lunes, 31 de octubre de 2016

Asperger: Cuando Sungmin conoció a Kyuhyun [04/13]

4♥ Dificultad notable para comprender el lenguaje no verbal así como para generar las equivalentes propias.

Antes de que Kyuhyun hiciera aparición en su vida, Sungmin sabía muy poco del lenguaje no verbal. Sus padres y su hermano menor siempre habían tratado de enseñarle por el lado afectivo propinándole caricias, abrazos y besos, pero las enseñanzas que ellos podían entregarle eran muy pocas comparadas con las que hubiera conseguido si tuviera una vida activa socialmente, con amigos y actividades diversas, y no es necesario decir que eso era bastante complicado porque hasta el momento el único amigo que había tenido se mudó cuando ambos tenían 11 años y su única manera de comunicarse era el correo que se mandaban una vez a la semana desde la mudanza. Además, cuando estuvo presente, lo único que le había enseñado eran las poses de presentación que hacían las estrellas de lucha libre y hasta Sungmin comprendía que eso no le iba a servir de nada.

Sin embargo, esa ignorancia era cosa del pasado, o al menos estaba a punto de serlo.

Bajo la tutela de su novio, Sungmin empezaba de a poco a memorizar varios gestos faciales específicos, significados de señas con manos y cuerpo, y acciones que antes no relacionaba con nada y no sabía con quien se usaban cada cual. A un paso lento y dulce entendía que besarse en los labios con Kyuhyun era signo de que eran pareja a pesar de no ser hombre y mujer, y también del amor que compartían. Asimismo, sus manos entrelazadas eran un signo de pertenencia.



Tú eres mío y yo soy tuyo

Le dijo Kyuhyun un día, y cuando colaba los brazos por sus costados y cubría su pancita con las manos, era una forma de reafirmar ese hecho ante las inadecuadas miradas ajenas.

Comprendiendo ese lenguaje de amor, Sungmin se sentía orgulloso de sí mismo. Al fin podía entender (A veces en parte) tantas cosas que veía en su diario vivir, y no importaba si no lograba comprenderlo a la primera, Kyuhyun buscaba la forma de explicárselo sin perder la calma, a diferencia de varios maestros y personas en su vida que lo ponían terriblemente ansioso cuando él no entendía que estaba haciendo de inadecuado y que para ojos ajenos era tan sencillo.

Por otro lado, no sabía con exactitud si era amor lo que le ligaba al menor, el sentimiento calando en sus huesos parecía distinto a lo que sentía por su familia y su amigo, pero Kyuhyun le hacía estar muy a gusto, ilógicamente animado con su presencia y de eso si estaba seguro ¡Las pruebas sobraban! Su ansiedad fue notablemente menor cuando tuvo que adaptar su agenda para darle tiempo a su novio, a diferencia de veces anteriores en que tuvo que adaptarla por otros motivos. Además, no le disgustaba que Kyuhyun se sumara a sus idas a terapia y la biblioteca pública, su compañía volvía esos momentos más interesantes. Pese a eso, es necesario volver a las muestras de afecto, ya que de momento no había nada más interesante que eso. Desde los besitos en la mejilla que le daba el menor cuando lo iba a dejar a su aula después del receso hasta cuando lo invitaba a su casa y encerrados en su habitación se comían a besos, todos esos momentos Sungmin los analizaba empedernidamente como aprendía a corresponderlos. Era increíblemente extraño, casi fuera de toda realidad, como todo su cuerpo se alborotaba cada vez que Kyuhyun le besaba el cuello, lo recorría con sus manos y hasta cuando accidentalmente sus sexos encendidos chocaban a través de la ropa. En minutos de caricias podía estar lleno de sudor, con la piel de gallina, los latidos descontrolados y sus partes erógenas hechas un lío. Se sentía envuelto en una gran confusión por experimentar el nirvana y el infierno a la vez, no entender bien como ocurría y por la complicada situación en la que se veía cuando no podía seguir los besos más fieros y apasionados. Más nadie le presionaba a no equivocarse, Kyuhyun estaba demasiado encantado con su inocentona belleza y personalidad como para apurarlo o hacerlo sentir incómodo, solo se esmeraba en mimarlo y explicarle todo lo que quisiera saber con la mayor exactitud y paciencia posible, y eso les resultaba bien, entre citas y encuentros los numerosos muros que impedían entender al otro iban cayendo uno a uno, logrando tal resultado que ya llegado un tiempo, inventaron un sistema de gestos para que Sungmin entendiera que hacer sin pronunciarlo a cada rato y agotarse mutuamente.

