sí?- Pidió el pelinegro sobándose el rostro- Ahora dime que sucede.
-Ah, debemos ir ahora a la compañía. Seohyun me contactó para que fueras con unos diseñadores a medirte y así puedan confeccionar la ropa de la película...Ammm...Kyuhyun, supongo que tu también debes ir.
-¿Ah? Pero Shindong-Hyung no me ha avisado na...ah, esperen, yo tampoco he prendido mi celular- Dijo sacándolo de su bolsillo, prendiéndolo de inmediato- ¿¡47 llamadas perdidas!?

A los pocos segundos después el celular empezó a sonar debido a una llamada entrante, la que el chico contestó de inmediato.

-¡Kyuhyun!

Un grito molesto se oyó desde el otro lado de la linea.

-H-Hola, Shindong-Hyung.
-¡Tú, pequeño bastardo! Te he llamado como loco ¿¡Donde has estado y donde dejaste tu maldito celular!?
-Verás...
-No importa, luego podré regañarte ¡Trae tu culo a la compañia ahora mismo!

Concluyó colgando. El menor parpadeó para luego mirar a las dos personas.

-Vámonos ahora.

Exclamó.

5 minutos después Kyuhyun ya estaba sobre su motocicleta y Sungmin viajaba en el auto de Nari.

-¿Por qué Kyuhyun no se vino con nosotros?

Preguntó Nari mientras conducía, haciendo bufar a Sungmin.

-Eso no importa, ya es tiempo de hablar ¡Maldita sea, Noona!- Nari entrecerró los ojos al oír el grito y predecir de que se trataba el siguiente regaño- ¿Por qué le diste mi dirección?
-P-Porque el estaba muy preocupado, parecía realmente amable e interesado en estar contigo.
-Noona, el te manipuló- Reveló el pelinegro- No es amable, es un mocoso insoportable y pervertido.
-¿Eeeeeeh? Pero si estaba en tu casa, pensé que se estaban llevando bien.
-Estaba en mi casa porque me acosa-Corrigió- Desde que le diste mi dirección a ido todos los días a fastidiarme y no puedo librarme de él.
-¿Y por qué simplemente te niegas a abrirle?
-Porque tiene una voluntad irrompible y es capaz de hacer por tiempo indefinido las cosas más insoportables para que ceda.
-Ahhhhh querido, y tu que gozas de poca paciencia.
-No hagas que me consuelas, si tu tienes la culpa.
-De verdad lo siento- Se lamentó la mujer juntando sus manos en señal de disculpa, soltando por unos segundos el volante- pero ¿Te está haciendo daño o alguna cosa parecida?
-Quien lo lastima soy yo.
-¿Entonces que hace?
-Aparece de la nada y lleva alguna estupidez para que juguemos o hagamos juntos, me hace bromas obscenas, me toquetea y me da o prepara comida que me da miedo recibir.
-Mmmm...Pero más que ir con intenciones de molestarte, pareciera que solo quiere pasar tiempo contigo... A su manera...
-¿Bromeas? Si lo único que hace es molestarme y comportarse como un violador, además, siempre está...
-¿Está qué?

Inquirió Nari mirándolo por unos segundos debido a la intriga, pero Sungmin no sabía si decirle o no que Kyuhyun pasaba robándole besos ¿Que pasaba si se hacía una idea equivocada? Aunque bueno...Pronto ella descubriría que había querido decirle, y no pasaría mucho para eso. Minutos después de haber llegado a la compañía, fueron directamente a la oficina que la mujer ordenó y las diseñadoras que se encontraban ahí comenzaron sin demora a tomarles medidas a los chicos. La mujer fue a comprarse un café a una de las máquinas en el edificio mientras las profesionales hacían su trabajo, el cual cuando volvió casi se le cayó de las manos al ver como Kyuhyun tenía bien agarrado al pelinegro y lo besaba a la fuerza.

-¡No hagas eso, imbécil! 

Sungmin vociferó con furia, logrando liberarse y estrellar bruscamente la palma de su mano en la mejilla del castaño, resultando una sonora cachetada que se oyó en toda la habitación e hizo que todos los presentes se estremecieran al imaginar el dolor de Kyuhyun. 

"Como siempre tan calmado para actuar..." Pensó Nari viendo con una sonrisa como el pelinegro regañaba el menor.

-Eres Nari ¿Verdad?
-¿Um?

La mujer se impresionó al escuchar que alguien le llamaba, descubriendo al segundo que el dueño de la voz era el representante de Kyuhyun, quien se hallaba sentado a poca distancia suya.

-Aah sí-Balbuceó finalmente- Usted...
-Soy Shindong- Le respondió sonriendo, volviendo a mirar a la pareja- Veo que ya has notado la particularidad de mi protegido...
-Bueno, sí...

Respondió aún algo impresionada por el espectáculo que daban esos dos.

-Espero que ni Sungmin ni usted piensen mal de Kyuhyun. Es buena persona, pero eso no quita que naturalmente sea un fastidio, además de ser muy cariñoso con las personas que le agradan, y Sungmin parece gustarle mucho-Rió- Aunque... debo admitir que aquello es nuevo...
-¿Que cosa? ¿Las cachetadas?

Nari sintió curiosidad ¿De verdad Kyuhyun era tan buen conquistador y nadie se le negaba como Sungmin?

-No, no -Negó Shindong refutando la teoría interna de la mujer- Los besos.
-Oh...
-Nunca había visto que Kyuhyun acosara de esa forma y con tan insistencia a alguien por tanto tiempo.
-¿Tanto tiempo? Pero si solo ha pasado poco más de una semana. 
-Eso es mucho tiempo para él. Es como un niño: Impulsivo, espontáneo y enérgico. Por esas cualidades se aburre rápido de las cosas y de las personas- Contestó mirando concentradamente a los chicos- Pero aquí tenemos una excepción. Solo mira como lo fastidia...

Nari volvió la vista a la pareja, observando como Kyuhyun le tiraba besos desde cierta distancia al pelinegro, quien furioso le gritaba cosas, no pudiendo moverse ya que una de las mujeres le medía las piernas y las caderas.

-Ok, ya es suficiente- Resopló Shindong, levantándose y yendo hacia Kyuhyun para plantarle su segunda cachetada del día- ¡Ya! ¡Deja de molestar a Sungmin! 
-No lo estoy molestando- Se quejó intentando hacer berrinche mientras la otra diseñadora trataba inútilmente medirlo- Es mi novio, tengo derecho a hablarle y a besarlo.
-¡No tienes!-Gritó Sungmin- ¡Déjame en paz!
-Ya oíste, deja de molestarlo.
-Pero no--
-Kyuhyun...
-¡Ahhhhhhhhhhh, Hyuuuuuuuung! 

Protestó una vez más empezando a pegarle al suelo con la planta de sus pies, lo que terminó con la paciencia de la diseñadora, quien se levantó y le plantó una tercera cachetada. 

-¡QUÉDATE QUIETO, POR DIOS! 

Kyuhyun abrió enormemente los ojos ante la intromisión de la mujer, empezando a sobarse la mejilla al poco tiempo.

-¡Yah!- Chilló- ¿¡Por qué a todos les gusta abofetearme!?
-Porque se siente maravillosamente bien. 

Respondió Sungmin en tono burlón, provocando que Kyuhyun hiciera un feo mohín y se quedara quieto...por un rato. Después de unos minutos el chico volvía como si nada a perseguir al pelinegro por toda la oficina mientras las mujeres anotaban ordenadamente los datos recolectados y veían si  les faltaba alguno. 

-Ya, ya, ya, ya- Sungmin  gritaba enfadado mientras huía de su infierno personal, tirándole manotazos de vez en cuando para que se alejara- ¡Déjame! ¡Déjame! ¡Déjame he dicho! 
-No quiero ♪ No quiero♪ No quiero♪ 

Canturreaba el otro, correteándolo de un lugar a otro con una enorme y malvada sonrisa en el rostro. 

-¡Ahhh! ¿¡Por qué también haces esta mierda en público!?
-¿Estás sugiriendo que te gusta que te manosee cuando estamos en tu casa?
-¡NO! ¡Pero al menos ahí no estamos pasando vergüenzas!
-A mi no me importan esas cosas.
-¡A mi si! 
-Que lástima.

Musitó el castaño al fin pudiendo agarrare un brazo al mayor y de paso estampándolo de cara a una pared. El menor eliminó la distancia, acorralando totalmente a Sungmin ,dejándolo sin escapatoria e impidiendo que lanzara golpe alguno.

-¡Agh!- El más bajo vociferó un pequeño grito de susto al sentir la entrepierna del menor pegada a su trasero- ¡Quítalo! ¡Quítalo! ¡Quítalo! 
-¿Que quito? 
-Tu jodida erección de mi trasero. 
-No tengo una erección aún ¿Quieres que la tenga?
-¡NO!- Bramó furioso, aunque el chico ni mero caso le hizo y empezó a restregar descaradamente todo su cuerpo sobre Sungmin- Ahhh ¿Que mierda haces? Siempre estás pegándote a mi, pareces una babosa o una maldita sanguijuela.
-Soy una mezcla de ambas. Adorable ¿No? 
-¡NO! 

Ellos siguieron forcejeando un buen rato más, mientras Shindong los ignoraba porque ya se había aburrido de regañar a Kyuhyun y Nari les miraba preocupada ¿Que hacer? Casi podía ver la profunda tumba que Sungmin le estaba cavando mentalmente por meterlo en ese problema y a la vez, le daba miedo intervenir porque presentía que Kyuhyun la podría morder o algo. Con lo salvaje que se veía por capturar a Sungmin no dudaba que lo hiciera. Y estuvo afligida un buen rato tratando de pensar en algo hasta escuchar un pequeño y extraño quejido.

-A-ah...

La mujer enfocó mejor su vista en el rostro de su representado. Tenía los ojos fuertemente cerrados y una mueca incómoda en toda su cara al sentir como Kyuhyun le mordía suavemente una oreja, pero en sus mejillas había un leve tinte rojo ¡Estaba sonrojado! Sungmin se enojaba con facilidad, pero nunca se ponía rojo por la ira ni nada...eso quería decir que...¿Las cosas que Kyuhyun le estaba haciendo estaban causando algún efecto?  O tal vez, la pregunta era ¿De verdad lo estaba pasando tan mal?

-Permiso...

Una de las nueve miembros de la directiva entró educadamente a la oficina, impresionándose al ver menuda escena y como nadie hacía algo al respecto.

-Hola- Respondió Shindong, levantándose para acercarse a ella- ¿Que necesita?
-A-ah,  esto...-La chica volvió en si poniendo atención a quien tenía en frente- Usted es el representante de Cho Kyuhyun ¿Verdad?
-Así es.
-Bueno, vengo a entregarle algo que se nos olvidó el día en que firmaron contrato- La delgada mujer abrió una carpeta y sacó un papel, el cual ofreció al fornido representante- Esta es una cita para que él vaya a un dermatólogo, es para dentro de dos días. Deseamos que Kyuhyun lo visite sin falta y use responsablemente las cremas que el especialista le recete. Obviamente, nosotras cubriremos los gastos.
-E-Está bien.

Respondió el hombre, recibiendo una pequeña venia de la mujer quien no tardó en irse. Vaya ¿Tan perfecta tenía que ser la película que incluso se habían preocupado de aquel detalle?

Todos se quedaron mirando fijamente la puerta, hasta que un pequeño bufido se escuchó. 

-¿Um?

Kyuhyun miró extrañado a Sungmin, quien había emitido el ruido y ahora había bajado su rostro para que nadie lo viera. Al menor le ganó la curiosidad y  liberando al más bajo, lo  puso de frente a el para saber que le pasaba, aunque era difícil saberlo cuando el pelinegro tenía su boca tapada con una mano y el flequillo le tapaba los ojos. Cuidadosamente, puso su mano en la frente del mayor y levantó su cabello, sorprendiéndose al ver los ojos de Sungmin curvados ¿Se estaba riendo?

-Po-pobre y feo Kyuhyun...

Murmuró apenas pudiendo contener la risa, y en ese momento el aludido lo entendió ¡Se estaba riendo de él! 

-¡Hey, Hyung! ¿Te estás burlando de mi? 
-¿Quien es más feo que tú aquí? 
-Oye, que tenga un poco de acné no me hace feo. 
-Dile eso a tu dermatólogo.
-¡Hey! 

El chico gritó indignado y a la vez risueño, pero antes de que lo pudiera volver a atrapar, Sungmin salió disparado de su alcance. 

-¡Noonas! -Gritó el pelinegro a las diseñadoras, aún conteniendo las ganas de reírse y seguir burlándose del menor mientras lo esquivaba- ¿Falta alguna cosa más por hacer?
-No, están listos. 
-Bien, adiós. 

Y dicho esto salió despedido por la puerta con Kyuhyun corriendo detrás de él.