Si guiño el ojo izquierdo, debes darme un beso en los labios Indicó el menor aquel día, cerrando el ojo izquierdo. Sin esperar Sungmin acercó el rostro y pegó sus labios sobre los del más alto.
Si guiño el ojo derecho, debes abrazarme El mayor rodeó torpemente el cuello de su novio en cuanto vio la seña.
Y si arrugo repetidamente la nariz, te acurrucarás a mi lado y tomaremos una siesta Sentenció el menor, aludiendo a una de las pocas cosas en común que tenían: La pasión por dormir. 

Ambos eran unas marmotas de primera y descubrieron esa cualidad en el otro cuando una tarde cualquiera en casa de Kyuhyun se dejaron vencer por un inoportuno sueño y al despertar rato después descubrieron lo bien que se había sentido dormir juntos. Desde ese entonces, cada vez que sentían pereza, se quitaban las chaquetas, los pantalones y los zapatos, y disfrutaban de un momento relajante e íntimo, ya que los padres de Kyuhyun casi nunca estaban en casa y la hermana mayor de Kyuhyun estudiaba medicina y se desvivía en la biblioteca de su universidad. No eran molestados y ellos no molestaban a nadie, los únicos que quedaban algo desconcertados eran los padres de Sungmin quienes preocupados lo veían llegar con toda la ropa mal puesta, el cabello desordenado y una cara de haber despertado hace solo unos minutos, pero él decía que se encontraba bien y solo quedaba confiar en su palabra.



Estas son señas que tendrán validez solo entre los dos, pronto inventaremos más Puntualizó Kyuhyun Si en algún momento hago uno de estos gestos y tú no quieres eres libre de negarte. Dime si lo has entendido.
Sí, lo entendí Asintió Sungmin sonriendo Cuando tú me explicas todo en el mundo parece más sencillo y amigable Agregó con una neutralidad que no combinaba para nada con las cálidas palabras emitidas.

Kyuhyun permaneció mudo un largo rato, pensando en todo lo que había ayudado a Sungmin desde que lo conoció, que esa ayuda no era nada comparado con lo feliz que le hacía el mayor cada día. Al volver en sí, su ojo derecho guiñó y se abrazaron fuerte.

Tú también alegras mi vida Le susurró al oído.


Sungmin recibió el cumplido sin ninguna objeción, cerró los ojos y permaneció buen rato con la cabeza recostada sobre el hombro del menor, afianzándose mutuamente. Si bien su vida era más cálida ahora, sabía que quedaba mucho por aprender, no obstante, la inquietud por aclarar sus dudas no era grande, sabía que junto a Kyuhyun lograría entender ese misterioso mundo que les rodeaba y las variadas expresiones que los que le habitaban usaban para comunicarse, sobretodo esas que los amigos de Kyuhyun le hacían a este tras haber vuelto al instituto y sólo mientras ellos compartían juntos en los recesos.

Continuará...

viernes, 28 de octubre de 2016

Asperger: Cuando Sungmin conoció a Kyuhyun [03/13]

3♥ Ausencia de reciprocidad emocional o social.

Cuando Kyuhyun se dio cuenta de que le gustaba Sungmin, no vio duda en ello y tampoco se envolvió en una de esas típicas guerras mentales sobre la moral o la opinión ajena, siempre había sido abierto ante la posibilidad de enamorarse del corazón de la persona y no su género. La única dificultad creíble ahora mismo era encontrar la oportunidad y las palabras adecuadas para confesarse, porque….

¿Cómo te declaras a alguien que le costará tanto entender tus sentimientos?