-¡Vuelve aquí! 

Fue lo último que se escuchó de parte de ambos chicos después de que sus cuerpos desaparecieran totalmente del lugar.

-Te llamaré. 

Musitó Shindong como si estuviera hablándole Kyuhyun, ya que el castaño se largó sin importarle nada, ni siquiera el papel para visitar al médico. Nari por su lado permaneció sentada, totalmente inmóvil ¿Hace cuanto Sungmin no reía? Creía que tal vez hace 3 años fue la última vez que lo vio hacerlo y después entonces no volvió a ocurrir, enfrascando a su representante en el pensamiento de que tal vez nunca volvería a reír o ser feliz. Pero ahora,  por causa de ese muchacho...

-Aaahh...

Un balbuceó fue lo único que pudo emitir en ese momento. 


-¡Ven aquí, Hyung! 

Y por las escaleras de emergencia, la persecución seguía.

-¡No! ¡La fealdad puede ser contagiosa! 
-Sigues burlándote de mi ¿He?

Vociferó Kyuhyun entre risas, a punto de alcanzarlo. Ya habían llegado al subterráneo donde se hallaba el estacionamiento, por ello el camino era menos agotador.

-S-S-S-S-Sí...

El pelinegro contestó a duras penas. Golpeaba como un demonio, pero aún así las pizzas y las tardes de televisión habían arruinado su resistencia para correr, cosa que el menor aprovechó al poco tiempo cuando por fin pudo alcanzarlo y volver a enjaularlo en la resistente celda que era su cuerpo y la pared.

-Pues tu eres un gordo. 
-¡Bastardo insolente! 

El mayor farfulló indignado ante tal atrevimiento, tratando de propinarle una buena trompada.

-¡Tu empezaste! 
-Me has fastidiado desde que te conozco ¿No crees que merezco una pequeña venganza? 
-Mmmmm...-"Creo que tiene razón" Pensó- Claro que no, yo no te molesto, tu eres el gruñón. 
-¿Ah sí? 
-Por supuesto- Contestó fingiendo molestia- Siempre te enojas cuando llego a tu casa, cuando te propongo que hagamos alguna actividad, cuando te ofrezco comida, cuando te toco y cuando te hablo.
-¡Eres tan descarado! ¿Acaso no te das cuenta de todo el  acoso sexual que usas mientras haces todas esas cosas? 
-¿Que acoso?  Si eres mi novio.
-¡No lo soy! 
-Si soy,  y puedo tocarte, besarte y follarte todo lo que quiera.
-¿Eso crees?
-Por supuesto.

Contestó afianzando el agarre con piernas, manos y brazos que tenía sobre el  mayor, para tomar sus labio por quien sabe ya cuanta vez.

-Sigue besándome y vas a conseguirte un mordisco en los labios que los arrancará de tu rostro.
-Uuuuh, eso suena violentamente erótico.

Bromeó el castaño, aunque la situación ya no parecía tan alegre como cuando empezó.

-¿Que sí?- Masculló con una sonrisa demoníaca y que enseñaba todo lo enojado que estaba empezando a ponerse...otra vez- Acércate una vez más y haré que te corras de lo erótico que es.
-Eres malo Hyung- El menor protestó con una mueca triste en su rostro-  No te costaría nada recibirme bien un beso de vez en cuando.
-Pues si me cuesta. 
-¿Por qué? 
-No confío en ti.
-¿Que tanto hago que te causa desconfianza y malestar?- Preguntó Kyuhyun, esta vez siendo el quien comenzaba a impacientarse- Se que soy impulsivo e inmaduro, pero no te he hecho ninguna clase de daño. Solo quiero conocerte y que nos divirtamos juntos. No me importa que me golpees o me insultes, pero que tomes una actitud negativa mientras estoy dando lo mejor de mi  para hacerte reír un poco me frustra mucho. 
-¿¡Pues si soy tan malo y molesto porque sigues jodiendo!?- Gritó el mayor empujándolo, furioso- Desde que llegaste por primera vez a mi casa te he estado diciendo que te alejes de mi lado y que nos veamos solo en  la película, pero tu insistías de manera tan insoportable en acercarte a mi que no sabía como alejarte. Puede que sea un amargado y una mala persona, pero yo te advertí que te apartaras de mi lado y no lo hiciste así que es tu culpa ¿Oíste? ¡Tú culpa! ¡Esta vez no es mi culpa! ¡Es tuya! ¡Así que si soy tan despreciable aléjate de mi y solo limitemos a vernos en la película! 

El pelinegro echó a correr a penas terminó de gritarle al menor, quien después de oír todo aquello volvió en si cuando el mayor ya estaba demasiado lejos para alcanzarlo.

-¡Mierda! 

Gritó golpeando la pared ¿Porque rayos había dicho aquellas cosas? ¿¡Que sabía él del mayor para regañarlo por actuar de esa forma distante!? ¡Lo conocía desde hace poco más de una semana! ¡No sabía nada de Sungmin! ¡No tenía derecho a increparlo! 

Después de varios minutos sentado en el suelo lamentándose, el menor se levantó pesadamente del asfalto y caminó hacia su motocicleta. Condujo un buen rato pensando en que hacer. Sabía que no quería alejarse de Sungmin, el porque aún no lo entendía muy bien pero estaba seguro de querer arreglar las cosas, y luego de varios rodeos mentales frenó su pequeño transporte frente al edificio en el que Sungmin vivía. Seguramente ya había llegado, un viaje en autobus desde la compañía hasta ese lugar no tardaba mucho, pero antes de bajarse se arrepintió. Su Hyung estaba muy alterado antes de huir, quizás ahora necesitaba estar solo y relajarse. Además, el también se sentía algo afligido, sería mejor ver aquello al otro día.  Y concluido esto, condujo a casa.

-Aghh...

Kyuhyun no sabía que tan acertado eran sus pensamientos.  En la puerta de aquel departamento, Sungmin se encontraba apoyado respirando aceleradamente, con el pecho adolorido y los ojos borrosos, sintiendo el ardor de esas heridas que no estaban cerradas y que se infectaban con el más pequeño toque, toque que esa pelea había dado.

Lo había hecho de nuevo.

Nuevamente había decepcionado a alguien que estaba en su vida y lo había alejado de él. Así era siempre, así era con todos, siempre los decepcionaba de alguna manera, siempre encontraba como alejar a las personas, siempre era tan tonto, inútil y...malo. Era una mala persona. 