Sungmin era precioso, interesante y puro, más por lo último, era completamente desentendido en relaciones sociales y específicamente amorosas. A veces Kyuhyun sospechaba que el único amor que había experimentado en su solitaria vida iba hacia su familia y un amigo de su infancia que se había mudado hace años, y eso aparte de deprimirlo, le ponía las cosas más difíciles. Sin embargo, si no lo entendía ahora, no lo entendería nunca, así que después de varias semanas pensándolo, se decidió a soltarlo todo de una vez y ver que ocurría. Para ese entonces las vacaciones de verano ya habían comenzado, ellos solían verse luego de que Sungmin visitara la biblioteca pública y aprovechando eso, un sábado en la tarde Kyuhyun lo llevó a un restaurante abandonado en el cual jugaba de niño con sus amigos y ahora visitaba de vez en cuando para mirar la puesta de sol sobre el techo. Suponía que un lugar especial para él quedaría bien, así que ambos se subieron con dificultad y se sentaron uno al lado del otro.

Su-Sungmin, tengo algo que decirte Inició el más alto mientras jugaba con sus manos y trataba de relajarse con la brisa fresca acariciando su rostro, más poco servía para aminorar el nerviosismo que lo hacía temblar.
¿Qué cosa?Preguntó el bajito.
Me gustas Tan directo y simple como pudo, Kyuhyun dejó salir las palabras. Su corazón estaba a mil por hora y su rostro rojo como un tomate por la mirada sorprendida que Sungmin le entregó. Eternos segundos pasaron antes que el bajito entregara una respuesta.
Pero… Yo no soy comida Sentenció él realmente confundido y Kyuhyun casi rodó techo abajo al oírlo. Necesitaba esforzarse un poco más.
No… no me gustas como comida. Quiero decir que me simpatizas más de lo que ya me agradas como amigo, que tengo sentimientos ro-románticos… o amorosos por ti. Eso mismo que impulsó a tus padres a casarse, tener hijos y estar juntos siempre, es lo que yo siento por ti.
Oh…Exclamó el otro, poniendo sus ojos en el anaranjado atardecer tras la ciudad, sin hacer más.
Me gustaría saber…si ese sentimiento es recíproco y si quieres ser m-mi novio Osó nuevamente el más alto, ganándose otra vez la atención de los brillantes ojos de Sungmin.
¿Cuáles serían mis tareas como tu novio? Demoró en contestar con su conocido tono robótico. Kyuhyun pestañeó desconcertado.
¿Tareas?Preguntó y Sungmin permaneció mudo mirándolo con su rostro reconcentrado.
¡Ah! Creo que ya se me ha ocurrido algo, permíteme intentarlo Exclamó triunfante, y en cosa de un instante, se arrimó hacia Kyuhyun y chocó bruscamente sus labios con él por 2 segundos.
A-ah… Balbuceó enrojecido ante menuda sorpresa. Al parecer cada vez que Sungmin se pensaba mucho algo significaba una acción instantánea y única, y decir que Kyuhyun estaba impactado por la de ahora era poco.
Eso debo hacer ¿Cierto? Besarte. El príncipe heredero Lee Gak hacía lo mismo con Bakha cuando eran novios Acotó refiriéndose a los personajes de la telenovela que veía su madre por las tardes.
Bu-bueno, sí… eso hacen los novios Contestó Kyuhyun apenas recuperó el habla, consiguiendo una sonrisa complacida del otro por su aciertoEntonces… ¿Aceptas ser… mi novio? Volvió  preguntar.
Mamá me dijo que me hiciera novio de la primera persona a la que yo le agradara y que no le molestara mi obsesión por la historia y la geografía. A Hyukjae nunca le gustó ver mis mapas, en cambio tú me regalaste unos de la URSS después de la segunda guerra mundial, además me dijiste que te agrado, así que cumples con los requisitos Contestó.
P-Pero Sungmin, eso seguramente fue una broma y no te diste cuenta. Tu madre te ama mucho, no te diría algo así en serio Contrarrestó el otro, atónito.
Oh…tiene sentido Sungmin puso una expresión de estar procesando la información.
Si vas a ser mi novio, será porque tú lo quieras, no porque los demás te lo ordenen Le advirtió el alto con tono paciente tomando una de las pequeñas y níveas manos de Sungmin. Este perdió la mirada en el agarre por unos instantes.
Tú eres muy bueno conmigo y me agradas, Kyuhyun. No tengo objeciones contra tu petición Dispuso neutralmente, haciendo sonreír aliviado al menor.
¿Me darías otro beso? Le pidió tímidamente, y asintiendo, el bajito repitió el movimiento brusco y rápido de antes, esta vez siendo contestado por el chico en frente.
Quiero uno más Volvió a pedir y Sungmin obedeció.
Otro más Y se le concedió. Al sexto beso, Kyuhyun se tapó la boca y rio.
¿Ahora puedo darte uno yo? Preguntó, recibiendo una positiva.
Acércate más a mí Le ordenó, consiguiéndolo sin demora Pon tus brazos alrededor de mi cuello El chico acató, acomodando torpemente las extremidades, teniendo que recibir ayuda del otro. Cuando el agarre fue más ligero, las cálidas manos tantearon las definidas caderas de Sungmin hasta rodear protectoramente la espalda baja, y después de acariciar una mejilla con su nariz, besó suavemente sus rosados labios, imponiendo un ritmo pausado, disfrutando de un contacto algo descoordinado pero dulce.
¿Qué tal el beso? Le preguntó el más alto al separarse, viendo como Sungmin se relamía los labios con las mejillas rojas por la falta de aire.
Sabes a chocolate Atajó Sungmin, nada disgustado con la situación.
Comí un poco hace rato-
¿Me das uno?
Sólo si me das un beso como el que te di yo Sin objetar, Sungmin volvió a ponerse de la misma forma en que Kyuhyun lo había acomodado antes e iluminados por los vestigios de luz anaranjada de un sol que se despedía por hoy, juntaron sus labios una vez más.




Continuará...

domingo, 23 de octubre de 2016

Asperger: Cuando Sungmin conoció a Kyuhyun [02/13]

2♥ Dificultades para mantener conversaciones y entender aspectos no literales en ellas.

Sungmin era muy inteligente, tenía una memoria envidiable, una profunda concentración y grandes pasiones en su corazón, pero desde que tenía uso de razón, charlar le había significado un problema, uno muy grande. Kyuhyun no tardó en notarlo y en entender porque estaba tan marginado. Al mundo no le importa que tan grandioso seas por dentro, si no puedes hacerte oír adecuadamente te pisotearán sin dudarlo. Ese era el caso de Sungmin hasta antes que Kyuhyun comenzara a hablarle, porque motivado a revertir el predicamento de ese extraño muchacho, desde el día en que hablaron por primera vez se volvió un ritual sentarse juntos en el almuerzo y conversar. Claro, no fue nada sencillo hacerlo, sin embargo esa extraña motivación en el interior del más alto permitió que sus esfuerzos tomaran un rumbo. Algunas tardes después de clases pasaba de ir a tontear con sus amigos y se iba directo a casa a sentarse frente a la computadora para averiguar más sobre el Asperger y así poder entender de mejor manera como Sungmin veía el mundo. Una de las descripciones que más le llegó fue de un Asperger que ahora impartía clases en una prestigiosa universidad europea y que en sus ratos libres colaboraba en una página web para que los familiares de personas con la condición pudieran entenderla mejor: 

“Imagínate hablando con una persona “X” cuyo tono de voz es la cúspide de la neutralidad así como su rostro y su aspecto, en un mundo donde todo lo que se dice es literal, y que por ende, lo único en que te puedes fiar para comprender totalmente la charla, es el nivel de descripción y narración que posee el habla de la otra persona.