-Soy una mala persona- El chico hizo audible sus pensamientos mientras un par de lágrimas corrían por sus mejillas- Y está bien que se alejara así como hicieron los demás. Yo solo traigo decepción y tristeza...

Pronunció, pudiendo apenas mirar por el agua salada entorpeciendo su vista y la oscuridad del lugar, aunque el no tenía nada que ver, la cosa era clara. El problema siempre sería él.


Al día siguiente, un cielo hermoso, celeste y sin nubes se pavoneaba ante todo el que lo viera, pero Kyuhyun, ya levantado y sobre su motocicleta no podía disfrutarlo como siempre lo hacía. Había dormido realmente poco en la noche y luchaba con todas sus fuerzas para concentrarse en el camino, sin embargo, aquel mismo pensamiento que le había causado insomnio le molestaba sin cesar mientras conducía.

Sungmin.

O tal vez no el pelinegro, sino algo que el había dicho.

" ¡Esta vez no es mi culpa! "

¿Esta vez?¿O sea ya había otras veces? ¿Sungmin le había hecho daño a alguien anteriormente? ...o...¿Alguien le había hecho daño a Sungmin y él se culpaba por eso? Fuera lo que fuera, necesitaba saberlo, y es por eso que sin dudar esta vez,  entró rápidamente al edificio apenas llegó y fue tan velozmente como le fue posible al departamento del pelinegro. Al quedar en frente de la puerta, suspiró hondamente y se preparó para golpear la puerta, pero antes de hacerlo esta se abrió mostrando a un algo pálido y muy sorprendido Sungmin.

-Hyung...

Murmuró y sin esperar una reacción se lanzó encima suyo y lo abrazó posesivamente, dejando helado al mayor a pesar de lo cálido que era el apretón.

¿Por qué Kyuhyun había vuelto? Se suponía que el debía aprovechar la oportunidad y alejarse de él, solo limitarse a verlo cuando trabajaran juntos ¿Pero por qué estaba ahí de nuevo? 

-Lo lamento mucho, Hyung- Susurró en su oído- Yo se muy poco sobre ti, no sé por lo que has pasado, por ello no debí decir cosas desconsideradas sin entender correctamente la situación. Yo... no volveré a decir nada tan estúpido como eso ¿Ok? Solo quiero que nos llevemos bien y nos podamos conocer, quiero conocerte para poder entenderte.

Era un tonto.

Definitivamente ese Cho Kyuhyun era un completo tonto. Sungmin lo despreciaba siempre de diversas formas, todo el esfuerzo que el menor usaba en hacer algo para los dos el mayor lo recibía con mala gana, pero el castaño siempre volvía al otro día, y ahora, aún a pesar de saber lo despreciable y descorazonado que era el pelinegro, había vuelto otra vez a él. Sungmin tenía alambre de púas y varios carteles que dicen "Peligro" a su alrededor,  pero Kyuhyun no los veía y simplemente volvía con la misma sonrisa y aquel insoportable carácter. Era un tonto, un verdadero tonto por acercarse a alguien que solo podría decepcionarlo, y a gente tan poco inteligente había que enseñarle las lecciones.

-¿Aceptas mi disculpa?

Porque aquello fue lo que pensó Sungmin al apretar un poco el poleron del menor y asentir ¿Verdad? 

-Gracias...

No era por otra aterradora razón... ¿Verdad? 

Kyuhyun sonrió aliviado al saberse perdonado, pero se preocupó ya que Sungmin había estado quieto y mudo desde que llegó, así que con un suave beso en los labios intentó molestarlo para que volviera en si, pero al notar la inutilidad de la estrategia, probó hablándole. 

-Cambiando de tema ¿Donde ibas, Hyung?

Y esta vez su plan si funcionó.

-¿Eh?- Balbuceó recordando donde iría... y como quería que Kyuhyun no se enterara- Y-Yo...ah, tengo que pagar unas deudas...
-Puedo acompañarte.
-¡No!-Gritó espantando al menor- Es...es que son muy privadas.
-Ahhh, pero si no miraré ni nada.
-L-Lo siento, no puedes venir. Te perdono ...o -o lo que sea...N-Nos vemos mañana.

Refutó nervioso, saliendo del departamento con Kyuhyun tras el, quien le miraba extrañado. 

-Hyung- Le llamó- ¿Que me ocultas?
-¿Yo? -Preguntó alterado, cerrando la puerta y caminando hacia el ascensor- Na-Nada. 
-No me mientas. Di la verdad.
-E-E-Es que...

Pero antes de decir algo le pegó una patada en la pantorrilla y se metió corriendo al elevador, cerrando la puerta antes de que Kyuhyun lograra entrar. 

-No, no te irás.

Masculló Kyuhyun  moviendo un poco la pierna golpeada para mitigar el dolor y así ponerse a correr escaleras abajo.  Cuando por fin logró llegar al primer piso,  vio a través de los cristales de la recepción como Sungmin corría a lo lejos.

-¡Hyung! 

Gritó a duras penas por la escasez de aire en sus pulmones, poniéndose a correr una vez más.

-¡Maldición! 

Masculló el pelinegro al llegar al paradero, no ver ningún taxi pasar y presenciar como Kyuhyun cada vez se acercaba un poco más. Bueno, su destino no quedaba muy lejos ¡A correr! 

Usando toda las fuerzas que tenían sus piernas emprendió su veloz marcha, aunque muy a su pesar, no tenía mucha fuerza en dichas extremedidades y a los pocos minutos Kyuhyun se encontraba a unos 10 metros de él.

-¡Lárgate!

Le gritó agitado, sudado y jodido.

-¡No! ¿¡Que me estás escondiendo, Hyung!?
-¡Nada, solo vete! 
-¡Si fuera nada no estarías corriendo! 
-¡Aaaaaaaaaaaaaaaaah! 

Gritó desesperado en respuesta, y usando su segundo aire, puso todo su esfuerzo en correr  y utilizando a la gente, los autos y las calles como obstáculo, intentó perder al fastidioso castaño, lográndolo luego de unos minutos. 

-¡Suuuuuuuungmin-Hyung! ¿¡Donde estás!? 

El aludido escuchó desde otra esquina al chico llamarlo a todo pulmón, sin importarle que la gente al rededor lo mirara como un loco. Dios, de verdad estaba considerando que Kyuhyun venía de otro mundo, pero no era momento de teorías, así que ignorando que lo conocía caminó tranquilamente hasta donde se dirigía: El banco. Tras una pequeña caminata, llegó al imponente lugar poniéndose de inmediato a la pequeña fila  y tras agitarse un poco la camisa para dejar entrar algo de aire, hizo sus trámites sin problemas. Pero al salir del recinto...