No digo con esto que literalmente nosotros veamos un mundo gris, gente sin rostro y escuchemos solo voces robóticas exactamente iguales, pero dado que esas cosas no significan nada para nosotros, es la mejor explicación que se me puede ocurrir y el mejor ejercicio a practicar si desea tener una charla fructífera con un Asperger”

Habiendo leído aquel artículo y varios más, Kyuhyun creía tener la información suficiente, no obstante, dejar de hablar de una forma y empezar a hablar de otra no era cosa de un día. Debía eliminar de su sistema el doble sentido, el sarcasmo, las exageraciones y todo lo que estuviera dentro del sentido figurado y no literal, y en medio del camino varias veces se equivocó, como cuando le contó que en su séptimo cumpleaños había estado jugando a ponerle la cola al burro y en vez de poner la cola en la imagen, le pinchó sin querer el trasero a una de sus tías que por tamaño y apariencia, no se distanciaba mucho de dicho animal. A los segundos después tuvo que explicarle nervioso a Sungmin quien aterrado había creído que le estaban tratando de poner la cola a un burro de verdad, y de paso, que la tía era burra.

¿¡Cómo es posible que tu tía sea una burra!? No hay sentido en ello, un humano no puede procrear con un burro ¿Y cómo es que tú no naciste siendo burro también?Preguntó Sungmin alterado por la poca coherencia de lo contado.
Pues si soy un poco burro por haberte contado menuda historia Se lamentó Kyuhyun por lo bajo antes de volver a centrarse en el otroCalma, no es un burro de verdad, sino que uno dibujado en un papel, y mi tía no es burra, solo no es muy agraciada Aclaró.

Pero independiente de estos malos entendidos, después de solucionarlos siempre sonreía. Equivocarse le ayudaba a encontrar mejores formas de entenderse con Sungmin y eso le motivaba más a llegar a la respuesta de porqué Sungmin le interesaba tanto.

Al cabo de 3 meses lo único que había concluido de su nuevo amigo es que era la persona más rara del mundo, y hasta dudaba que el Asperger fuera responsable de ello. Para empezar su forma de hablar estaba totalmente fuera de época, usaba palabras pomposas, daba la impresión de estar sumido totalmente en el papel de un habitante de la antigua Corea, cuando no era un país sino un largo legado de dinastías, y que además, había estado toda la vida encerrado en un calabozo sin más relaciones sociales que las tenidas con el carcelero que le daba de comer. Por otro lado, su nivel de voz era errático, parecía no saber cuándo hablar fuerte o bajo, y estuviera sorprendido, feliz, triste, enojado o interesado, su tono de voz no se adecuaba nunca a la situación, siempre fluía de un modo que el mismo había establecido para cada ocasión, al igual que las palabras. La única excepción que iluminaba su rostro, enriquecía su vocabulario y provocaba que no parara de batir la lengua era cuando se refería a sus intereses. La historia de las civilizaciones, el nacimiento y formación de distintas naciones, las hazañas realizadas por algún brillante personaje del pasado o un grupo aguerrido de personas, la distribución cambiante de territorios de acuerdo a quien los coloniza y todo lo que se relacionara con ello enamoraba, obsesionaba y enloquecía a Sungmin. Después de enterarse, Kyuhyun entendió de inmediato porque el otro hablaba de menuda forma. Estando solo y leyendo libro tras otro de literatura e investigaciones sobre las antiguas dinastías, cualquiera se volvería más letrado y medio pomposo ¿No? Y emocionado por encontrar a alguien a quien darle un discurso de todo lo que sabía, podía estar horas hablándole al más alto sobre la revolución rusa, el nacimiento del sacro imperio romano, la caída de Constantinopla, los viajes de Magallanes, el imperio de Egipto antiguo y miles de cosas más. A veces Kyuhyun se perdía en medio de los relatos y en la noche tenía que buscar en su diccionario la sarta de palabras extrañas que Sungmin había mencionado. Sin embargo, a pesar de todas esas complicaciones, para él la extrañeza de Sungmin armonizaba perfectamente con la ingenuidad y la ternura que lo caracterizaban con la misma fuerza que su excentricidad. Era inexplicable como verlo hablar con tanto amor de historia, extrañarse por cosas que no comprendía, comer su almuerzo con tanto cuidado e incluso solo mirarlo de vuelta con esos grandes y brillosos ojos negros le llenaban de tanta dulzura el corazón que deseaba abrazarlo hasta desinflarlo, pero en vez de hacerlo solo reprimía sus deseos y buscaba cada día más oportunidades para verlo. Primero era solo en los almuerzos, luego se añadieron unos cuantos recesos y finalmente las caminatas a casa después de clases.

“¿Qué broma estás planeando? No seas cruel, Kyuhyun”

 Le decían sus amigos y el solo sonreía cómplice, aunque lo suyo no era ninguna broma. Su interés por el bajito era el sentimiento más genuino que había experimentado en su vida y aún queriendo entender por qué seguía pasando tiempo con él, buscó más y más formas de frecuentarlo. Su más reciente plan había sido invitarle a comer un helado después de clases, pero a Sungmin le incomodaban las alteraciones repentinas a su agenda así que lo pospusieron para el día siguiente. Se encontraron a la salida y solo desviándose unas cuantas calles del camino habitual, fueron a la heladería y compraron 2 helados dobles. Kyuhyun miraba embobado como Sungmin se comía el suyo con gran felicidad, entregando una imagen cálida, digna del verano que se aproximaba, y el menor rebosante de alegría no podía evitar pintar su corazón con la esencia de esa brillante imagen. Cuando terminaron sus postres y Kyuhyun se ofreció a acompañarlo a su hogar, Sungmin lo meditó un poco y finalmente accedió. Caminaron por una ruta no muy compleja ni muy larga, al parecer Sungmin había planeado un camino hacia su casa lo más cómodo y seguro posible para ir y venir del instituto. Luego atravesaron un complejo de casas y llegaron a su destino.

Gracias por acompañarme a casa y por comprarme un helado Agradeció el bajito.
No es nadaSonrió Kyuhyun.
Me he sentido muy cómodo y mamá dice que hay que compensar a la gente que te hace sentir así para mostrar que el interés es recíproco Replicó el mayor, arrugando la nariz y mirando un punto vacío en plan de reflexión.
En serio, no debes hacer nada por mí. Yo lo hice porque quise y me dio mucho gusto Insistió el otro mientras movía las manos nerviosamente delante suyo. No obstante, Sungmin siguió pensando alguna forma de compensarlo.
¡Ya sé! Celebró finalmente, y cargando todo su peso en la punta de los pies, se irguió lo más que pudo y acarició torpemente el oscuro cabello de Kyuhyun. El menor abrió los ojos como platos y se sonrojó violentamente.

Lo has hecho muy bien, Kyuhyun Pronunció el pequeño, con una voz forzadamente grave y una mueca extraña que intentaba ser una sonrisa. Aquello era una imitación de lo que su padre hacía siempre para felicitarlo, y aunque en el exterior parecía bastante fallido, el cálido sentimiento que había querido ser expresado llegó con éxito al corazón de Kyuhyun, el cual bombeaba a una velocidad increíble por cada tibio golpecito que caía en su cabeza de la nívea mano de Sungmin. Esas torpes caricias eran la primera muestra de afecto de parte del mayor en todo ese tiempo, y aunque era algo bastante simple, perturbaron su interior de una forma totalmente inesperada, al punto de ni siquiera poder respirar.


Segundos después Sungmin volvió a su posición anterior, se despidió y entró a su casa bajo la atenta mirada del menor, y pasaron varios segundos más antes de que pudiera recuperar el aire. Comenzando a caminar, tocó delicadamente la parte que Sungmin había acariciado, luego suspiró, sonrió y se devolvió por donde vino.


Ya no era una teoría en su cabeza o un sentimiento que no comprendía, definitivamente Sungmin le gustaba cada día más.


Continuará...

miércoles, 19 de octubre de 2016

Asperger: Cuando Sungmin conoció a Kyuhyun [01/13]