-¡Te encontré! 

Gritó Kyuhyun emboscándolo, y antes de que intentara huir lo atrapó abrazándole desde la espalda. 

-A-ahh ¿Que haces? -Farfulló el más bajo con desesperación- Suéltame, estamos en público.
-No hasta que me digas que hiciste aquí.
-N-Nada, yo sssolo...

Pero mientras el pelinegro balbuceaba, la mirada del menor se perdió en un papelito que el mayor sujetaba entre sus dedos, y aprovechando su distracción, soltó el cuerpo ajeno y encaminó hábilmente su mano hacia el papel.

-¡Hey! ¡No!-Se alarmó el pelinegro, dándose vuelta y tratando de alcanzar su secreto, ahora en manos de ese molesto y malditamente alto chico- ¡Dámelo! 
-¿Qué? ¿Acaso las arpías te están pagando primero que a mi ---- -El chico frenó abruptamente al leer el papel- ¿Esto es...?
-Aaah...
-Hyung ¿Haces donaciones a un refugio de perros abandonados?

Kyuhyun levantó incrédulo el rostro para mirar a su Hyung, quien estaba salvajemente sonrojado y miraba y movía las manos para todos lados, no sabiendo que hacer. Demonios, esa imagen era tan adorable como el secreto descubierto.

-¡S-Sí, eso hago! ¿¡Y qué!?-El mayor aún avergonzado se puso a la defensiva, no pudiendo mirar al otro a los ojos-  ¡Mucha gente lo hace! ¡No es como si estuviera ma-mal! ¡Demonios!
-Pero si está bien, es muy lindo- Le contestó- ¿Por qué me lo querías ocultar?
-A-Algunos se ríen si haces cosas así- Murmuró- Pensé...que tu lo harías...
-Claro que no, de hecho me he puesto duro de solo pensar en lo adorable que eres. 

Y así era, la imaginación de Kyuhyun volaba ¿Que posibilidades habían combinando a Sungmin con perritos? Un Sungmin sonrojado y desnudo jugando con cachorros, un Sungmin sonrojado y desnudo con orejas y cola de perro, un Sungmin sonrojado y desnudo ladrando como cachorrito recién nacido, un Sungmin sonrojado y desnudo...y desnudo...y sonrojado...y...¿Ah? ¿Sobre que estaba pensando? 

-No sé que imagen ha pasado por tu mente, pero te digo de antemano que eres asqueroso y que nada de lo que imaginaste va a pasar.

Masculló el mayor mirándolo con desprecio luego de haber visto la expresión pervertida que puso Kyuhyun por un buen par de segundos.

-Que aguafiestas eres, Hyung- El castaño le reclamó risueño, siguiéndole el paso- Pero ¿Que tal si te compro un cachorro? 
-Ya me bastas tú, gracias.
-Malooo ¿Y que tan un cintillo con orejitas de cachorro y una cola falsa? 
-¡Que no!

Kyuhyun siguió fastidiándolo un poco más, pero a pesar de que el mayor seguía con su típico humor de perro y que hizo un berrinche enorme para devolverse a casa y no pasear por la ciudad, el menor sonreía aliviado y feliz mientras lo arrastraba a cualquier lugar que se le hubiera ocurrido, porque había descubierto algo nuevo de él: Bajo esa capa de hostilidad y frialdad, había una persona dulce y que se preocupaba por los demás ¡Donaba dinero a una causa noble! ¿Que clase de persona malvada haría eso? ¡Ninguna! Y estaba seguro de que habían más detalles tiernos dentro de ese pequeño Hyung y que esa amargura que los ocultaba la había provocado algo que el no sabía, y no perdería oportunidades para descubrirlo, como tampoco lo haría por su objetivo principal: Devolverle la sonrisa a  Sungmin.

-Kyuhyun, ya es muy tarde ¿Podemos irnos de una vez? 

Pidió el mayor tallándose los ojos. Después de estar toda la tarde caminando, conversando a su manera y comiendo una que otra cosa que Kyuhyun compraba, ambos caminaban tranquilamente por las ya solitarias calles en medio de la noche.

-Ah, está bien- Le sonrió- ¿Tienes sueño? 
-Sí, no dormí muy bien anoche.
-¿Estabas preocupado por mi? 

Le preguntó el castaño, con los ojos curvados y con una sonrisita malvada  cubierta por una de sus manos, haciendo al más bajo que se alterara.

-¡Claro que no! -Espetó corriendo el rostro- S-Solo pensaba que s-si de verdad te estaba decepcionando tanto, estaba bien que te fueras de mi lado.

¿Lo ven? Era una ternurita por mucho que tratara de ocultarlo. 

-No me decepcionas ni nada, solo estaba algo frustrado- Corrigió- Y aunque tengas ese carácter horrible o peor, no me voy a alejar de tu lado.
-No hagas eso, de verdad... solo limitémonos a vernos en las películas.
-Ya dije que no voy a hacer eso-  Reclamó con una sonrisa- Voy a estar a tu lado y te haré sonreír otra vez.

Sungmin levantó la vista hacia Kyuhyun  con el ceño fruncido, aunque estaba más impactado que enojado ¿Por qué él...? 

-Hyung, dame tu mano.

Ordenó el menor interrumpiendo sus pensamientos.

-¿Eh? ¿Por qué?
-Observa disimuladamente hacia adelante- Dijo paseando la vista- A nuestra izquierda, detrás de un bote de basura y un árbol hay un paparazzi.
-¿Um? 

Sungmin abrió los ojos como platos, aunque al segundo se tranquilizó y miró sutilmente a la dirección indicada. Un sombrero, unos lentes oscuros, una cabeza desconocida y un cámara profesional eran lo único que se veían de aquel tipo, pero aún así Sungmin lo distinguió e hizo caso al menor. Acercándose lentamente a Kyuhyun, entrelazó sus 5 dedos con los 5 del otro, quien apretó un poco su mano al sentirlo.

-Tus manitas son muy suaves, Hyung.
-No les digas manitas- Se quejó murmurando- Y cállate...
-Pero tenemos que hablar o creerá que estamos fingiendo. 
-A-ah...- Balbuceó el otro por su error- Bueno... 
-¿Sientes mariposas en tu estómago porque estamos de la mano?
-No.
-¿Puedo darte un abrazo?
-No 
-¿Un beso? 
-No
-¿Follarte duro en un callejón?
-¡No!
-¡Pero tenemos que actuar para el paparazzi!
-¡Con las manos es suficiente!
-...¿Te puedo dar nalgadas? 
-¡Ay por Dios!
-¡Pero si eso es con las manos!
-Yo me refería a ir tomados de la mano.
-Entonces debe ser más claro.
-Tu sabías a lo que me refería, solo te gusta malinterpretar intencionalmente mis palabras y fastidiarme. 
-Es que es divertido molestarte- Dijo tomándole la otra mano y arrastrándolo a un discreto callejón- Además me gusta cuando te pones fiero.
-A-ah ¿Donde vamos?
-Solo a este rinconcito- Dijo estampándolo contra la pared y poniéndose el como una jaula- Quiero besarte un poco.
-¿Q-Qué? ¡No! 

Gritó nervioso con intenciones de golpearlo.

-No, no, no me puedes golpear, si el paparazzi te ve sospechará.

Le frenó el otro, dejándolo congelado. Tenía razón.

-Aahh...¡No te rías!- Masculló al ver una sonrisa malvada  en el rostro del otro por su ventaja- Bastardo...

Sin importar los insultos Kyuhyun empezó a besar suavemente las mejillas ajenas mientras el otro trataba de correr su rostro para que no atrapara sus labios.

-N-No...No...No quiero...-Murmuraba apenas gracias a los labios del otro que se empeñaba insistentemente en comérselo, y cuando casi lograron atrapar su boca, el mayor tomó las mejillas ajenas con su mano y  trató de empujar al chico hacia atrás, solo logrando que el rostro del menor se estirara y solo la boca siguiera luchando para llegar a los labios del pelinegro, dejando una imagen muy cómica que logró hacer reír levemente a Sungmin- Por Dios...

Susurró tratando de contener la risa y de paso aflojando su agarre lo suficiente para que Kyuhyun de nuevo se acercara, aunque esta vez, su objetivo  fue su cuello.

-A-ah...

Los dedos de sus pies se contrajeron al sentir aquellos besos húmedos palpar su piel y en medio de la oscuridad el pelinegro concibió algo que ya creía extinto desde hace mucho en él: Excitación. No aquella que obtiene cuando ha hecho películas y se produce solo porque es una reacción natural e involuntaria del cuerpo, sino aquella excitación genuina que causa el amante idóneo en un momento íntimo.

El chico se impresionó enormemente por eso, pero antes de reaccionar o dejarse llevar por esa casi olvidada sensación, unos gritos hostiles les interrumpieron.

-Miren que tenemos aquí- Masculló un fornido y alto chico con una perversa sonrisa- Hemos encontrado a dos mariquitas haciendo sus mierdas en plena calle ¿Que les parece eso, chicos?

Mientras se acercaba lentamente a la pareja, el chico giró un poco su cabeza para mirar a dos muchachos más, quienes tenían las mismas sonrisas llenas de malas intenciones. Kyuhyun soltó a Sungmin y ambos miraron con preocupación a los tres buscapleitos.

-Mal, mal, mal, totalmente asqueroso y anti natura- Siseó un chico delgado en respuesta- Odio cuando estos bastardos no entienden que las personas normales gobernamos este país y que si no hacen lo que nosotros queremos tienen que ser inevitablemente castigados. 
-¿Disculpa?- Kyuhyun preguntó ofendido,alarmando a Sungmin quien cada vez se ponía más y más nervioso- ¿Quienes son ustedes para decir que tenemos que ser castigados? 
-Somos la ley, estúpido- Bramó el tercero, quien tenía una gorra negra- Los normales, los que impiden que los invertidos vayan mostrándose en público.
-Perritas locas como ustedes deberían estar en la cárcel recogiendo jabones.
-¿Y quién le dio esa autorización a unos malparidos como ustedes?
-Kyuhyun...

Sungmin trató de llamarle la atención al menor y pedirle que intentaran huir de esos bravucones, pero sin hacerle caso, el más alto solo se puso delante de él como un escudo y siguió hablando.

-No por ser heterosexuales significan que tienen alguna clase de poder sobre nosotros, solo son unos simios idiotas con la mentalidad del porte de un maní- Agregó con desprecio en cada palabra- Además, son tipos como ustedes los primeros en agacharse a recoger jabones cuando se les manda a la cárcel, no nosotros. 
-Vaya, este salió bocón- El fornido rió sardónicamente, furioso- Pensaba pegarles un par de patadas en sus abiertos culos y luego dejarlos ir, pero después de tanta insolencia creo que tendremos que enseñarles algunas lecciones como verdaderos hombres.
-Ugh...

Sungmin tragó pesado al  oír menuda amenaza. Malditos homofóbicos de mierda que no les bastaba con preocuparse de sus asuntos y maldito Kyuhyun que los provocaba más ¿Tendría que pelear ahora? Solo esperaba no salir muy lastimado o la presidenta terminaría por matarlos si estaban hospitalizados o todos hechos mierdas cuando la película fuera grabada. 

-Ja ¿Hombres? ¿Pelear 2 contra 3 es de hombres? -El menor se burló con una de sus típicas e irritantes sonrisas- Si que están equivocados, yo les enseñaré lo que es ser un hombre.
-¿Uh?
-Peleen solo contra mi- Dijo finalmente haciendo que quien estaba detrás suyo casi se desmayara ¿Estaba loco o qué?- El chico atrás mío es mi novio, de seguro lo vieron ante de interrumpirnos. Es una preciosidad ¿No? Por ello no quiero que el, que ni merece conocer a gente tan enferma como ustedes, manche sus manos tocándolos.

Si bien Kyuhyun era el más alto, ambos sabían que el más fuerte era Sungmin, y toda esa evidencia estaba en los golpes que recibía el castaño cuando lo acosaba y la facilidad que tenía la mayoría de las veces para librarse de sus garras, pero aún así ni él podría enfrentarse y ganar una pelea contra esos 3 tipos ¿¡POR QUÉ ENTONCES KYUHYUN LES PROVOCABA PARA QUE SE ENFRENTARAN SOLO CONTRA ÉL QUE TENÍA MENOS POSIBILIDADES!?

-No digas estupideces, Kyuhyun...-Le susurraba Sungmin pegado a su espalda- Te molerán si lo haces solo, yo también pue---
-No, Hyung- Le cortó- Tu quédate lejos y si me pasa algo, solo escapa...por favor.
-P-pero...

Sin embargo, antes de que pudiera refutarle una vez más Kyuhyun volvió a mirar hacia adelante y caminó unos cuantos pasos ante esos violentos muchachos.