Nombre de la historia: Asperger: Cuando Sungmin conoció a Kyuhyun.
Pareja: Kyuhyun y Sungmin.
Género: Fluff, Recuentos de la vida, Comedia, Drama.
Advertencias: Lime, mala redacción, horrores ortográficos... ya saben, lo habitual (?)
Descripción: Un día en la cafetería del instituto, Cho Kyuhyun cruza accidentalmente su mirada con la de Lee Sungmin, notando los próximos días que esos oscuros ojos siempre están sobre él a esa hora. Intrigado por la insistencia y extraña aura, Kyuhyun comienza a devolverle las miradas hasta que decide hablarle por primera vez, descubriendo en tan frágil y bello muchacho la definición de excentricidad. Un trastorno del espectro autista conocido como "Síndrome de Asperger" es el motivo de las conversaciones poco ortodoxas que comparten desde ese punto en adelante. A Kyuhyun no le intimida el complicado nombre ni las extrañezas en su nuevo amigo, en cambio, el cálido sentimiento en su interior crece a cada segundo, prendado de la dulzura tras los brillantes y extraviados ojos del bajito ¿Que pensará Sungmin de sus sentimientos? ¿Que obstáculos les pondría el mundo si llegaran a estar juntos? ¿Sus amigos y familia les apoyarán? ¿Podrían seguir juntos después de graduarse?A través de los síntomas de tan agridulce trastorno las respuestas a estas preguntas serán reveladas capítulo a capítulo.
♠ Antes de leer: 
1.- Me referiré ampliamente al síndrome de Asperger durante la historia, pero si tienes un nulo o muy limitado conocimiento acerca de este síndrome, les recomiendo hacerse una idea leyendo esto: http://www.asperger.cl/que_es_el_sindrome.htm (Sólo si así lo desean, el fic es entendible sin conocimiento previo)
2.- Yo nunca he tenido la oportunidad de conocer a nadie con este síndrome (Al menos no siendo consciente de ello). Leí mucho para hacer el fic, vi películas y documentales, sin embargo, sigo hablando desde la teoría, además no soy 100tifika (?) Lo que quiero decir xDDD Es que no busco ofender a nadie y lo escrito viene de los conocimientos que adquirí acerca de este trastorno. Si algo es erróneo u ofensivo, ofrezco anticipadamente mis disculpas, pues mi único objetivo era escribir una historia acerca de este síndrome que captó profundamente mi atención y me ha provocado una gran admiración hacia quienes lo poseen. 

Dedicado a: Coniistar, la excéntrica más excéntrica de todas, a quien le prometí 2 fics para su cumpleaños... hace como 2 años xD Ya le regalé uno, pero el tiempo no fue suficiente para terminar este en el periodo que tenía estipulado. En fin, aquí está, espero que lo disfrutes y que te esté yendo bien. 


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Asperger
Cuando Sungmin conoció a Kyuhyun


1♥ Incomodidad con el contacto visual y gran habilidad para percibir y observar detalles poco visibles.

Cho Kyuhyun pertenece al 3-B de su instituto y Lee Sungmin al 3-A. Kyuhyun es alto, apuesto y dueño de una juvenil virilidad; Sungmin es bajito, frágil y una combinación de belleza etérea con ojos negros extraviados y luminosos. Kyuhyun es ingenioso, perspicaz, encantador si se lo propone, algo perverso y por todo eso, muy popular entre sus pares; Sungmin es introvertido, impredecible, solitario, vulnerable y el “Fenómeno” marginado de su clase y todo el instituto, sin embargo, para él todas estas diferencias nunca habían significado algo ya que de por sí ni enterado estaba de ellas, y sin falta, observaba a Kyuhyun todos los días en los recesos y horas de almuerzo.

Sungmin por lo general era incapaz de ver a los ojos a alguien con quien estuviera charlando, porque de hacerlo no podía concentrarse en la conversación y además era muy incómodo, pero sí que podía y le gustaba observar a distancia. Se entretenía viendo a la gente hacer cosas, a los animales y los paisajes colectivos, pero sin duda, lo que más le gustaba era observar a Kyuhyun. No entendía por qué y tampoco era como si tuviera curiosidad o quisiera hacer algo al respecto, se sentía seguro mirando a una distancia prudente hasta la más insignificante acción de ese chico del cual conocía solo su nombre.

Y esa rutina no cambió hasta que el mismo Kyuhyun se atrevió a cambiar las cosas.