-Así que quieres creerte machito peleando solo ¿Eh?- Preguntó uno- Te vas a arrepentir toda la vida de eso...si es que te queda vida después de como te molamos, maricón insolente.
-Y después seguirá tu putita, no creas que se va a salvar.
-Ja, ustedes no le van a tocar ningún pelo- Rió Kyuhyun mirándolos atentamente- Tengo la fuerza para defenderlo y las bolas bien puestas ¿Que hay de ustedes? 
-¡Puto homosexual!

Gritó el más fornido, siendo el primero en correr hacia el castaño. Kyuhyun se defendió espléndidamente del primer golpe que trató de llegar a su rostro, mientras los demás también corrían a enfrentarlo. Sungmin miraba afligido la escena y casi tan concentrado como Kyuhyun estaba en esquivar los ataques de los matones. Después de unos segundos logró plantar el primer golpe en el rostro del más delgado, siendo devuelto por el  más fornido quien plantó su puño en el estómago del castaño, dejándolo brevemente sin aire y con la vista nublada,cosa que el chico del gorro aprovechó para plantarle un segundo golpe en el rostro. Sungmin miraba afligido a lo lejos, sin poder moverse, Kyuhyun seguía defendiéndose a duras penas, pero la mayoría de los golpes estaban llegando a él.  Trató de acercarse y meterse en la pelea hasta que los ojos gélidos del más grande se posaron en su persona, petrificándolo. El robusto chico empezó a caminar rápidamente hacia él y estirando un brazo trató de agarrarlo del cabello, pero antes de siquiera tocarlo, fue detenido y tirado violentamente al suelo.

-¡Ningún pelo, hijo de puta! 

Profirió Kyuhyun, pateándole el rostro sin rastro de piedad, dejándole instantáneamente noqueado. Y cuando el chico levantó su mirada, Sungmin notó como el rostro del castaño había cambiado drásticamente: Ya no era Kyuhyun, era una bestia sin las palabras corazón y piedad en su diccionario. Una bestia que había sido despertada  al imaginar a Sungmin siendo lastimado por ese patán.

Lo que siguió en la pelea fueron golpes certeros y evasivas bien ejecutadas por Kyuhyun ¿¡Es que esos bastardos eran hombres!?¡No! ¡Eran una putas ratas! ¡Ratas que merecían morir de la peor forma! Pero antes de que acabara con ellos unas sirenas empezaron a sonar no muy lejos del sombrío callejón, alarmándolos a todos.

-¡Mierda, la policía! 

Exclamó el del gorro, y sin intenciones de seguir peleando, ambos corrieron a donde el  más robusto estaba tirado y dificultosamente lo levantaron y arrastraron en dirección contraria de donde provenía el ruido.

-¡Te salvaste esta vez, hijo de perra! ¡Pero la próxima no te la perdonamos! 

Grito el más delgado, provocando que Kyuhyun hiciera ademán de querer perseguirlos, asustándolos y haciendo que avanzaran más rápido. 

-Kyuhyun...

Y en cuanto oyó esa dulce voz, el menor se giró a donde provenía. Sungmin, el estaba completo y sin un rasguño,  algo asustado pero bien dentro de todo. Kyuhyun sonrió aliviado al saberlo, cayendo de inmediato al suelo de rodillas. 

-¡Por Dios! 

Exclamó Sungmin corriendo hacia el adolorido y cansado chico. Quien sabe de donde había sacado tanta fuerza y resistencia, pero había quedado agotado por ocuparla.

-Eres un imbécil- Susurró el mayor colando sus brazos por debajo de las axilas del castaño para intentar levantarlo- Un verdadero tonto...
-A esos idiotas los conozco- Respondió Kyuhyun concentrándose en tener los ojos bien abiertos para no marearse y caer- Iban en mi instituto y aunque los provocaras o no siempre golpeaban a quien consideraran "Diferente". Tenía que hacer algo, además no son tan fuertes. 
-Mmm...

Sungmin bufó entendiendo la situación, apretando más el cuerpo de Kyuhyun entre sus brazos después de haberlo levantado. Por un momento, de solo imaginar que a Kyuhyun de verdad le hubiera pasado algo malo a manos de esos idiotas, le hizo sentir...

-Como sea, vámonos a casa y ahí me sigues dando tu amor.
-¿Mi... amor?
-Estás tan apegado a mi y me estás estrujando con tus brazos, me estás abrazando ¿O no, Hyung? 

Preguntó el menor con una traviesa sonrisa de medio lado, haciendo que Sungmin se alejara bruscamente y lo notaba. Rayos ¿En que momento...?

-¡No te estoy abrazando! -Gritó de todas maneras, evitando darle una cachetada ya que no podía estar más golpeado- Ahora pon tu maldito brazo en mi hombro y vamos andando. 

El castaño obedeció con cuidado y caminando apenas, la pareja avanzó por las calles hasta dar con un taxi que les llevara a casa.

Después de media hora, ya en el departamento de Sungmin, el mayor ya había terminado de curarle las heridas a Kyuhyun y este se encontraba sentado plácidamente en el sillón con un jugo de naranja en la mano. Y mientras el más alto trataba de darle sosiego a sus huesos, Sungmin, quien estaba sentado a su lado, lo miraba concentradamente.

-Eres de verdad un tonto- Musitó finalmente- Si hubiéramos peleado los dos les habríamos partido el culo en 5 minutos y no te habrían dañado de esa forma. 

Kyuhyun suspiró risueño al oírlo, mirándolo a los ojos a los pocos segundos.

-No quería que te lastimaran- Respondió- Es por eso que yo los enfrenté solo, no quiero que nadie se atreva a hacerte daño. Me niego a soportar ver algo así.

Sungmin lo miró atónito por la respuesta, volviendo a enfadarse con el menor...y consigo mismo.

-¡Diablos! ¿Por qué te comportas así?-Preguntó a gritos, molesto por lo desconcertado que estaba- ¡Nadie te lo pide! ¿Por qué haces eso?

"¿Por qué a pesar de ser un idiota insoportable tú...?" 

-Porque eres mi novio...

Respondió con una sonrisa cálida pintada en su rostro, dejando una vez más sin habla al otro.

-Hyung ¿Podrías hacerme dos favores? 

Preguntó poco rato después.

-¿Um?- Se sorprendió, desconfiando al segundo- No lo sé...
-Vamos, te he salvado el pellejo hoy.
-Ja ¿Y me lo vas a restregar en la cara todos los días para que te haga favores?
-No, no-Rió Kyuhyun- Solo esta vez.
-Mmmm...Ok ¿Que quieres? 
-Primero...dame un beso.
-¿Ah?
-Siempre te los doy yo, y es algo triste si lo piensas porque ni siquiera me los recibes.
-A-ahh...

Sungmin corrió la mirada algo abrumado ¿Que clase de favor era ese?...Y que podía hacer al respecto... 

-Por favor Hyung, es solo un beso.
-P-Pero... si te lo doy... ¿Cual será el siguiente favor? 
-Nada sexual, si es lo que piensas.

Aseguró Kyuhyun, tranquilizando al mayor, aunque aún no estaba seguro de si era buena idea aquello.

-Por favor...

Suplicó una vez más, tomando la mano del mayor, quien al mirarlo se encontró con sus profundos y oscuros ojos, y con los rasguños y golpes que  había recibido por protegerlo. 

-E-Está bien... ¡Pero no te aproveches! ¡Solo será una vez! ¿¡Ok!?
-Sí,sí.

Contestó sonriendo emocionado. El mayor suspiró, gateando inseguro hacia el lado de Kyuhyun y pasando sus piernas por los costados del castaño, se sentó en el regazo del chico, quedando de frente.

-¿No crees que es una posición algo atrevida para alguien que no quiere que me lo viole hasta partirlo en dos? 

Acotó Kyuhyun, afirmando las caderas del más bajo y mirándolo con una expresión pervertida que le hizo sonrojar.

-¿¡Como quieres que me ponga si no puedes ni mover el culo por todo lo apaleado que estás!?
-Pudiste ponerte solo un poco más cerca...
-¡No se me ocurrió! ¿De acuerdo? Mierda ¿Quieres o no un beso? 
-Yo solo decía...
-¡Pues no digas!

Silencio total fue lo que reinó después de eso. Sungmin volvió a suspirar, esta vez mucho más hondo, como si lo que fuera hacer cambiaría su vida para siempre...y que tan en lo cierto estaba eso.

Acercó su rostro lentamente al de  Kyuhyun, no pudiendo evitar verse sensual a los ojos del castaño debido a esa piel tan pulcra frente a él y esos labios acorazonados que siempre ansiaba probar.

Un leve contacto. 

Solo un pequeño roce fue lo que inició aquel deseado beso, una fricción que hizo temblar a Kyuhyun y que luego de unir definitivamente los labios logró el mismo efecto en el más bajo. 

"Puta mierda..." Masculló el menor, embebido en el sabor  ajeno y en la sensación que le causaban los labios del más bajo mientras tomaban con timidez los suyos, casi succionándolos. Kyuhyun subió sus manos a la espalda del chico encima suyo y con delicadeza lo estrechó, atrayendo más su pecho hacia el suyo, consiguiendo también más profundidad en ese delicioso masaje. Segundo a segundo, empezaban a encontrar un ritmo que les pareció bien a ambos, por lo que la velocidad y el hambre por más no se hizo esperar. Al sentir la lengua cálida de Kyuhyun rozar sus labios, el pelinegro no se lo pensó y le dejó libre el paso a su cavidad.El primer contacto que sus húmedos músculos compartieron provocaron un temblor exquisito en el mayor, quien apretó con fuerza el respaldo del sillón en el que el otro estaba apoyado. Se sentía tan delicioso, por mucho que se empeñara en negarlo ¿Hace cuanto no lo besaban tan bien que su ser se derretía en la boca del otro?  No contando los asquerosos besos que le daban los actores con los que había trabajado, creía que no había pasado desde que estaba en el instituto, y así como esa excitación que ahora volvía a aparecer, casi había olvidado como se sentía,y para darle un merecida refrescada a su memoria, ladeo el rostro, rodeo el cuello de Kyuhyun con sus brazos y se arrimó un poco más sobre el chico que lo sostenía.

-Mmphf...

Kyuhyun liberó un pequeño bufido de dolor debido a que Sungmin había rozado con sus muslos uno de los moretones que tenía en sus caderas. 

-Ah, l-lo siento...
-No importa...

Susurró Kyuhyun volviendo a acercarlo para seguir con el beso, y aunque una parte del pelinegro  decía que debía negarse, otra un poco más grande le ordenaba que solo siguiera sus deseos.

"Suéltalo ya, después vas a arrepentirte" 

Se decía a si mismo, pero no lo consideró hasta que el aliento empezó a escasear y con un sonrojo se separó del chico, totalmente agitado.  Mierda, de verdad se había pasado ¿Cuanto habían estado besándose? ¡Y era solo un beso! ¿Por qué dejó que le siguiera comiendo la boca y más encima de una manera tan erótica? Casi podía sentir el pronunciado bulto del menor bajo su trasero. 

"Vaya vaya vaya, miren quien se viene arrastrando" 

Masculló su lado cuerdo, burlándose por la situación en la que se había metido por dejar al otro salirse con la suya. Sin embargo, al contrario de recibir más acoso sexual por parte del castaño, este lo distrajo de sus pensamientos dándole un último y dulce  beso en la nariz para luego acariciarle el rostro con una cálida sonrisa, o eso fue lo que vio por un segundo, ya que de inmediato corrió la vista por lo avergonzado y confundido que estaba.

-No hagas eso...

Dijo aún con un sonrojo tiñiéndole las mejillas y un adorable ceño fruncido, mientras se limpiaba la nariz.

-Ahora quiero mi segundo favor. 
-¿Q-Que quieres? 

El pelinegro preguntó vacilante, siendo aún más atraído por las manos de Kyuhyun, el cual apegó su nariz a una de las mejillas de Sungmin, acariciando tiernamente su rostro con esta y cerrando suavemente los ojos. El chico pensó en reclamar a pesar de que se sentía cómodo, pero antes de emitir sonido alguno, Kyuhyun lo dijo.

-Quiero que confíes en mi. 

Continuará...

3 comentarios:

  1. aaaaaaaaaaaaa q bonito solo imaginarlo ace q la istoria en verdad pase te felicito gracias

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  2. Kyaaaaaaa espero la actu del capi pronto plis n.n esta quedando.muy lol muero de amooor annyeong

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  3. Omo.......!! Tan bello Unnie estos dos bien que se aman nada mas que Minnie se hace el dificil pero el ya lo quiere solo que tiene mideo de salir lastimado o que el lastime ahh KyuUnnie :D pero se que ya hay amor en el aire hay ♥♥ KyuMin ♥♥

    Espero que pronto actualises Unnie :D

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