El menor de ellos dos no se había enterado de la existencia de Sungmin hasta que un día cualquiera en la hora del almuerzo, se distrajo de la trivial conversación que mantenía con sus amigos y paseando su vista por la cafetería se encontró con los ojos del bajito apuntando hacia él. Su extrañeza fue infinita ¿Quién era y porque lo observaba con tanto interés? Ni siquiera trató de disimularlo cuando fue descubierto, solo lo hacía y a ratos se echaba bocados de su almuerzo a la boca, sentado en una mesa totalmente vacía. Kyuhyun miró a sus dos costados y comprobó que de verdad el observado fuera él, aunque el hecho no se prestó a dudas al repetirse los días siguientes exactamente de la misma forma, lo único que cambiaba fue que intrigado, Kyuhyun también comenzó a observarle, tanto en los almuerzos como en cada oportunidad en la que pudiera topárselo y fue así como descubrió una de las singularidades del chico, porque de lejos le miraba tanto como quería pero cuando se cruzaban por los pasillos no le miraba ni los zapatos, de hecho, Kyuhyun nunca lo había visto mirar o siquiera entablar una conversación con alguien. Ese extraño comportamiento fue explicado poco después por uno de sus amigos cuando la curiosidad le ganó y decidió saber más de él. Se enteró que ese lindo chico de cabello tan azabache como sus ojos era Asperger y que por esa razón eran pocos quienes le hablaban y quienes lo hacían era por una obligación escolar o para volverlo blanco de sus burlas. La primera reacción de Kyuhyun fue de desconcierto, porque no tenía idea de lo que era el Asperger y después de buscar información no le vio gran cosa. Tal vez era demasiado o muy poco sensible, más nada le importó que Sungmin tuviera Asperger, seguía tan intrigante como antes e importándole un bledo lo que pensaran los demás, hizo caso a su intuición y a su curiosidad, y un día a la hora de almuerzo se armó de valor e intentó hablarle. Nada era un obstáculo, quería saber quién era y que secretos escondía esa personalidad tan rara.

Hola ¿Puedo sentarme junto a ti? Pidió algo tímido.
Si puedes Respondió Sungmin. Su voz se asemejaba a la de un robot, pero analizándola bien se percibía un -dulzor tan delicioso como un cappuccino caliente.
Me llamo Cho Kyuhyun, un gusto conocerte Se aventuró de nuevo, esta vez inclinando su cabeza con una amable sonrisa, logrando que le devolviera el gesto con un escueto “Yo me llamo Lee Sungmin” sin siquiera mirarle más arriba de la barbilla.
¿De qué clase eres, Sungmin?Eso Kyuhyun ya lo había averiguado, pero para iniciar una conversación no estaba mal.
Según los ingresos de papá, nuestros gastos mensuales y los estándares coreanos, pertenezco a la clase media Respondió el bajito aún sin mirarlo y disminuyendo la potencia de su voz.
No, no, no, yo me refería a que grado cursas aquí en el instituto Corrigió Kyuhyun riendo.
Oh… estoy en el tercer y último año.
¡Yo también! …ah… esto…Kyuhyun empezó a sentirse incómodo por la aparente indiferencia del otro ¿Podrías mirarme a los ojos? Se siente algo raro que no me miren directamente cuando hablo.
No me gusta mirar a los ojos. Me desagrada cuando miro a papá, a mamá, a Sungjin y a la doctora Mihye. Tampoco puedo mirar a Kakao.
Pero…Yo soy Kyuhyun, no ellos. No me has dado la oportunidad de saber si también te incomoda mirarme a los ojos.

Aquella acotación hizo que Sungmin se extrañara enormemente, porque si lo pensaba eso tenía lógica y en su vida la lógica era fundamental. Le había incomodado el contacto visual con todos los que había conocido en su vida, pero eso no significaba que le incomodara con todo el mundo y con Kyuhyun no había probado. Intrigado por la premisa, lentamente elevó el rostro para mirar los ojos color chocolate del más alto. Este tembló al ver esa despistada y tierna carita tan cerca. Se preguntó por unos segundos que fue ese salto que dio su corazón e hizo picar sus mejillas.



¿T-Te incomoda? Agregó rompiendo el silencio. Sungmin pestañeó descoordinadamente y se hundió unos cuantos segundos en sus cavilaciones.
Kyuhyun ¿Te gustan los mapas? Respondió el bajito después de varios segundos, con el rostro iluminado y sin apartar los ojos de los suyos. 


Continuará...